Este último domingo el periódico más próximo al Partido Popular, La Razón, entrevista a la Secretaria General del Partido, Presidenta del mismo en Castilla-La Mancha y desde hace cien días Ministra del Defensa. Aunque el comentario no trata de su acumulación de funciones, no puedo pasar por alto la extrañeza generalizada de que teniendo España un censo de políticos con sueldos del Presupuesto mayor que Alemania, se repartan los cometidos de forma tan desequilibrada.
Centrándonos en el comentario del día, éste no puede ser otro que el contenido de la entrevista por sí, sobresaliente en sus magníficas ilustraciones desde la primera página al punto final. Pero falta de sustancia en preguntas y respuestas relacionadas con la última y nueva responsabilidad de la entrevistada, es decir, como Ministra de Defensa. De hecho, de las 41 cuestiones que consta el trabajo periodístico, tan solo 10 están relacionadas con temas de Defensa y de estas 10, nada más que 4 tratan de los problemas y necesidades a resolver en asuntos de la Política Militar dentro de casa.
Dos de las 4 preguntas se refieren a los Presupuestos y a la Política de Personal. Doy por hecho que de ambos la habrán puesto al día nada más llegar y espero que haya sido con la crudeza de la realidad y no con la intención de no molestar Procedimiento este último que ha conducido al preocupante deterioro de estos dos pilares fundamentales para la buena marcha de la Defensa Militar, ineludible para todos los Gobiernos como auténtica responsabilidad de Estado.
Del asunto del Yak-42, ya se escribió en este blog, por lo que solo cabe añadir que lo políticamente correcto no siempre es realmente correcto, si los que deben hacerlo no asumen sus responsabilidades con todas sus consecuencias, “Aún hay una resolución administrativa en la que estamos trabajando…”, dice en su respuesta. Estoy seguro que sabe perfectamente que no solo con pan se conforta al soldado, cuyas necesidades espirituales y morales son mayores que las materiales.
Por último, sobre el cambio en la cúpula militar, responde: “en estas cosas lo mejor es, antes de tomar la decisión, conocer a la gente para intentar acertar…”.
Si en algo vale mi opinión, de muy veterano, este trámite no debería ser problemático, dado que lo importante es la capacidad y preparación de los Mandos y no otros factores. Si aceptamos que la evaluación y selección de quienes han alcanzado la máxima graduación en su Ejército ha sido la correcta, cualquiera de ellos puede desarrollar eficazmente su cometido y por lo tanto se acertará aplicando el tradicional axioma castrense: “La Antigüedad es un Grado”, sin necesidad de utilizar otros argumentos políticos que no siempre benefician al Servicio, a la vez que la Ministra dispondrá de muy valiosos asesores para la mejor marcha de los Ejércitos.
Emilio Pérez Alamán Teniente General (R.)
Blog: generaldavila.com
21 febrero 2017
General Dávila 
Exacto, mi querido General, «la antigüedad es un grado»… en mi caso, la veteranía ya es un grado. Y respecto a la acumulación de funciones, creo que «el que mucho abarca, poco aprieta». Y como «no solo de pan vive el hombre», no solo con pan se conforta al soldado.
Un fuerte abrazo.
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Así lo pienso y digo Don Pedro. Un abrazo.
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Pues si Mi General la antigüedad es un grado pero mucho me temo y a la vista está que lo que más interesa es el perfil político antes que la experiencia…en fin cosas nuestras.
Que por cierto mi General la Gaceta hoy nos trae un cuanto menos noticias sorprendente; Ceuta pide ayuda al Ejército para hacer frente a la oleada de inmigrantes, ¿lo tendrán en consideración? particularmente pienso que si es necesario, otra la función se les otorgará.
A su orden Mi General
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¡Ya! y yo voy y me lo creo. En los baremos de clasificación y elección se da una excesiva valoración a las calificaciones personales por lo que hay que decir casi siempre «Si Whana» al que te manda no vaya a ser que en lugar de un 10 te ponga un 7,50.
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Don Jorge de Dios, si lee despacio, verá que condiciono el valor de los méritos de quienes alcanzan el más alto grado en la milicia a la correcta evaluación y selección de sus competencias profesionales y que cuando se eligen por otros merecimientos se pueden producir consecuencias indeseables.
Lo que no debe confundir es el «si whana» que Vd menciona con ¡A la orden! que exige una Institución jerarquizada como son las Fuerzas Armadas, lo que exige cumplir la decisión superior pero no con una obediencia ciega sin la previa objeción o asesoramiento del subordinado al superior. Esa es la auténtica Lealtad, por lo que si todos los posibles designados a formar la cúpula Militar reúnen dicha cualidad, la política no debe tener dudas para su nombramiento. Solo tiene que saber quien es el más antiguo.
Un saludo.
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Mi General: perdona el tuteo de quien debe de ser menos antiguo. (X promoción y sólo coronel) ¿`por qué no nos unimos para que supriman de las nuevas RR.OO. lo del «género» y se dé como buena cualquier orientación sexual? Es perverso.
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Mi General, perdona que utilice esta vía para comunicar que hoy, 27/2/ 2017, ABC publica una «tercera» de una alta calidad intecetual que nos advierte de una forma clara, inteligente y racional sobre la necesidad de la defensa y seguridad de España.
Así empieza:» Todos sabemos que donde no hay soldados capaces de una disuasión eficaz, no hay paz…»
Creo que merece una «entrada» de gala, en nuestra tertulia, a cargo de un Teniente General
A tus órdenes y un fuerte Abrazo. Zunzunegui
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