MADRID CUMBRE DE LA OTAN. ¿ES ESPAÑA UN SÓLIDO ALIADO? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

OTAN: Seguridad ante todo y todos.

La anterior Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid el año 1997 reunía en el Palacio Real de Madrid a los Jefes de Estado mientras los primeros ministros y de Defensa lo hacían en el Palacio Real de El Pardo. La reunión de El Pardo estuvo a punto de suspenderse por un triste y grave motivo que había sucedido el día anterior. Todo se resolvió y casi nada trascendió de aquel hecho, que poco tenía que ver con la OTAN, aunque alguno lo pensó en un principio.

Lo que hay detrás de las bambalinas del escenario de una Cumbre de la OTAN pocos lo saben y los usos, un tanto teatrales, de algunos mandatarios como de sus séquito quedan solo para una exhibición de poder que en los tiempos actuales debería ser revisada.

La mayor y más eficaz seguridad que a lo largo de mi vida, y han sido muchas, he visto y comprobado tenía una característica: no se notaba.

El espectáculo suele atraer a las moscas y son muchos los convidados que asisten sin entrada y que pretenden una cosa u otra distintas al minuto de gloria.

El músculo debe sacarse donde se debe y no solo donde se puede.

Sin duda que la seguridad en España es ejemplar y gozan nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Policía Municipal de Madrid (excelente, eficaz y correcta siempre, muchas veces olvidada), de un prestigio bien ganado y que debería ser un orgullo para todos nosotros.

Decía el fundador de la Legión española, general Millán-Astray: «¡Gorros y chambergos, capotes y sandalias, camisas descotadas, correajes, oficinas, motocicletas, calabozos y guantes de manopla! Sois el vestuario, las bambalinas, los telones; pero el escenario está en otros lugares y allí… ¡Es la tragedia la que se representa!».

Lo entendemos todos.

El entramado que hay detrás de todo esta parafernalia es más externo que de resultados reales que suelen venir acordados y firmados antes de la celebración.

Ahora la pregunta es: ¿Qué saldrá nuevo de esta Cumbre de la OTAN en Madrid?

Dice Biden:

—España es un aliado indispensable.

¡Hurra! Y a pagar. Es un buen mensaje para el Gobierno, el mismo que protesta en las calles y que pinta pacifistamente la Escuela de Guerra del Ejército español sin que nadie lo impida. . Los mismos, unos vestidos con casco de guerra y otros a cascar la OTAN. Los centinelas se han retirado esperando la aurora

Cuando respondía el presidente español a Biden sonaba como la Cumbre de Aznar con Bush, la de las Azores, tan criticada.

—Puede contar con España como sólido aliado.

Nos vamos dando cuenta de lo del Sahara y otros enredos inexplicables e inexplicados.

¿Dónde está la ONU? Se oía por detrás que parecía ser un murmullo albar, como tomillo albar, como ministro de exteriores avergonzado.

«Como señor de todas las cosas, la guerra a unos hace libres y a los otros siervos» (Heráclito de Éfeso).

El invierno se acerca y antes hay que tener resuelto lo de Ucrania. El dinero es el rey de la guerra. O pagáis o no hay nada que hacer. En la lista negra figura el anfitrión de la Cumbre que se cree que con una cena y dos paseos será el Jefe de la OTAN a la que parte de su Gobierno insulta.

No sabemos nunca lo que realmente saldrá de esta Cumbre que solo tiene un nombre: Ucrania. Eso es todo. La guerra hay que pagarla porque está a la puerta de vuestras casas y llega el invierno. Se os cuelan por el este y por el sur, es decir nada ha cambiado. El sur de Biden no es el Caribe, sino sus huracanes.

Ya habrá tiempo de hablar de otras cosas, de la paella y los comunistas. La Alianza se demuestra pagando, con dólares mejor que con soldados.

Ahora se trata de recomponer el puzle herido, de admitir, o no, a otros; de saber hasta dónde llegamos, y eso será lo que lo que la política estadounidense, no Biden, diga y por allí los cañones suenan muy divididos, así que venir a Europa a buscar la unidad está difícil, pero Europa no es nadie sin Estados Unidos. La guerra de nuevo en Europa y de nuevo la Europa grecorromana se vuelve anglosajona. Lo que complica la situación.

