LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES, LA EXCUSA PARA ROMPER EL BREXIT EN GIBRALTAR Capitán de Navío (R.) Ángel Liberal Fernández

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Gibraltar

¿Españoles que defienden a trabajadores españoles o españoles que en realidad defienden los intereses militares británicos? Lo cierto es que los británicos y las autoridades locales de Gibraltar no quieren perder a los imprescindibles trabajadores españoles. Les ayudan altas representaciones institucionales, políticas, sindicales y académicas españolas en el Campo de Gibraltar y más allá de la Comarca que repiten la «consigna» («No perder los puestos de trabajo en Gibraltar») sin pararse a pensarla. Londres y Gibraltar usan a esos trabajadores como excusa y «palanca» para seguir disponiendo en el Peñón de una base militar a un precio irrisorio. Es la historia que se repite.

En el siglo XIX, «los factores militares imponían la necesidad de las mejores relaciones a través de la frontera. Las relaciones cordiales se hicieron necesarias para suministrar a la fortaleza los bienes y la mano de obra esencial para su mantenimiento y seguridad. Era absolutamente crucial para las autoridades británicas del Peñón fomentar las mejores relaciones posibles con sus equivalentes en el Campo».

1354909472_0En los años 1925, 1926 y 1928 la Cámara de Comercio de Gibraltar expresó su inquietud por el daño que los controles en la verja producían en la economía local. Llegaron a anular el comercio por la verja, basado principalmente en el contrabando de tabaco. Esto tuvo sus consecuencias en la economía de Gibraltar y en los trabajadores de la Comarca.

En los años 50, el problema de Gibraltar se enconó cuando los británicos quisieron dar la independencia a su colonia contando con la ONU. Les salió mal. España volvió a adoptar medidas para proteger nuestros derechos. En 1962, un alto cargo británico dijo: «Si surge alguna ocasión en la que el gobierno español requiera la asistencia o cooperación del británico en cualquier asunto y en cualquier campo de las relaciones internacionales se le debe dejar claro que no será posible hacerlo mientras persista en su actitud».

Se había llegado a los 12.000 trabajadores españoles. A finales de los 60 el gobierno español se vio forzado a cerrar la verja. La decisión política de resolver la situación en la Comarca, junto con fuertes inversiones económicas, hizo posible, a través de los Planes de Desarrollo, que la Comarca (excepto La Línea) se liberase de las cadenas que la ataban a Gibraltar. El puerto de Algeciras, la refinería y el conjunto de Grandes Industrias son el resultado de aquellas decisiones.

220px-gibraltar_border_1977La «palanca» que necesitaban los británicos la encontraron con la petición de España de entrar en la Unión Europea. La amenaza del veto supuso la apertura de la verja en 1985.

Hoy día, la base de Gibraltar cuesta al Tesoro británico unos 60 millones de libras al año. Muy poco si pensamos que con ella pagan las nóminas de unos mil empleados –civiles y militares – y, las instalaciones del puerto, del aeródromo de la RAF, las de obtención de Inteligencia y, las de los túneles.

Esta «maravilla» de la gestión financiera se debe a que la base se sustenta en la población local. El Reino Unido defiende los privilegios de esa población. Esta contribuye a la financiación de la base y le sirve como excusa para perpetuar su presencia.

Pero la población depende de una economía «virtual» sin recursos naturales. Se sustenta en cinco pilares: el suministro de combustible, el «centro financiero», el tabaco (en gran parte de contrabando), el turismo y el juego «on-line». Por mucho que quieran, no pueden romper la geografía así que, en una medida variable, dependen de la fluidez del tránsito por la verja de personas, bienes y servicios.

Ahora el Reino Unido está en la puerta de salida de la UE. Si debido al Brexit se altera el flujo por la verja o se quedan sin los trabajadores españoles, caería la economía local. Los británicos tendrían que financiar la base y además,  subvencionar a la población local. Incluso, la mayoría de esa población –la que no pertenece a la clase adinerada- vería seriamente perjudicadas sus condiciones de vida.

