GUERRA EN UCRANIA 1.- LOS NUEVOS MOVIMIENTOS TÁCTICOS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

LA GUERRA

-Dadas las circunstancias bélicas a las puertas de la Unión Europa, cada vez más afectada, sin verse el horizonte de pacificación.

-Ante el que podría ser un inminente cambio en el escenario bélico en Ucrania donde se vislumbran próximas acciones tácticas y novedosas operaciones.

-Al no existir en nuestra querida España una información fluida, técnica y creíble sobre el acontecer de la guerra:

Vamos a iniciar un seguimiento analítico de los hechos partiendo de la actual situación y añadiendo cada día el punto de vista de lo que a nuestro juicio puede marcar el devenir de esta guerra que en principio se muestra larga, confusa y en la que cualquier situación más o menos grave está entre las hipótesis a contemplar.

Cada artículo llevará el título de «Guerra en Ucrania» y serán numerados según vayamos publicándolos. Cualquier información que nos pueda ayudar a interpretar lo que está ocurriendo en el campo político, táctico, logístico o cibernético estaremos encantados de recibirla en generaldavila1@gmail.com.

Empezamos la serie.

GUERRA EN UCRANIA 1.- LOS NUEVOS MOVIMIENTOS TÁCTICOS

«Si la guerra fuese exclusivamente una ciencia el hombre dejaría de hacerla. Ni siquiera merecería la pena escribir sobre ella. Es más que ciencia, algo íntimo, intrínseco a su naturaleza: un arte. Por ello la narra en hexámetros un supuesto poeta: Homero. Desde entonces, a pesar de que la voluntad de destrucción del ser humano no tiene límite, sigue siendo el arte la única capacidad o habilidad de la que dispone para acabar con ella con una cierta dignidad» (Jenofonte V).

De la estrategia mejor no hablar. Nada ha cambiado. Rusia quiere Ucrania a toda costa y ha llegado a una situación política que en sus pretensiones estratégicas no cederá un palmo, sino todo lo contrario: querrá más y con más violencia. Solo un cambio interno, posible en la lucha por el poder del Kremlin, podría originar otra estrategia, pero sin olvidar que esa hipótesis puede traducirse en algo peor que Putin: Putin a la enésima potencia. La nuclear razón de los nucleares dirigentes del ruscismo más ortodoxo.

Acción Ejército Ruso: Escudo al sur, espada al este. Mantenerse fuerte en orilla oriental del Dniéper de Jersón a Zaporiyia. Embolsar al Ejército ucraniano (Ataque combinado Jarkov-Dnipro). Permanente amenaza sobre Kiev. Acción Ejército Ucrania. Recuperar territorio por el Este. Mantener el terreno ganado. Cruzar el Dniéper por el sur y envolver al ejército ruso privándole de Crimea. (Un dibujo elaborado por «Jenofonte V»)

Hablemos de la situación táctica porque nos atrevemos a decir que en cualquier momento puede sufrir notables cambios. Nadie parece mojarse en esta clase de predicciones y hacen bien porque hay escasa información y muy pocos tácticos que estudien los factores de la decisión y se atrevan a pronosticar las posibles maniobras de las unidades militares. Sería imprudente y algo temerario. Pero también es verdad que todos los comentaristas de la guerra, me incluyo, dan la impresión de hablar de lugares comunes, de explicar lo que ha pasado sin decir una sola palabra de lo que puede pasar y eso no parece muy justificable ni profesional. Conviene correr el riesgo de equivocarse siempre que el error sea justificable después de haberlo cometido tras un estudio riguroso de la situación, en la que se hayan analizado los factores de misión, terreno, enemigo, medios, ambiente y todo el conjunto de posibilidades que esta guerra trae como novedad: ciencia, tecnología y nuclearización. Nunca me cansaré de repetir: miren el mapa, sitúense y analicen la geografía.

Corramos el riesgo.

Posibles movimientos tácticos próximos

En estos momentos la situación es de frentes estabilizados.

Nos trae recuerdos de la primera guerra de Crimea (1853-1856) donde las armas de fuego de precisión se imponen y surge la nueva táctica en la que el fuego suple a la bayoneta gracias al fusil rayado. Es la guerra de la distancia y el fuego. Escenas de una vieja escuela que trae también los peores recuerdos de la Primera Mundial.

En Ucrania el momento actual es el de una guerra de desgaste de artillería y misiles, drones, munición guiada. Infundir terror y agotamiento material y moral: deplorable el mando, la conducción táctica, la logística, la información y la moral.

Estos momentos de combates locales no decisorios y de incertidumbre llegan impuestos por el desgaste de hombres y materiales y por la climatología de la época. Sigue la guerra de la información penetrante que pretende por un lado desorientar y por otro adivinar los próximos movimientos del contrario. Los habrá.