«A uno que le preguntaba a M. Licinio Craso en qué momento levantaría el campamento le respondió: “Tienes miedo de no oír la corneta?».

El cornetín Biden toca a arrebato.

—¿Podrá contar con España como sólido aliado?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

29 junio 2022

 

ANÁLISIS DE HECES: «IROS A LA MIERDA» Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Iros a la mierda»

Perdón. Son palabras que nos dirige el perseguido por la justicia que se dedica a vivir del cuento mientras insulta a los españoles desde esa frágil Europa que le ampara y por tanto desampara a España.

No sé a quién quiere mandar a ese lugar donde él se encuentra y por supuesto no cabemos todos, sino, quizá, alguno de sus correligionarios; no más.

«Tornó otra vez a probar ventura, y sucedióle también, que sin más ruido ni alboroto que el pasado, se halló libre de la carga que tanta pesadumbre le había dado. Mas, como don Quijote tenía el sentido del olfato tan vivo como el de los oídos y Sancho estaba tan junto y cosido con él, que casi por línea recta subían los vapores hacia arriba, no se pudo excusar de que algunos no llegasen a sus narices; y apenas hubieron llegado, cuando él fue al socorro, apretándolas entre los dos dedos, y con tono algo gangoso dijo:

—Paréceme, Sancho, que tienes mucho miedo.

—Sí tengo —respondió Sancho—, mas ¿en qué lo echa de ver vuestra merced ahora más que nunca?

—En que ahora más que nunca hueles, y no a ámbar —respondió don Quijote.

—Bien podrá ser —dijo Sancho—, mas yo no tengo la culpa, sino vuestra merced, que me trae a deshoras y por estos no acostumbrados pasos.

—Retírate tres o cuatro allá, amigo —dijo don Quijote (todo esto sin quitarse los dedos de las narices), y desde aquí adelante ten más cuenta con tu persona y con lo que debes a la mía; que la mucha conversación que tengo contigo ha engendrado este menosprecio.

—Apostaré —replicó Sancho— que piensa vuestra merced que yo he hecho de mi persona alguna cosa que no deba.

—Peor es meneallo, amigo Sancho —respondió don Quijote.

En estos coloquios y otros semejantes pasaron la noche amo y mozo; mas viendo Sancho que a más andar se venía la mañana, con mucho tiento desligó a Rocinante y se ató los calzones». (El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha).

Al margen de la lección de Cervantes de los modos y maneras, lo que ocurre en España en estos momentos es de la gravedad que tiene lo que sabes que viene indefectiblemente sin que nadie sea capaz de detener la tragedia. Delincuentes condenados y por causa muy grave: delinquir contra la unidad de España. Baste recordar la importancia del hecho cuando la Constitución encomienda a las Fuerzas Armadas la defensa de su integridad territorial. Sabemos que la justicia es lenta, pero segura y que cada actual tendrá que rendir cuentas de sus actos.

Esto del espionaje ha hecho perder la cabeza a muchos bachilleres que se sienten muy enfadados por no haber sido espiados. Son los que esperan siempre esa llamada que nunca llega y dicen que valen más por lo que callan que por lo que cuentan. El Congreso está lleno de leones y gatos pardos.

El caso es que solo hay un caso en esto del espionaje. El CNI cumplió con su deber de manera eficaz, aunque a veces se despiste como ocurrió con las «inexistentes» urnas del supuesto fallido referéndum. Tema resuelto el del espionaje a delincuentes y presuntos en su momento que ha terminado con un escandaloso indulto y «la mierda» del fugado y perseguido por la justicia española.

El meollo de la cuestión nadie lo destapa ni habla de él: El espionaje al presidente del Gobierno. ¿Cómo es posible? No me lo creo. Es imposible que no se supiese. Lo que dice que ha ocurrido le ha venido muy bien soltarlo en provecho suyo. Se conocía y fue investigado en sus momento sin resultados.

El grave error de principiante y que nos ha dejado a los pies de los caballos ha sido publicarlo al redoble de los tambores. Bolaños, Sánchez es una pareja quijotesca. Se les volverá en contra.