Para evitar el peligro, los británicos –a través de las autoridades locales de Gibraltar- tratan como rehenes a nuestros trabajadores y quieren convertirlos en la «palanca» que necesitan para no ver perjudicada su situación privilegiada, como si el Brexit no existiese. Sorprende ver a las autoridades británicas clamando por el bienestar de los campogibraltareños, pese a las condiciones discriminatorias con que trabajan en Gibraltar como «mano de obra barata». Les ayudan los colaboradores españoles a sueldo del Peñón. Ocupan lugares estratégicos; algunos en puestos con notable repercusión mediática. No les preocupa darse a conocer. Dicen que defienden los puestos de trabajo de los españoles pero en realidad defienden los intereses militares británicos.

Nuestras autoridades no son capaces de dar cifras de trabajadores españoles en Gibraltar. Las de la colonia dicen que en diciembre de 2015 eran 6.932 de un total de 12.040 de los que llaman «transfronterizos». Sólo 120 presentaron a nuestras autoridades los documentos requeridos para obtener el pase especial para la verja: DNI, contrato de trabajo y, en su caso, certificado de residencia. El lector puede imaginarse las razones por las que el resto no ha querido presentar sus documentos.1473746550_043631_1473746654_noticia_normal

Hoy día la Asociación de Grandes Industrias de la bahía de Algeciras emplea a más de 8.400 personas en condiciones laborales que poco tienen que ver con las de los españoles en Gibraltar.

Esperemos que no falle la renacida voluntad política y no falten los recursos económicos con los que romper en La Línea las cadenas que se rompieron en los años 60 y 70 en el resto de la Comarca. El destino de La Línea no puede ser el de la sumisión a Gibraltar. Es la única «palanca» que les queda a los británicos para disfrutar –prácticamente gratis- de ese «cáncer» con el que han subvertido el desarrollo de la política, de la economía y de la historia de España en los últimos 300 años.

 

Capitán de Navío (R.) Ángel Liberal Fernández

13 pensamientos en “LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES, LA EXCUSA PARA ROMPER EL BREXIT EN GIBRALTAR Capitán de Navío (R.) Ángel Liberal Fernández

  1. Magnífica exposición sintética de la situación socio laboral en el Campo de Gibraltar, de la que me gustaría subrayar un revelador aserto del autor: «Les ayudan los colaboradores españoles a sueldo del Peñón».
    Casi nada. Gracias Comandante por tu reflexión
    Gral. Coloma

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  2. Quiero expresar al Capitán de Navío Ángel Liberal nuestro agradecimiento por sus didácticos y espléndidos artículos sobre Gibraltar que nos abren los ojos y el interés por ese trozo de España «arrebatado» y no devuelto hace ya demasiados años. Gracias Ángel en nombre de este humilde blog. General Dávila

