HISPANOAMÉRICA. IBEROAMÉRICA. LATINOAMÉRICA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Eugenio d’Ors escribía su glosa cada mañana; al terminar la leía a su secretaria. Era un rito previo a la definitiva redacción.

-¿Está clara?

-Clarísima don Eugenio, contestaba la secretaria.

Volvía el autor de “las palpitaciones de los tiempos” a su mesa.

-Oscurezcámosla.

Con intención, ingenio y sarcasmo. Todo en uno. Pocos le igualan o aventajan hoy en lo que a diario leemos en los medios.

Quizá haya demasiada claridad y simplicidad. Oscurecer para exigir pensar, incluso meditar. Claro que eso requiere un conocimiento y uso de la lengua española que no todos poseemos. Los puntapiés que a diario vemos que se dan al idioma español pasan desapercibidos o incluso se asumen como válidos. ¿Qué más da?

Desde el año 2005 la Fundación del Español Urgente (La Fundéu BBVA) hace verdaderos esfuerzos para que se haga un buen uso del idioma español en los medios de comunicación. Es una fundación fruto del acuerdo entre el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria  y Agencia EFE, y cuenta con el asesoramiento de la RAE. Hoy junto a Instituto Cervantes y la Real Academia son las entidades que mejor cuidan el uso y la norma del español. Su magnífica labor va más allá de los medios porque se ha popularizado, gracias a dios, y recibe a diario miles de consultas. Imprescindible para todo el que se preocupe, aunque solo sea por educación, del uso adecuado del español.

Entre sus muchas herramientas destaca las recomendaciones que todos los días de la semana nos ofrece, basadas en las noticias que se publican en los medios. He creído necesario compartir con ustedes la recomendación del pasado día 13 martes. Se trata de aclarar una confusión muy frecuente sobre los términos: Hispanoamérica, Iberoamérica y Latinoamérica. No tienen el mismo significado, pero erróneamente se emplean indistintamente. No son sinónimos como vulgarmente se piensa y escribe. Veamos lo que dice la Fundéu BBVA.

  • Latinoamérica engloba a los países del continente americano en los que se hablan lenguas derivadas del latín (español, portugués y francés). Una opción igualmente válida es América Latina, ambas con mayúscula. Su gentilicio es latinoamericano.
  • Iberoamérica es el conjunto de países de América donde se hablan lenguas iberorromances (portugués y español). Su gentilicio es iberoamericano.
  • Hispanoamérica la conforman los países americanos de lengua española. Su gentilicio es hispanoamericano.

Además, para hacer referencia a los países ubicados al sur del istmo de Panamá, son válidos los términos América del Sur, Sudamérica o Suramérica, pero no Sur América ni Sud América. 

Creo que deberíamos ser más cuidadosos con nuestra forma de hablar y escribir. La vulgaridad y la cada vez más evidente falta de vocabulario no hacen sino mostrar las deficiencias de nuestro sistema educativo. No todo vale. No oscurezcamos más nuestro bello idioma por pobreza lingüística. Si lo hacemos sea con inteligencia e intención. Nuestro idioma da para eso y mucho más.

Para ayudarnos está la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA).

Creo que la recomendación de hoy puede sernos útil a todos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

17 marzo 2018-03-13

 

13 pensamientos en “HISPANOAMÉRICA. IBEROAMÉRICA. LATINOAMÉRICA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

  1. Buenos días mi general:
    Impecable el dictamen de la fundéuBBVA…. desde el punto de vista linguístico. Pero la interesada confusión de los términos, no sólo responde al hecho de que actualmente hablan y escriben múchos ágrafos. También está motivado por un deseo consciente de negar el hecho histórico irrefutable de la «Hispanidad».
    Y a ese carro se suben quienes desde dentro o fuera de nuestras fronteras quieren negar esa realidad.
    En Nueva York, la celebración del descubrimiento de Ámerica, corre a cargo de la comunidad italiana, que se arroga no solo los méritos de Américo Vespucio, sino también los de «Cristófero Colombo».
    En el fondo yace la hispanofobia de los enemigos, internos y foráneos… sin olvidar por supuesto a los ágrafos. Cualidades que en no pocas ocasiones coinciden en las mismas personas.
    Reciba un cordial y respetuoso saludo mi general.

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  2. A las órdenes de V.E., mi General.

    Efectivamente, mucho del mal uso de que es objeto nuestra lengua, el Español, se debe a una ignorancia general que nos ha inundado cual mancha de chapapote, de cuarenta años a esta parte, y a la invasión de barbarismos, sobre todo anglosajones, con el pretexto de los avances de la tecnología y el surgimiento de términos nuevos. Como si el castellano, ya lo decía con admiración y devoción el gallego Don Camilo José Cela, no fuera la lengua romance más rica en vocabulario y giros gramaticales de todas ellas.

    Pero esta confusión en el uso de las expresiones o denominaciones al referirnos a América, la del Sur, a que V.E. se refiere, y como a mi juicio muy bien alude el comentario anterior del Señor Fernández Navarro de los Paños, tiene aún a estas alturas de la historia, gran carga envenenada de Leyenda Negra Antiespañola. Y lo demuestra el hecho de que llevamos cuarenta años fomentando la presencia y dando cancha a histriones disfrazados con piel de escritores y hombres de letras, para que nos den lecciones en los medios de comunicación. Y así, la poética y más auténtica denominación de «Hispanoamérica» ha desaparecido del lenguaje cotidiano como por decreto.

