ESPAÑA Y LA PERCEPCIÓN DE LA AMENAZA EN GIBRALTAR. Ángel Liberal Fernández, Capitán de navío (R )

 

Propiedad del autor Ángel Liberal (actualizada a fecha actual)

 

El pasado 21 de julio, el gobernador de la colonia militar británica de Gibraltar concedió una extensa entrevista al periódico local, el Gibraltar Chronicle[i]. Ocupa dos páginas casi completas, con unas ocho columnas. Se extendió sobre su experiencia en negociaciones en la OTAN y calificó como un «triunfo real» las recientes sobre Gibraltar entre el Reino Unido (RU) y la Unión Europea (UE). Según dice, «el acuerdo explícitamente no es sobre la soberanía»; pero al mismo tiempo, destaca que «la cláusula sobre la soberanía protege absolutamente la soberanía británica sobre Gibraltar y haciéndolo, [también protege] la autodeterminación del pueblo de Gibraltar». Según sus palabras, puede entenderse que España –en virtud de un tratado de la UE que no es sobre la soberanía- protege la soberanía británica de Gibraltar y la autodeterminación de su población; una muestra de la habilidad negociadora de los diplomáticos británicos. O dicho de otra manera, que España ha negociado ante la UE en beneficio de RU y de Gibraltar.

             En la misma entrevista, el gobernador también se refirió a otros aspectos del tratado y a cuestiones relacionadas con la Royal Gibraltar Police (RGP), el affaire del Comisario McGrail y a lo que denomina «controversia» por el  informe del Auditor General [que ha destapado numerosos casos de despilfarro, favoritismo y corrupción en la administración local]. En 15 párrafos, que ocupan unos 2/3 de una columna, mencionó cuestiones de seguridad y defensa destacando lo bien defendido que está Gibraltar, su papel como base conjunta, la utilidad extraordinaria de la base naval, de la pista de aterrizaje  y del Regimiento de Gibraltar. Significativamente omitió referencias a las instalaciones  de Inteligencia. Tiene cierto interés un párrafo que dice «No entiendo plenamente la posición española sobre [las instalaciones de] Defensa británicas en Gibraltar y necesito trabajar para llegar al fondo de esto»; (esto puede resolverlo sin más que leer los artículos sobre los aspectos militares de Gibraltar publicados en este Blog del General Dávila; contando con la ayuda del traductor de Google).

Sólo tres días después, el gobernador concedió otra entrevista en el programa Viewpoint de la emisora local GBC News[ii]. Dura más de 54 minutos; su transcripción ocupa 14 páginas. Entre otros temas se refirió a su carrera militar, a sus antecesores en el cargo, sus impresiones sobre la vida en Gibraltar, la economía local etc. etc. Como en la entrevista en el periódico, también se refirió  a la policía local, a la investigación por el caso McGrail y a las negociaciones del tratado. Destacó como, ante las dudas de un parlamentario británico, el ministro correspondiente aseguró en Londres el día anterior que la cláusula citada «no significa que la soberanía sobre Gibraltar esté amenazada». También destacó que «trabajaron increíblemente bien con el Gobierno español, que está en el tratado». A la base militar le dedicó 133 palabras, que no llegan a ocupar media página.

Un par de días después, un conocido abogado, político y periodista local escribió una especie de «Informe de primeras impresiones» en el que, en su primera línea, destacó de forma un tanto irónica y entre signos de admiración: « ¡Hemos salvaguardado nuestra base militar, grandioso!»; con lo que dio la impresión de que la base militar ha tenido que ser protegida o defendida de alguna amenaza –quizá  la que se temía el parlamentario-  obviamente durante las negociaciones en curso y relacionada con ellas. Lo que sí han dejado bien claro es que para los británicos el objetivo a mantener no es otro que la base militar.

Es cierto que las autoridades de la Potencia Administradora han insistido desde el comienzo de las negociaciones en la defensa de la «autonomía militar» del RU en Gibraltar es decir,  que la base militar tenía que «seguir operando sin interferencia ni interrupción alguna, como hasta ahora». De hecho, a lo largo del tiempo que duraron las negociaciones en ningún momento se publicó algo en el sentido de que no fuese a ser así.

La sensación de amenaza procedente de España es algo que parece arraigado en la mentalidad de la población actual de Gibraltar aunque, pese a esa creencia, no duden en pasar al norte de la verja y hacerlo por millares todos los fines de semana. En realidad esa sensación ha sido inducida a conveniencia del RU a partir de los años 40 del siglo pasado como ingrediente imprescindible para la creación del nacionalismo local. Lo cierto es que en eso seguimos aunque, como vemos, de una forma un tanto peculiar o por lo menos falta de coherencia. Quizá por aquello de «la tostada untada por los dos lados».

Para comprender lo anterior conviene repasar un poco de historia.

En 1903 los británicos reconocieron que la base naval de Gibraltar, en tiempo de guerra, solo se puede conservar si España se mantiene neutral, a menos que el RU consiga ocupar el sur de España con suficiente territorio como para lograr que Gibraltar esté fuera del alcance de toda la artillería hostil. Como sabemos, durante la Primera Guerra Mundial, España se mantuvo neutral.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los planificadores  británicos  consideraron que, sin la colaboración de España, Gibraltar era indefendible; incluso si la Operación Felix[iii] fracasaba, la base naval quedaría inservible.  Como sabemos, Felix no se puso en marcha por decisión exclusiva del general Franco.

A partir de 1945 los británicos llevaron el Contencioso de Gibraltar a la ONU. Con el apoyo de ésta, de la que España estaba excluida, decidieron ignorar el tratado de Utrecht y fueron dando los pasos necesarios para convertir a Gibraltar en un Estado independiente que les cedería la base naval; algo parecido a la evolución política de Malta y de Chipre que de colonias británicas pasaron a ser Estados independientes, dentro de la Commonwealth.

En 1955 España entró en la ONU. A partir de entonces, la citada maniobra británica sobre Gibraltar se vio frustrada gracias a la intensa labor del ministro Fernando Mª Castiella que contó con la colaboración, entre otros, del embajador Fernando Olivié González-Pumariega. Pese a los esfuerzos diplomáticos españoles por resolver la situación, los británicos mantuvieron el rumbo y, después de una serie de incidentes y provocaciones, no dejaron al gobierno español más opción que el cierre de la verja en 1969, en cumplimiento del tratado de Utrecht.

El RU vio como se desvanecían sus aspiraciones. Su colonia –que sobrevivía gracias a subvenciones británicas- estuvo al borde de la quiebra hasta que el gobierno de Felipe González sucumbió ante la amenaza de Margaret Thatcher de vetar la entrada de España en la UE y abrió la verja en 1982, después de 13 años de cierre.

Los británicos aprendieron la lección así que, desde 1982 en adelante, plantean el conflicto por Gibraltar y contra España en el terreno económico, además del político y diplomático; junto con el militar en la OTAN.

Desde entonces sus bazas económicas son principalmente dos: 1º la mano de obra (dócil y barata) que suponen los más de 10.000 trabajadores españoles –de  un total de más de 15.000- que pasan a diario por la verja y han sido convertidos en rehenes de la política británica y local; y 2º, el Centro Financiero cuyo origen se remonta a 1967 y supone un gran atractivo para las personas físicas o jurídicas que, recurriendo a sus servicios, pueden eludir o evadir el pago de impuestos en España con facilidad y riesgos mínimos de forma que, hoy día, la nómina de «colaboradores» es apreciable.

Con gran habilidad pusieron en práctica –en todos los ámbitos en que fuera necesario- la «subversión ideológica»[iv] algo que, incluso hoy día, les reporta notables beneficios. Tampoco debe olvidarse la supuesta obligación de España de aceptar cualquier cosa procedente de Gibraltar, en aras de la «buena vecindad»; así como la de mantener las mejores relaciones con la Potencia Administradora, el RU.

El 26.07. 2001, por iniciativa del gobierno británico, empezaron las negociaciones para la cosoberanía de Gibraltar. El negociador por parte española fue Josep Piqué, ministro de Asuntos Exteriores. Tanto la Royal Navy como las autoridades locales de la colonia no desaprovecharon ocasión para poner de manifiesto su rechazo a estas negociaciones. El cese de Piqué el 10.07.2002 señaló el fracaso de las negociaciones y no precisamente por decisión británica. El gobierno español renunció a seguir con unas negociaciones conducentes –en último término- a la restauración de la integridad territorial de España. Todo lo que quedó a continuación fue una serie de maniobras y declaraciones políticas de distracción, convenientes para el gobierno español de entonces y para las autoridades locales de Gibraltar. Podemos decir que las dos bazas citadas –junto con otras- quebraron la voluntad de resistencia de nuestras autoridades.

El 23.06.2016 se celebró en el RU, por decisión unilateral británica, el referéndum sobre su permanencia en la UE. Como sabemos, ganaron los partidarios de la salida (el Brexit) arrastrando con ello a Gibraltar, pese al rechazo de la población local que quería seguir disfrutando de las ventajas que le ofrecía su pertenencia a la UE con el RU y junto con España.

El ministro español de Asuntos Exteriores era José Manuel García-Margallo responsable de dicha cartera desde el 22.11.2011; sus inquietudes sobre el Contencioso de Gibraltar eran públicamente conocidas. Cesó en el cargo el 04.11.2016 siendo relevado por el diplomático Alfonso Dastis. El 06.08.2017, el nuevo ministro declaró en el diario ABC, entre otras cosas: «Yo le doy mucha importancia a Gibraltar. A Gibraltar como reivindicación española para completar nuestra integridad territorial y a Gibraltar como lugar donde trabajan miles de españoles… Yo lo que no quiero es hacer peligrar el acuerdo UE-RU sometiéndolo a la necesidad de alterar el estatus de Gibraltar de manera simultánea. No voy a condicionar un acuerdo entre la UE y el RU a la recuperación de la soberanía de Gibraltar».

Por segunda vez en lo que va de siglo, el gobierno español renunció a aprovechar la oportunidad para negociar la restauración de nuestra integridad territorial. En 2001 la oportunidad la ofreció unilateralmente el RU; en 2016, la oportunidad vino como consecuencia de la decisión unilateral británica que dejó a Gibraltar fuera de la UE por lo que se invertían los papeles respecto a 1982. Mientras Margaret Thatcher aprovechó la oportunidad para forzar a España a abrir la verja, parece que a nuestro gobierno, en 2016, le preocupaban más los derechos de los trabajadores españoles (los rehenes), el aeródromo, el tema fiscal, el medioambiente etc. que la integridad territorial de España y por descontado, que los riesgos que sufren los más de 275.000 habitantes de la Comarca, sin que les correspondan.