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  3. Marcelino Oreja, ministro de Asuntos Exteriores entre 1976-1980 y que había trabajado para Castiella en su gabinete, explicó la importancia del diplomático vasco en la política exterior española en un acto de reconocimiento póstumo celebrado en febrero de 1977 en San Roque
    Dijo: «El Estado español ha carecido de una auténtica política exterior en los dos últimos siglos de su historia (…). Castiella supone, precisamente, una de las pocas excepciones, un raro momento en el que se pretende planificar ordenadamente una actuación permanente. La excepción fue desgraciadamente breve en términos históricos, y desaparecida la gran figura de ese ministro se recae en la tradición oportunista de producir gestos aislados. (…) Gibraltar no era una obsesión de Castiella, Gibraltar fue para él, y lo es para nosotros, la clave de toda una concepción de la política exterior de España».
    Para que se hagan una idea de esto, ¿recuerdan la guerra de las Malvinas entre R.U de Gran Bretaña y Argentina? Leyendo una novela de Julio Verne en mi juventud, se desprendía la soberanía española de las islas. Y así es, porque indagando resulta que tras el asentamiento francés ilegal hecho por Bouganville, la corte española reclamó inmediatamente ante Francia, aduciendo que las islas eran una dependencia del continente de la América Meridional, iniciándose negociaciones en septiembre de 1764. Ésta accedió rápidamente a la protesta, y previo pago español de una indemnización en concepto de resarcimiento, a partir de este momento los franceses depusieron cualquier tipo de reclamo sobre la soberanía del archipiélago. Pero la corona británica, consciente de que las islas abrían parte del océano Pacífico a sus intereses comerciales, organizó una expedición que fue preparada en secreto para evitar los reclamos españoles, y arribó a las islas en enero de 1765 —un año después del desembarco francés— y estableció una base temporal a la que renombró como Port Egmont (vamos, el españolísimo Puerto de la Cruzada, sobre la isla Trinidad), y se las apropió para el Rey Jorge III de Gran Bretaña, renombrando al conjunto como Islas Falkland.
    En vista de la situación, y luego de la retirada francesa, la corte española ordenó expulsar cualquier asentamiento británico en el área. Fueron enviados barcos españoles en busca del establecimiento británico. El capitán de fragata Domingo Perler, a bordo del chambequín Andaluz, salió de Montevideo el 23 de diciembre de 1768 y el teniente de navío Francisco Gil y Lemos zarpó de Buenos Aires en diciembre de 1768 en la fragata Santa Rosa, ambos sin resultado. En febrero de 1770, la fragata española Santa Catalina, al mando del capitán de fragata Fernando de Rubalcava, localizó finalmente Puerto Egmont; hubo un intercambio de acusaciones pero las hostilidades no pasaron de ese punto. Sin embargo España organizó desde Montevideo una flotilla al mando de Juan Ignacio de Madariaga, con órdenes de desalojar a los ingleses. La formaban las fragatas Industria, Santa Bárbara, Santa Catalina y Santa Rosa y el chambequín Andaluz, que zarparon de Montevideo el 11 de mayo de 1770. El 4 de junio el escuadrón español se presentó ante Puerto Egmont y tras intercambiar mensajes con los ingleses y no obtener una respuesta favorable decidió proceder al desalojo: Puerto Egmont se rindió el día 10, luego de algunos disparos.
    Inglaterra interpretó la acción española como una afrenta al honor nacional, y reaccionó enérgicamente; al poco tiempo, el conflicto amenazaba con desembocar en una guerra. Francia estaba atada a España por el Pacto de Familia, por lo que debía apoyarla ante un eventual esfuerzo bélico; sin embargo su actitud se limitó a la retórica: recomendó al rey de España, Carlos III, que aceptara el compromiso de permitir a Inglaterra el reinstalarse en Puerto Egmont sin que esto significara un renunciamiento a los derechos españoles, y así se hizo el 22 de enero de 1771:
    (…) el compromiso (…) de devolver a S.M. Británica el Puerto y Fuerte de Puerto Egmont no puede ni debe afectar, de ninguna forma, la cuestión del derecho anterior a la soberanía de las Islas Malvinas también llamadas Falkland.
    O sea, que ya ven ustedes, el derecho de la naciones en el concierto internacional se impone por la fuerza. Malvinas no son ni británicas ni argentinas, sino españolas.
    Permítanme que les diga que en una apabullante victoria diplomática, Madrid consiguió en 1968 todas sus metas ante la ONU, pese a lo cual Londres se negó a negociar la devolución y otorgó a la colonia una constitución. La siguiente reacción española, aprobada por Franco, fue el corte de las comunicaciones terrestres de Gibraltar, en junio de 1969. Esta medida hundió la economía gibraltareña y España hubiera recuperado el Peñón si Franco no hubiera cesado a Castiella en favor del malogrado Carrero y si el régimen no hubiera sido dinamitado en 1975 tras su muerte.
    Si se puede añorar lo bueno de un pasado no tan lejano, yo lo añoro y lo reivindico, y digo con el espíritu de Castiella: ¡¡Arriba España!! y ¡¡Gibraltar español!!

