Creo que no hay antecedentes de algo parecido. Que el Gobierno se permita el lujo de negar la participación de los Ejércitos en un acto como es el 2 de mayo en España se escapa a sus atribuciones y es un uso partidista de las Fuerzas Armadas. Abuso. Dudo hasta de su legalidad.
La utilización en modo caprichoso de las Fuerzas Armadas es propio de lo que somos: una democracia asistida, en la unidad de cuidados intensivos, más próxima a Cuba y Venezuela que a la libertad. España se bate entre comunidades, no adversarias, sino enemigas. O eres de los míos o ni agua. Es evidente lo de la Comunidad de Madrid.
Esto en democracia no puede darse. Los Ejércitos no son moneda de cambio. Sus generales en la Cúpula no deben jamás aceptar esta manipulación, sí obedecer y asesorar, pero demostrando que hay límites, que no todo es válido. Irse a tu casita una vez explicada la situación es todo un honor derivado de cumplir con tu deber. Claro que se está muy bien en el pódium y además detrás de ti hay mil que esperan a que te vayas. Eso, (tal que así-con perdón-), decía a sus compañeros quien más manda. No dimite.
Podría enumerar los actos en los que participan las Fuerzas Armadas y que no entran entre sus misiones, cívicas o no. Participar en un acto como el 2 de mayo en la Puerta del Sol de Madrid es obligado y pertenece a la riqueza cultural y a la esencia de una nación ejemplo de libertad.
Mis palabras están muy alejadas de la lucha política. No me acerco a ninguna ideología, ni apoyo a unos ni a otros. Las Fuerzas Armadas no son de ninguna y no hay opción política, por muy en el Gobierno que esté, que pueda hacer uso de su destino que no es otro que el que la Constitución le otorga y no el mandato de un partido político.
El 2 de mayo es una conmemoración única para demostrar lo que significa pueblo y Ejército, Ejército y pueblo, el sentido auténtico de soberanía nacional, integridad territorial y respeto a la Ley y tradiciones. Ese significado nunca puede inducir a temor ya que siempre es la medida de lo que es España. Libertad.
Ya en la DANA vimos claras señales de incumplimiento de la neutralidad política por parte de algún miembro de las Fuerzas Armadas, lo vimos con la COVID y son signos de evidente preocupación.
Perdonen un paréntesis obligado de algo que acabo de conocer. Es significativo ver en el Boletín de la Guardia Civil del día 29 de abril el nombramiento de la señora María Gámez Gámez «Guardia Civil Honoraria». Fue Directora General de la Guardia Civil, cargo del que dimitió. Un puesto político nunca debe se recompensado con un nombramiento o condecoración militar. Por decoro. La Guardia Civil no pertenece a las Fuerzas Armadas, pero es un Instituto armado vinculado a las FAS. Es solo un pequeño ejemplo.
La opción política de un militar es solo la de respeto y disciplina. Respeto a la Ley y obediencia a las órdenes, gusten o no, pero nunca dejarse arrastrar por la escalilla ni por la puerta giratoria.
Aquí la más principal hazaña es obedecer… y sin mirar cómo nace se mira cómo procede. Con lupa.
Llevamos ya demasiado tiempo sin saber quienes son las Fuerzas Armadas, en un silencio de su Cúpula obligado y manipulado, mal pagadas y mal utilizadas. Ha habido suficientes situaciones de riesgo para que nos hubiesen informado de primera mano. Nunca ha sido así. En Europa nos sonríen y en la angostura de Estrecho nos torean y cortan nuestros circuitos, pero las puertas se nos cierran; no nos dejan entrar ni oír.
Mañana se prohíbe políticamente la presencia en la Puerta del Sol del Ejército de todos los españoles en el gesto más ruin y antidemocrático que hemos visto y padecido. Madrid no es enemigo de nadie, sino la Capital de España y el 2 de mayo representa a todos los españoles envueltos en la libertad. ¿Es eso lo que molesta?
Un buen momento para que la Cúpula militar hubiese dimitido, aunque haya miles detrás para ocupar su lugar. Aquí todos nos conocemos. Obedecer no siempre es complacer.
Los símbolos se alejan. Bajan al lugar que no les corresponde. Pierden su irrenunciable lugar, que es de todos y no de su exclusividad. Al que se deben. La ruptura es evidente. El símbolo se cae y con ello la nación.
Por mucho Estado que se crean ser. Quizá se trate de eso y no nos hayamos enterado de que están todos de acuerdo.
El pueblo es solo eso: pueblo.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
2 de mayo 2025