GUERRA DE UCRANIA 16.- LA BATALLA QUE CAMBIÓ EL MUNDO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«En la actualidad aún se oye el eco del antiguo ideal encerrado en el mito de las Termópilas: es el concepto de que hay valores por los que merece la pena morir y también vivir» (Paul Cartledge, Termópilas. La batalla que cambió el mundo).

No solo se oye: se repite: Ucrania. «Ve, caminante, y di en Esparta que nosotros caímos aquí en obediencia a sus leyes».

Merece la pena morir y es Credo para muchos soldados entre ellos los legionarios españoles que proclaman: «El morir en el combate es el mayor honor. No se muere más que una vez. La muerte llega sin dolor y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde».

Cara es la libertad; hay que defenderla con la vida, pero es tarde cuando se traiciona la historia de los que se sacrificaron por ella.

Dice Esquilo: «La victoria de Grecia sobre Persia fue la lanza sobre el arco, ¿Cómo le irá a Jerjes, el Rey que nació de Darío? ¿Será vencedor el disparo del arco? ¿O ha prevalecido la lanza de punta de hierro?».

Habla simplemente del valor; de defender las leyes y la vida de los tuyos, pero sin miedo a lo que ello supone; casi siempre perder la vida. Según se entienda: o ganarla.

Ucrania es el paso, el desfiladero por donde se cuela la traición de Efialtes. Ucrania es Maratón, Termópilas, Salamina, ¿Platea?Estamos avisados. La retaguardia va a quedar desguarnecida. El mar Mediterráneo vuelve a ser el juego y Oriente y Occidente se miran y penetran. Ahora después de tanto tiempo sigue todo igual, pero peor. Ya no se forman hombres que suben a la escala de lo mitológico y se sitúan entre los dioses y los hombres. Sólo alguno. Cuando la necesidad de ellos obliga, se buscan y se crean. En Ucrania los héroes mueren cada día entre el olvido o ligeras lágrimas del amigo. La guerra une más que la paz, es una nueva familia que hermana para crear la obra mayor del ser humano: ser libre. Por ello se muere. O se vive.

También otros son capaces de luchar —mandar a otros por ellos—para privarte de la libertad en base a encontrar la suya perdida, quizá a esconderla como si no existiese: solo la sumisión sirve de forja a algunos corazones.

Es una historia ya muy vieja que lleva al hombre a la lucha más animal conocida: el deseo de ver muerto a quien no piensa como tú, a aquel que no puedes dominar y doblegar a tu gusto y manera.

Se luchaba con la lanza. El arco persa era detestado porque lo usaba el cobarde, ese que escapa cuando llega la hora de batirse cara a cara.

O cometía traición:

«¿Dónde paran, ¡oh Pándaro!, tu arco

y tus aladas flechas y tu fama?

Nadie contigo en arco rivaliza

aquí al menos; ni tampoco en Licia

de ser mejor que tú nadie se jacta…»

(Ilíada Canto V, 171, 173).

Pándaro había roto la tregua. La lucha con el arco era considerada una cobardía. Hasta que se impuso Apolo, el dios que hiere de lejos.

La flecha se lanza sin que te salpiquen sus efectos.

Hay un cuerpo a cuerpo en Ucrania que no es digno de estos tiempos; cuando otros disparan desde lúgubres sótanos sin sentir el efecto de la flecha que destroza desde la inocente distancia de los que aún no pueden coger ni arco ni lanza. Aprenden a odiar y a cuidarse muy mucho olvidar aquella flecha. Aprendices de Apolo como semidioses y de Odiseo como hombres. Su vida será venganza por aquella flecha y buscarán al que a escondidas guerreaba. Querrán ver su cara, aunque sea por última vez.

Esta es una guerra de máxima crueldad donde se forman barreras de hombres que sirven de parapeto mientras se lanzan las flechas sobre sus ciudades como si de un videojuego se tratase.

La victoria será de la espada, aunque sean pocos los que la manejen.

Como Pándaro tendrán que renunciar a las flechas cuando llegue el momento decisivo. Porque los campos de cereales quedarán sembrados solo de odio. Y este, tarde o temprano, sin mediar el tiempo de las nubes, crece y crece sin secarse; hasta que arde por todas sus parcelas. No hay flecha que apague el odio de la guerra.

«Y así

los dejé y como infante me he venido

a Ilio, en mi arco confiado

que, cual se ve, de nada me valdría.

Porque ya a dos caudillos disparé,

al hijo de Tideo y al de Atreo,

y sin duda, de entrambos brotar hice,

pues di en el blanco, sangre,

pero más excitéles el coraje».

Por muchos que sean, por muy lejanas y mortíferas que sean sus flechas, por mucho odio que siembren, los pueblos han vivido y entregado su vida por la libertad. Es decir porque nadie se les imponga violenta —o pacíficamente— con armas —o engaños— para someterlos a su voluntad —o a su negocio— que requiere amansar las conciencias.

Son cosas, no de la historia, sino de la libertad: no ser esclavo de nadie. También de no desear nada de lo que ofrece el dios que hiere de lejos y en silencio.

Triunfará la verdad: el cara a cara, desnudos uno frente a otro. Claro que eso no será ahora ni por ahora. Eso fue cuando la sabiduría: antes de nacer Platón.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

14 marzo 2023

 

 

GUERRA EN UCRANIA 11. ARMAMENTO PARA UCRANIA: SEAMOS SERIOS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

En Ucrania hay una guerra muy seria en la que Europa (el mundo) está jugándose su futuro. Es una guerra donde se combinan las más avanzadas tecnologías para matar de lejos más y mejor, donde se miden ideologías y orden mundial, y donde se enfrentan voluntades de signo tan distinto como la libertad y la opresión. Nos jugamos mucho. Todo.

Es también una guerra de armamento, de todo tipo de armas, algunas hasta ahora desconocidas y que convierten el territorio bélico en un laboratorio para la industria armamentística y para los ejércitos. Tan importantes son los generales como esa industria.