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  4. Mi General ya se ha escrito aquí sobre este tema y nadie de los intervinientes en este blog dudamos que nos ampara la legalidad desde aquel tratado tratado de utrecht, que por unas u otras razones «políticas» nunca se respeto y es más habitual de lo deseable que los acuerdos y resoluciones de la ONU no se respeten y desde luego soy de los que piensa que a nuestros sucesivos gobiernos no les debe interesar mucho este tema, por más que Margallo diga.

    D. Cedelonio nos aclara bastante más bueno leyéndole ahora me entero que las Malvinas, son españolas y desde luego comparto con el «que el derecho internacional se impone por la fuerza» en el último articúlo que se trato sobre este tema, dije; «me gustaría ver que pasa si un día nuestra armada se plantara en nuestras aguas las gibraltareñas y no dejará salir ni una lancha de su armada.

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  5. MI CORONEL,

    La biología, en el desarrollo de la humanidad, siempre ha representado un papel fundamental a la hora de comprender nuestra multiplicación natural: uno empuja y el otro acepta. Se podría decir de otro modo, pero sería escatológico.

    El Reino Unido históricamente siempre ha buscado, y busca, el papel protagonista de macho alfa en sus relaciones internacionales, Por razones de pura supervivencia, entre otras diversas, entiéndanse la latitud de sus islas y el origen de sus primeros pobladores, el anglosajón desprecia hasta el infinito cualquier signo o rasgo de compasión o debilidad. Y esto igualmente se repite en otros pueblos insulares que hoy constituyen fuertes Estados a nivel internacional.

    El Reino Unido siempre ha encontrado en España quien soporte y acepte resignadamente desahogar sus más bajas pasiones. Y España siempre ha cumplido ese rol de aceptar, invistiéndose como víctima pero siempre fiel. Igualmente se podría decir esto de otra manera, pero también resultaría escatológico.

    Repugnantes, hasta el infinito, nuestros ministros y ministerios por su cobarde compasión y debilidad, buscando un exclusivo beneficio caciquil, nunca el de una gran nación española.

    Remito, ya mencionado en este ilustre Blog: el Estado español sí paga traidores.

    A LA ORDEN DE USIA,

    – Francisco de Javier

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  6. Lo que sí es para preguntarse, ¿Por qué no se hicieron industrias que cubrieran las necesidades que sufren las familias trabajadoras del Campo de Gibraltar, para así no depender la economía de los usurpadores británicos?. Pues parece que ahí entran otros tipos de intereses por parte de poderosos sin escrúpulos que se nutren de limosnas dadas por GB y hasta por ciertos gibraltareños.

    Gibraltar es un nido de piratas y contrabandistas con una doble moral, en la que entran muchos españoles a los que habría que encausarlos por traición a la Patria.

    Los gibraltareños juegan como mejor saben y les va, ellos sólo se buscan la vida como les han enseñado desde la misma infancia, al igual que las familias trabajadoras del Campo de Gibraltar que no tiene opciones a un trabajo digno.

    El fallo es de la mala política que padece España desde la muerte de Franco para hacerse respetar ante el mundo, y muy en especial ante los ingleses.

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  7. Es parecido a los que nos pasa con Malvinas.
    Si nos unieramos; otra seria la Historia….
    Los Ingleses roban, roban y roban.
    Ya deberia haber terminado el Colonialismo.
    Persiste por esa cuestion de; divide y reinaras.

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  8. Tonterías desde el punto de vista Nacional españolista. Que se cierre la verja nada va a significar a lasgo plazo para Gibraltar, se seguirán expandiendo hacia el mar. El Reino Unido bloquearea y saboteara cualquier desicion española en la OTAN, Presionara a Marruecos para que cada vez reclame con más fuerza CEUTA y Melilla. Además el tratado de Uterch lo dice bien claro : España cede a perpetuidad, a perpetuidad,caso distinto fue CEUTA y Melilla cuyos territorios la mayor parte fueron robados tras la guerra de Wad ras en 1860. ( ahí no se cedió nada a perpetuidad) …( pues a pedirle explicaciones al rey en el tema de Gibraltar), y ahí está el Tribunal de la haya si quieren reclamar algo, que denuncie España si cree que tanta razón tiene.

