Se suele decir que sólo la muerte nos iguala a todos, al menos en lo vital. Pero también los años unen mucho, al menos en lo económico cuando nos alcanza la jubilación. Bueno, los soldados lo solemos llamar “el retiro”, porque la jubilación viene a ser como la dispensa por edad o decrepitud del oficio que uno practica y en eso de defender a España no nos jubila nadie. Preferimos pues llamarlo retiro, por cuanto supone el abandono del campo de batalla, pero no el seguir luchando y entendiendo la vida como un servicio.
Y mirando al interior de los muros de la patria mía, de la patria nuestra,vemos que no vamos a poder esperar con sosiego ese momento supremo en el que seamos llamados a dar novedades tras cesar todos nuestros servicios. Amigos, conocidos, gente de nuestra edad, a muchos de los cuales tuvimos en filas cuando les correspondió hacer el servicio militar, y ¡vaya si sirvieron! con entrega, lealtad y casi sin preguntar por qué; vemos ahora salir en tromba de sus casas, ocupar las calles y alzar sus voces en demanda de…..lo que les corresponde después de una vida laboral contribuyendo con su trabajo al engrandecimiento de su país y con sus impuestos a su sostenimiento , particularmente al de los que por razones de edad, ya no podían seguir en la brecha.
¡chungo!
Hemos conocido otras tierras porque se nos ha mandado y otras gentes porque hemos querido aprender de ellas. Y si algo hemos encontrado que les una por encima de los conflictos en que se han visto inmersos, es el respeto, la veneración y el cuidado de sus mayores. Todos, sin distinción de clanes, religiones o facciones en lucha; lo hacen porque se lo merecen y porque ya no pueden dar más. No porque representen un buen caladero de votos que puedan arrimar el ascua a la sardina de nadie.
¡Chungo!
Adolfo Coloma
GB (R) del ET
Blog generaldavila.com
25 febrero 2018