Ucrania no es una chatarrería que es con lo que parece que alguno la está confundiendo. Si has de dar algo debes seguir la máxima de no dar a los demás lo que para ti no quieres; a no ser que sea al enemigo al que le surtas de tirachinas.

Es una incalificable postura hacerse ver como apoyo al sufrido ejército ucraniano, a su pueblo, en guerra y abrir la chatarrería en un acto de grave irresponsabilidad.

Los que algo sabemos de estas cosas no dábamos crédito al ver en imágenes televisivas a los camiones transportando los arrumbados M113 (TOA,s.) españoles camino de Ucrania para combatir en la guerra. No. No es el material adecuado —como no lo es el BMR para nosotros y que seguimos utilizando…— ni lo son las ametralladoras (AMELI) que hemos enviado ni los supuestos Leopard que están ahora bajo cuidado intensivos.

Todo ello es fruto de algo denunciado por los mismos que ahora alzan los brazos en demanda de seriedad para las Fuerzas Armadas y que jamás se preocuparon de equipar al ejército español adecuadamente. Por ejemplo el Señor Borrell que ahora clama contra Europa: «Confiamos nuestra seguridad a los Estados Unidos y nuestra comodidad y bienestar a Rusia y China, y ese mundo ya no existe». Pues claro y no había que ser ministro ni PESC para darse cuenta. Solo haber hecho caso a los que saben del asunto.

En la guerra la única voluntad que tiene valor es la de vencer para lo que hay que demostrar disposición y firme postura sin engaños para la galería.

La política ensucia aún más la guerra. «Sí se puede». Han tenido el descaro de proclamar y actuar contra toda norma de convivencia y apoyo al necesitado.

Cuando no se puede, nobleza y dignidad obligan a decir «no se puede; hasta aquí puedo llegar, porque no voy a buscar en los cubos de la basura para darte alimentos caducados».

Arreglar el desaguisado de la escasez, antigüedad y poca eficacia de nuestros materiales de guerra no es tarea fácil y por mucho que se haya subido el presupuesto de Defensa no cubre los mínimos necesarios para dar y tomar.

La política enreda la guerra, la hace «sostenible», la prolonga, y las batallas suelen perderlas, en esta moderna forma de guerrear, los políticos y las económicas posturas que están vaciando los depósitos de materiales inservibles y convirtiendo los campos antes de trigo en una gran chatarrería que hará las delicias de los que se dedican a la rapiña del material de guerra.

Lo malo es que hay negocios más macabros, tanto o más que el de chatarrero, que se alimentan a diario: buitres. La Ilíada es terrible antecedente:

«…mientras que, numerosos, los corceles

de cerviz estirada arrastraban

los carros con estruendo crepitantes

vacíos, por los puentes de la guerra,

a la vez que echando iban de menos

a sus aurigas limpios de reproche;

ellos, empero, en tierra yacían,

mucho más agradables a los buitres

que a sus propias mujeres»

(Ilíada. Canto XI. 160)

Aquellos campos antes de trigo y maíz ahora sangran heridos por las chatarra bélica.

No es necesario explicar por qué esas imágenes que hoy protagonizaban las portadas (los TOA,s. españoles camino de Ucrania) no eran las más edificantes para una nación que quiere ayudar a un pueblo en guerra. Cualquier información en la red les explicará que ese material ya no circula por donde la guerra se extiende, no resiste la prueba de pasar por los túneles de Cantabria. La RENFE se ha equivocado; como nuestro Gobierno con el «Sí se puede» y el engaño de una «guerra sostenible». No caben en un conflicto como este. ¿Las quejas al maestro armero?

Si no se puede al menos se tiene la dignidad de decirlo y avergonzarse. Los que antes desvistieron a nuestro Ejército y los que lo ahora lo desvisten. Todos culpables. Por ese gálibo no pasa tanta desmesura.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

7 febrero 2023

GUERRA EN UCRANIA 1.- LOS NUEVOS MOVIMIENTOS TÁCTICOS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

LA GUERRA

-Dadas las circunstancias bélicas a las puertas de la Unión Europa, cada vez más afectada, sin verse el horizonte de pacificación.

-Ante el que podría ser un inminente cambio en el escenario bélico en Ucrania donde se vislumbran próximas acciones tácticas y novedosas operaciones.

-Al no existir en nuestra querida España una información fluida, técnica y creíble sobre el acontecer de la guerra:

Vamos a iniciar un seguimiento analítico de los hechos partiendo de la actual situación y añadiendo cada día el punto de vista de lo que a nuestro juicio puede marcar el devenir de esta guerra que en principio se muestra larga, confusa y en la que cualquier situación más o menos grave está entre las hipótesis a contemplar.

Cada artículo llevará el título de «Guerra en Ucrania» y serán numerados según vayamos publicándolos. Cualquier información que nos pueda ayudar a interpretar lo que está ocurriendo en el campo político, táctico, logístico o cibernético estaremos encantados de recibirla en generaldavila1@gmail.com.

Empezamos la serie.

GUERRA EN UCRANIA 1.- LOS NUEVOS MOVIMIENTOS TÁCTICOS

«Si la guerra fuese exclusivamente una ciencia el hombre dejaría de hacerla. Ni siquiera merecería la pena escribir sobre ella. Es más que ciencia, algo íntimo, intrínseco a su naturaleza: un arte. Por ello la narra en hexámetros un supuesto poeta: Homero. Desde entonces, a pesar de que la voluntad de destrucción del ser humano no tiene límite, sigue siendo el arte la única capacidad o habilidad de la que dispone para acabar con ella con una cierta dignidad» (Jenofonte V).