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  9. Buenos dias
    Antes de que el régimen de Franco cerrara la verja los llanitos vivian espléndidamente bien en la Linea y San Roque, en los chalecitos de los naranjos próximos a Puente Mayorga, la verja les estropeo el chollo.
    Durante una buena cantidad de años los gibraltareños se organizaron para divertirse de una forma muy original, pasaban arriba y abajo de la calle real, a la que pomposamente llaman en la actualidad Main Street, sorbiendose los mocos.
    Tras la apertura de la verja la cosa fue cambiando en beneficio de los Llanis, al principio poco a poco y a partir de ZP y Rajoy de forma rápida y brillante, los gibraltareños que dicen a todo aquel que desee oirles que odian a España se instalaron en los lugares de veraneo mas exclusivos de la Costa del Sol y viven tan estupendamente, utilizando los servicios que España les proporciona, Seguridad Social y medicina incluidos.
    El magnífico cambio que ha experimentado la vida de los Llanis se debe fundamentalmente al estupendo regalo que les hizo el régimen español en tiempos del Ministro de Exteriores Moratinos, cientos de miles, millones en realidad, de lineas de telefono que se necesitan para poner en marcha todo el tinglado cibernético del que viven.
    Sin estas lineas de acceso a internet la economía de Peñón se estropearia en gran medida.
    Los gibraltareños odian a España, es así de brutal y asi de sencillo y por mucho que España intenta atraerselos no lo va a conseguir, de manera que lo mejor que puede hacer la administración española es aplicar, ahora que de nuevo se crea la frontera de Gibraltar, el tratado de Utrech y dejarse de monsergas.
    Claro que para poder hacer algo semejante el gobierno, sea este el que sea, debe contar con la aquiescencia de los españoles y eso no se va a producir.
    Gibraltar es una colonia Britanica en territorio de España y como tal está reconocida por la Asamblea de la ONU , corresponde a España que esto no se olvide y presionar para que se cumpla dicha resolución.
    Saludos

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  10. ¿Han echado alguna vez un pulso? Un pulso se gana con determinación, técnica y músculo (las clásicas de la milicia: querer, saber y poder).
    A España, lamentablemente, hoy por hoy le falla todo. En la etapa de Castiella hubo determinación y técnica, pero flojeaba el músculo por cuanto militarmente España no estaba en orden de fuerzas con el R.U, y porque EE.UU no confió en nosostros. Pero estuvimos a punto…. Les aseguro que faltó poco.
    A Luis le diría que la cesión a perpetuidad no es lo mismo que un título de propiedad. Si usted adquiere en un cementerio municipal una fosa para el enterramiento de su familia cedida a perpetuidad, en el momento en que circunstancias adversas aconsejaran evacuar los restos usted los removería sin poder exigir una indemnización por la titularidad, puesto que no le corresponde.
    Por cierto, si fuera tan amable de explicarme lo que es el «Nacional españolismo»…
    Le quedaría muy agradecido.

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  11. Ser ignorante de propósito no exime de responsabilidad alguna, incluso en el caso de ser portador del gen de la psicopatía, siendo ésta una forma de manía, sin déficit cognitivo alguno.

    Brindo hablar con llanitos de la Roca, cualquiera que fuesen sus orígenes, genovés, hebreo, árabe, portugués y maltés, o con la población marroquí residente en Ceuta y Melilla, para coincidir en un muy querido denominador común que cínicamente ocultan: España. De otra manera, pregúntese, por igual a un llanito o residente marroquí, sobre el cambio de su vidas si al otro lado de la verja o en Ceuta y Melilla la soberanía fuera distinta, por ejemplo Francia; una república democrática que se caracteriza por un muy fuerte sistema semi-presidencialista. De ahí nuestro gran error histórico.

    A mayor abundamiento, quien maldice a su madre y sus hermanos, inevitablemente de manera reflexiva, se maldice en vida y a su espíritu en la muerte.

    Francisco de Javier

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