La reciente e inesperada visita que el primer ministro de la Gran Bretaña, David Cameron, ha efectuado a Gibraltar ha puesto de nuevo de actualidad el contencioso que España mantiene con dicha nación respecto a la soberanía del peñón. No es la primera vez que escribo sobre Gibraltar, pero comoquiera que no es asunto baladí vuelvo a ello siquiera una vez más, incluso a fuero de ser reiterativo en mis argumentos. No importa. Y lo hago tomando como referencia complementaria de mi criterio a quienes son en estos momentos, en la actualidad, los paladines de la defensa de la españolidad de la Roca y me estoy refiriendo a José María Carrascal, al Capitán de Navío Liberal y a Guillermo Rocafort, estos dos últimos colaboradores de este BLOG.

Sin duda hoy mis argumentos son sus argumentos, especialmente los que mi compañero el Capitán de Navío Liberal expone en su magnífico libro “Gibraltar Base Militar” cuya lectura recomiendo vivamente a todo aquél que quiera acercarse a comprender el porqué todavía en el siglo XXI existe en Europa una colonia en territorio español.

GIBRALTAR Y LA DEFENSA Y SEGURIDAD

Han pasado más de trescientos años desde que Gran Bretaña, usurpara  la soberanía del Peñón en nombre del pretendiente al trono de España, Carlos de Austria, en la guerra de sucesión de principios del siglo XVIII. España nunca reconoció la pérdida de soberanía – pese a la firma del Tratado de Utrecht – y siempre ha querido la reversión del territorio, pero hoy me acerco al contencioso no desde esta perspectiva, que también, sino desde la relativa a la Defensa y Seguridad; en efecto, Gibraltar  supone un problema que afecta a la Defensa y Seguridad de España puesto que supone la existencia de una base militar extranjera en suelo español al  obligarnos a asumir unos riesgos no deseados. Algunos, incluso, de carácter nuclear. En la citada base es continua la entrada de buques de superficie y submarinos de propulsión nuclear; y allí reparan  las averías y, municionan con proyectiles o misiles los citados buques. Desde allí, incluso en espacios marítimos de soberanía inequívocamente española, se desarrollan actividades militares ajenas a nuestros intereses, cuando no contrarias a ellos. Al mismo  tiempo recordemos que el aeródromo militar que allí existe está construido en el istmo español, en un terreno que nunca fue cedido y del que los británicos jamás han sido capaces de presentar un documento válido internacionalmente que justifique su ocupación. Gibraltar constituye, además, una fuente de riesgos nada despreciables por las maniobras que ejecutan los aviones a escasos centenares de metros de La Línea de la Concepción, por los movimientos de munición, por el almacenamiento de materiales peligrosos en la cabecera de poniente de la pista, frente a La Línea e incluso por la posibilidad de sufrir un ataque terrorista. Por otro lado las capacidades de Gibraltar para el espionaje de comunicaciones resultan notoriamente perjudiciales para la seguridad de las  comunicaciones españolas, civiles o militares, oficiales o privadas, sean de índole personal o económica. En resumen, la mera existencia de la base tal cual está configurada representa un serio riesgo para la seguridad de España.

Gibraltar es una base militar importante toda vez que por el estrecho de Gibraltar circulan anualmente unos 150.000 buques civiles y militares. No es necesario destacar la importancia que el control del tráfico marítimo representa para la economía mundial y en especial para la de los países europeos y si analizamos este tráfico desde la perspectiva militar, tanto en tiempos de paz como de guerra, requiere nuestra atención el paso de los submarinos en inmersión especialmente la de los nucleares o de aquellos dotados de sistemas AIP que permiten inmersiones prolongadas sin necesidad de hacer superficie. Las aguas del estrecho de Gibraltar son profundas y permiten este paso lo que hace perentorio la disponibilidad de medios acústicos que, amén de otros dispositivos, se encuentran en los cables submarinos que se encuentran en el fondo del citado estrecho. Cables bajo el control de la Armada británica y de la estadounidense. Cables que se unen a otros diseñados específicamente para las comunicaciones ( internet, faxes….)

La recepción de todas las señales son recogidas por una importante estación de inteligencia ubicada precisamente en la base militar de Gibraltar.

En definitiva, la base británica de Gibraltar constituye una Estación de Inteligencia de suma importancia para la defensa occidental.

GIBRALTAR EN RELACIÓN CON LA OTAN

Sucede ahora que al contrario de lo que acaecía en el pasado resulta que desde 1982 España es miembro de la OTAN y por lo tanto aliado de los EEUU y el Reino Unido y consecuentemente firmemente comprometido con la defensa de Occidente. Ante esta realidad cabe pensar qué sentido tiene que España no esté informada oficialmente de las actividades defensivas de sus aliados  británicos y los norteamericanos en Gibraltar.