De la estrategia mejor no hablar. Nada ha cambiado. Rusia quiere Ucrania a toda costa y ha llegado a una situación política que en sus pretensiones estratégicas no cederá un palmo, sino todo lo contrario: querrá más y con más violencia. Solo un cambio interno, posible en la lucha por el poder del Kremlin, podría originar otra estrategia, pero sin olvidar que esa hipótesis puede traducirse en algo peor que Putin: Putin a la enésima potencia. La nuclear razón de los nucleares dirigentes del ruscismo más ortodoxo.

Acción Ejército Ruso: Escudo al sur, espada al este. Mantenerse fuerte en orilla oriental del Dniéper de Jersón a Zaporiyia. Embolsar al Ejército ucraniano (Ataque combinado Jarkov-Dnipro). Permanente amenaza sobre Kiev. Acción Ejército Ucrania. Recuperar territorio por el Este. Mantener el terreno ganado. Cruzar el Dniéper por el sur y envolver al ejército ruso privándole de Crimea. (Un dibujo elaborado por «Jenofonte V»)

Hablemos de la situación táctica porque nos atrevemos a decir que en cualquier momento puede sufrir notables cambios. Nadie parece mojarse en esta clase de predicciones y hacen bien porque hay escasa información y muy pocos tácticos que estudien los factores de la decisión y se atrevan a pronosticar las posibles maniobras de las unidades militares. Sería imprudente y algo temerario. Pero también es verdad que todos los comentaristas de la guerra, me incluyo, dan la impresión de hablar de lugares comunes, de explicar lo que ha pasado sin decir una sola palabra de lo que puede pasar y eso no parece muy justificable ni profesional. Conviene correr el riesgo de equivocarse siempre que el error sea justificable después de haberlo cometido tras un estudio riguroso de la situación, en la que se hayan analizado los factores de misión, terreno, enemigo, medios, ambiente y todo el conjunto de posibilidades que esta guerra trae como novedad: ciencia, tecnología y nuclearización. Nunca me cansaré de repetir: miren el mapa, sitúense y analicen la geografía.

Corramos el riesgo.

Posibles movimientos tácticos próximos

En estos momentos la situación es de frentes estabilizados.

Nos trae recuerdos de la primera guerra de Crimea (1853-1856) donde las armas de fuego de precisión se imponen y surge la nueva táctica en la que el fuego suple a la bayoneta gracias al fusil rayado. Es la guerra de la distancia y el fuego. Escenas de una vieja escuela que trae también los peores recuerdos de la Primera Mundial.

En Ucrania el momento actual es el de una guerra de desgaste de artillería y misiles, drones, munición guiada. Infundir terror y agotamiento material y moral: deplorable el mando, la conducción táctica, la logística, la información y la moral.

Estos momentos de combates locales no decisorios y de incertidumbre llegan impuestos por el desgaste de hombres y materiales y por la climatología de la época. Sigue la guerra de la información penetrante que pretende por un lado desorientar y por otro adivinar los próximos movimientos del contrario. Los habrá.

Las tropas rusas despliegan desde Jarkov hasta Jersón, casi 600 kilómetros de frente, y combaten en un único conjunto que pretende actuar como el guerrero que porta el escudo en el brazo izquierdo y la espada en el derecho. En este caso el escudo lo forma la línea del frente de defensa que sobre el Dniéper va de Jersón a Zaporiyia, unos 300 kilómetros, en la orilla oriental del río. La espada la blande el ejército ruso en el Dombás presionando a base de ataques locales, auténticos golpes de sable y apoyado por la jabalina y las flechas que ahora son los drones y misiles que caen allí donde más daño hacen a las infraestructuras. La presión hace girar el conjunto en sentido contrario a las agujas del reloj con el punto fijo en la línea sur del Dniéper. Es el giro de la guerra, la metáfora de un mundo que se dispone a modificar su movimiento contrario al tiempo medido hasta ahora. Como la Tierra.

El ejército ucraniano embebido en evitar esa acción de gladiador que le lleve a retroceder lucha contra la espada rusa a la espera de poder romper el escudo sobre el Dniéper por la zona de Jersón y así dejar abierto el camino de Crimea, que sería la derrota de Rusia. Dos acciones enfrentadas por ahora sin resolución definitiva. Alguno de los dos debe pasar irremediablemente a la definitiva ofensiva. No hay otra alternativa para vencer en una guerra que se muestra lenta, pesada e interminable. Dependerá mucho del flujo armamentístico y de la moral de la retaguardia. La industria armamentística empieza a resentirse por parte rusa que debe buscar aliados que le proporcionen armas. Una nueva movilización está en marcha, urgente a la vez que polémica. La matanza de reclutas rusos en Nochevieja en el recinto militar de Makiivka ha abierto una herida de difícil curación. Hay junto al dolor una rabia contenida y reproches a los jefes militares rusos que puede hacer mella en los ejércitos. La pregunta está en el aire:

¿Será capaz Rusia de lanzar una ofensiva por el Este, que logre embolsar al ejército ucraniano que ataca por el Donbás?

¿Será capaz Ucrania de romper la defensa rusa sobre el Dniéper en Jersón y alcanzar su retaguardia?

Son las dos hipótesis de planeamiento que, por ahora y con los datos actuales, me atrevo a contemplar. Sin olvidar que continuarán los constantes amagos contra Kiev sometida a intensos bombardeos.

Por parte rusa se contemplan las siguientes debilidades a estas hipótesis:

—Frente defensivo y de posible ataque demasiado amplio.

—Grandes dificultades para apoyar y sostener logísticamente el frente sur.

—Necesidad de una mayor movilización y entrenamiento de su ejército al que se le ve falto de instrucción y escaso de capacidades. Es muy dudosa su moral de combate que deberá reforzar.

—Dudosa capacidad en medios de apoyo: artillería clásica y misiles.

—Falta de una ayuda exterior clara y eficaz en medios y en posición política.

—El Mando y Control de sus acciones conjuntas se ve dificultado por falta de capacidades cibernéticas frente a las tropas ucranianas.