Las tropas rusas despliegan desde Jarkov hasta Jersón, casi 600 kilómetros de frente, y combaten en un único conjunto que pretende actuar como el guerrero que porta el escudo en el brazo izquierdo y la espada en el derecho. En este caso el escudo lo forma la línea del frente de defensa que sobre el Dniéper va de Jersón a Zaporiyia, unos 300 kilómetros, en la orilla oriental del río. La espada la blande el ejército ruso en el Dombás presionando a base de ataques locales, auténticos golpes de sable y apoyado por la jabalina y las flechas que ahora son los drones y misiles que caen allí donde más daño hacen a las infraestructuras. La presión hace girar el conjunto en sentido contrario a las agujas del reloj con el punto fijo en la línea sur del Dniéper. Es el giro de la guerra, la metáfora de un mundo que se dispone a modificar su movimiento contrario al tiempo medido hasta ahora. Como la Tierra.

El ejército ucraniano embebido en evitar esa acción de gladiador que le lleve a retroceder lucha contra la espada rusa a la espera de poder romper el escudo sobre el Dniéper por la zona de Jersón y así dejar abierto el camino de Crimea, que sería la derrota de Rusia. Dos acciones enfrentadas por ahora sin resolución definitiva. Alguno de los dos debe pasar irremediablemente a la definitiva ofensiva. No hay otra alternativa para vencer en una guerra que se muestra lenta, pesada e interminable. Dependerá mucho del flujo armamentístico y de la moral de la retaguardia. La industria armamentística empieza a resentirse por parte rusa que debe buscar aliados que le proporcionen armas. Una nueva movilización está en marcha, urgente a la vez que polémica. La matanza de reclutas rusos en Nochevieja en el recinto militar de Makiivka ha abierto una herida de difícil curación. Hay junto al dolor una rabia contenida y reproches a los jefes militares rusos que puede hacer mella en los ejércitos. La pregunta está en el aire:

¿Será capaz Rusia de lanzar una ofensiva por el Este, que logre embolsar al ejército ucraniano que ataca por el Donbás?

¿Será capaz Ucrania de romper la defensa rusa sobre el Dniéper en Jersón y alcanzar su retaguardia?

Son las dos hipótesis de planeamiento que, por ahora y con los datos actuales, me atrevo a contemplar. Sin olvidar que continuarán los constantes amagos contra Kiev sometida a intensos bombardeos.

Por parte rusa se contemplan las siguientes debilidades a estas hipótesis:

—Frente defensivo y de posible ataque demasiado amplio.

—Grandes dificultades para apoyar y sostener logísticamente el frente sur.

—Necesidad de una mayor movilización y entrenamiento de su ejército al que se le ve falto de instrucción y escaso de capacidades. Es muy dudosa su moral de combate que deberá reforzar.

—Dudosa capacidad en medios de apoyo: artillería clásica y misiles.

—Falta de una ayuda exterior clara y eficaz en medios y en posición política.

—El Mando y Control de sus acciones conjuntas se ve dificultado por falta de capacidades cibernéticas frente a las tropas ucranianas.

—Hasta ahora adolece de capacidad para llevar ataques por el fuego a distancias tales que corte el flujo de entrada de la ayuda militar a Ucrania.

Todo esto es corregible y podría superarlo, pero sería muy largo en el tiempo y requeriría una ayuda exterior que a día de hoy no tiene.

—Por último es factor a tener en cuenta el incierto futuro político de Putin ya que cada vez son mayores las dudas que se producen en el interior del kremlin y en el seno del ejército aparecen contradicciones sobre el mando y dirección de la guerra.

Por parte de Ucrania también es necesario hacer un análisis de las posibilidades de su única hipótesis válida que es expulsar al ejército ruso del territorio invadido. De todo su territorio.

—Su total dependencia de la ayuda exterior le hace muy vulnerable.

—Como le ocurre a Rusia, el frente de ataque y defensa es muy extenso y requiere de un esfuerzo inabarcable para un ejército de sus dimensiones.

—La movilización de tropas puede llegar a su límite y encontrarse por ello con restricciones en su capacidad de ejecución para llevar a cabo el esfuerzo principal que deberá sostener a base del fuego de sus armas. Algo insuficiente para expulsar a su enemigo si este se defiende bien en el terreno alcanzado.

—La moral y el desgaste tanto de sus unidades como el de la población civil puede decaer y entrar en debilidad y reproches a su Gobierno por no aceptar un final de la guerra pactado.

—Rigor invernal.

Vistas las posibilidades y sus limitaciones habrá que concluir que en la situación actual será el azar, la fricción clausewiana, la que mandará sobre este cúmulo de incertidumbres.

A todo ello hay que añadirle algo que condiciona la guerra no solo desde sus inicios sino desde mucho tiempo antes: lo nuclear. Esa posible utilización del arma nuclear siempre será el condicionante de cualquier decisión que se tome.

Por lo que vemos a día de hoy ninguna opción que se adopte será pacífica sino cada vez más agresiva; incluso definitiva.

Ese es el panorama que puede divisarse y hoy me he comprometido con un humilde análisis de futuro. El tiempo será quien dé o quite razones.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 enero 2023