Por extraño que parezca, la «amenaza» al estatus actual de Gibraltar no ha procedido de España sino del RU, y no nos equivocamos. Además, sabemos que «la defensa y seguridad de Gibraltar es una responsabilidad exclusiva del RU»; pues bien, mucho más extraño todavía es que la defensa de los intereses de la Royal Navy y de la población actual de la colonia se la deben, en gran medida, a los gobiernos españoles citados y a quienes les sucedieron que, pudiendo haber cambiado de rumbo, no lo hicieron demostrando con ello, unos y otros, que carecían de la voluntad necesaria para resolver el Contencioso.

España no sólo no amenaza a Gibraltar sino más bien todo lo contrario. Sin duda, las bazas económicas planteadas por los británicos en 1982 han demostrado ser un gran acierto. Bazas que se han visto favorecidas por el desconocimiento, desinterés e incluso animadversión de los nuestros hacia las cuestiones militares, lo que tiene un significado muy especial cuando sabemos que Gibraltar en realidad es una ciudad dentro de una base militar[v].

La propiedad de la ciudad fue cedida en Utrecht en 1713 pero no lo fueron el istmo ni los espacios marítimos y aéreos que rodean el Peñón. Las Resoluciones de la Asamblea General de la ONU 2.070 (16.12.1965), 2.231 (20.12.1966) y 2.353 (19.12.1967) invitan al RU y a España a negociar para poner fin a la situación colonial; es más rotunda  la 2.429 (18.12.1968) que pide a la Potencia Administradora poner fin a la situación colonial de Gibraltar antes del 1º de octubre de 1969. Nada de esto se ha llevado a la práctica a pesar del paso de los años.

Cabe preguntarse: ¿quién amenaza a quién? ¿quién y por qué colabora en el mantenimiento de la situación colonial militar extranjera en territorio español? ¿cuáles son sus intereses?

Ángel Liberal Fernández, Capitán de navío (R )

Blog: Generaldavila.com

1 septiembre 2025

 

[i] Gibraltar Chronicle, 21 de julio de 2025, portada y página 2

[ii] https://www.gbc.gi/tv/programmes/viewpoint/episode/s11-e40

[iii] Operación diseñada, planificada y dispuesta entre Alemania y España para la toma de Gibraltar. Ver Objetivo Gibraltar, de Alfonso Escuadra Sánchez. Fundación Don Rodrigo. Madrid 2021

[iv] La Subversión Ideológica es un «Proceso lento consistente en transformar la percepción de la realidad de modo que, prescindiendo de la abundancia de información, nadie es capaz de alcanzar conclusiones significativas e interesantes para la defensa de sí mismo, sus familias, su comunidad y su país».

[v] https://generaldavila.com/2021/01/03/gibraltar-un-pueblo-dentro-de-una-base-militar-angel-liberal-capitan-de-navio-r/

 

¿QUÉ SUCEDE EN ESPAÑA Y EN EL MUNDO? El Canal del Coronel (YouTube) El Coronel (R.) Baños y el General (R.) Dávila

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31 agosto 2025

UN BANDERÍN DE LA LEGIÓN PARA DON JUAN. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

La 16 Compañía perteneciente a la IV Bandera es una de las unidades de la Legión que más bajas ha tenido en combate; dado el número de muertos y heridos durante la Guerra Civil, bien puede decirse que todos sus efectivos fueron repuestos más de una vez. El número de bajas entre mandos y legionarios, comparado con los efectivos normales de una Compañía, supuso el 500 por ciento de bajas.

10 oficiales, 5 suboficiales y 106 legionarios muertos.

21 oficiales, 13 suboficiales y 485 legionarios heridos.

Sin detenerme en las acciones de combate de la Compañía les relataré el destino final de su glorioso Banderín que, aunque contado por Luca de Tena, es desconocido incluso en el ámbito militar; quizá ocultado por esos complejos que nos distinguen.

Finalizada la Guerra Civil, los oficiales de la 16 Compañía, Capitán Victoriano Isasi, Teniente Jesús González del Yerro, Tenientes Provisionales Manuel Cortázar, Juan Manuel García Vinuesa, Francisco de Gomis, José Quintana y Antonio Rodríguez Carvajal, envían una carta al Conde de Barcelona remitiéndole como ofrenda el Banderín de la 16 Compañía de la IV Bandera de la Legión. Pensaron estos oficiales que era el más digno destinatario por ser Don Juan “encarnación de la Patria y del Ejército”.

El encabezamiento de la carta es muy significativo: “A SM. El Rey D. Juan III”.

En una primera parte de la misiva, sintetizan, con la precisión del lenguaje castrense, los hechos de armas de la Compañía, citan las acciones heroicas, sus héroes y las Laureadas concedidas. La segunda parte de la carta es una emotiva dedicatoria en la que al ofrecer el Banderín, símbolo que guarda todo el sentir de la 16 Compañía, pretenden quede  inmortalizado en la “Continuidad y el Orden que la Monarquía le asegura”.

Respondió Don Juan con palabras de Rey, de un profundo amor a España, desde la lejanía.

“Vuestro desgarrado banderín manchado de sangre ocupará en mi casa un puesto destacado de veneración y de respeto. Ante él, como ante un último capítulo de su historia, yo pediré a Dios cada día que me haga digno de esta España rescatada con tanto dolor.

Afectuosamente os saluda.

JUAN”

Hablé con el General González del Yerro de esta historia en el Escorial. Celebrábamos el bicentenario de la Orden de San Fernando a la que pertenecía por ser Medalla Militar Individual. Al terminar la conversación los dos nos preguntamos donde estaría aquel Banderín. Coincidimos en que debería regresar a la Legión; al haber ya cumplido su misión, aquél era su lugar. Pero no sabemos donde está.

También estábamos de acuerdo en que jamás debe perderse el recuerdo de  gestos como éste, llenos de simbolismo. Pero nuestra historia está llena de recelos, con lo que se destruye más que se construye; ocurre también con la historia militar.

Nuestros museos son revisados constantemente para evitar que la exhibición de una bandera capturada al enemigo pueda traer un conflicto o que la frase de un gran genio de la guerra pueda herir la sensibilidad de algún icono del pacifismo. Todavía recuerdo aquél malintencionado intento de modificar los artículos del Credo de la Legión y lo absurdo de un ministro de defensa modificando la letra que se recita en el homenaje a los caídos.

Siempre andamos con la inconformidad a cuestas, con las sospechas, dispuestos a renunciar al rigor de la historia. Preferimos repetir una mentira mil veces hasta convertirla en verdad; nos resistimos a la incuestionable rigurosidad de la historia cuando esta no es de nuestro gusto.

Hasta los museos militares muestran la historia casi de puntillas y en algunos casos mirando hacia otro lado. Ya no suelo frecuentarlos, excepto algunos muy específicos, casi escondidos, de alguna unidad que guarda con celo sus tesoros de guerra.

Hoy hablo en voz alta contando la historia del Banderín de la 16 Compañía de la IV Bandera de la Legión. Sus acciones, y esta última de su glorioso Banderín al que dirigieron su vista tantos legionarios antes de morir, quedarán inmortalizadas siempre que difundamos su historia. Aquél desgarrado Banderín, que a pesar del elevado número de bajas jamás mordió el polvo ni cedió en ningún combate, sigue en pie dando ejemplo de valor y heroísmo. El oficial que al terminar la guerra era depositario del mismo era el Teniente González del Yerro, oficial más antiguo de la Compañía, y el más cualificado de los que sobrevivieron , por tener la Medalla Militar Individual. Ha muerto el último de los siete oficiales que entregaron a Don Juan la histórica enseña. La sangre derramada por la grandeza de la Patria acredita el honor para ser guardadores de las enseñas de combate.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R)

Blog: generaldavila.com

¡LEGIONARIOS A LUCHAR! ¡LEGIONARIOS A MORIR!: Cuando no se sabe el momento…. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Alguien debería tenerlo en cuenta. Darlo todo, no querer nada, ni pedir ni rehusar. ¡Soldados!: sí: y ¡legionarios!

¿No es lo mismo? No. Nunca lo fue. Su código fundacional lo decía. Sin engañar a nadie: ¡Venís a morir!

Era el cartel de bienvenida.

La Legión: ¡Legionarios a luchar, legionarios a morir!

El sentimiento de ser legionario se explica solo en la mística, en razones ocultas, en el misterio que alcanza a unos hombres que se sienten atraídos por la honestidad y rectitud de una épica inalcanzable si no es a base de sacrificio y entrega total. Abandonarlo todo sabiendo que recibirás lo único que la Legión puede darte: una razón para vivir y morir.

La Legión atrae y acoge. Prepara para el combate y para la muerte.

La Legión es un Credo; previo al combate, un Credo para la vida y la muerte. Inexplicable. Como el sentimiento de ser legionario.

Todo empieza cuando sobre tu pecho cierras el penúltimo botón de la camisa verde. Cuando cubres tu cabeza con el gorrillo legionario después de la dura prueba de hacerte digno a ello. El misterioso cambio se produce. Segundos después; si vales; si no es imposible una segunda prueba. Ir al médico y decir que tiene anginas es suficiente para que te dé la baja definitiva.

Cuando eres legionario la exigencia no termina jamás, jamás. Es el proceso. No hay reserva ni retiro, no hay final, todo continúa aquí y, después, más allá, tiene su posteridad en lo que debe ser el cielo legionario.

Ritos y tradiciones. Gestos y valores. El ritual del honor. El choque es un torneo de valor. Se mide en su compañía. Comienza el combate. En la Legión la virtud y el rito tienen una fuerza superior a las armas.

Por eso es Legión.

No. No es un grotesco ¡viva a la muerte! irracional. La burla es propia del que miente y no hay nada más auténtico que la muerte. No se la desea, no se la teme, no se juega con ella; es una posibilidad tan alta que mejor uno olvida el trance que casi con seguridad tendrá que soportar.

Lo sublime, por ser real y único, suele ser motivo de rabiosa crítica para enmudecerlo y que deje de tener esa fuerza invencible del hombre que se eleva a las cotas de la inmortalidad. Eso es temido porque es honrado, decisivo en la batalla personal con la vida. Invencible.

Nada es imposible. Superar el tránsito te hace invencible. Darlo todo; no querer nada; nada pedir.

Después de la victoria, en esa hora del regreso a casa, surge la tragedia ante el enemigo más duro de vencer: la vida.

Es otro combate cuando es frente a los que se señalaban como tus amigos y ahora requieren engaño, tretas, hablar a la asamblea, con retórica y falsas esperanzas. Difícil adaptarse a un mundo de mentira al que le has ofrecido la vida a cambio de un monumento al olvido, al héroe desconocido, y que nada quiere saber del que regresa vivo y puede contarlo en la asamblea.

No abandonar a un hombre en el campo hasta perecer todos es el épico legado de la tragedia griega que no admite que nadie toque el cuerpo muerto de un legionario que no sean sus compañeros de combate. La muerte trae el reposo, honra al guerrero hasta el extremo.