—Hasta ahora adolece de capacidad para llevar ataques por el fuego a distancias tales que corte el flujo de entrada de la ayuda militar a Ucrania.

Todo esto es corregible y podría superarlo, pero sería muy largo en el tiempo y requeriría una ayuda exterior que a día de hoy no tiene.

—Por último es factor a tener en cuenta el incierto futuro político de Putin ya que cada vez son mayores las dudas que se producen en el interior del kremlin y en el seno del ejército aparecen contradicciones sobre el mando y dirección de la guerra.

Por parte de Ucrania también es necesario hacer un análisis de las posibilidades de su única hipótesis válida que es expulsar al ejército ruso del territorio invadido. De todo su territorio.

—Su total dependencia de la ayuda exterior le hace muy vulnerable.

—Como le ocurre a Rusia, el frente de ataque y defensa es muy extenso y requiere de un esfuerzo inabarcable para un ejército de sus dimensiones.

—La movilización de tropas puede llegar a su límite y encontrarse por ello con restricciones en su capacidad de ejecución para llevar a cabo el esfuerzo principal que deberá sostener a base del fuego de sus armas. Algo insuficiente para expulsar a su enemigo si este se defiende bien en el terreno alcanzado.

—La moral y el desgaste tanto de sus unidades como el de la población civil puede decaer y entrar en debilidad y reproches a su Gobierno por no aceptar un final de la guerra pactado.

—Rigor invernal.

Vistas las posibilidades y sus limitaciones habrá que concluir que en la situación actual será el azar, la fricción clausewiana, la que mandará sobre este cúmulo de incertidumbres.

A todo ello hay que añadirle algo que condiciona la guerra no solo desde sus inicios sino desde mucho tiempo antes: lo nuclear. Esa posible utilización del arma nuclear siempre será el condicionante de cualquier decisión que se tome.

Por lo que vemos a día de hoy ninguna opción que se adopte será pacífica sino cada vez más agresiva; incluso definitiva.

Ese es el panorama que puede divisarse y hoy me he comprometido con un humilde análisis de futuro. El tiempo será quien dé o quite razones.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 enero 2023

 

 

 

 

 

 

MADRID CUMBRE DE LA OTAN. ¿ES ESPAÑA UN SÓLIDO ALIADO? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

OTAN: Seguridad ante todo y todos.

La anterior Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid el año 1997 reunía en el Palacio Real de Madrid a los Jefes de Estado mientras los primeros ministros y de Defensa lo hacían en el Palacio Real de El Pardo. La reunión de El Pardo estuvo a punto de suspenderse por un triste y grave motivo que había sucedido el día anterior. Todo se resolvió y casi nada trascendió de aquel hecho, que poco tenía que ver con la OTAN, aunque alguno lo pensó en un principio.

Lo que hay detrás de las bambalinas del escenario de una Cumbre de la OTAN pocos lo saben y los usos, un tanto teatrales, de algunos mandatarios como de sus séquito quedan solo para una exhibición de poder que en los tiempos actuales debería ser revisada.

La mayor y más eficaz seguridad que a lo largo de mi vida, y han sido muchas, he visto y comprobado tenía una característica: no se notaba.

El espectáculo suele atraer a las moscas y son muchos los convidados que asisten sin entrada y que pretenden una cosa u otra distintas al minuto de gloria.

El músculo debe sacarse donde se debe y no solo donde se puede.

Sin duda que la seguridad en España es ejemplar y gozan nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Policía Municipal de Madrid (excelente, eficaz y correcta siempre, muchas veces olvidada), de un prestigio bien ganado y que debería ser un orgullo para todos nosotros.

Decía el fundador de la Legión española, general Millán-Astray: «¡Gorros y chambergos, capotes y sandalias, camisas descotadas, correajes, oficinas, motocicletas, calabozos y guantes de manopla! Sois el vestuario, las bambalinas, los telones; pero el escenario está en otros lugares y allí… ¡Es la tragedia la que se representa!».

Lo entendemos todos.

El entramado que hay detrás de todo esta parafernalia es más externo que de resultados reales que suelen venir acordados y firmados antes de la celebración.

Ahora la pregunta es: ¿Qué saldrá nuevo de esta Cumbre de la OTAN en Madrid?

Dice Biden:

—España es un aliado indispensable.

¡Hurra! Y a pagar. Es un buen mensaje para el Gobierno, el mismo que protesta en las calles y que pinta pacifistamente la Escuela de Guerra del Ejército español sin que nadie lo impida. . Los mismos, unos vestidos con casco de guerra y otros a cascar la OTAN. Los centinelas se han retirado esperando la aurora

Cuando respondía el presidente español a Biden sonaba como la Cumbre de Aznar con Bush, la de las Azores, tan criticada.

—Puede contar con España como sólido aliado.

Nos vamos dando cuenta de lo del Sahara y otros enredos inexplicables e inexplicados.

¿Dónde está la ONU? Se oía por detrás que parecía ser un murmullo albar, como tomillo albar, como ministro de exteriores avergonzado.

«Como señor de todas las cosas, la guerra a unos hace libres y a los otros siervos» (Heráclito de Éfeso).

El invierno se acerca y antes hay que tener resuelto lo de Ucrania. El dinero es el rey de la guerra. O pagáis o no hay nada que hacer. En la lista negra figura el anfitrión de la Cumbre que se cree que con una cena y dos paseos será el Jefe de la OTAN a la que parte de su Gobierno insulta.

No sabemos nunca lo que realmente saldrá de esta Cumbre que solo tiene un nombre: Ucrania. Eso es todo. La guerra hay que pagarla porque está a la puerta de vuestras casas y llega el invierno. Se os cuelan por el este y por el sur, es decir nada ha cambiado. El sur de Biden no es el Caribe, sino sus huracanes.

Ya habrá tiempo de hablar de otras cosas, de la paella y los comunistas. La Alianza se demuestra pagando, con dólares mejor que con soldados.