    Con esto ocurrirá como con la «Memoria Histérica», la antigua y la moderna en proyecto, que se diluirán y se las llevará el viento, y las aguas volverán a su cauce. Todo es cuestión de no hacerles el juego y volver a enseñar en Español, como en mi niñez.

    ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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  3. Muy estimado General Dávila:

    Muchas gracias por su artículo y a todos por las valiosas aportaciones y comentarios.

    Coincido con D. Lorenzo en lo de la interesada confusión de términos, iniciada en tiempos de Napoleón. Nuestro lenguaje es muy rico, somos muy afortunados, y forma parte indisoluble de nuestra cultura.

    Me gustaría recordar a D. Ramiro de Maeztu y su obra «Defensa de la Hispanidad» y citar «Españoles olvidados de Norteamérica» del Coronel Crespo-Francés.

    Gracias y un fuerte abrazo

    Benigno Castro

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  4. Muy de agradecer el comentario de hoy y muy necesarias aclaraciones. Pero me pregunto si la labor que hace la RAE es la que corresponde a su lema «Limpia, fija y da esplendor» porque no parece que limpie el idioma sino que, por el contrario, lo ensucia con palabros de dudoso orígen castellano.

    En mi ignorancia creía que quienes estaban para vigilar la pureza del idioma debían rechazar y avisar contra el uso de vocablos que no son otra cosa que la degeneración de otros o el resultado de la simple incultura.

    La RAE asume y admite verdaderos atentados contra el idioma castellano simplemente porque la gente emplea esas nuevas palabras, quizás por moda o por contaminación de una variada inmigración y no me refiero a determinadas palabras adaptadas al español de otros idiomas porque no existían en nuestro vocabulario, como «táper», por ejemplo.

    En diciembre de 2017 la Real Academia Española presentaba la actualización de su diccionario online. Con un total de 3.345 modificaciones, entre los cambios se incluye la entrada de 62 palabras nuevas, además de otras anteriores.

    Algunas de esas palabras, consideradas vulgares o extranjeras hasta ahora, han tenido un éxito que no merecen:

    – «Almóndiga» (albóndiga)
    – «Asín» (así)
    – «Bocas» (bocazas)
    – «Chusmear» (fisgar, curiosear)
    – «Conflictuar» (provocar conflicto)
    – «Toballa» (toalla)
    – Etc.

    En mi opinión, la RAE no limpia el idioma y con esas vulgaridades tampoco le dá esplendor.

    Parece que lo único que hace es fijarlo en un nivel deplorable.

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  5. A las órdenes de V.E., mi General, y con su autorización. A propósito del magnífico e interesantísimo comentario más arriba, del Señor Don José Morales, es asombrosa la exactitud y el acierto con que opina sobre la labor de la R.A.E. siendo la primera en contaminar nuestra lengua «legalizando» la incorporación a ella de términos y vocablos que ni siquiera pueden ser considerados neologismos necesarios para su expansión y actualización. Si a eso le sumamos los miles de barbarismos procedentes de otros idiomas no latinos, en menos de veinte años aquí ya se rotula sólo en Inglés y el Castellano desaparece. Algo así como en Cataluña.

    En el pequeño pero más que suficiente listado que enumera, a modo de ejemplo, lo de «almóndiga» por albóndiga y «toballa» por toalla es tan antiguo y sancionado como incorrecto por los catedráticos y profesores de Lengua y Literatura, como cuando yo estudiaba bachiller en los primeros años cincuenta. Y es curioso y me llamaba mucho la atención, el que quienes utilizaban esas palabras no eran los niños que venían de pueblos cercanos en bicicleta, sino algunos de ·familias bien» y supuestamente cultas de la capital. Un día pregunté a uno dónde había oído él la palabra «toballa» y por qué la utilizaba sabiendo que era incorrecta y no existía en el diccionario. Me contestó que «mamá aconsejaba su uso en casa para no hacer de menos a la criada, que era de pueblo y hablaba así».

    Y a propósito de «Asin» por Así. Esta la oía yo ya antes de ir a la escuela, desde la más tierna infancia, y también otras dos variantes de la misma, «Asina y Asine», utilizadas indistintamente según la costumbre de quien las pronunciara. Se las oía, en discusiones interminables y muy encendidas, a dos señores muy mayores y tozudos cada uno de los cuales tenía a su cargo una yunta de bueyes. Uno de ellos, el más mayor, unas veces decía «asin» y otras «asina». Y el otro decía «asine». Y ambos, que en esto sí estaban de acuerdo, decían «vide» por «ví», pretérito indefinido del verbo ver. Aquello de «vide» me tenía intrigado hasta que comencé a estudiar Latín. O sea, esto ya no era un vulgarismo ni una deformación. Aquello sonaba a castellano medieval, o a protocastellano.

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  6. En este artículo está perfectamente explicado el uso correcto de estas tres palabras. Lo que ocurre es que (seamos realistas) a algunos les da repelús todo lo que suene a hispánico o español y esa es la razón por la que prefieren decir Latinoamérica, en vez de Hispanoamérica.

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  7. El término Latinoamérica es incorrecto ya que no recoge toda la cultura española sino solo la propia de la romanización, el de Hispanoamérica o Iberoamérica incluyendo a los paises lusohablantes son los correctos ya que recogen la cultura global de la Península Ibérica que se nutre de los ocho siglo de la importante cultura islámica.
    Gerardo Pérez Calero, Catedrático de Universidad y Académico de la Iberoamericana de La Rábida.

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  8. Millón de gracias.No conocía su existencia. ¡¡Utilísima!!, igual que la apreciación del Sr. Morales.

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