¡Son tantos los interrogantes!, que en estos momentos se sabe de «fuentes fidedignas» que todas las representaciones diplomáticas en España está alertadas y prevenidas por la inseguridad que aquí se percibe y no nos extrañaría que en la OTAN estén pidiendo explicaciones y una revisión a fondo de las medidas adoptadas para que se desarrolle en España a finales de junio la Cumbre de la OTAN que busca su norte perdido. Podría ser que en España se haya perdido el norte y el sur. Ustedes me entienden.

Justo es decirlo que la única que ha mantenido el tipo (sorprendida por el escándalo iniciado en Moncloa) ha sido la ministra de Defensa, Margarita Robles, que lo ha dicho todo sin poder decir lo que sabía, porque se debe a la dignidad de su cargo. Ha quedado rotundamente claro y es de agradecer su postura firme.

El que no dará explicaciones del olor que todo esto despide es el presidente del Gobierno al que cabria decirle como el ingenioso hidalgo «Retírate tres o cuatro allá, amigo —dijo don Quijote (todo esto sin quitarse los dedos de las narices), y desde aquí adelante ten más cuenta con tu persona y con lo que debes a la mía; que la mucha conversación que tengo contigo ha engendrado este menosprecio».

Ha perdido los cuatro puntos cardinales, pero España necesita que las urnas, incluso las perdidas, lo echen a él.

¿Es que nadie se da cuenta de lo que ocurre en España?

Ya huele, dicen los castizos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

9 mayo 2022

 

 

ACTUALIDAD DE LOS EJÉRCITOS EN OCCIDENTE General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La actualidad del los Ejércitos de Occidente, los que se supone mantienen las democracias, es decir las libertades individuales y colectivas de los pueblos, los que defienden hasta sus últimas consecuencias ese bien tan apreciado como es la libertad, se salda con una retirada.

La retirada es una acción militar, dentro de la batalla defensiva, impuesta por el enemigo como consecuencia del resultado desfavorable del combate y debe limitarse sus consecuencias estratégicas y tácticas. Este tipo de operación militar solo tiene justificación cuando se han agotado todas las posibilidades de cumplir la misión, y supone la pérdida de la libertad de acción. Es el paso inminente de la derrota. Escrito desde los tiempos de Sunzi ha sido repetido en todos los manuales de Doctrina Militar: «La retirada es un movimiento retrógrado que se efectúa ordenadamente para recuperar la libertad de acción, alejándose del adversario». Ordenadamente es un deseo que suele convertirse en quimera.

Los ejércitos occidentales desde el final de la II Guerra Mundial suman fracasos que traducidos al argot militar son derrotas bélicas; no por falta de capacidades materiales, sino por su desubicación estratégica y táctica,  fruto evidente del fracaso político de mandatarios que creían invencible —por tanto lo eran ellos— su maquinaria de hacer política con aviones, misiles e infantería.

En cualquier caso la Doctrina Militar siempre se ha cumplido: no han sido retiradas voluntarias, sino impuestas. Batallas perdidas. No suele fallar.

El caso de Afganistán está sin analizar; que sepamos. No sé si las Escuelas de Estado Mayor lo contemplan entre sus enseñanzas. No es la primera vez en la historia militar que un Ejército poderoso se ha retirado ante uno inferior y de escasas capacidades militares aparentes. Nadie ha dado una explicación a esta inversión. La historia es la única maestra, aunque somos muy malos alumnos.

Cierto es que los analistas militares serios, profundos y no mercantilizados, brillan por su ausencia, y en el ámbito político-militar cada vez se habla menos de milicia, estrategia o táctica militar y más del negocio de las armas, pandemias, técnicas de protección civil y teorías sobre el ciberespacio que parece la panacea cuando aún no hemos superado la amenaza nuclear.

Sé de quien entrena a su ejército aislado y muy lejos de toda tecnología, adiestrado para luchar contra y sin ella. En un momento determinado pueden ser unidades muy apreciadas.

El caso es que el momento actual, internacional, de los Ejércitos occidentales está marcado por una retirada, algo a lo que nos tienen acostumbrados estas políticas erráticas y contaminadas de buenismo. Es una brecha abierta en las defensas que ha encontrado el totalitarismo económico de las grandes potencias rivales que no han cambiado su estrategia desde Alejandro Magno y que saben lo que su figura significó para el mundo persa. Por donde salía —y sale— el sol.