La imagen es la de Áyax cuando lleva al hombro el cadáver de Aquiles protegido por Hermes y Atenea. Aunque luego otros le traicionen.

«El hombre noble debe vivir con honor o con honor morir».

El héroe del pasado incomoda a la asamblea a la que el legionario le recuerda que hay quien da la vida por su Patria. Que la honradez es su exigencia. Que ha combatido y dado la vida frente a los traidores a su juramento, el que ellos —les recuerda su traición— le presentaron hipócritamente. Debajo de aquella bandera que era el símbolo de su entrega. Nunca has de ser perjuro.

De traidores está llena la asamblea.

Nadie escucha; y le contentan con el rito mantenido, pero sin fondo, que canten sin fundamento, emocionen los festivos, resurja la nostalgia entre nostálgicos, durará lo que dure hasta que llegue el miedo; ese que impone una ley que acaba con el pasado. El temor a la ley es mayor que la muerte en combate.

Eres como un estorbo desleal que cometiste: el gran error de sentir una patria y seguir un camino recto y noble. Eres ya algo ilegal. Ahora te castigarán con una multa, incluso meses de cárcel, mientras perdonan el delito cometido contra la patria, ese por el que los que lucharon están llenas las sepulturas; de trabajadores honrados ¿engañados?

Hablar de patria, de unidad y de integridad es un delito.

¿Dónde está escrito el delito de amor a la patria? ¿En qué código está el honor?

Lo demandó el honor y obedecieron,

los requirió el deber y lo acataron ;

con su sangre la empresa rubricaron,

con su esfuerzo la Patria engrandecieron.

Fueron grandes y fuertes, porque fueron

fieles al juramento que empeñaron.

Por eso, como valientes lucharon,

y como héroes murieron.

Por la Patria morir fue su destino,

querer a España, su pasión eterna,

servir en los Ejércitos, su vocación y sino.

No quisieron servir a otra Bandera,

no quisieron andar otro camino,

no supieron vivir de otra manera.

«Las antiguas acciones de enorme valor de sus manos han caído, han caído hostiles a juicio de los hostiles y miserables…». Ya sabíamos que «los dones de los enemigos no son tales y no aprovechan».

En la Legión nada se hace por ti, pues no se tiene en cuenta a los don nadie.

Ciertamente que a los mortales les es posible conocer muchas cosas al verlas. Pero antes nadie es adivino de cómo serán las cosas futuras.

El futuro es incierto, pero algo ya sabemos. Siempre habrá un legionario que reaccione ante la contraseña:

¡LEGIONARIOS A LUCHAR! ¡LEGIONARIOS A MORIR! El enorme problema siempre está en esperar a que alguien dé la voz, esa conocida y reconocida que indica  la  dirección  de  ataque.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

EL DESEMBARCO DE CHAFARINAS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Acaba de producirse una incursión en nuestras Islas Chafarinas protagonizada por un personaje que parece ser un activo influenciador  marroquí cuya hazaña ha colgado en YouTube. Sus seguidores son millonarios en número. El ministerio de Defensa de España calla mientras, quizá, piensa con sumo cuidado los pasos a dar antes de alterar al rey de Marruecos. Alguien ha cometido un grave error y esperan que la solución sea el olvido del incidente, algo que puede volvérseles en contra si, como pienso, esto tiene cordón umbilical y no es un hecho aislado.

¿Hay un agujero en nuestra defensa por el sur? Las islas Chafarinas forman parte de un territorio muy sensible para España que Marruecos utiliza para extorsionarnos hasta en el relato de nuestra historia. Un ejemplo que debería avergonzarnos es el silencio del Gobierno, en concreto del ministerio de Defensa, responsabilidad compartida por el Ejército de Tierra, ante el Centenario del Desembarco de Alhucemas.

Nadie exigirá explicaciones ante un hecho tan grave, pero la ministra debería dejar sus labores mediáticas durante unos días y preocuparse de la Defensa más que adular hasta el hastío a las tropas.

No han hecho falta drones ni ocupación de Perejil para ver que la fortaleza defensiva sobre nuestro territorio más expuesto es débil, frágil y genera razonables dudas sobre si ello es intencionado o simple dejadez.

Las islas Chafarinas, forman parte de un pequeño archipiélago de tres islas, la de Isabel II, la del Congreso y la del Rey, que se encuentran a 50 Km en línea recta al este de Melilla. Su mantenimiento y protección dependen de la Comandancia General de Melilla y, orgánicamente, del Mando de Canarias. En la actualidad se encuentra guarnecido por un destacamento del Tercio Gran Capitán I de la Legión. La guarnición se encuentra en la isla Reina Isabel II sin perder de vista las otras dos. Este verano además están siendo apoyados  por el Buque de Acción Marítima «Furor«. Incluso el Regimiento de Artillería Antiaérea 71 suele hacer allí prácticas con el sistema contra drones conocido como AUDS.

¿Qué ha ocurrido entonces? ¿Estaban nuestras tropas en la hora de la siesta? ¿Tenemos un agujero en nuestro sistema defensivo ¿ ¿O simplemente no contamos con él?

Desde luego no ha sido el desembarco de Alhucemas, pero el minidesembarco a nado ha sido histórico y preocupante.

¿Habrá celebración?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 agosto 2025

 

¡TOP SECRET! Rafael Dávila Álvarez

 

Andan con la Ley de Secretos oficiales a cuestas. Tratos y trucos. Saben que a nosotros no nos va a cambiar la vida, porque nada se sabrá. Los secretos desvelados o que pretenden airear no son sino conversaciones que afectan solo de cintura para abajo. En España somos los mejores en ese tema y los dosieres abundan desde la Transición. Hubo y hay empresas dedicadas a elaborarlos y fueron el inicio de unos servicios de información que todos temían. Se han pagado millones y también unos cuantos se han arruinado ahogados entre ellos.

Aquí lo que nadie va a desvelar es el secreto inconfesable, ese del que todos hablan y nadie confirma con un sencillo documento. Hay varios.

Durante años varios restaurantes de la capital (siempre cinco tenedores) reunían a lo más selecto del secretismo. Para ser espía de alto nivel la gastronomía debía acompañar con facturas desorbitadas. Fue un gran error porque, aunque no se comía marisco para evitar ensuciarse las manos, los besugos y el rape luego largaban. Aquellos ojos de merluza o los de la lubina salvaje a la sal, eran peores que los de Marilyn. Una gamba roja tuvo la culpa.

Hasta que en uno de esos restaurantes se descubrieron micrófonos debajo de la mesa. El pulpo también había hablado. ¿Por qué extrañarnos?

Al Rey Don Juan Carlos se los colaron en su despacho y a su secretario también (micrófonos y tentáculos). Fue expuesto a todo tipo de escuchas y no precisamente con materiales de la tienda del espía sino que aquellos tenían la huella y firma oficial. En cierta ocasión una paloma se estrelló contra el gran ventanal de su despacho y le hicimos la autopsia por si acaso era un dispositivo volante, algo así como un dron. Cualquiera se fiaba. No sabemos ahora hasta donde pueden llegar los elevados aparatos y si los electrones son amigos o enemigos. Sobre los palacios no puede volar nada ni nadie, aunque sea un vuelo comercial, pero quien le dice a la golondrina, pronto emigrará al sur, que no desvele nada de lo visto y oído.

Es una auténtica afición, muy rentable, la de los secretos y si son oficiales más, aunque llevan un gran riesgo. Ahora las conversaciones no se tienen en restaurantes. Hasta el wasap ha pasado a la historia. Ahora se llevan más los acertijos, los enigmáticos mensajes, pero claro hay que interpretarlos y eso es todo un arte que solo está al alcance de los iluminados.

Iluminado fue Edipo. El enigma de la esfinge era adivinar «qué ser, provisto de una sola voz, camina primero de cuatro patas por la mañana, después sobre dos patas al mediodía y finalmente con tres patas al atardecer«. Adivinen.

Pegasus irrumpió como el rape salvaje. ¡Hala! Nos han dejado sin secretos.

Recuerdo que siempre que alguien importante, del grupo de los secretos oficiales, va a un hotel o residencia oficial, suya o de otro, como las de verano, hay una previa inspección donde los especialistas buscan micrófonos ocultos, incluso se controla a los animales, insectos como moscas incluidas, por si se trata de drones. Hay que tener cuidado con los especialistas que nunca se saben de donde cobran.

Hay todo tipo de técnicas y es muy difícil mantener el silencio radio. El gesto delata secretos.

La Mareta ha sido un lugar seguro este verano. Ni siquiera la morralla tenía acceso a las rocosas orillas y el perenquén majorero ha hecho las maletas a pesar de ser especie protegida. Allí se ha hablado muy en secreto, nada oficial que sepamos, aunque a todos nos afecte. Lo de las vacaciones no cuenta como oficial, aunque nos pasen la cuenta. Estos son los secretos de los que les hablaba que nunca conoceremos porque en definitiva ni nos va ni nos viene. ¿A quién le importa una sencilla conversación de verano frente al Atlántico entre Sánchez, Zapatero e Illa? ¿Qué puede tener de malo para una nación soñadora, que se reúnan los ingenieros del nuevo orden en España y piensen la manera de acabar con aquellos que hablan de independencia y libertad?

Nada por lo que preocuparnos. Todo limpio y puro como la brisa que se cuela por los miradores de madera.

Sánchez, Zapatero e Illa. Un trío de inocentes políticos a los que no une casi nada y que casi de nada tienen que hablar. No sé por qué me da la sensación de que más que hablar han pensado; cada uno en lo suyo, en su especialidad. Es decir en España. Porque ellos manejan tres ejes de actuación a los que llaman vectores de fuerza impulsiva, de influencia en el mundo del futuro.

A saber: Cataluña, China y la república. Cada cual debe ponerse a trabajar en lo suyo. Círculo y bastón.

Después de la reunión una piedra en el camino: los incendios.

Consigna: aguantar hasta septiembre. En la última semana de agosto el tema liquidado.

Hay que centrarse en Cataluña que es la llave del edificio. La derecha catalana quiere más rentabilidad para su dinero. No les alcanza. Puigdemont está dispuesto a presentar el reto de su regreso. Hay que arreglarlo y no quieren líos en los juzgados. Bastante tienen. O arreglamos su vuelta o cumplen su amenaza. En Europa se están cansando de Puigdemont y de Sánchez. Hay que buscar una alternativa que dé fuerza y peso internacional.

El Caribe venezolano es algo más serio. Trump está insoportable y sabe por donde atacar. Ahora se ha plantado frente a Maduro. Lo que faltaba. Su posible éxito con Putin nos va a dejar en la estacada.

