El análisis que sobre la guerra en Ucrania podemos hacer en momentos como los actuales es preocupante. Todo parece detenido y la información se desvanece sin indicarnos el camino que lleva la guerra. Pero la cruda realidad es otra.
Como ya he escrito en otra ocasión la guerra ha logrado un primer objetivo: acostumbrarnos a vivir con ella como si nada ocurriese. Ha venido para ser nuestra compañera durante muchos años.
Guerra Fría convertida en guerra caliente y su temperatura dependerá del lugar donde te encuentres.
Con esta mala costumbre y el silencio político, militar e informativo, cada vez con mayores probabilidades puede ocurrir tanto lo esperado como lo inesperado. Los datos los manejan unos mientras los otros bebemos en aguas contaminadas.
La guerra sigue y hay factores en los que conviene centrarse para adivinar lo que puede ocurrir. Opiniones de unos y otros, las más son subjetivas, pero bueno es aceptar el abanico de posibilidades y contemplar todas a pesar de los posibles errores de apreciación.
Analicemos lo que ante nosotros tenemos:
—Se ha suscitado una fuerte polémica por la entrega de material de alto rendimiento y potencia bélica en la guerra como son los Carros de Combate Leopard2E, Challenger (británicos), M1 Abrams estadounidenses (incluso antiguos M60) y helicópteros británicos, lo que podría cambiar el rumbo de la guerra. Alemania se muestra remisa a permitir la entrega de los Leopard. No quiere provocar ni romper de manera definitiva con la amarra que le une a la energía.
Pero Rusia amenaza con un ataque en toda regla. No hay tiempo que perder.
En el mapa que les muestro pueden hacerse una idea de la situación. El pasado día 14 enero, Rusia daba señales de sus intenciones. Los bombardeos de ese día y anteriores (ver croquis), demuestran que el planeamiento ruso pasa actualmente por atacar con artillería y misiles las rutas de abastecimiento y entrada de material de guerra occidental (marcadas en azul en el croquis) y «ablandar» con su artillería los lugares por donde su planeamiento se prepara para lanzar su ofensiva. Sin hacerlo de una manera expresa parece que sus intenciones, como ya venimos insistiendo, están en seguir con una fuerte presión sobre Kiev y lanzar dos ataques, uno por Jarkov, que envolvería a las tropas ucranianas, y otro por el sur (Donets)) en dirección a Zaporiyia, todo ello combinado con una defensa sin idea de retroceso desde Jersón a Zaporiyia apoyándose en el río Dniéper. No queda claro en qué dirección marcará el esfuerzo principal, pero en cualquier caso su objetivo táctico es cerrar la línea Jarkov-Jersón combinado con una amenaza permanente a Kiev apoyándose en Bielorrusia.
Las tropas movilizadas parecen estar preparadas y la llegada de material pesado al frente ruso para incorporarse a las unidades está ya en marcha hace días. Por otro lado Putin ha activado a la industria bélica hasta de manera amenazante.
Solo la entrada urgente de material occidental podría equilibrar esta previsión que incluso podría volverse en contra de Putin y sufrir una definitiva derrota si el Ejército de Ucrania se adelanta. De ahí la urgencia e insistencia de Zelenski en sus peticiones de más y mayor potencia de material de guerra. Solo el azar sabe lo que en estos próximos meses va a ocurrir.
Sin duda el frente no ha variado, es muy amplio, exige muchas unidades tanto para el ataque como para la defensa por lo que Putin juega con una baza importante: la amenaza por el norte (Kiev) para sustraer fuerzas ucranianas en la defensa de la capital. Putin atacará apoyando su flanco derecho (oriental) sobre el río Donets y el izquierdo (occidental) sobre el Dniéper en un frente de unos 200 kilómetros. El triángulo Jarkov-Dnipro-Lugansk debe ser suyo por lo que la actual presión al sur de Bajmut, camino de Jarkov, centra todos sus esfuerzos.
El paso que está dando Ucrania en cuanto a la ayuda de material pesado de guerra por parte occidental es importante ya que hasta ahora no se ha dado ningún enfrentamiento acorazado ni gran batalla que entre en los anales del arte militar. Podría llegar ese momento en breve. Los movimientos de material y los cambios doctrinales en la táctica lo anuncian.
Esto es lo que vemos sobre el mapa y lo que las informaciones parecen anunciar. Luego queda analizar junto a Clausewitz la fricción.
De lo que hablaremos en otro momento.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez