¡PREPÁRENSE PARA CARGAR! General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

A los que han hecho el Servicio Militar les sonará la orden de mando. Y lo que viene después: ¡Carguen! ¡Apunten! ¡Fuego!

<<La táctica es el empleo de las fuerzas armadas en el combate y, la estrategia es el empleo del combate con vistas al fin último de la guerra>>. Clausewitz debería ser de preceptivo estudio entre los líderes civiles (o aspirantes) y entre los mandos militares. Hago la distinción intencionada. En lo militar mandar no tiene nada que ver con ser líder. Se ha introducido el término en la milicia con grave error para el concepto de mando, que es concebir, decidir, preparar y dirigir. Necesitamos jefes que manden, que la tropa nada tenga que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad.

Mandar es exigir, a la par que una constante preocupación por tus hombres y el ejemplo de tus virtudes. Conocer a tus subordinados, su vida, inquietudes y necesidades, hacerlas tuyas, y velar por sus intereses.

La cuenta de resultados se mide en el combate, sobre el campo de batalla, no sobre una pantalla. Nada virtual. Dando la cara. ¿Una empresa valorando la capacidad para ser general? (Sí).

Para líderes tenemos a los políticos confundidos y que además pretenden mandar. Entre ellos hay mucho combate y poca estrategia. No saben distinguir cual es el problema ni les interesa más allá de su propio ego. Hacen entrar a sus huestes en combate para ganar en alguna escaramuza sin darse cuenta que están perdiendo el objetivo estratégico. Mucha táctica de guerrillas y poca estrategia de conducción.

Llegado a este punto; les pregunto: ¿Se dan cuenta de lo que quiero decir?

<<La guerra como elemento y herramienta política>>. Nadie ha podido rebatir la obra de Clausewitz. En estos términos, cuando se trata del aniquilamiento total del adversario, los peores errores son los causados por la bondad. Puede que sea peor no darse cuenta de ello. De ahí que me haya permitido preguntarles de manera tan directa.

Mientras los combates se desarrollan, a la vista de todos, el objetivo estratégico se esconde, impronunciable, nadie lo cree, pero ahí está. En lenguaje de Clausewitz, no pretenden que retrocedamos, sino aniquilarnos. Golpear el centro neurálgico, ocupando una zona vital de su territorio y destruyendo total o parcialmente a su ejército. Ellos saben hacer la  guerra.

Maquiavelo daba algunas reglas en su Arte de la Guerra que nunca deben olvidarse.

<<Las mejores resoluciones son las que permanecen ocultas al enemigo hasta el momento de ejecutarlas>>, lo que es aquí, ahora, tan evidente, que ya no las ocultan. Las han ejecutado. El objetivo estratégico es suyo.

De nada sirve, ya, prevenir ni hacer fuego. Es una refriega más. La guerra se ha perdido por ausencia de Mando y demasiados líderes de guerrillas que nunca han ido más allá del ¡prepárense para cargar!

Habrá que esperar para recuperar el terreno perdido. Con sus mismas armas o no habrá nada que hacer. Ellos trabajan en la estrategia, despistan con el bandolerismo, mientras su ejército destruye nuestro centro neurálgico y nos lleva a perder la voluntad de vencer.

La tropa debe ganara batallas; el Mando está para ganar la guerra.

España son dos bandos enfrentados. Uno de ellos sin voluntad ni Mando.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

14 septiembre 2020

VISUS MILITIS 12 de Noviembre de 2017 Desleales y la leyenda negra General de Brigada Adolfo Coloma Contreras (R.)

De casta le viene al galgo, dice un refrán popular.Y de los Viejos Tercios la herencia a los soldados de hoy.

El segundo de nuestros Felipes, para pacificar las levantiscas Provincias Unidas de Flandes, envió allí a su medio hermano, don Juan de Austria.Pero por consejo del Secretario de Estado del monarca, Antonio Pérez, los viejos Tercios que venían imponiendo su autoridad en aquellas tierras fueron replegados. Se alineaba así el Secretario con clan de “las palomas” o liberales del Príncipe de Eboli, frente a “los Halcones”, firmes defensores de la autoridad real capitaneados por el Gran Duque de Alba.