Lo de China son palabras mayores porque es difícil entender el idioma interno de sus empresarios. Están dispuestos a atacar por el sur. Les interesa mucho el Estrecho. Cataluña lo ven como un verdadero centro de operaciones y andan buscando un lugar parecido, algo enredado, pero seguro para sus intereses, por el sur. Se han analizado varias ciudades como posibles y contemplan dominar así el Mediterráneo y el Atlántico. No tienen prisa, pero quieren garantías.

Las palabras se las lleva el viento, pero los deberes están marcados.

Todo muy delicado y necesaria mucha inteligencia artificial. No vaya a ser que las elecciones las vuelvan a ganar.

Por último: si algo falla hay que tener alternativa y salida. Es un secreto a voces del que se ha tratado muy a fondo en La Mareta. En Waterloo no hay sitio para todos.

Las conversaciones siguen abiertas.

PD. Cerrado el artículo caigo en la cuenta, y desde gran altura, que no he mencionado la presencia en semejante Palacio veraniego del ministro de la cosa Interior y mucho más: Fernando Grande-Marlaska.

¿A qué se deberá tan grave olvido?

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

25 agosto 2025

 

CARTA DE UN PADRE A SUS HIJOS AL JURAR BANDERA EN EL CUARTEL DEL BRUC (BARCELONA)

Un buen amigo de Barcelona, su amada ciudad donde se siente España con una profundidad desconocida para muchos  y donde algunos han decidido, con el apoyo del Gobierno (s) instalar un falso relato sobre el rechazo a España, me remite la carta que en su día les mandó a sus hijos que iban a Jurar Bandera junto a su abuela (q.e.p.d). Fue en el histórico y bello Cuartel del Bruc donde toda la familia refrendó con un beso el juramento a su bandera.

La carta de mi amigo me ha emocionado no solo por el contenido espiritual y patriótico que encierra, sino porque hace un recorrido, muy necesario a día de hoy, sobre la posición de reconocidos filósofos junto a las particulares suyas que enriquecen la carta con la propiedad de quien ama a España con profundidad intelectual, histórica y sentida.  Es un documento que conviene guardar y de vez en cuando releer, pero sobre todo compartir, transmitir, dar a conocer, y con esa intención les dejo, con su autorización, sus palabras. Con su nombre es suficiente: mi amigo Enrique.

Gracias Enrique y vuela para ti el abrazo de quien no siente vergüenza por envolverse en su Bandera, nuestra Bandera.

General Dávila

 

CARTA A SUS HIJOS

Barcelona, Mayo de 2010
Queridos hijos:

Ley 39/1981, de 28 de octubre. Artículo primero.

La bandera de España simboliza la nación; es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución.

Se acerca el gran día en el que vais a jurar bandera y es bueno que vayáis tomando conciencia de lo que significa. Sé que una buena parte de lo que aquí reflejaré es algo denso, pero ya es hora que dejéis de tocar de oído o con el simple sentimiento y no sólo para que podáis participar en conversaciones desmontando argumentos demagógicos, sino, y eso es lo importante, para que vuestra convicciones y sentimientos encuentren el adecuado y racional sustento. No es más que la aplicación de aquello que dice Mamá con los novios: No sólo basta el corazón, la cabeza tiene que decir también que sí.

De entrada recordemos la Salutación a la Bandera de Sinesio Delgado (1859-1928) médico y escritor a quién Alfonso XIII le otorgó la Gran Cruz del Mérito Militar.

Salve, Bandera de mi Patria, salve,
y en alto siempre desafía al viento,
tal como en triunfo por la tierra toda
te llevaron indómitos guerreros.


Tú eres España, en la desdicha grande,
y en ti palpita con latido eterno
el aliento inmortal de los soldados
que a tu sombra, adorándote, murieron.


Cubres el templo en que mi madre reza,
las chozas de los míseros labriegos,
la cuna donde duermen mis hermanos,
la tierra en que descansan mis abuelos.

Por eso eres sagrada, en torno tuyo,
a través del espacio y de los tiempos,
el eco de las glorias españolas
vibra y retumba con marcial estruendo.

Salve, Bandera de mi Patria, salve,
y en alto siempre desafía al viento,
manchada por el polvo de las tumbas,
teñida con la sangre de los muertos.

Entre otros importantes elementos del juramento estará el de: entregar vuestra vida en defensa de España.

Cuando acabéis de Jurar supongo que se os realizara la siguiente o parecida admonición:

«Si cumplís vuestro juramento o promesa, la Patria os lo agradecerá y premiará, y si no, mereceréis su desprecio y su castigo, como indignos hijos de ella»

La jura y la admonición posterior no tratan de un mero formulismo. Es un importante compromiso, con baja probabilidad de tener que cumplir; pero antes de jurar preguntaros a vosotros mismos si seriáis capaces de cumplirlo. Si la respuesta que os sale es que no, no hagáis el juramento, no pasa nada, os lo digo de corazón; desde luego no lo hagáis por mí. Peor sería hacerlo y luego no hacer honor a él. Pero si la respuesta que os sale es que sí, tenéis además que saber la razón y profundizar en su significado más allá de cualquier folclórica ilusión.

Entrando en materia. Lo primero que resulta obvio es que el juramento a la bandera, no es más que un juramento a España a través de su símbolo, y representa, ese compromiso personal del cumplimiento de un deber auto impuesto hacia la Patria.

¿Por qué imponerse un deber hacía la Patria? ¿Qué sentido tiene?

Para dar una respuesta coherente y racional hacía ese sentimiento, que os surge espontáneamente, es bueno que sepáis responder a la pregunta sin estereotipo alguno y sin un nacionalismo exacerbado de corte fascista o neofascista carente de noción intelectual alguna.

Empecemos con una definición del concepto: Patria es la propia nación y país con la suma de cosas materiales e inmateriales, pasadas, presentes y futuras, que por sí y en conjunto provocan la decidida adhesión del patriota. (Enciclopedia GER).

El concepto es complejo pero Augusto del Noce, filosofo italiano (1910-1989) trató magistralmente el concepto de Patria y su evolución:

“Se trata de un ideal que ha acompañado a la humanidad desde tiempos remotos ….Así, para algunos, morir por la Patria ha sido considerado como ejemplo característico del mayor de los deberes. ……. En la Patria ven así la raíz del propio ser, la conciencia de la propia realidad histórica, la tradición en la que uno ha sido forjado, la concreta familia humana de la que se es miembro.”

Continúa del Noce:

“…. una vez iniciado el proceso de unificación del mundo, el sentido de la particularidad del propio país ha venido determinando una concepción distinta de la Patria…… De la aldea a la provincia, a la región, a la nación, al continente, al concierto de las naciones, es toda una serie de partes que se van incluyendo, cada una con su propio valor de parte. ….. Pues si las partes permanecen, es sólo a condición de situarse en el contexto más amplio; si no, su valor se empobrece: la aldea da lugar al localismo, la provincia al provincialismo, la región al regionalismo…

Para que el valor de la parte pueda mantenerse, debe hallar su puesto en el todo y vivir de la vida del todo………

La transformación creciente de la vida nacional en vida internacional no puede menos de incidir de una manera sustancial sobre un ideal que hasta ayer podía parecer el mayor de los ideales. Señalemos que, no obstante, el sentido de la Patria como lugar en que se nace o como identificación con la tierra que se posee, hereda o transmite, permanece, adquiriendo todo su valor en los momentos de intensidad dramática. El sentimiento de la Patria une, mientras no se identifique con razones políticas partidistas. La Patria perdura mientras desaparecen sistemas o se realizan profundísimas transformaciones sociales, e incluso por encima de las uniones supranacionales. Por eso, los que arguyen que es un concepto artificial, sólo terminan demostrando que está más ligado al hombre que al entorno del mismo y, por tanto, que es una construcción cultural. Pero difícilmente pueden sustituirlo por otro valor, aunque ciertamente aciertan cuando afirman que no es el valor supremo.

Así es. Que duda cabe que existen otros valores superiores empezando por Dios nuestro Señor e incluso el conjunto de la humanidad. La consideración de este último por los internacionalistas y humanistas ha llevado a intentar la sustitución del valor Patria por el valor “Humanidad” por encima de fronteras y territorios. Se proclama la ciudadanía del mundo incluso con serias influencias economicistas que por definición necesita espacios mayores en el que pueda desenvolverse la actividad financiera y mercantil.

Decía a este propósito Tomás Elorrieta (1883-¿?) catedrático en Salamanca: «la humanidad es algo lejano, vago, ante cuya inmensidad nos perdemos; la patria es algo que nos envuelve, que vemos, sentimos y tocamos»

Para no enrollarme mucho más, de todo lo dicho se pueden sacar varias conclusiones:

a).- La Patria es un concepto y valor vivo, consustancial al ser humano, que por un lado sobrevive y debe sobrevivir:

  • a otros valores y conceptos que incluso superiores quedan muy lejanos y resultan de difícil aprehensión: Humanidad.
  • a su empobrecimiento como dice del Noce, por reducción a ámbitos cada vez menores en un localismo (autonomías, regiones….) que tiene como efecto una menor solidaridad y en consecuencia un demérito del propio valor.  A cuantos menos queremos menos solidarios seremos como el Catalanismo independentista (no confundir, aunque tampoco participemos de él, del catalanismo no independentista) que no puede tener hoy otra justificación, mas que la de un egoísmo excluyente fundamentalmente economicista, (que además podría tener otros encajes), atendida la urdimbre demográfica y de todo orden consecuencia de siglos de historia en común (forzada o no) con el resto de España.

b).- Así la Patria (España) es un alto valor, inferior a valores supremos (humanidad) que se nos escapa y un valor superior ya que resulta más integrador a cualquier otro de rango inferior y de ámbito local.

c).- Como la Patria integra y engloba otros ámbitos, hemos de sentirnos orgullosos de ser catalanes y de sus símbolos a pesar que otros les otorguen un valor separatista o disgregador.

d).- La Patria es un valor que une y no separa. Otra cosa es que en una equivocada concepción se transmita y se imponga inadecuadamente y produzca rechazo.

Fijaros lo que se dijo en un acto de jura (he perdido el autor):

Nuestro compromiso nos liga a algo que formamos consustancialmente todos los españoles y la tierra que pisamos, algo a lo que llamamos Patria. Hoy, la bandera, como símbolo de la Patria, ha venido a situarse en el centro de nosotros para recibir de sus hijos su juramento o promesa de que, si en algún momento se les exige, darán incluso su vida por defender aquello a lo que nos referimos cuando hablamos de los ideales patrios y su significado.

