FINAL DE LA GUERRA EN UCRANIA SEGÚN LA INTELIGENCIA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Todos expectantes. Nada nuevo. Ataques, bombardeos, declaraciones: nada decisivo. No hay profetas en la guerra. Las máquinas de Inteligencia Artificial (IA) trabajan analizando millones de datos, son el nuevo Estado Mayor que proporciona el necesario análisis antes de que el general tome una decisión. Podría ser que ya ni exista tal general y que sea la misma máquina la que adopte la decisión: la mejor de acuerdo con los datos analizados. Si apuestas contra la máquina la sentencia será inapelable: es el dios del Olimpo al que hay que obedecer.

De esta guerra no sabemos nada. Repito: nada.

Nunca hubo tanta confusión: mentira, inflación de verdades, manipulación y peligro florecen en este campo de batalla que se extiende hasta el rincón donde anida el diablo espinoso. Todo es guerra.

¿Qué interesa de esta guerra?

Al conjunto: nada.

A la mayoría: que no le afecte.

Algunos: toman partido.

Pocos: siguen su evolución.

Menos: analizan y opinan.

Así hasta los que la viven de manera directa que callan y sufren.

El gran defecto del mundo actual es el mismo que el de la Inteligencia Artificial: todos saben de todo y opinan de todo, como hijos de Atenea. A la hora de operar el corazón ¿te dejas abrir el pecho por cualquiera?

Todos, y esto parece claro, pretenden saber cuándo va a acabar. La respuesta más sencilla y con el cien por cien de acierto es: nunca.

Es de Maquiavelo, quizá el que más y mejor escribió Del arte de la guerra: «Siempre, en lo que yo recuerdo, o bien se hizo la guerra o bien se discurrió cómo hacerla; ahora discurrimos, dentro de nada la haremos; y cuando la hayamos acabado volveremos a discurrir sobre ella».

Preguntamos a la inteligencia natural del hombre y a la Artificial (IA):

Espejo mágico: ¿quién ganara la guerra? Estas son las hipótesis

—Victoria de Ucrania.  La inteligencia natural lo ve imposible, la Artificial (IA) es impredecible en su contestación. Divaga para decir, forzada, que sí, que es posible.

—Derrota militar rusa. Retirada de las tropas rusas y Putin humillado: nunca jamás. Impensable. IA lo contempla porque desconoce los sentimientos (por ahora).

—Solución nuclear. La fricción, el azar es parte de la guerra. No descartable. Alta probabilidad porque escondería la derrota de todos. Solución ante lo que no la tiene. La Inteligencia Artificial (IA) le da altas probabilidades.

—El final: solo una conmoción interna dentro de Rusia que acabe con Putin pondría punto final. ¿Sería mejor lo que viniese después? La Inteligencia Artificial da altas probabilidades pero no sabe muy bien lo que significa «lo que viniese después».

—Victoria militar y política rusa. En una de las hipótesis la Inteligencia Artificial ha contestado que el análisis de datos (macrodatos) da en estos momentos la victoria a Rusia por las consecuencias irreversibles que hasta ahora ya ha tenido la guerra que ha logrado una modificación estructural en las relaciones internacionales, un cambio de liderazgo y una polarización del poder, algo  irreversible y complejo; los ejércitos de todas las naciones están desconcertados, los centros de prospección de la guerra no saben, y el poeta ya escribe una nueva Ilíada. Estamos en el segundo año, cuando lo definitivo serán «los 51 días en el décimo y último año de la guerra de Troya». La máquina ha leído la Ilíada y eso le ha creado verdadera agitación cuántica.

—Nunca habrá empate. La guerra es un paso más hacia otra peor tanto para los teóricos vencedores como para los derrotados.

Un final de guerra lo describe Leon Tolstoy en una de las novelas que más se acerca a la realidad de la guerra. No había arma nuclear:

«Todo acabó, empero, cuando se instalaron en las casas. El ejército dejó de serlo en cuanto entró en las suculentas mansiones desocupadas. A partir de entonces ya no estuvo formado por soldados ni tampoco por habitantes, sino por una cosa intermedia que recibió el nombre de merodeadores. Cuando, cinco semanas después, estos hombres salieron de Moscú, ya no constituían un ejército, sino una banda de forajidos que se llevaba consigo lo que juzgaba más valioso o necesario. Ya no anhelaban conquistar, sino conservar lo robado». Todos se llevan lo que no es suyo. Así acabará: codicia.

Podrá terminar la guerra en Ucrania, la invasión tendrá una u otra solución, pero lo que no acabará nunca es la guerra.

