Este artículo ha sido publicado en este blog más de una vez. Publicarlo de nuevo es un simple barómetro que nos dice no solo la temperatura, sino la predicción de futuro a raíz de lo que vemos. Ya no hablamos de reyes, lo hacemos del porvenir de España. Y lo hacemos porque los cimientos de esta vieja y sabia nación están siendo corroídos por algo peor que la carcoma. Nos llaman exagerados, dicen que España va mejor que nunca y no sabemos de lo que hablamos.
Estamos bajo la esclavitud del miedo. Es mucho el poder conquistado y el temor alcanza a todos por igual desde los palacios a las más humildes viviendas. Es una vieja historia muy bien montada y ahora de plena vigencia. Nos han dividido y nos hemos entregado. Nos han descabezado y ya sin nadie que nos represente, alguien que ondee como la bandera, que sea nuestro símbolo, que grite cuando deba y apacigüe cuando pueda, la soledad se muestra como incertidumbre y desconocimiento de lo que queremos. No crean que ellos quieren una república; no, en absoluto. Quieren instalar un régimen en el que se legisle, se juzgue y se dé seguridad y defensa al dictado. Dictar es su ley y el que no obedezca será reo de culpa. Claro que parece que nos gusta entregar nuestra libertad para que sea gestionada por el señor que dicta. Abran los ojos porque de nuevo se abre otra campaña de acoso y derribo para ocultar las próximas sentencias si es que los jueces logran mantener su independencia.
Es el momento oportuno para recordar la figura del Conde de Barcelona. Hoy cobra plena actualidad para la política de Estado lejos del oportunismo y ramplonería de los discursos de partido.
Era el año 1993 cuando Don Juan de Borbón recibía la Medalla de Oro de Pamplona. Se le había acabado la voz pero providencialmente el entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, leyó en voz alta sus sentimientos. Todo un símbolo. Pocos lo vieron y menos entendieron aquél simbolismo. Juntos, un Rey que lo fue en la esperanza, el Rey de España y un Príncipe que iniciaba el camino. Cedió la voz Don Juan y cedió definitivamente el futuro; lo hizo en este caso en su nieto Don Felipe, libre de todas las cargas del pasado. Se cerraba el paréntesis de la historia reciente buscando el definitivo futuro. La monarquía española, la heredada, la instaurada y la esperanzada; tres historias en tres reyes para España, tan distintas que parecían tres Españas.
Don Juan hablaba desde el silencio y, sin voz, la gravedad de su mensaje la podían percibir todos los que quisieran escuchar y entender. Ya no hablaba de España, su devoción, ahora hablaba de la unidad de España, su preocupación.
Nadie le escuchó; los laureles ensordecieron a los consejeros, muy activos en épocas de recolección. Don Juan pudo ver la realidad al evadirse de todos ellos. Conocía muy bien lo que significa estar rodeado de tantos consejeros expertos en malos consejos. Sólo le quedó el mar donde aprendió a leer los horizontes de acontecimientos. Y con él guardó la historia de una España que se le escapaba mientras más la deseaba.
La unidad de España, repetía incansable, por encima de la enfermedad, por encima del silencio, incluso por encima de la imprudente prudencia de algunos.
La transición superada, decían algunos, España navegaba con buen rumbo y velocidad de crucero, pensaban todos. Nadie había visto al sembrador que por las noches esparcía su semilla de cizaña por los campos de cereal. La transición ni siquiera había comenzado a germinar y ya todos auguraban una espléndida cosecha. La unidad de España, repetía Don Juan a punto ya de coronar su historia.
El Rey Juan Carlos captó de inmediato el mensaje y consciente de la gravedad de las palabras de su padre repitió incansablemente el mensaje de unidad. He repasado los discursos de Navidad y Pascua Militar desde aquél año noventa y tres; nunca ha dejado de apelar a la unidad de España. Pero por mucho que se hable de la unidad, nada se logra si los campos están sembrados de la semilla de la secesión que acabará ahogando a las espigas de la unidad. No era ese el sentir popular, entonces ni ahora, pero una élite político-económica ha logrado jalear a los ácratas que gustan militar en el sindicato de los gorriones donde ellos se alimentan aunque nadie coma. Esta es la otra historia, la de la España reciente.
La Transición significaba cambio, el paso a un sistema democrático solidario y de respeto. Para ello, lo primero y fundamental era tener una Ley y respetarla. Y se hizo la Ley pero no el respeto democrático de cumplirla. Razones de carácter visceral, vuelta al revanchismo y al enfrentamiento. Los que deberían ser hombres de Estado han resultado ser agitadores de barrio que juzgan según sus intereses de partido o con la imposición de su minoría sobre el conjunto. Es su democracia. Esta es la historia que ahora se abre.
Diez años lleva en el Trono Don Felipe. La transición de reyes se ha hecho con seriedad y oportunidad. Estamos ante la verdadera y nueva historia de España, ante el futuro de varias generaciones. No hemos vivido una transición como todos creíamos. Hemos vivido una incertidumbre.
La transición empieza ahora… la incertidumbre que no ha desaparecido. Lo avisó Don Juan, lo cultivó el Rey Juan Carlos y será la preocupación del Rey Felipe VI: la unidad de España. Historias hay muchas, España una, única e indivisible; sí no, ni hay España ni hay Historia.
Ni Rey ni República, no habrá nada de nada.