En estos momentos Alejandro, que recorrió ganador todos los parajes hoy en conflicto, envejece sin dejar de pensar en Troya y en el Helesponto, en la muerte o la victoria, mientras Darío cambia el mundo a base de silencios y penetraciones desde las alturas a los valles.

Recurro a Jenofonte: «Si alguien les hace cambiar de actitud, de modo que dejen de pensar únicamente en lo que les puede pasar y piensen también en lo que pueden hacer, se encontrarán mucho más animosos, porque sabéis perfectamente que no es el número ni la fuerza lo que consigue las victorias en la guerra: sólo a aquellos que con la ayuda de los dioses se lanzan con ánimo resuelto contra los enemigos, la mayoría de las veces, su oponente no logra contenerlos».

La próxima Cumbre de la OTAN queda definida por un nuevo concepto: La brújula estratégica. Tiene nombre de película: Dunquerque.

Espero que me entiendan porque si no vamos listos. Retirada material y la peor: moral. Lo he explicado en muchas ocasiones:

«Queda prohibido replegarse o rendirse bajo pretexto de estar desbordado, envuelto, sin municiones o por ver retirarse a unidades o fracciones próximas. Una fuerza que se rinde sin haber agotado todos los medios de defensa, está deshonrada, y su jefe es el responsable».

Ya no hay responsables ni se exigen responsabilidades. Todo vale. Incluso rendirse.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

11 enero 2021

 

OTANno—OTANsí General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

El síndrome de la OTAN

Europa vive bajo el síndrome de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que se manifiesta en la repulsa a defenderse militarmente, pero, eso sí, que haya alguien que la defienda.

Vuelve la antigüedad a señalarnos como culpables. Europa fue Grecia y fue Roma; el Renacimiento abrió el telón a un nuevo mundo, entonces una Europa que era portadora de cultura, sabiduría y humanismo. También religión y guerra, mezcla tantas veces explosiva con un poco de todo. Austrias y Borbones, Luis XIV sobre todo; y Europa fue Napoleón, y las guerras mundiales fueron Europa, y acabó siendo Hitler quién echó el borrón que Goya había anunciado en esa metáfora de El Coloso que acabaría con todo.

Tuvo que venir la descubierta, las Américas, a poner orden al ver una Europa indefensa y empobrecida de ideas y venidas; y se quedó. ¡Cómo para irse! Fue una guerra fría, pero al fin y al cabo una guerra.

Así apareció la OTAN: que era y son los Estados Unidos de América. Los demás fueron y son convidados de piedra que no pagan.

El Secretario General de la OTAN

El noruego, actual Secretario General, Stoltenberg, da la fórmula secreta: «disuasión y diálogo». Es algo así como «A Dios rogando y con el mazo dando», pero sin dios, sin rezar y sin golpear. La fórmula tenía  un secreto, pero le han pillado: que golpeen ellos, los americanos, y que rece la tropa mientras hacen como el chiste ¿pero hay alguien más?

Si algo queda para entonces, la próxima cumbre de la OTAN se celebrará en Madrid los días 29 y 30 de junio de 2022.

El presidente Sánchez lo ha anunciado tras reunirse, o lo que sea, en Moncloa con Stoltenberg y ha señalado la concepción estratégica del futuro: «Para España es fundamental fortalecer las relaciones entre la OTAN y la Unión Europea para reforzar la responsabilidad de la Alianza en el ámbito de la seguridad humana, abarcando aspectos como la lucha contra el cambio climático y asuntos relacionados con mujer, paz y agenda de seguridad, que serán cruciales para la seguridad y la estabilidad en las próximas décadas».

Es una visión novedosa y muy estudiada por Putin y Xi Jinping. Los Estados Mayores, el Pentágono, el CESEDEN, el Sistema de Seguridad Nacional, yo que sé, estudian a fondo las palabras del presidente. ¿Para eso queremos la OTAN? Paga que diría Trump, y déjanos a nosotros no vaya a ser que confundas la OTAN con soldados sin frontera o aquello que nos decían en Afganistán «miliKK», pero acompáñame.

La OTAN se mueve ¿Un Ejército Europeo?

El Secretario General de la OTAN, sin saber a dónde mirar ni que decir, ha saltado la barrera, la que separa al toro a punto de cornear y al público entendido: «Estamos unidos y eso es el mensaje más importante que enviamos a Rusia, que no nos puede dividir. Estamos unidos en nuestro mensaje de disuasión y defensa combinado con diálogo».

Es lo que les decía: «A Dios rogando y con el mazo dando», pero no esperen que España haga algo, porque ya no reza y su presidente piensa que: «Sobra el ministerio de Defensa».

En mi opinión la OTAN o es una organización militar o no es nada. ¿Política? Es evidente. Hoy lo vemos a cada minuto que no son los ejércitos los que promueven los conflictos, sino los poderes políticos y económicos los que ponen y quitan rey.

La OTAN está para evitar conflictos, proporcionar seguridad diaria, libertad, por medios políticos y militares. Para evitar o hacer la guerra. ese es el diálogo.

Un compromiso de resolución pacífica, pero con una fuerza militar para la defensa colectiva de acuerdo con el Tratado o por mandato de Naciones Unidas. O tenemos una fuerza disuasoria y con voluntad de vencer, militar y fuerte, decidida y sin debilidades o todo será inútil.

De eso es de lo que hay que hablar. Ser más fuertes y creíbles. Europa hoy no es ni lo uno ni lo otro.

Por último: ¿Quién paga la factura?

No insistan: por ahora no hay ni rastro de un Ejército Europeo. Creo que no lo habrá a medio plazo. Es historia.

Lean.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

15 octubre 2021

 

TOQUE DE RETRETA 16.- DINERO, DINERO Y DINERO Adolfo Coloma

Una cumbre de la OTAN no es cosa cualquiera. Y mucho menos cuando a ella asiste el presidente del país que más contribuye a los gastos corrientes de la organización (a los otros también) y con un mensaje nítido para todos sus “homólogos”: No es justo que mi país corra con una parte desproporcionada de los gastos para la defensa común de los países que integran la alianza. Hay que hacer un esfuerzo.

Cierto es que, en términos militares, no todo lo que cuenta es el gasto o la inversión, hay otro muchos factores que también suman en tan importante como delicado asunto cuya competencia es exclusiva del Estado. Por ejemplo, la determinación de un país para defenderse a sí mismo y a contribuir a la defensa de sus aliados, el tejido industrial y la capacidad energética, la disposición de un sistema de reserva y movilización eficaz, los servicios de inteligencia; por citar alguno de ellos.

Ciertamente que la contribución nacional a misiones en provecho de la paz allende las fronteras ha de ser computada en el haber de un país, pero sin olvidar que los soldados implicados en tales misiones, se emplean por la idoneidad que supone el instrumento militar,  por su disponibilidad, organización, disciplina, métodos, en definitiva por sus capacidades, para hacer frente con eficacia a estas crisis sobrevenidas. Pero no olvidemos que la misión que la constitución asigna a las Fuerzas Armadas en su artículo 8, no es otra que “garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.”

Tan cierto como que no es una tarea ardua el adaptar a un soldado bien instruido o a una unidad bien adiestrada en las misiones para las que ha sido concebida, a las propias  de las operaciones de apoyo al mantenimiento de la paz, como bien se está demostrando en todos los escenarios en los que se mueven nuestros soldados, marinos y aviadores. Pero la Reciproca no tiene por qué ser cierta. Las capacidades que se requieren hoy en día para la defensa de un Estado, en un conflicto de media/alta intensidad, junto con la rapidez con la que se puede llegar a la culminación de tal conflicto, no dejan lugar ni para la improvisación ni para la constitución dilatada en el tiempo de tales capacidades.

Así lo ha manifestado el JEMAD a todo el que se ha interesado por ello, militar, periodista o congresista. Pero no parece haber obtenido más allá que el reconocimiento de unos por su gallardía y puede que una palmada en la espalda por los otros. Y mientras tanto, hay que decirle al “Primo de Zumosol” que en esto de compartir equitativamente las cargas, ni estamos ni se nos ha de esperar.

¿Y las elecciones generales, para cuándo?

Adolfo coloma

Blog generaldavila.com

11 julio 2018