Antes tendrá que desaparecer el hombre. Todo es posible.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

25 junio 2023

Blog: generaldavila.com

GUERRA EN UCRANIA 5. EL REARME. SE AGRAVA LA SITUACIÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

El análisis que sobre la guerra en Ucrania podemos hacer en momentos como los actuales es preocupante. Todo parece detenido y la información se desvanece sin indicarnos el camino que lleva la guerra. Pero la cruda realidad es otra.

Como ya he escrito en otra ocasión la guerra ha logrado un primer objetivo: acostumbrarnos a vivir con ella como si nada ocurriese. Ha venido para ser nuestra compañera durante muchos años.

Guerra Fría convertida en guerra caliente y su temperatura dependerá del lugar donde te encuentres.

Con esta mala costumbre y el silencio político, militar e informativo, cada vez con mayores probabilidades puede ocurrir tanto lo esperado como lo inesperado. Los datos los manejan unos mientras los otros bebemos en aguas contaminadas.

La guerra sigue y hay factores en los que conviene centrarse para adivinar lo que puede ocurrir. Opiniones de unos y otros, las más son subjetivas, pero bueno es aceptar el abanico de posibilidades y contemplar todas a pesar de los posibles errores de apreciación.

Analicemos lo que ante nosotros tenemos:

—Se ha suscitado una fuerte polémica por la entrega de material de alto rendimiento y potencia bélica en la guerra como son los Carros de Combate Leopard2E, Challenger (británicos), M1 Abrams estadounidenses (incluso antiguos M60) y helicópteros británicos, lo que podría cambiar el rumbo de la guerra. Alemania se muestra remisa a permitir la entrega de los Leopard. No quiere provocar ni romper de manera definitiva con la amarra que le une a la energía.

Pero Rusia amenaza con un ataque en toda regla. No hay tiempo que perder.

En el mapa que les muestro pueden hacerse una idea de la situación. El pasado día 14 enero, Rusia daba señales de  sus intenciones. Los bombardeos de ese día y anteriores (ver croquis), demuestran que el planeamiento ruso pasa actualmente por atacar con artillería y misiles las rutas de abastecimiento y entrada de material de guerra occidental (marcadas en azul en el croquis) y «ablandar» con su artillería los lugares por donde su planeamiento se prepara para lanzar su ofensiva. Sin hacerlo de una manera expresa parece que sus intenciones, como ya venimos insistiendo, están en seguir con una fuerte presión sobre Kiev y lanzar dos ataques, uno por Jarkov, que envolvería a las tropas ucranianas, y otro por el sur (Donets)) en dirección a Zaporiyia, todo ello combinado con una defensa sin idea de retroceso desde Jersón a Zaporiyia apoyándose en el río Dniéper. No queda claro en qué dirección marcará el esfuerzo principal, pero en cualquier caso su objetivo táctico es cerrar la línea Jarkov-Jersón combinado con una amenaza permanente a Kiev apoyándose en Bielorrusia.

Las tropas movilizadas parecen estar preparadas y la llegada de material pesado al frente ruso para incorporarse a las unidades está ya en marcha hace días. Por otro lado Putin ha activado a la industria bélica hasta de manera amenazante.

Solo la entrada urgente de material occidental podría equilibrar esta previsión que incluso podría volverse en contra de Putin y sufrir una definitiva derrota si el Ejército de Ucrania se adelanta. De ahí la urgencia e insistencia de Zelenski en sus peticiones de más y mayor potencia de material de guerra. Solo el azar sabe lo que en estos próximos meses va a ocurrir.

Sin duda el frente no ha variado, es muy amplio, exige muchas unidades tanto para el ataque como para la defensa por lo que Putin juega con una baza importante: la amenaza por el norte (Kiev) para sustraer fuerzas ucranianas en la defensa de la capital. Putin atacará apoyando su flanco derecho (oriental) sobre el río Donets y el izquierdo (occidental) sobre el Dniéper en un frente de unos 200 kilómetros. El triángulo Jarkov-Dnipro-Lugansk debe ser suyo por lo que la actual presión al sur de Bajmut, camino de Jarkov, centra todos sus esfuerzos.

El paso que está dando Ucrania en cuanto a la ayuda de material pesado de guerra  por parte occidental es importante ya que hasta ahora no se ha dado ningún enfrentamiento acorazado ni gran batalla que entre en los anales del arte militar. Podría llegar ese momento en breve. Los movimientos de material y los cambios doctrinales en la táctica lo anuncian.

Esto es lo que vemos sobre el mapa y lo que las informaciones parecen anunciar. Luego queda analizar junto a Clausewitz la fricción.

De lo que hablaremos en otro momento.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com