Muy eufórico veo a ese ministerio de Defensa que hace llamarse español, ministerio de Defensa que nada sabe de guerra ni de España, que defiende sus intereses como partido y no como nación. De la industria de las armas también se encarga, aunque esta tenga a los soldados a pie y sin dinero porque es incapaz de terminar un vehículo de combate para que nuestros soldados tengan una mínima protección. Lo del vehículo «Dragón» debería acabar con la desvergüenza de muchos y revisar más allá de los contratos. Como siempre lo tendrán que suplir con celo y tener su pecho descubierto para parar las balas que atraviesan esos corazones humildes a los que nunca se les agradece lo suficiente su callada y inestimable labor. No hay institución más ingrata que esta que se aprovecha de la entrega y el valor para que con deshonor se los relegue a los últimos de la lista. Entre las prioridades del ministerio llamado de Defensa no están los soldados que a los 45 años se les enseña la puerta de salida con una mísera limosna para que vayan tirando.
A aquellos, incluso uniformados, que sin pudor dicen que los que se van es que no han sabido aprovechar las oportunidades, que son muchas, que no tienen las capacidades requeridas, les diría cosas sobre el honor y el valor, sobre las capacidades de unos soldados que forman y conforman unidades como la Compañía que es en definitiva un conjunto equilibrado de capacidades medias. Esos que alegan lo de las oportunidades quizá estén por encima de las capacidades medias y esto de la milicia no vaya con ellos.
En este ministerio llamado de Defensa, que nada quiere saber de la guerra, se confunden cúpulas, la civil y la militar, en una confusión que les lleva a apaisanarse a los uniformados y a militarizarse a los paisanos. Ya no sabemos quién manda. El apaisanado militar obedece y sonríe sin jamás asesorar más allá de la buena postura y mejor posición de firmes. Un mimetismo peligroso que confunde a los que obedecen, a los que creían que aquí se venía a servir a la Patria cuando resultó que la patria disminuía su valor en un mercado donde todo se vendía y compraba con los contravalores de la traición y el precio injusto.
No hay necesidad de soldados que resultan un incordio para la gestión ministerial. El ministerio de Defensa funcionaría exactamente igual, sin mover una silla, sin unidades. Son un estorbo y lo mejor es mandarles de misión, mientras más lejos mejor. Se les da un dinerito que calla bocas, quedamos muy bien internacionalmente, son baratos y muy buena gente. Para gloria del presidente.
Otra cosa son las armas. A los civiles lo que les gusta son las armas. Las de guerra. Por eso hemos emprendido una carrera armamentística falsa, para armar a una industria sin futuro alguno, pero con la que se van a enriquecer todos menos los soldados. Si viniesen mal dadas no hay mejor defensa que muros de soldados, los pechos abiertos, sin 8×8, sin munición y recurrir el parapeto del honor que las cúpulas no tienen, el de defender a la patria. Otros dan premios mientras fabrican balas a miles de euros.
Se encierran en los ahora llamados War Room como el recién creado por una empresa de tecnología y armas que sueña con la guerra y las elecciones democráticas. Le dan a todo lo que se pueda controlar, incluso disponen de unas puertas giratorias con tecnología muy ad hoc de aquellos que ven que sus estrellas se apagan a la vez que se bajan del pódium. Algunos incluso contratan a uniformados extranjeros del país que se asienta colonialmente en territorio español para que les asesore sobre el cambalache de las armas. Los nuestros no valen así que tomen nota los futuribles.
Lo de las armas es fiebre que viene de Europa y echan la culpa a Putin o a Trump, depende. España es discípulo aventajado en eso de las armas. Hemos iniciado una carrera armamentística sin saber para qué ni para quién. Existe un conglomerado de intereses, en ocasiones bastardos, y una indefinición de intereses que suelen chocar entre sí.
En este mundo tan pacífico está de moda la guerra y cuando alguien quiere acabar con ella se le acusa y menosprecia. La única realidad es que mueren siempre los mismos. La guerra se extiende en armas, con tecnologías inimaginables, pero en las trincheras sigue el hombre.
Napoleón después de la tan inútil como sangrienta batalla de Eylau, al ver devastado su Ejército, pronuncia quizá la más doliente y cruel definición del hombre. Entre el 7 y el 8 de febrero de 1807 hubo un feroz enfrentamiento entre el Emperador y el general ruso Bennigsen. Sus consecuencias suenan en la historia militar y humana. Fue la batalla de Eylau. Resultado: la nieve se disolvía con la sangre de los muertos y heridos y el campo de batalla humeaba como si fuese la puerta del infierno. Napoleón observa el pandemónium y sin inmutarse pronunció un espumarajo que no tiene otro análisis que la violencia de pensamiento que acaba con el hombre sin poner límite a la guerra que lleva dentro.
«Une nuit de Paris réparera tout cela». «Todo esto lo remedia una noche de París». Los soldados muertos yacen sobre la nieve. Su ejército mermado. Fruto de una noche parisina surgirán nuevos reemplazos, ese es el tiempo que necesitará para tener más carne de cañón. Dudo de su sufrimiento. Napoleón solo sufriría por la derrota.
Una feroz sangría que a nada condujo. Ninguno de los cadáveres pudo contarnos si había merecido la pena. Los muertos no hablan, solo recuerdan: ¿por qué? ¿para qué?
La guerra ignora a los hombres. A los soldados los ignora la guerra y la paz. No se los conoce ni reconoce.