En definitiva jurar dar la vida en caso necesario y extremo por ese valor superior adquiere su sentido porque integra todos y cuantos valores y virtudes debe aspirar un ser humano. La defensa de la Patria no es más que la defensa de esos valores. Destaco las palabras de Nietzsche (1884-1900) sobre la Patria ya que este filósofo alemán se cargó todo (cristianismo, moral……) pero mantuvo este concepto como uno de los pocos valores al lado de su construcción sobre el “superhombre” e introduciendo una interesante y acertada aproximación. Dijo:

Patria no es la tierra de los padres, sino la tierra de los hijos. La Patria no es el pasado ni el presente: es, por el contrario, algo que todavía no existe, más aún, que no podrá existir como no pugnemos enérgicamente para realizarlo nosotros mismos. Patria en este sentido es precisamente el conjunto de virtudes que faltó y falta a nuestra Patria histórica, lo que no hemos sido y tenemos que ser, ….

En definitiva amar a la Patria es querer a todo lo que nos identifica, al igual que nos identificamos con la familia Morera, con sus defectos y sus virtudes, pero que encarna las virtudes a las que aspiramos, el ideal que perseguimos y por el que nuestros antepasados lucharon y murieron.

No existe nada más noble que morir por un ideal. Así en el banderín de La Primera Bandera de Paracaidistas del recién creado Ejército del Aire en 1946 el joven capitán Ramón Salas Larrazabal (1916-1993) acuño esta máxima[1]:

               “SOLO MERECE VIVIR QUIEN POR UN NOBLE IDEAL ESTA DISPUESTO A MORIR”

Sólo hay un ejemplo de mayor gloria que morir por la Patria, -equiparable a morir por la familia-, el de los que han dado la vida por sus creencias religiosas como los antiguos cristianos en el circo o los mártires religiosos de nuestra guerra civil entre otros muchos. Pero en definitiva y en cualquier caso, la inmolación, que duda cabe, es por un noble ideal.

Nadie sabemos como reaccionaríamos en un caso extremo, pero lo importante es la disposición y a eso nos lleva el juramento.

Nada hay mas duro para un padre que perder a un hijo sea cual sea la situación pero pensar, y ya para acabar, que llegado el caso, -no quiero ni pensarlo-, y muerto en vida de dolor estaría orgulloso que hubierais hecho honor al juramento, que Dios mediante y si estáis convencidos, pronunciaréis en conciencia.

Para dar significado a estas últimas palabras acabo con lo sucedido en la heroica defensa del Alcázar de Toledo (Guerra Civil) con Moscardó (Laureado de San Fernando) y su hijo:

Luis Moscardó de 17 años fue arrebatado a su madre y trasladado a la Diputación Provincial de Toledo. El día 23 de julio de 1936, Luis fué sacado del sótano y llevado al piso principal, donde se hallaba la Comandancia de las milicias rojas. Desde allí se le conminaba por teléfono al coronel para que rindiera el Alcázar. ‒ Exijo ‒ gritó el comandante rojo ‒ la inmediata rendición. Si no lo hace así, fusilaré a su hijo a quien tengo en mi poder. Moscardó replicó con energía: ‒ Usted ni es militar, ni es Caballero. Si lo fuera, sabría que el honor militar no claudica jamás ante amenazas. No sólo la vida de mi hijo, la de mi familia entera podría usted acabar, y no me apartaría del cumplimiento de mi deber. ‒ Eso la dice usted porque no cree en mi amenaza. Pero ahora hablará usted con su hijo. ¡A ver, que venga Moscardó! Y Luis, pálido y humilde, cercado por sus verdugos, se pone al aparato. ‒ Dile ‒ le grita el jefe de aquellos facinerosos ‒ que te vamos a fusilar como no se rinda. ‒ ¡Hola, papá! ‒ ¿Qué pasa, hijo? ‒ Nada de particular, papá. Que me dicen que me fusilarán si tú no te rindes. ‒ Ya sabes cómo pienso yo; y si es cierto que te van a fusilar, encomienda tu alma a Dios, da un viva a España y otro a Cristo Rey, y muere como un héroe, que tu padre no se rinde por el honor de España. ‒ Un beso muy fuerte, papá. ‒ Adiós, hijo mío; un beso muy fuerte. Y Luis Moscardó fué conducido a los sótanos, y fusilado más tarde (14 agosto de 1936).

 Al final y como se dijo en la graduación de Dani Visa el pasado viernes en el IESE lo único que importa al final y lo que te llevas es “a cuantos has querido y cuantos te quieren”. Pues bien amar a Patria es querer a muchos y eso es la semilla que permite a su vez que muchos os quieran,

Bueno hijos espero que gritemos todos juntos con el corazón en un puño:

¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA EL REY!

Blog: generaldavila.com

20 agosto 2025

 

[1] Parece que se inspiró en la frase de José Antonio Primo de Rivera “LA VIDA NO VALE LA PENA SI NO ES PARA QUEMARLA EN EL SERVICIO DE UNA EMPRESA GRANDE”

«LA MARETA» PUBLICADO HOY EN EL DIARIO «LA REGIÓN» DE ORENSE. Rafael Dávila Álvarez

 

https://www.laregion.es/autores/rafael-davila-alvarez/

22 agosto 2025

REY SIN ATADURAS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Sabemos que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. El periódico digital El Debate nos mostraba ayer una de ellas al hablar de las visitas del Rey a las zonas devastadas por los incendios.  El artículo anda por la fina y peligrosa línea de la tibieza que pretende justificar lo injustificable lo que da lugar a que navegue entre graves errores que ningún favor hacen a la Corona. La información la lleva alguien que parece ser especialista en los temas de la Casa del Rey; en fin solo decirle con cierto conocimiento de causa que en ese tema  nunca se es especialista. Asuma el consejo antes de que se dé cuenta por usted mismo.

Dice El Debate que el rey está deseoso de acudir a los lugares de la tragedia «…su deseo era acudir sobre el terreno a las zonas afectadas cuando la evolución de la situación y las circunstancias así lo aconsejen». Continúa: «pero para hacerlo Don Felipe necesitará contar con el refrendo del Gobierno» (alude al art.64 de la Constitución). Para rematar: «Si Don Felipe fuera en pleno incendio, su visita obligaría a desviar recursos para el operativo de seguridad y no ayudaría resolver antes el problema. Sin embargo, cuando el fuego se extinga, el Rey podrá escuchar a los afectados, acompañarles, valorar el alcance de los daños y convertirse en un altavoz de sus demandas». Todo ello aderezado con una errónea e innecesaria lección constitucional que mejor sería dejar en manos de especialistas.

No caeré en el mismo error, pero conviene ser claro y no acuñar doctrinas equivocadas que alguno puede asumir como un catecismo. Cuando se habla de temas políticos complejos, interesados las más veces, hay que ser claro y hablar para todos. El lenguaje constitucional en boca de aficionados suele ser retorcido; incluso entre interpretadores constituidos en Tribunal. Ese es el peligro de vivir entre golpistas que atacan con permanencia  la unidad de España. Hasta en la tragedia salen a buscar su rentabilidad.

Por mucha buena voluntad que ponga, hay veces, como ésta, que intentar justificar lo injustificable es contraproducente.

La figura del rey no es tan  irrelevante como alguno pretende hacernos ver y para nada el artículo 64 de la Constitución permite a Gobierno, en su recta interpretación, limitar la función constitucional del rey como símbolo de la unidad nacional, impidiendo Su presencia cuando las circunstancias lo requieren, o, por el contrario, exigiéndola, cuando precisamente esas circunstancia no lo aconsejan.  Creo que no es necesaria mayor explicación. La presencia o la ausencia es precisamente uno de las potestades regias con las que se arbitra y se modera. El «gesto Real» suele penetrar más hondo que la palabra.

El rey no es un objeto que se mueva a voluntad del Gobierno de turno y menos para sus intereses partidistas. Máxime en momentos de crispación política.

Hay algo aún más relevante que explica la figura del rey en toda su dimensión, sobre todo en la de su auténtico valor como símbolo de la unidad de todos los españoles. Es precisamente eso: ser símbolo de la nación, reinar. Un matiz esencial que diferencia a la Corona de otra cosa. Solo faltaría que el rey estuviese secuestrado en sus movimientos por aquellos que gobiernan apoyados por los que pretenden romper la nación: España. ¿O no recuerdan las palabras del rey el 3 de octubre de 2017? Sería paradójico que nuestra nación esté secuestrada por un prófugo de la justicia que obliga al secuestro del Rey.

¿Saben ustedes lo que a algunos molesta del Rey?: Simbolizar la unidad y permanencia del Estado. El rey no puede intervenir en el proceso de dirección política, pero es el símbolo de la nación, es España, y a Él se dirigen las miradas cuando aparece la posible «no España». ¿Les parece poco? No es en este caso árbitro, sino fiel cumplidor de sus obligaciones como rey recogidas en la Constitución. Si no fuese así nada valoraría su existencia.

La presencia del rey entre los afectados por la tragedia de los incendios es más que un acto de Gobierno, es un acto de Estado, de toda España simbolizada en Él, y también con la Reina; hasta me atrevería a apuntar que era el momento de la Princesa de Asturias. No es necesario explicarlo. Ustedes saben lo que quiero decir y digo.

No inventen leyes ni interpreten. El Rey debe estar donde le corresponde porque no Gobierna, sino que Reina. Ahora elijan ustedes.

Como dice Alfredo Pérez de Armiñán y de la Serna, Letrado de las Cortes Generales, «El Rey y la Familia Real tienen una función semejante a la de los símbolos no personificados de la comunidad política, como la bandera, el escudo y el himno, que cumplen un fundamental papel identificador y unificador».

Así damos con la clave.

El símbolo. Eso es lo importante y lo que se eleva por encima de las mezquina política que tanto daño nos está haciendo como nación.

La interpretación sesgada o equivocada del artículo 64 de la Constitución, si fuera correcta, revelaría una irrelevancia absoluta de la figura del Monarca.

Insistir en que una visita de los reyes a los afectados perturbaría las labores de extinción es falso y una auténtica manipulación. El rey con su presencia, siempre sin exageración de medios, no como hacen otros, no perturba ninguna acción, sino que las impulsa, anima y transmite fuerza y consuelo.

Cuando hay correspondencia entre el pueblo y su rey no es necesaria mucha parafernalia ni seguridad. Se está seguro y querido . Repito: no como otros.

Es necesario ante catástrofes de tal magnitud recoger los sentimientos, más allá de lo político, algo solo posible a través del símbolo de la convivencia y solidaridad de todos, que solo representa el Rey; y la familia Real.

Solo el símbolo es capaz de movilizar sentimientos, identificarse con el propio grupo, con su pasado y su futuro. Es lo único que permite creer en un proyecto y no en invalidadas promesas.

Es por eso que el símbolo debe estar en su lugar sin que nada ni nadie marque sus movimientos que equivaldría a tener un rey encadenado.

La Constitución se fundamenta en la unidad y permanencia de España: «La indivisible unidad de la Nación española«. Es la Monarquía la representación simbólica de España, como magnitud histórica, y política y también la de los pueblos que sin perder su personalidad la integran. Eso es así si  respetamos la Constitución.