Ahora se trata de recomponer el puzle herido, de admitir, o no, a otros; de saber hasta dónde llegamos, y eso será lo que lo que la política estadounidense, no Biden, diga y por allí los cañones suenan muy divididos, así que venir a Europa a buscar la unidad está difícil, pero Europa no es nadie sin Estados Unidos. La guerra de nuevo en Europa y de nuevo la Europa grecorromana se vuelve anglosajona. Lo que complica la situación.

«A uno que le preguntaba a M. Licinio Craso en qué momento levantaría el campamento le respondió: “Tienes miedo de no oír la corneta?».

El cornetín Biden toca a arrebato.

—¿Podrá contar con España como sólido aliado?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

29 junio 2022

 

PUEBLO DE UCRANIA: «EL BRILLANTE CIMIENTO DE LA LIBERTAD». Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Voluntad de vencer es el firme propósito de un pueblo de imponerse al adversario en cualquier situación, por desfavorable que esta sea.

Lo es el de Ucrania. Solos ante el enemigo, sin abandonar a un hombre en el campo hasta perecer todos.

Las madres en Esparta despedían a sus hijos al combate: «Vuelve con el escudo o sobre él».

Ejemplos de la historia que conmueven son los del honor y la honra en defensa de la libertad. Vivir hasta morir por los demás, para que sean libres y valientes en el honor de su pueblo.

Kiev, Járkov, Mariúpol, Leópolis… las ciudades donde se defiende el honor del pueblo. Símbolo de la lucha de Ucrania, como leones.

«Mirad, habitantes de la extensa Esparta, o bien vuestra poderosa y eximia ciudad es arrasada por los descendientes de Perseo o no lo es; pero en ese caso, la tierra de Lacedemón [Esparta] llorará la muerte de un rey de la estirpe de Heracles. Pues al invasor no lo detendrá la fuerza de los toros o de los leones, ya que posee la fuerza de Zeus. Proclamo, en fin, que no se detendrá hasta haber devorado a una u otro hasta los huesos […] Durante los preparativos de la guerra llegó un emisario enemigo. Quería convencerle de que presentar batalla ante la grandeza del ejército de Jerjes provocaría un derramamiento de sangre innecesario, y le exigió que entregara las armas. Según la versión de Plutarco, Leónidas simplemente contestó: “Ven y cógelas”» (Heródoto).

Aún se puede leer en las Termópilas, en memoria de los que murieron defendiendo el paso: «Ve, caminante, y di en Esparta que nosotros caímos aquí en obediencia a sus leyes».

Leónidas en las Termópilas, se quedó solo con hombres que tuvieran su descendencia asegurada, es decir, por lo menos un hijo varón. Fueron los famosos 300 espartanos que le acompañaron en el campo de batalla.

Unos usan armas; otros coraza. Unos saben a quién se enfrentan. Otros tienen al enemigo dentro. Solo la palabra no vale. Está desgastada.

Europa, Occidente, torea de salón. La palabra que vale solo es la de la acción. Los débiles, si algo de fuerza les queda, pueden gritar en apoyo. El resto calle o luche.

La moral de la tropa hay que cuidarla. Si no es así guardará su munición para ocasión más propicia. Voluntad de vencer. Lo peor para la moral es comprobar que a su jefe no le importan sus hombres, que se ven abandonados incluso en la victoria.

«Y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores, diciendo: Paz y paz; y no hay paz». (Jeremías).

Hablan de paz los que provocan la guerra, los que se quedan con la falsa palabra en la boca y dan paso a los tanques. Siempre es lo mismo.

François Fénelon pone en boca de Leónidas: «Ejercí mi realeza a condición de llevar una vida dura, sobria y laboriosa, igual que la de mi gente. Yo no era rey sólo para defender mi patria y garantizar el imperio de la ley. El trono me dio el poder para hacer el bien sin permitirme la licencia de hacer el mal».

Es sin duda una lección moral a todos los que esconden su cobardía con la palabra que al final cambian por las armas que otros empuñan mientras ellos huyen.

Ucrania da un ejemplo al mundo de lucha y coraje. De honor. El mundo mira hacia otro lado como si con él no fuese el ejemplo.

Vencerán, aunque sean derrotados. Con el tiempo nos avergonzará su epopeya. por haberlos dejado solos con su coraje.

Ejemplo fue Termópilas, hoy es Mariúpol, Kiev… ¡Qué poco hemos cambiado!

«La guerra se muestra dulce con quienes no la han conocido, pero al aguerrido se le encoge hasta el corazón al verla llegar» (Píndaro, fragmento nº 10)).

Las palabras del poeta cobran actualidad: «El brillante cimiento de la libertad». Ucrania.

Cuidado con Efialtes de Tesalia que ya ha dado la noticia de la existencia de otro lugar por donde pasar. La traición es tan dulce como mortal.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

 

GUERRA EN UCRANIA. PUNTO DE SITUACIÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

«No hay actividad humana alguna que esté en tan constante y general contacto con el azar como la guerra. Con el azar tiene un importante puesto en la guerra lo contingente y con ello la fortuna» (Clausewitz).

Nada de lo que digamos tiene mayor valor. La guerra es imprevisible, aunque la táctica convencional sigue unos métodos y procedimientos ajustados a la misión y situación: terreno, medios, enemigo y ambiente.

Este último factor, clave, del que tan poco se habla, lo definía la Doctrina militar como: «El conjunto de circunstancias de carácter físico y humano, distintas del terreno y de los medios, que influyen en el desarrollo de las operaciones». Es decir casi todo: el azar.

EL PLAN MILITAR DEL EJÉRCITO RUSO EN UCRANIA

En estos momentos Rusia, cuyos fines político-estratégicos serían motivo de otro análisis, ha puesto en marcha un Plan Militar con su propio objetivo estratégico y táctico.

La acción táctica ofensiva sobre el enemigo la desarrolla para afectar a su capacidad de combate e imponer la voluntad propia; todas y cada una, conjuntadas, constituyen acciones decisivas para lograr la victoria.