Ya conocen la historia y el truculento episodio del asesinato de don Juan de Escobedo, secretario de don Juan de Austria. Trajo consigo la detención de Antonio Perez, quien para burlar la justicia castellana del Rey huyó primero a Aragón,posteriormente a Francia, desde donde urdió una invasión de Navarra por los franceses. Más tarde se refugió en Inglaterra,  donde colaboró en el ataque y saqueo de Cádiz de 1596. Por donde quiera que fue, no se recató en mancillar el nombre de su país contribuyendo en gran medida a la nefanda Leyenda Negra, regocijo de todos los enemigos de España.

Seguro que “lo han pillado” señoras y señores.La historia se repite. Un personaje actual, representante ordinario del Rey en Cataluña, impuesto –  más que elegido – por un turbio puzle de partidos que de ninguna manera representan la mayoría de su población, se alza contra su Rey y contra las leyes por él promulgadas. La justicia le pide cuentas y subrepticiamente se va del país, precisamente a Bruselas, capital del Brabante Flamenco, desde donde se dedica a verter toda la basura sobre España y sobre su rey, que es quien lo ha designado.

Si, la historia se repite. No solo desleal sino trompetero de la más rancia leyenda negra. Confiemos en que ni el Ejército ni las FCSE tengan que salir nunca de esa querida tierra española y catalana, como en su día salieron los Viejos Tercios de la ciudad que ahora acoge a ese ínclito personaje, Sr Puigdemont.

Adolfo Coloma

GB (R) del ET

Blog: generaldavila.com

12 noviembre 2017

 

 

«EL COMENTARIO DEL DÍA»: (EN LOS EJÉRCITOS LA ANTIGÜEDAD ES UN GRADO) General Emilio Pérez Alamán

image_content_6121171_20170219041529Este último domingo el periódico más próximo al Partido Popular, La Razón, entrevista a la Secretaria General del Partido, Presidenta del mismo en Castilla-La Mancha y desde hace cien días Ministra del Defensa. Aunque el comentario no trata de su acumulación de funciones, no puedo pasar por alto la extrañeza generalizada de que teniendo España un censo de políticos con sueldos del Presupuesto mayor que Alemania, se repartan los cometidos de forma tan desequilibrada.

Centrándonos en el comentario del día, éste no puede ser otro que el contenido de la entrevista por sí, sobresaliente en sus magníficas ilustraciones desde la primera página al punto final. Pero falta de sustancia en preguntas y respuestas relacionadas con la última y nueva responsabilidad de la entrevistada, es decir, como Ministra de Defensa. De hecho, de las 41 cuestiones que consta el trabajo periodístico, tan solo 10 están relacionadas con temas de Defensa y de estas 10, nada más que 4 tratan de los problemas y necesidades a resolver en asuntos de la Política Militar dentro de casa.

 Dos de las 4 preguntas se refieren a los Presupuestos y a la Política de Personal. Doy por hecho que de ambos la habrán puesto al día nada más llegar y espero que haya sido con la crudeza de la realidad y no con la intención de no molestar Procedimiento este último que ha conducido al preocupante deterioro de estos dos pilares fundamentales para la buena marcha de la Defensa Militar, ineludible para todos los Gobiernos como auténtica responsabilidad de Estado.

 Del asunto del Yak-42, ya se escribió en este blog, por lo que solo cabe añadir que lo políticamente correcto no siempre es realmente correcto, si los que deben hacerlo no asumen sus responsabilidades con todas sus consecuencias, “Aún hay una resolución administrativa en la que estamos trabajando…”, dice en su respuesta. Estoy seguro que sabe perfectamente que no solo con pan se conforta al soldado, cuyas necesidades espirituales y morales son mayores que las materiales.

 Por último, sobre el cambio en la cúpula militar, responde: “en estas cosas lo mejor es, antes de tomar la decisión, conocer a la gente para intentar acertar…”.

Si en algo vale mi opinión, de muy veterano, este trámite no debería ser problemático, dado que lo importante es la capacidad y preparación de los Mandos y no otros factores. Si aceptamos que la evaluación y selección de quienes han alcanzado la máxima graduación en su Ejército ha sido la correcta, cualquiera de ellos puede desarrollar eficazmente su cometido y por lo tanto se acertará aplicando el tradicional axioma castrense: “La Antigüedad es un Grado”, sin necesidad de utilizar otros argumentos políticos que no siempre benefician al Servicio, a la vez que la Ministra dispondrá de muy valiosos asesores para la mejor marcha de los Ejércitos.

   Emilio Pérez Alamán Teniente General (R.)

Blog: generaldavila.com

21 febrero 2017