No se debe hacer peligroso funambulismo en temas tan graves como la unidad de España. Esa es la única razón que lleva a la maldad del desgobierno a separar la figura del Rey de su pueblo con el que siempre se ha identificado y cuya unidad y sentimiento es su única razón de ser.

Convendría que la Princesa de Asturias empiece a darse cuenta y a participar de la trascendencia de su figura como heredera del trono de esta compleja nación: España.

El Rey reina, pero no gobierna. Pues eso: déjenle reinar y permitan que España crea en su futuro como nación. Mucho más cuando sufrimos una desoladora tragedia.

Si el rey, o la Casa del Rey, aceptase que el Gobierno ponga límites a su presencia y movimientos en territorio español estaríamos ante el fin de la monarquía, porque la Constitución precisamente la misión que le asigna es ser un elemento de integración nacional y no de discusión nacional.

En este caso concreto de la tragedia que ha provocado el fuego, los afectados necesitan no solo ayuda, sino también la cercanía y el consuelo que trasmiten sus reyes.

Llegar tarde es no llegar.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

20 agosto 2025

UNA ESPAÑA ENFRENTADA A SÍ MISMA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Lo han logrado. Unos contra otros. ¿España? Ideologías.

Recoges lo que siembras: odio era la semilla. Cuando a punto estaba España de que el milagro sucediese alguien dijo no. Volaron los puentes y de nuevo el no pasarán. Centinelas de la ideología. Hay fecha, conocemos al culpable y el nombre de cada uno de los que forman el ejército de seguidores. Son unos canallas. Mientras España arde saben que nadie pondrá un pie en la calle. Eso solo saben manejarlo ellos. Pero todo tiene un límite. Podría ser el campo. Ese que hemos abandonado y del que huyen los jóvenes y los pájaros. Las fincas de Lagunero o la de Mora nunca se queman ni abandonan.

Hay un silencio borreguil en esta siesta de agosto que nos ha despertado con las llamas en las ventanas.

Arderéis como en el 36. Lo dijeron ellos.

Seguimos así: ellos y los otros. No nos queremos. Y mira que la Iglesia, amor al prójimo, la que ahora calla, sabe de esas cosas del fuego. El prójimo es pronto enemigo.

La Transición cometió muchos errores, muy graves, pero el primero de ellos fue creer que todo se iba a olvidar. Aquí no hay olvido, sino fuego, hogueras de pasión, quema de brujas, inquisición y, lo peor, mucha desconfianza. No fiarse ni del compañero de pareja.

Han tomado el poder con toda la gravedad que ello supone. Nada ni nadie, nadie, se mueve sin contar con su aprobación. Desde el Constitucional, la Conferencia de obispos o la Cúpula Militar, todos están en el primer tiempo del saludo. Una democracia no es esto. El Poder tiene límites y los Poderes del Estado deberían hacerse notar en momentos de máxima gravedad. Tienen miedo. Esta es una sociedad encerrada en el miedo.

Todo es un «a la orden orden» y sumisión a un único poder. Esto no es democracia. Dos Españas enfrentadas y la que ha cogido el poder ahora no lo soltará porque anda en esas cosas de la venganza. Quedan deudas pendientes.

Hay una España intermedia, como colchón que amortigua. Aguanta lo que el poder decide y por eso es la mayor culpable, la del vómito de los tibios.

Por otro lado solo necesitamos una chispa. Mientras nos miramos de reojo.

Las Autonomías han servido para eludir responsabilidades y de camino acabar con la idea de unidad en el esfuerzo y la solidaridad. Ardemos a trozos, por autonomías de un lado u otro.

En el 2004 España saltaba por los aires.

Guadalajara 16 de julio de 2005. Un incendio quemaba 13.000 hectáreas y dejaba 11 víctimas mortales, convirtiéndose en el más letal del siglo XXI. Nadie hizo nada más allá de crear la Unidad Militar de Emergencias. Una forma de eludir responsabilidades. Solución Manu militari. Esto empezaba a cambiar; hacia ellos, claro está. Emergencias era el poder del Gobierno sobre un mundo de Yupi que hoy mantiene vivo. Lo vimos en Valencia cuando su actuación, tarde y mal, estuvo sometida a una férrea disciplina y orden del Gobierno. El Jefe del Estado Mayor de la Defensa se dejó ningunear y fue un mando subordinado quien asumió la operación, un mando político para no estar bajo la capacidad operativa del Mando de Operaciones que dirige cualquier organización conjunta del Ejército español. Había que eludirlo ya que la organización militar debe siempre estar desarticulada y rota. Inaudito. Las Fuerzas Armadas convertidas en una chapuza en su mando y coordinación.  O se manda o no se manda, pero parches en la cadena de mando es un desastre, que lleva a lo ocurrido en Valencia. Ahora en  los incendios: la capacidad de la UME es limitada y, superada esta, es el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Mando de Operaciones) el que debe asumir la responsabilidad y no un general de «Emergencias» desbordado e incapaz de asumir toda la coordinación. Triste  ejemplo tenemos en Valencia.

No se puede marginar la unidad y capacidad de mando para ser manejado desde el Gobierno con intereses políticos más que de eficacia en la gestión.

Miren todo el problema reside en lo siguiente: o conmigo o contra mi. En Valencia estabas contra mi, así que te quedas solo y si necesitas ayuda la pides. Todo es mío.

Ahora volvemos al error. La tragedia al margen.

Que el fuego no afecte al Partido. Una vergüenza. Todo lo manipulan.

Se han atrevido hasta con el Rey. Después de ocho días de abandono, de inmerecidas vacaciones, han manipulado la visita del Rey y la han mezclado de manera ostensiblemente malvada con la del presidente del Gobierno. Visten al Rey de uniforme y le ponen la dirección:  a Torrejón de Ardoz a visitar la UME. Ese no es el lugar de la tragedia. No es el momento de simbolizar el Mando Supremo de las FAS, lo digo con toda intención, cuando han quitado del mando operativo de las FAS a la UME. Un sinsentido. Se equivoca el Rey, más como Rey que como Jefe del Estado; no se equivoca el presidente del Gobierno que actúa con malévola intención. Hay mucho análisis en este tema aparentemente sin importancia.

Por mucha negociación previa nunca la Casa del Rey debería haber aceptado el trato. Tiene truco.

La Corona que siempre se ha distinguido en España por su proximidad a los que sufren, en cualquier tragedia, sin limitaciones, sin acuerdos ni paparruchas, se ha equivocado. No ha estado donde el corazón siente sin analizar el precio.

Hubo reparto. Erróneo. Tu de uniforme vas a ver las tropas, esas que están fuera de la cadena de mando operativa.

Las tragedias tienen su lado ético y estético. Fondo siempre trágico y formas que dejan una huella imborrable. Imposible olvidar esos lugares de vacaciones mientras España ardía.

A Borges le oí decir: «Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida».

Y el sabio Maquiavelo sin pelos en la lengua: «Pero ¿cómo puede un príncipe conocer al ministro? Hay un procedimiento que no falla nunca. Cuando ves que un ministro piensa más en sí mismo que en ti y busca en todas las acciones el provecho propio deduce que ese individuo ni será nunca un buen ministro ni podrás nunca fiarte de él porque aquel a quien se ha confiado el gobierno no debe pensar nunca en sí mismo sino siempre en el príncipe».

Ya ven lo que está pasando. Por sus obras los conoceréis.

Vuelvo a recordar este bello poema del Indio Naborí que figura (¿o figuraba?) en la entrada del partido comunista cubano:

Si no vienes a dar,

a dar el tiempo, el corazón, la vida

no desesperes por entrar

que en la entrada comienza tu salida.

Si vienes a buscar

el privilegio, la ocasión mullida,

no desesperes por estar

donde la flor más bella es una herida.

Este lugar es un lugar propicio

para el amor al sacrificio

aquí tienes que ser

el último en comer

el último en dormir

el último en tener

y el primero en morir.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

18 agosto 2025

 

ALASKA NO ES UCRANIA. UN EJERCICIO DE ESCUCHA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

El que crea que la reunión entre Trump y Putin en Alaska es exclusivamente para tratar la guerra de Ucrania no sabe nada de geopolítica.

Ucrania es un paso más en el desarrollo que conlleva una política internacional en revisión que deja atrás un mundo viejo para entrar en el futuro. Estados Unidos y Rusia están obligadas a entenderse y Ucrania es una excusa para ir más allá. Es marginal en el conjunto del problema, pero forma parte de él porque deriva de la situación originada por la desaparición de la antigua URSS. Hablamos de poder, del poder perdido. Ninguna nación que haya pasado por un proceso de transformación o crisis tan grave como el de la URSS, a punto de desaparición, o peor, a vivir desde la insignificancia en una zona clave del mundo donde su influencia fue y podría dejar de ser, se conforma con ese destino.

Rusia se resiste a aceptar un destino tan humillante. Ni sus gobernantes ni el pueblo ruso están dispuestos a asumir tan señalada derrota material y moral.

El movimiento que ha llevado a pasar de la URSS a la actual Federación Rusa ha provocado convulsiones sísmicas que aún siguen desplazándose sin encontrar su lugar en esta nueva estructura que sucede en una zona muy frágil, delicada, que va a marcar el futuro del mundo nuevo. No se puede abandonar a la Federación Rusa a su libre albedrío y se hace necesario prestar atención como si de una enfermedad se tratase, aunque mejor sería hacerlo como un proceso de crecimiento y estabilización. Si tratamos el asunto como una enfermedad podemos sufrir el contagio, pero si lo hacemos en su justa medida y entendemos las razones y las medidas a tomar, todos nos beneficiaremos. No hay razón alguna para ver en el futuro a una Rusia enemiga y a Europa en permanente actitud con las armas en la mano. Eso lo entiende la buena diplomacia, esa que ahora es escasa y la manejan hombres sin historia.

Es lo que busca Trump en Alaska. No es Ucrania; es mucho más. Pero la trumpmanía está desatada contra quien hasta ahora ha pacificado zonas que llevaban años en guerra. La paz y la guerra forman parte de un negocio muy delicado a la hora de tratarlo y el tránsito de una situación a otra tiene mucho que ver con la capacidad de los negociadores y, como no, de la jauría, que alienta las armas disfrazada de Caperucita, en rojo.

Veremos quien ríe el último porque la vulgaridad preside las interminables reuniones de deslustrados dirigentes que se juntan en torno a la política, la economía y la guerra. Ni de lo uno ni de lo otro saben. Soberbios que conducen y parece gustarles la guerra. Trump y Putin parecen distintos a esa moderna serie que ahora manda sin saber lo que eso significa.

Ni Trump ni Putin son vulgares. Eso es seguro. Para bien o para mal. Deben entenderse por encima de los comediantes que forman el desafinado coro. En Europa ningún político alcanza sus niveles. Son políticos vulgares tendentes al poder omnímodo más que al interés de su nación. Cuando los vean abrazarse no piensen otra cosa: están en lucha.