¿Acaso no defendemos lo mismo?

¿Acaso no formamos parte de la misma coalición?

Buenas preguntas que deberían tener una respuesta que no aparece por ninguna parte.

El objetivo principal de España como nación es recuperar la soberanía perdida del peñón y un buen punto de partida para ello sería reconocer que la razón más importante de la pervivencia de esta anomalía es la importancia de la base militar. Una base militar que se sostiene gracias a la economía local que a su vez se sustenta en cinco pilares: el ‘bunkering’ (con sus riesgos medioambientales), el denominado Centro Financiero, las ventas de tabaco legal o para contrabando (que cubren el 30% del presupuesto local), las apuestas por Internet (con empleados que viven al norte de la verja) y el turismo.

En estas líneas mantenemos que para la Gran Bretaña  la existencia de la base militar es la razón fundamental de su permanencia en el Peñón y una de las maneras de mantenerla es convirtiendo al Peñón en un mini estado europeo controlado por sus actuales habitantes y protegido por la misma Gran Bretaña, frente a las Resoluciones de la ONU sobre la descolonización de Gibraltar violando el Tratado de Utrecht de 1713 y el acuerdo entre la GB y la UE de 1973,  en el que se estipula que si bien los gibraltareños son ciudadanos europeos, la responsabilidad internacional de Gibraltar solo compete a GB. Recordemos, además, que en 1946, la ONU declaró Gibraltar como territorio a descolonizar y que desde entonces, el Comité de los 24 encargado de la descolonización ha venido aprobando Resoluciones que piden la descolonización de Gibraltar.

Pienso por otra parte además que existe el temor por parte de Gran Bretaña y de Francia, socios nuestros en  la OTAN y en la UE, que España controle la comunicación marítima entre el Atlántico y el Mediterráneo y por esa razón nos quieren imponer un equilibrio militar en lo que constituye nuestra frontera sur, reforzando Gran Bretaña su base militar de Gibraltar y Francia apoyando el rearme de Marruecos. Y por supuesto que detrás de todo esto nos encontramos ¡como no! con los intereses de los EEUU.

GIBRALTAR Y LOS EEUU

Siempre que los EEUU han solicitado el uso de nuestro territorio como apoyo logístico para sus operaciones en Irak o Afganistán o doquiera sea se les ha concedido; se les han dado todo tipo de facilidades para el uso de la base de Morón donde se estaciona un Batallón de » marines» y medios aéreos “ad hoc” y cuando se nos solicitó la aquiescencia para el despliegue de una serie de buques de guerra como parte del escudo antimisiles en la base naval de Rota se le concedió.  España está comprometida con la OTAN y es un aliado fiel. Al fin y al cabo se supone que todas estas acciones defienden también nuestros intereses y por lo tanto cabe preguntarse aquí porque  los  EEUU no median en el contencioso entre España y el Reino Unido y ayudan a solventar el mismo.

Gibraltar es un problema exclusivo entre el Reino Unido y España, pero ambas naciones son  aliadas en la OTAN y, por lo tanto, cabe pensar que es desde esa organización, o sea, fundamentalmente los EEUU, desde donde se debería  promover y sostener las buenas relaciones entre sus aliados. Dicho de otra forma consideramos que los EEUU deberían decirle al Reino Unido que es inadmisible una colonia en Europa en el siglo XXI y que debería proceder a negociar con España la devolución de la soberanía del peñón.

Para España la recuperación de Gibraltar es problema nacional prioritario, y sabedora de que la razón le asiste, es hora de plantear a nuestros aliados esta circunstancia y llegado el caso de no obtenerse el apoyo decidido de los EEUU tal vez fuera llegado el momento de replantearse la posición de España en las enormes facilidades que se le dan en nuestro territorio para sus intereses de defensa.

GIBRALTAR Y EL BREXIT

Y termino estas líneas cuando aún está pendiente el referéndum que sobre la permanencia o no de la Gran Bretaña tendrá lugar el día 23 de junio y de cuyo resultado depende en gran medida el futuro de Gibraltar, si bien comoquiera que mi tesis es la de la importancia de la base  militar sobre todo lo demás obvia seguramente cualquier otra consideración. Lo que quiero decir es que a Gran Bretaña lo que verdaderamente le interesa es la base militar, el resto de los factores, incluida la población, le importa bastante poco y consecuentemente el camino para la recuperación del Peñón pasa por llegar a un claro entendimiento sobre el uso de la misma, algo que sería relativamente fácil si no fuera porque la fiabilidad de España como aliado es cuando menos incierta a la vista de la situación política nacional, sujeta hoy al posible advenimiento al poder de partidos antiatlantistas y de clara orientación marxista.

General de División de Infantería de Marina (R.) Juan Chicharro Ortega