Muchos analistas se empeñan en decir que Rusia está perdiendo esta guerra y no hay duda que así lo es en el plano del relato, de la ilegal acción emprendida, pero eso nada tiene que ver con el resultado táctico. Podrá en un futuro perder y tener que retroceder, nadie lo sabe, pero desde el punto de vista militar la guerra se desarrolla tal y como parecen haberla planteado sus generales, que nos son tan inútiles como nos quieren enseñar. Mejor es conocer al enemigo y conocerse a uno mismo que manejar mensajes inútiles que socavan la credibilidad y dan falsas expectativas. Conviene saber a qué nos enfrentamos.

Rusia ha lanzado su ofensiva desde su privilegiada posición geográfica, de gran valor y en la que se apoya su planeamiento  táctico. Cualquier Cadete de primer curso de Academia Militar ve cuales son y la importancia de sus ciudades-objetivo junto a  la clara línea del histórico río Dniéper como lugares de decisión a alcanzar. Eso junto a la orilla norte del mar de Azov y mar Negro. Y no retroceder ni un palmo.

Su acción terrestre se desarrolla en varias direcciones de progresión o Ejes de ataque. De norte a sur una es Kiev, ciudad clave para lograr su objetivo estratégico y obtener una posición de dominio a la hora de las negociaciones. Militarmente asediará hasta ver que es lo que más le conviene antes de someterse a una lucha de población, casa a casa, incierta y de enorme desgate moral y físico. Otra dirección está dirigida por el centro, cuyo eje lo marca Járkov, que intenta enlazar con el llamado Eje Azov desde la línea del mar, de sur a norte.  El Eje sobre Donbás apoyará al de Azov y Járkov y, por fin, el Eje de Odesa donde se podría producir un desembarco marítimo.

El Plan hasta ahora se está cumpliendo metódicamente y solo la reorganización, el apoyo logístico y la llegada de las reservas puede retrasar su avance.

EL SUEÑO RUSO: EL MEDITERRÁNEO

Su objetivo es ganar toda la costa del mar Negro (en su búsqueda rotunda: ¡Yallah!) y el este de Ucrania. La ocupación de Kiev será la carta de negociación, donde podría ceder ya que es consciente de la situación que crearía a sus tropas el avispero del oeste de Ucrania, a lo que no estaría dispuesto a enfrentarse, una lucha de guerrillas o permanentes ataques de la insurgencia.

Dominará el mar Mediterráneo, y no habrá Troya que se le resista ni por el norte (el Báltico) ni por el sur (salida al Mediterráneo). Europa atenazada. Es muy sencillo. Del primer curso de Cabo. El Cabo está al mando. Como antaño.

Rusia tiene en contra el flujo logístico necesario para alimentar a sus tropas hasta la estabilización de la ofensiva y consolidación de sus objetivos. Por ello intentará también involucrar sin cortapisas a Bielorrusia. No debemos olvidar así mismo, que en Moldavia mantiene de manera permanente desde hace tiempo un Regimiento paracaidista de tres batallones.

El punto final que se prevé es que Rusia, una vez conquistados sus objetivos terrestres y consolidado su avance, detenga su ofensiva y acepte una negociación en la que impondrá una rigurosa neutralidad de la Ucrania que quede sin ocupar y que Finlandia y Suecia sigan neutrales. Todo ello es muy difícil de conceder, pero peores cosas se han visto a lo largo de la historia.  Eso es todo. Rusia no irá más allá, siempre y cuando le dejen una salida digna para ellos.

Habrá que negociar después; sin olvidar algo tan importante como el Nord Stream 2, declarado en quiebra estos días.

¿PUTIN DERROTADO?

No se monta una acción como la que ha emprendido Putin para ser derrotado y dar marcha atrás. No lo consentirá. Está dispuesto a todo. Es por ello que habrá que darle una salida, una tabla de salvación. «No fuerces a un enemigo que se encuentre en una situación apurada», que podría encontrársela Rusia. Esa es una de sus vulnerabilidades. La tristeza de la batalla ganada.

El relato internacional en su contra, las medidas económicas (son la base de toda la victoria), la pobreza en el interior de Rusia con posibles protestas internas y un Ejército ruso, cansado y con su voluntad de vencer en duda dada la firme oposición internacional y la situación interna de su país, que les afectará, será el enemigo invisible del Putin en guerra. Habrá que dejar una salida al enemigo cercado.

Rusia tendrá que permitir en un primer acuerdo la llegada de ayuda humanitaria, a la reconstrucción y dar garantías de bienestar de los ciudadanos, algo que va a ser muy difícil de conseguir sin someterse a una lucha total por parte de Ucrania.

Sería un precedente muy peligroso permitir que Putin se salga con la suya y no se retire de los territorios ocupados. Nunca lo hará por propia voluntad. ¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar unos y otros? Esa es la cuestión ahora.

Si esto no se detiene a tiempo el coste puede ser tan terrible que mejor no se lo cuento.

El ambiente del que les hablaba es muy tenso y cualquier cosa puede ocurrir.

Desde el punto de vista militar la guerra le va muy bien a Putin. Ucrania sufre las consecuencias de un mundo occidental que habla demasiado, hoy dice una cosa, mañana la contraria. Pero no hace nada.

El instrumento militar no puede estar solo. Falta la acción decidida y fuerte del instrumento social, diplomático, informativo y sobre todo el económico. Son armas que pueden hacer tanto o más que los misiles.

La situación es de enorme gravedad. No debemos permitir que el azar intervenga.

LA AMENAZA DE PUTIN

Amenaza con poner a las fuerzas de disuasión nuclear rusas en «régimen especial de servicio». No debe echarse en saco roto.  Nadie emprende una guerra para ser derrotado.