Putin y Trump no tratarán una guerra en concreto, de pasada surgirá Ucrania, en un contexto mucho más amplio. En Alaska nada pinta Zelenski. Lo hará más tarde, cuando se echen los dados al futuro con el cubilete de China, cuando decidan a dónde, por dónde, cómo y cuándo.

Mientras tanto, el resto, los aficionados a la política, economía y guerra, que guarden silencio y dejen hablar a quienes saben.

Por si acaso preparen la artillería y cambien de generales.

Podemos entrar en el nuevo mundo por la puerta buena o acabar con todo dando un portazo nuclear.

Es el momento de la elección. Sería una pena convertir el mundo en un tell como los de Mesopotamia.

Vaticino un pronto alto el fuego con dificultades, pero será el inicio hacia la comprensión y la paz. Es importante tener en cuente el verbo comprender, entender,  que tanto hace en diplomacia. Un «ejercicio de escucha» lo ha definido la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. Tammy Bruce. ¿Camino de nuevo a Yalta? ¿Quién falta? Escuchemos.

Nos queda esperar. En un día como hoy, arrodillarse y rezar.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

15 agosto 2025

PUBLICADO HOY EN EL DIARIO «EL MUNDO» por General Dávila

España arde y el mundo también: entre fuegos vivimos y Gobierno y oposición veranean y sestean ante el desolador panorama. Ya llegará el invierno para todos. Y en otro fuego, en este caso el de Ucrania, la comunidad internacional se juega parte o todo de su futuro. Y, como previo a la reunión, llena de incertidumbre, que se celebrará mañana en Alaska entre Trump y Putin, Zelenski viajó este miércoles hasta Berlín para reunirse con el canciller alemán, Friedrich Merz, y por videoconferencia con el presidente de Estados Unidos y varios líderes europeos.
Trump pretende hacer que escucha a Europa; era casi obligado antes de escucharse a él mismo en la cita con el ruso. Pero el inquilino de la Casa Blanca lo tiene todo decidido. Y, o acepta Putin sus condiciones, o esta grave crisis geopolítica dará una vuelta de tuerca completa. Me atrevo a augurar que el inquilino del Kremlin, a su manera, cederá.
Naturalmente, lo hará de mala gana, como si no lo hiciese. Alcanzarán un acuerdo que en principio no lo parecerá, porque nadie quiere mostrar una Rusia débil. Pero habrá acuerdo. El final de la guerra abierta en Ucrania se acerca. Díganme de las cientos de propuestas del presidente estadounidense en variados temas en cuál no se ha salido con la suya en los meses que lleva de mandato. Es cabezón y contundente. Pero, en concreto, con Putin es ganador a priori. Porque ha dejado muy debilitado al mandatario ruso. Lo ha hecho en Siria y en Irán, le ha echado del Mediterráneo y sabe que en cuanto se lo proponga hará una maniobra en Ucrania para que sus tropas lleguen más allá de Kursk. Putin está en debilidad militar, económica y tecnológica respecto a Trump. China es un gigante eficaz, pero lento y perezoso. Esta no es su guerra. No es su momento.
Europa es un convidado de piedra que tiene que comprarle las armas a los Estados Unidos de Trump, quien gana en todos los frentes. La reunión de ayer buscaba complacer a Europa. Pero mañana viernes, en la hora de la verdad, en Alaska no estará Europa, sólo Putin y Trump.
¿Y España? Como nación es respetada y su posición estratégica en el Estrecho muy valorada, aunque nos hayan ninguneado allí nuestro poder. Otra cosa es su Gobierno. Desde el año 2004, España no es lo que era, ni militar ni políticamente. En lo militar perdimos todo nuestro prestigio con la retirada de Irak poniendo en peligro la vida de nuestros soldados aliados. Ahora, después de recuperar el prestigio con muchos sacrificios, la política del Gobierno nos ha hecho ser menos fiables que nunca. En materia de Defensa e Inteligencia nadie juega a los soldaditos. Aquí o cumples o te vas. Es nuestro caso.
España está desarmada, sin armas ni municiones, sin poder militar y diplomático, pero lo más grave: es una nación rota por sus opuestas ideologías entre las que destacan las de quienes quieren destruirla. Eso internacionalmente se valora mucho.
A España, desde el punto de vista de la estrategia militar o diplomática global, no se la tiene en cuenta. Sé de lo que hablo. En los foros internacionales nadie nos pregunta ni por nosotros se pregunta. Caminamos en dirección contraria al mundo occidental que conocemos y nuestros aliados ya no se sorprenden, sino que adoptan la mejor medida: el olvido. Lo pagaremos en lo económico.
Basta ver que España no estuvo representada ayer en la reunión con Trump. No cabe tomarlo como una ofensa, sino como algo inevitable, algo que nos hemos ganado a pulso. La Mareta no es el lugar idóneo en este momento en el que arden España y el mundo.
Se antoja el mejor escenario para dar paso a los acuerdos y al fin de una larga guerra. Y, como siempre, nos pillará fuera de nuestro sitio.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

14 agosto 2025

https://www.elmundo.es/internacional/2025/08/14/689cadcee4d4d8a27c8b4580.html

EL PODER AERONAVAL: EL F35 UNA MUESTRA MÁS DE LA GRAVE SITUACIÓN DE NUESTRAS FUERZAS ARMADAS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Mi amigo y compañero el coronel del Ejército del Aire y del Espacio, Julio Serrano Carranza, colaborador de este blog y del libro recién editado De soldado a general, me hace saber que en su ejército hay un aforismo que dice «El jamón serrano y el avión americano«. Por algo será.

La Infantería es la reina de la batalla, pero en la guerra, incluso ella, siempre se mira al cielo. ¿Amigo o enemigo?

Tanto para un buen ataque como para una eficaz defensa se necesita superioridad aérea y a día de hoy este es un concepto sin límites en el aire-espacio, por el que todos luchan, el dominio de ese lugar decisivo.

Hemos asistido a guerras sin infantería visible (aunque sobre el terreno haya habido unos «hombrecillos verdes» o asimilados) como la reciente de Irán donde no ha habido botas en el terreno (que sepamos) y donde la primera medida de ataque del ejército de Israel fue acabar con las defensas antiaéreas y con todos los aviones iraníes antes de que ninguno alzase el vuelo. Después, ya el cielo estaba libre y todo era posible para cumplir el objetivo: acabar con su producción nuclear y crear un caos de derrota moral cuyas consecuencias aún tendremos que ver. Una guerra ganada desde el continuo aire-espacio.

La incertidumbre llega sorpresivamente desde ese lugar, aire-espacio, lo que ha llevado a los ejércitos, al menos por ahora, a suprimir las grandes formaciones terrestres de ataque que pueden ser mermadas por un enjambre de drones. La tecnología es una batalla que se libra en las retaguardias para crear una máquina invencible y los parámetros de investigación se centran en plataformas que dispongan de todo el poder, de manera que puedan ejercerlo lejos y con fuerza decisiva. Las formas de destrucción, antes que tener que hacer uso del arma atómica, evolucionan para lograr la sorpresa que consiste precisamente en eso: obligar a combatir al enemigo en el lugar o en el momento para él inesperados o en emplear medios o procedimientos por él desconocidos. Ya los hay solo a la espera de la decisión de usarlos. Sorpresa.

Todo esto como comprenderán es el gran secreto de las naciones que guardan y no comparten o solo lo hacen con naciones en las que tiene confianza plena, fundamentalmente en su política. España no sabe nada. Doy fe.

Queda prácticamente todo dicho. A día de hoy el poder aeronaval, si China no demuestra lo contrario, que no lo hará por ahora, está en los Estados Unidos de América. Nadie se acerca en el escalafón a ese poder tecnológico, ni en cantidad ni calidad.

Una de esas plataformas de poder es sin duda el avión de combate. El de Estados Unidos se llama F35 en sus distintas versiones, dotado de una tecnología incomparable y a día de hoy insuperable. Sin rival. No hay lugar de la superficie terrestre o marítima que no pueda ser alcanzado por el poder de un F35. Cuenta con pocos enemigos para batirle desde tierra, desde el mar o el aire. Su poder tiene pocas limitaciones y está dotado de desconocidas capacidades en guerra electrónica, radar e integración con otras plataformas. Una revolución en el arma aérea. Quedan  muchos años por delante hasta que otro pueda suponer un reto frente a él

Para su proyección cuenta Estados Unidos con bases o instalaciones en cerca de 5.000 lugares repartidos por el mundo además de once portaviones en servicio activo, diez de la clase Nimitz y uno de la clase Gerald Ford.

Que es muy caro es algo evidente, aunque tanto en guerra como si hablamos de disuasión lo barato suele dar disgustos irreparables. Los ha habido cerca nuestra, pero nadie quiere asumir una investigación.

Para defenderse militarmente es necesaria una inversión que exige tiempo y dinero. No se puede estar en la permanente discusión y cambios de criterio que llevan no solo a la indefensión, sino a asumir riesgos para el personal que maneja las armas por su antigüedad y falta de mantenimiento y renovación. Así es la Defensa en España: un capricho político y un interés solo para enriquecerse.

Se supone que la tecnología, las armas y los procedimientos son compartidos entre países aliados. En la armas hay un principio fundamental y es no disponer de diversidad en los modelos para evitar el desconcierto en el abastecimiento y mantenimiento. Una logística única y compartida es la clave para que la maniobra táctica sea sostenida por la logística y ese principio cada vez es más exigente. Europa, y por tanto la OTAN, es un claro ejemplo de incapacidad logística. Hay que acudir al único socio fiable. Todo está basado en el sistema estadounidense y entre el conjunto de sus 32 miembros no hay una total integración ni en armas ni procedimientos. No se comparte tecnología ni se comparte Inteligencia, no hay industria común, solo se trata de aparentar una unidad de combate muy lejos de alcanzar su máxima eficacia. Europa en materia de Defensa es una torre de Babel y no precisamente por sus lenguas.

El caso de España es único en la Alianza por  nuestro particular modo de entender la Defensa. Aquí no hay armas, sino proyectos. Hay planes, magníficos planificadores y mejores soldados, pero no hay ejércitos para el combate ni la disuasión, sino políticos encabezando manifestaciones. Pero hasta en eso hemos sido vencidos por Marruecos. El que quiera entrar que pase, la puerta está abierta. ¿Para qué queremos aviones o portaviones? ¿Mali? o ¿el Báltico? El Mediterráneo nos queda muy lejos. España sufre la lenta derrota, agonía,  de una invasión que afecta a su integridad territorial, a su soberanía y a su cultura y tradición. España no se defiende, sino que hemos aceptado la derrota. O la hemos propiciado.