En nuestro ministerio de Defensa, que nada sabe de la guerra, no interesan los soldados, son un estorbo del que hay que desprenderse a los 45 años. No contéis con ellos en el 2% ni en el 5%.
Interesan las armas, la tecnología y desmilitarizar de manera urgente a Calderón de la Barca que solo decía tonterías sobre el honor, el valor y una religión de hombres honrados.
En estos tiempos hablar de hombres honrados y de religión solo puede acarrear malas consecuencias.
¡A las armas mis paisanos!
«He visto con pena soldados amenazados por hombres civiles. Si el rey se hubiese mostrado a caballo…».
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
23 octubre 2025
Ya lo dijo en una película el personaje de un primer ministro interpretado por Groucho Marx «haced unas trincheras lo bastante profundas para que los soldados no necesiten pantalones», y pensándolo mejor, rectifica, «haceldlas lo bastante profundas para que no hagan falta ni soldados». Buenos días, mi General, y todos.
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Mi respetado y muy querido GENERAL DE DIVISION LEGIONARIO,
MAS CLARO Y CONCRETO NO SE PUEDE DECIR. Son 10 hitos PRECISOS Y DE EVIDENCIA OBJETIVA INSUPERABLES.
H1 CONOCIMIENTO DE LA GUERRA Y DE ESPAÑA TRIVIAL.
H2 INTERESA EL PARTIDO Y NO LA PATRIA
H3 SIN PENSAR LA PROTECCIÓN SINO EL YA SE ARREGLARA Y EL DRAGON NI ESTÁ NI SE LE ESPERA LES DA IGUAL MICHIGAN QUE SUDAFRICA.
H4 EL EQUILIBRADO CONJUNTO DE CAPACIDADES MEDIAS COMPAÑIA ESCUADRON O BATERIA YA SE LAS ARREGLARAN.
H5 CONFUSION INTERCAMBIABLE DE LAS CUPULAS CIVILES Y MILITARES
H6 LOS SOLDADOS CUANTO MAS LEJOS MEJOR SEGÚN MONCLOA
H7 LA INDUSTRIA ARMAMENTISTICA ESPAÑOLA EXISTIO AHORA UN ESPEJISMO.
H8 SOBRE LA TORIA DE CONGLOMERADOS ESTADISTICA ALGUNOS LA USAN PARA ELECCIONES NINGUNO PARA COEFICIENTES DE PERDIDAS Y GANANCIAS SOLO DAVIDSON RICHARDSON E INTRILIGATOR.
H9 LA NOCHE NAPOLEONICA DE 1807 EN EYLAU FUE POR LA DERROTA
H10 LAS SILLAS COMPARATIVAS AL SOLDADO RECUERDAN QUE LAS SILLAS MARCAN EL CURSO DEL GENERALATO.
AÑADIRE ALGO SOBRE EL LEGIONARIO OLVIDADO CALDERÓN
A CALDERÓN DE LA BARCA
España y espada del diecisiete, sin duda era,
luces más que sombras, y sueños decadentes,
en su florida pompa nos marca antecedentes,
monarquía y religión , la tradición verdadera
Triste y retraído, teólogo de líricas vertientes,
seglar era Cervantes, él de la Orden Tercera,
el cordón de cinco llagas, como Cisneros fuera,
en Flandes, Italia en los Tercios más valientes.
La perfección barroca que a la lopesca supera,
“por la fe moriré”, en los de sotillo fervientes,
Correo y Capellán Real con la pluma certera.
Invicto Caballero de los de Santiago andantes,
cenizas sin sosiego, tan leal testigo primavera,
y el frenesí de tus sueños sin vida son radiantes.
ESPAÑA PRECISA IMPONER EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO
ENHORABUENA Y GRACIAS MI GENERAL
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVA LA FLOTILLA DE SUBMARINOS
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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MARINERO/SOLDADO, AL CUMPLIR CUARENTA Y CINCO AÑOS, POCO DINERO/SALADO/SALARIO.
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Buenos días y muchas gracias Mi General. De todos es sabido que hay un ministerio de Defensa, que no funciona, no les importa el ejército y sí quedar bien con las fuerzas extranjeras enviándo a soldados españoles sin el equipamiento adecuado. ¡Que más les dá!, los muertos son números y a veces ni aún eso. A los 45 años, ya no sirven para nada, no hubo una previsión para ello y así están todos. A la comunidad Europea, no hay quien la entienda, no se, ni quien es, quien maneja esto, con lo que nos están llevando al abismo.Saludos para todos.
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A las órdenes de V. E., mi General.
Siempre ocurrió que Ejército fue tratado, o mejor dicho, ignorado, como al pariente pobre al que tratamos de esconder, y sin embargo recurrimos a él, como el mejor recurso, cuando nos vemos en apuros, y hasta somos capaces de pedirle dinero prestado para salir adelante. Dinero que después no le devolvemos, porque damos por sentado que tenía la obligación de socorrernos.
Si no fuera por el espíritu solidario y desinteresado de quien elige las armas como oficio, las sociedades prósperas y libres no existirían.
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mi general , pues ni le cuento con el personal civil, peor todavía, da la sensación de que hasta sobramos en el Ministerio de Defensa.
lo digo por esperoenza
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Muy emotivo, triste y elocuente. Parece que vamos hacia un percance grave y puede que el resultado nos despierte. España recibira un buen tortazo que se esta fraguando ojala se levante.
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