«La victoria es el principal objetivo de la guerra. Si tarda demasiado en llegar, las armas se embotan y la moral decae. Cuando las tropas ataquen a las ciudades estarán en el límite de sus fuerzas» (Sunzi. El Arte de la Guerra).

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

3 marzo 2022

 

LA GUERRA Y LAS RESOLUCIONES DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Por regla general, hacer la guerra no es lo mejor. Solo la necesidad debe obligar a emprenderla. Independientemente de su resultado y su naturaleza, los combates resultan funestos incluso para los propios vencedores. Únicamente hay que librarlos si la guerra no se puede conducir de otra forma. Si al soberano le mueven la cólera o la venganza, no debe declarar la guerra ni movilizar tropas».

Estas sabias palabras de Sun Tsé están separadas de nuestros tiempos por una evolución en el pensamiento que trajo terribles combates —dialécticos y explosivos— en los que el número de muertos era una estadística, funesta, pero estadística (para Stalin) que se repetía hasta llegar a cifras desoladoras como las de la la I y II guerras mundiales.

Clausewitz dejó escrito que «jamás puede introducirse en la filosofía de la guerra un principio de moderación sin cometer un absurdo». Escalofriante verdad de la guerra.

Real y cercano es el pensamiento de Arthur Wellesley, duque de Wellington, al que todos felicitaban después de Waterloo por lo que tuvo que contestar: «Salvo una batalla perdida, no hay nada tan triste como una ganada».

En lo que coinciden los tiempos es que la guerra es un fenómeno inevitable y no sabemos el tiempo que tenemos para retrasarla y al menos poder reducir al mínimo sus efectos.

El terrible ejemplo de acabar una guerra con una explosión mayor que todas las habidas hasta el momento debería hacernos pensar más allá de los despliegues de tropas intimidatorios  «Ya no había nada más que temer». Era la peste atómica.

Inevitable parece perder la memoria y que se borren los mayores horrores vividos por la humanidad de consecuencias todavía sin análisis suficiente. Era una guerra, pero el final fue peor: una sola bomba que ni siquiera hizo ruido: luz y silencio. Se terminó todo.

Hasta hoy.

La estrategia analiza, la táctica mueve peones y la política desencadena lo peor cuando los intereses particulares y el afán de protagonizar la historia están por encima del corazón humano.

Un día, ante tanto horror, el hombre invento una mesa redonda donde reunirse antes de provocar un enfrentamiento. Le pusieron el nombre de Organización de Naciones Unidas. «Las Naciones Unidas nacieron oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la mayoría de los 51 Estados Miembros signatarios del documento fundacional de la Organización, la Carta de la ONU, la ratificaran. En la actualidad, 193 Estados son miembros de las Naciones Unidas, que están representados en el órgano deliberante, la Asamblea General».

Unas veces aparece y otras no. Es y no es. Al final los mismos que se enfrentan son los que toman decisiones o se limitan a hablar en tono conciliador y falso. El problema es que solo son cinco. A saber: Estados Unidos de América, Rusia, Francia, Reino Unido y China. Poder de veto. Consejo de Seguridad. Los demás son sonorosa comparsa. Nada más.

En el conflicto actual de Ucrania la primera reunión del Consejo de Seguridad (pedida por los Estados Unidos de América), ha sido este pasado lunes día 31. Ninguna Resolución ni solución. Tiempo perdido. Han salido peor que en el momento de entrar y todo se ha desarrollado entre graves acusaciones. ¿Ha servido para algo? ¿Para agravar el conflicto?

Mientras el mundo de la calle parece mirar en otra dirección y esto (creen) ni les va ni le viene.

En España la intervención en Irak echó a la gente a la calle con el famoso «No a la guerra» y la discusión estuvo manipulada con la falacia de si había o no resolución de ONU. Le costó las elecciones a un partido político a la vez que volaban un tren en Madrid con cerca de 200 muertos sin que aún sepamos quién y por qué se cometió aquel crimen.

Fue otra guerra. No igual, aunque los procedimientos, el algoritmo era el mismo. Grandes intereses energéticos. Económicos.

Hoy nadie menciona a Naciones Unidas.

¿Por qué será? Nadie responde.

En el Poder que otorga la Tierra el necio solo conoce el mal cuando ya está hecho. Y en sus manos está la decisión, no en la nuestra.

El momento se agrava y se solidifica por momentos. Como vemos tras la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. No hay Resolución.

Parece que el «No a la guerra» guarda silencio ante lo inevitable.

La presión aumenta hasta hacerse insoportable. El mundo es una olla de presión y la temperatura aumenta bajo ella.

No miren a los soldados. Pregúntense: ¿En manos de quienes estamos?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

7 febrero 2022

 

UCRANIA, LA OTAN, RUSIA, GIBRALTAR, MARRUECOS…¡UF! QUE LÍO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Porque ahora se está en el filo de una navaja para todos los aqueos, ya sea para morir sombríamente o para vivir» (Ilíada 10.173-4).

El Reino Unido se va de Europa —Brexit— no sé si militarmente eso se soporta como si nada hubiese pasado. ¿Pedirán pasaporte a sus tropas? Estados Unidos mira hacia otros rincones del mundo y le dice a Europa que pague su propia defensa y que todos deben aportar a la OTAN lo que les corresponde: dinero.

No todos somos iguales mal que nos pese. Polonia y Portugal miran la situación de manera distinta, uno mira a los rusos y otros a las melancólicas olas atlánticas. Están en los confines.

España peligra por abajo, donde se asientan los pilares del sur de Europa, que deben ser también los de la OTAN: Ceuta y Melilla. Unos los ven como los de un puente con África, otros como una ocupación colonial española.

En el medio, como Estambul, África a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente…: está Gibraltar español, pero británico ¿aliados? Esto recuerda a Ucrania, que caerá sin un solo disparo, con el tiempo, con el idioma, con el gas, con inyecciones patrioteras o, al final, unos contra otros hasta que maduren los de un lado.