Hoy, en estas cosas de las armas y la defensa, el protagonista es el arma aérea, el F35 rechazado por España sin una explicación lógica y argumentos de peso, incluso sin haber escuchado la opinión de la Armada y del Ejército del Aire y del Espacio o tomar la decisión contraria con una enorme carga de sectarismo político. Dios quiera que no tengamos que comprobar los errores cometidos en estos últimos tiempos en materia de Defensa, porque lo pagaríamos muy caro. Hacia ello vamos.

Las consecuencias del rechazo de este avión, que es el futuro para nuestro poder aeronaval son graves.

El Ejército del Aire y del Espacio ha trazado un plan para continuar con el F18 hasta 2030 pero es la hora crítica de encontrar su sustituto que a día de hoy no lo hay en el mercado. El proyecto europeo conocido como Sistema Aéreo de Combate del Futuro (FCAS), liderado por Francia, Alemania y España no hace sino acumular retrasos y ambicionar intereses más allá del militar y en cualquier caso no estará operativo al menos hasta 2040. Este ambicioso proyecto tiene como objetivo desarrollar un avión de combate de nueva generación, así como un sistema de sistemas que incluya drones y otras plataformas aéreas. El FCAS se espera que esté operativo en 2040 y busca garantizar la autonomía estratégica y la soberanía tecnológica de Europa. Además, y esto es lo más grave, no existe el proyecto de un modelo de avión embarcado. Por tanto ahí viene lo más grave del abandono del F35: nos quedamos sin poder naval proyectable. No hay avión para sustituir a los actuales Harrier que embarca la Armada. Su sustitución no puede esperar y es urgente una renovación con aviones modernos con capacidad de embarque.  Si no es así perderemos el poder aeronaval.

Los dirigentes políticos están ahora, como siempre, señalados por algo tan grave como dejarnos indefensos, sin disuasión ni credibilidad, sin futuro como nación. La apuesta más inteligente, el F35, ha sido rechazada sin saberse muy bien el porqué, aunque nadie duda de nuestra postura antiamericana. Era la adquisición mejor valorada y casi imprescindible dada nuestra posición estratégica en el sur.

El buque  LHD Juan Carlos I está capacitado  para operar con el F-35B y esa era la apuesta decidida que ahora rompe el ministerio de Defensa sin alternativa a la vista. El Ejército del Aire y del Espacio tendría ya un sustituto del F18 con  las mismas características que la Armada con lo que las ventajas en mantenimiento e interoperabilidad es evidente.

En resumen: adiós al poder aeronaval español y, por tanto al terrestre, a nuestra capacidad de disuasión.

España ha renunciado a su capacidad de Defensa. Siempre nos quedará la Infantería: ustedes, los que aman a España.

No es el problema de uno u otro avión. Es mucho más grave. Es un problema de ideología. El partido en el Gobierno de España, de manera sectaria, sigue la política antimilitarista, antiotan, antialiados con las naciones de su entorno y solo piensa en un mundo donde su poder quede vinculado a una ideología basada en la moda subversiva más reciente por lo que apuesta por una desmilitarización del sur de Europa, que, siendo de su responsabilidad, ha dejado de mala gana y peores maneras en manos del Reino Unido, EEUU y ahora de Marruecos.

Todo ello limitando el poder de otros inocentes (¿o peor?) partidos de la oposición al hacerse de manera sagaz con el poder mediático, el tecnológico y el de las armas. No es necesario repetir los nombres y apellidos de los que ostentan dicho poder. Los repito cada día. La oposición ni se entera porque cuando a ella le toca el turno solo buscan que los generales se pongan firmes a su paso a la vez que acaban con las mejores unidades de la historia. ¿Lo recuerdan?

No. No es el F35 ni un portaaviones, ni tampoco el submarino (si es que lo hay), ni el vehículo para una infantería que va a pie y sin dinero, o con vehículos chinos, sin radios ni municiones. No.

No es perder el control del Estrecho, nuestro mayor poder estratégico; no es tampoco renunciar a Gibraltar y a nuestra integridad territorial por muy grave que sea. Contra ello queda al menos escrito un mandato constitucional que esperamos se cumpla algún día si esto sigue a la deriva.

La gravedad del asunto es ahondar, como intencionadamente hacen, en un antimilitarismo consistente en modelar la mente de nuestros oficiales y suboficiales desde  sus primeros pasos en la Academia para que se sientan menos militares y más gestores; que no piensen en combatir a un enemigo ,sino a la naturaleza, al viento al aire o al fuego. Mentalidad de jóvenes entusiastas de la ayuda humanitaria y del reparto de medicamentos o golosinas, que en el ámbito internacional impartan cursos de español o de costura. Que canten canciones de paz y armonía.

Todo eso está muy bien. Pero eso no es un Ejército.

Me da igual el F35, el portaviones o el submarino, el vehículo terrestre o el calibre de las armas. Me preocupa la irresponsabilidad en la formación de nuestros mandos cuando los relámpagos de la guerra se ven de noche y de día. De esa irresponsabilidad y de otras como la pérdida de la integridad territorial no la tienen solo nuestros políticos.

También la tienen nuestros militares. Que cada cual asuma su responsabilidad en estos tiempos de incertidumbre y desolación para la unidad de la patria. España.

Para Golpe de Estado el dado en octubre de 2017 y aprobado ni más ni menos que por un Tribunal Constitucional. Es un ejemplo de que no hay necesidad de ningún golpe a lo militar. Algo vetusto y demasiado novelado. Solo es exigible que cada cual cumpla con su deber que en la Constitución está tan claro que ni a los niños de primaria hay que explicárselo, aunque el llamado Tribunal Constitucional no lo entienda.

En el negocio de las Armas hay mucho golpista enmascarado que juega al borde de las fronteras. Armas sin frontera.

Como punto final debo decirles que me queda una gran duda: ¿será que no queremos comprar el F35 o realmente es que los Estados Unidos de América no nos lo quiere vender.? Dado el peso que tenemos internacionalmente en lo político-militar y lo fiables que somos, adivinen ustedes.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

13 agosto 2025

 

 

ENTREVISTA EN EL DIARIO «EL MUNDO» SOBRE EL LIBRO «DE SOLDADO A GENERAL»

Cuando te hacen una larga entrevista siempre te queda la incertidumbre de que si pasada al papel todo responderá a  lo que tu has pretendido exponer. No puedo  quejarme  ya  que  muy  pocas veces me ha ocurrido tener que corregir errores de importancia.

La entrevista que hoy les ofrezco realizada por la periodista Candela Ibáñez en el diario El Mundo sobre el libro que acabo de publicar en La esfera de los libros, De soldado a general, es un ejemplo de buen periodismo ya que después de una larga hora de conversación ha sabido sintetizar con maestría y brevedad todo el contenido de la misma.

Agradezco mucho la entrevista y la maestría para en ella sintetizar el pensamiento de trece mandos de los ejércitos con empleos que abarcan desde el General de Ejército al Cabo. Señalo ese punto crítico que tan hábilmente ha captado: la enseñanza militar.

¡Muchas Gracias! y le auguro y deseo muchos éxitos en su carrera periodística.

General Dávila

EL TRASLADO DE LOS RESTOS DE LOS HÉROES DE MONTE ARRUIT General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

En agosto de 1949 el general Varela, General Jefe del Ejército de Marruecos y Alto Comisario de España en Marruecos, escribe al ministro del Ejército, General Fidel Dávila Arrondo, comunicándole tener todo preparado y previsto para iniciar el traslado de los restos de los héroes de Monte Arruit, una vez finalizados los trabajos previos para la exhumación de los restos y demolición del monumento que les ha cobijado hasta esa fecha.

El 24 de agosto vuelve a remitir carta el general Varela al ministro en la que le da cuenta de haberse realizado sin novedad el traslado al Panteón de los héroes de las campañas existente en el Cementerio de Melilla.

En su carta el general Varela de puño y letra dice: <<Considero que este cometido ha sido muy beneficiosos pues era un verdadero espectáculo “aquel cementerio de Monte Arruit” que siempre representaba un recuerdo triste de un ataque desafortunado>>.

El traslado se llevó a cabo mediante un estricto <<protocolo>> del que hoy les damos en exclusiva noticias, aportando el documento del mismo.

Elaborado por la 4ª Sección del Estado Mayor del Ejército de Marruecos:

DE LOS ACTOS QUE HAN DE CELEBRARSE CON MOTIVO DEL TRASLADO E INHUMACIÓN DE LOS RESTOS DE LOS HÉROES DE MONTE ARRUIT.

El traslado se llevó a cabo el 20 de agosto de 1949 después de realizadas las gestiones de carácter oficial con las Autoridades Civiles, Militares y de Justicia.

El enterramiento tuvo lugar en el piso de la cripta del panteón dedicado a los muertos en campañas anteriores. En el centro de la cripta figuraba una losa de mármol con la inscripción: <<Aquí yacen los restos de los heroicos defensores de Monte Arruit -1921- Fueron trasladados a este sagrado recinto en agosto de 1949>>.

Los restos fueron conducidos en camiones por la carretera general de Tetuán, recibidos por el Clero Parroquial del Barrio del Real, rezándole un responso, trasladándose después a la Playa de San Lorenzo donde se organizará la comitiva para acompañarlos al cementerio.

La comitiva se organizó: En la Playa de San Lorenzo se transbordó los féretros, en número de doce, a otros tantos armones de artillería engalanados sus tiros con gualdrapas negras. Los féretro irán envueltos en la bandera de España y sobre cada uno irán tres cascos y una corona de laurel.

Abrirá marcha la escuadra de batidores, la banda de música del Tercio Gran Capitán I de la Legión, una sección al mando de un oficial, por cada una de las Armas y Cuerpos: Infantería, Regulares, Tercio, Caballería, Artillería, Ingenieros, Intendencia, Sanidad, Compañía de Mar y Tropas de Aviación, para rendir honores.

A continuación de determinan las comisiones asistentes.

El itinerario seguido: Playa de San Lorenzo-calle del Actor Tallaví-Plaza de España (calzada del Casino Militar)-Avenida del Generalísimo-Plaza del Comandante Benítez-calle del Padre Lerchundi hasta la explanada de acceso al cementerio de la Purísima Concepción.

A la llegada de la comitiva a la explanada de acceso, las Secciones de Honores desfilarán ante los restos de los héroes, y seguidamente los féretros serán trasladados al interior del cementerio por los portadores de las cintas, hasta el Panteón de Héroes, en cuyo lugar, y ante el altar levantado al efecto, se rezará un responso, procediéndose a continuación a dar sepultura a los restos, en cuyo momento, y por la Compañía del Regimiento de Infantería nombrada al efecto, se hará una salva en el lugar de costumbre.

Con este recuerdo elevamos nuestra oración al Cielo en comunión con aquellos que cumplieron con su deber derramando hasta la última gota de su sangre.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com