General de División (R) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
Su Majestad Felipe VI estará muy preocupado por la unidad de España, no digo que no, pero no se refleja en sus obras.
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Mi respetado y muy querido GENERAL DE DIVISION LEGIONARIO,
!LA VOZ DEL REY! se vertebra en 15 HITOS bien estructurados relativos a !LAS TRES ESPAÑAS! que bien podrían atribuirse a las tres CASAS REALES:
–TRASTAMARA:
. FERNANDO II .El CATOLICO .Unifica al acabar con JUAN III de Albret 1469. 1512,/JUANA I DE CASTILLA . LA LOCA/JUANA I DE CASTILLA . LA LOCA
CASA DE AUSTRIA:CARLOS I – V/FELIPE II/FELIPE III/FELIPE IV /CARLOS II
CASA DE BORBÓN:FELIPE V/FELIPE VI/CARLOS III/CARLOS IV/FERNANDO VII/ISABEL II/ALFONSO XII/ALFONSO XIII/REPUBLICA / FRANCO /JUAN III EN EXILIO/JUAN CARLOS I /FELIPE VI.
Al parecer la FRASE LAS TRES ESPAÑAS fue dicha por EL CONDE DE BARCELONA A SU NIETO CUANDO NO PODIA LEER Y LO HIZO EL NIETO DON FELIPE VI. ALUDIO TAMBIEN A TRES REYES. Se podía considerar tres estados temporales LA ESPAÑA PASADA, LA PRESENTE Y LA FUTURA.
EL SEMBRADOR DE CIZAÑA NO CEJO NI UN INSTANTE EN ECHAR SEMILLAS REVANCHISTAS PERSECUTIVAS PORQUE EL FANGO DE LOS DERROTADOS NO TOLERABAN EL PERDER POR LAS BUENAS Y HABIA QUE BUSCAR LA DIANA DE LA UNIDAD DE ESPAÑA PARA DIVIDIRLA MEDIANTE EL ODIO DESATADO CONTRA EL SIMBOLO DE FRANCO Y SU TRANSCENDENTAL FIGURA HISTORICA DE HACER A ESPAÑA UNA, GRANDE Y LIBRE.
Precisamente la cizaña presidencialista desde el Felipe González , Zapaterísmo y Sanchismo sobre todo es repugnante.
En el hito 12, alude V.E al jalear de los ácratas y a los malos consejeros en el hito 10.
La seguridad y defensa de los dictadóricos socialistoides es LA LEY que imponen tipo AMNISTIA y tantas más.
ENHORABUENA Y GRACIAS MI GENERAL
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVA EL EJERCITO DEL AIRE Y EL ESPACIO
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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A las órdenes de V. E., mi General.
Para quienes que hemos vivido todos los años y todos los acontecimientos que en ellos se han producido, al menos para un servidor, la amarga conclusión es que, a excepción de la buena voluntad y fe de S. M. Don Juan Carlos, mucho más allá de lo humanamente comprensible, por su renuncia a los poderes que heredó del Caudillo siempre en favor de lo que llaman «el pueblo», y desde luego con el deseo y el anhelo de que hubiera una convivencia feliz y un bienestar individual y colectivo para todos y cada uno, para que se olvidaran de una vez por todas las diferencias y disputas históricas entre los españoles, a excepción de esto, digo, todo lo demás en lo que los políticos han sido y son los protagonistas y actores de reparto en general, ha sido y continúa siendo un engaño y un chantaje, a la monarquía, al Rey de turno, y al pueblo. Por eso, estamos como estamos, con un pie ya en otra guerra.
A Don Juan Carlos lo engañaron desde el mismo día 28 de Octubre de 1.982, y durante los trece años siguientes, con mucha mano izquierda, valga la expresión, y lo engañaron los separatistas de Cataluña, con un tal Jordi a la cabeza. El creyó que llegando allí y diciendo aquello de Visca Catalonia, o como se diga eso, y menos mal que no añadió lo de llure, los tenía en el bolsillo. Porque los separatistas vascos no utilizaron ese juego del engaño, simplemente incrementaron la acción terrorista; y la banda ETA se quedó con las ganas de haber consumado un atentado criminal contra él, deseo que no pudo cumplir.
Esa fue aquella transición «modélica y pacífica» que según nos decían los heraldos a sueldo, estaba siendo la admiración y envidia del mundo mundial. Ya he perdido la cuenta de los Generales y demás miembros del Ejército, y demás servidores públicos y personas particulares asesinados durante los gobiernos de UCD y Felipe González, pero fueron muchas incluyendo bastantes niños y algunos ancianos; daños colaterales inevitables, que decíanalgunos que hoy se sientan en las instituciones gracias a «la derrota» que les infringió un tal Zapatero, socialista, también, cómo no, y padre espiritual y guía de Pedro Sánchez, a quie hay que reconocer la habilidad para colocarle en su carpeta a S. M. Felipe VI una copia de su discurso en Naciones Unidas contra Israel, copia que S. M. leyó de corrido, quizás sin haberla repasado previamente, por aquello del exceso de confianza. Ni Don Juan Carlos ni Don Felipe han sido conscientes de que estaban siendo chantajeados por tahúres.
No se entiende cómo, personajes tan siniestros como Zapatero, y que tanto daño han hecho y continúan haciendo, pueden andar sueltos por la calle sin haber siquiera pedido perdón.
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No habrá nunca Unidad en España, mientras Felipe VI ningunee a su padre. En una celebración como está.
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