El sur de España es el sur de Europa —lo digo por si el ministro de Exteriores aún no lo sabe—y a su vez es el norte de África donde los estadounidenses se instalan. Lo mismo les da una orilla que otra si es para su bien, sin decidirse por ninguna, ni echar una mano en eso de la retirada de la Embajadora de Marruecos de España que quiebra unas relaciones amorosas, que cualquier día el aliado de los americanos —Marruecos—, nos la lía con un divorcio caro y con escándalo. Largo y tedioso juego amoroso con Marruecos que aún no ha dado su fruto. Es el parto de la burra.

El juego de la Estrategia es así, nada de amigos sino de intereses. Cada uno se estrategia con quien quiere. Marruecos retira a la embajadora mientras se estrategia con los americanos.

Aquí cada uno se estrategia con quien más se le acerca. El fruto no siempre es el mismo. Un día los alemanes se estrategiaron con los rusos y se repartieron Polonia, acabaron los aliados en Dunquerque y hubo que llamar al otro lado del Atlántico.

Se encamaron, en un sueño estratégico llamado Pacto Ribbentrop-Molotov, cuyo fruto fue la II Guerra Mundial.

Aquello acabó mal y continuó en la frialdad de la guerra que parece no superamos.

Las alianzas duran diez años, como en Troya, y al décimo día hay que recurrir a Aquiles.

Desde entonces Alemania siempre se ha tentado la ropa antes de entrar en litigio.

El Almirante Schönbach, Vice de la Armada alemana, muy alejado del conflicto, allí por la India, se sintió animado y habló más de la cuenta: «La situación en la península de Crimea no tiene vuelta atrás y ya es un territorio de Rusia que no volverá», además calificó de «disparate» y de «dar a Putin el respeto que pide, y que probablemente se merece». «Incluso nosotros, la India, Alemania, necesitamos a Rusia, porque la necesitamos contra China». Cuando un militar habla se guarda silencio y se le fulmina. La guerra es una cosa política que deja a los uniformados la parte más odiosa de la misma, como queriéndose alejar la clase política de sus perversos errores. Así la cuestión no parece tener mayor importancia lo que diga un almirante. Pero es inevitable que uno se quede dubitativo ante tan rotundo pensamiento de un alto mando de la Armada alemana. Una opinión personal sin duda, pero no sabemos su extensión ni su significado. Es muy raro que ante un conflicto un militar descuide su lenguaje. Ocurre y nada pasa de cara al exterior. Por dentro están pasando muchas cosas que no quieren contarnos. Permítanme que guarde silencio.

Es inevitable pensar en el gasoducto Nord Stream 2 que une Rusia con Alemania bajo el Báltico, un proyecto terminado, de coste elevadísimo, y que tanto Alemania como Rusia defienden como económico y no político. Se abaratarán los costes para los europeos, pero no se puede olvidar que otro gasoducto cruza Ucrania el antiguo Nord Tream1 que proporciona grandes beneficios calculados en el 4% de su PIB. La Unión Europea y Estados Unidos no han hecho más que poner trabas al gasoducto del Báltico que ahora se encuentra a la espera de los certificados necesarios para inyectar gas mientras los Estados Unidos se ofrecen a vendernos  barcos con gas licuado.

No caigamos en la trampa de pensar que esta es la única razón del conflicto porque debemos ampliar el zum y ver que todo es más complejo de lo que aparenta. De ahí su sencillez, pero difícil solución, que todos saben y ninguno acepta.

Dice Alemania sobre el conflicto y su participación: «No contribuir a una mayor incertidumbre» que como está en alemán no sabemos traducirlo.

Ucrania está penetrada. Corro el riesgo de equivocarme, pero en mi opinión en Ucrania hay un conflicto enquistado que se alargará en el tiempo con una lucha compleja y turbia. Por ahora, cuando las aguas vuelvan a su lugar, habrá una guerra de milicias, muy conocida por Putin y que utilizará como batallón de avispas hasta el paso siguiente.

En el fondo de la cuestión está el temor que todos acusan de una conflagración en el corazón de Europa. Soy un viejo soldado alejado ya de los datos actualizados, pero no puedo olvidar el escenario: el terreno es siempre el mismo y los medios parecidos. El temor es el recuerdo de Dunkerque, pero es una posibilidad convencional que no creo que nadie comparta. Llegan los recuerdos de las últimas guerras y se estremece uno al pensar que podría ocurrir que el mundo no haya aprendido nada y seamos incapaces de convivir y negociar más allá de la disuasión, pero eso es imposible. O te sientas con los misiles detrás o no hay nada que dialogar.

Ese es el mundo que nos hemos dado.

Claro que como para fiarte de los progresistas, sostenibles, repartidores de miseria y vendedores de humo, como el comunista del no a la guerra, y el sí a la miseria.

Todo lo que les digo no es para tomar parte de uno u otro lado, como parece que ahora está de moda en el conflicto de Ucrania. Lo que quisiera decir es que la Defensa no es un problema que haya que desatender, sino que el problema es entenderla como la entiende nuestro presidente del Gobierno y sus aliados, comunistas, independentistas y herederos de los terroristas: «Sobra el Ministerio de Defensa», y en ello están. Así, tal y como están las cosas, nos da lo mismo que vengan por el norte, sur, este u oeste. Sean bienvenidos y hasta la cocina: por tierra, mar, aire, ministerio del Pensamiento o por el ciberespacio.

Hay una máxima de Chang Yu que dice: «Clavad una cuña entre el soberano y sus ministros; o, si no, enemistadle con sus aliados. Sembrad entre ellos las sospechas mutuas, de manera que reine en ellos el malentendido. Así podréis conspirar contra ellos».

Si tienen dudas pueden mirar al otro lado y un poco más allá.

Huyamos de los conspiradores. «Porque ahora se está en el filo de una navaja para todos los aqueos, ya sea para morir sombríamente o para vivir. (Ilíada 10.173-4)».

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

1 febrero 2022