EL BURKA. SIENTO AVANZADA LA TARDE… General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Mascar-Illa, pero por Decreto del Estado de Alarma, o de la Alarma de Estado, o de Gobierno o del gobierno o de lo que esto sea.

Simón e Illa, Illa y Simón, son la canción del verano… Sánchez el compositor.

¿Recuerdan el burka? Oculta el cuerpo y la cabeza por completo…

Todos con burka. Ahora puedes ir empelota, pero eso sí, con la cara tapada, lo que cambia por completo la forma de ver y de que te vean. Todos y todas, ahora sí, con burka. A la playa con cita previa y con burka. Al restaurante con burka. Dos cañas y una de simón-illa, la nueva tapa que acompaña a la mascarilla.

El problema sigue siendo el argumento. Ya lo conocen: Pues no sé, ahora sí, ahora no, puede ser o puede no ser… El Comité de Científicos: una pandilla con membrete y Boletín Oficial. Que lo decía Eugenio d´Ors: <<En el principio fue un membrete>>.

Distanciamiento social lo hubo y lo habrá. Cada vez más acusado en una sociedad donde la política se ha convertido en insulto y agresividad, en chulería y lugar para lo mejor de cada casa. Distancia social, que es otra cosa distinta a  física, pero parecida, o consecuencia. Cada vez me veo más distanciado social. Por ejemplo del Palacio de la Moncloa y del Palacio de Galapagar; distanciamiento físico es por salud e higiene, aunque en eso se parecen ambos.

Visto lo visto, veo y me veo mejor en casa. Y si tienes una edad con más razón. Porque te miran mal. Te limitan, te rechazan, te aíslan y… por no aguantar ese chulesco ¿a dónde va usted?, dicho con prepotencia y brazos en jarra, yo, me quedo en mi casa. Distancia social y física. La mantendré virtual, pero tampoco se me acerquen demasiado porque estoy que bufo.

A pesar de la edad sigo corriendo, despacito, pero el trote cochinero no me lo quita nadie.

1210 horas. Pues así iba cuando en la soledad del campo, en una inmensidad vacía, donde solo hay urracas, conejos o cogujadas, me para el coche de la autoridad competente (no hay mejor sitio que vigilar): ¿A dónde va? A ningún lugar. De regreso a casa. ¿DNI? No lo llevo para no perderlo por el campo. Va usted indocumentado (¡Vaya por Dios!). ¿Edad?: más de setenta. No es su hora. Está incumpliendo la norma que, bla, bla, bla. Se me ha hecho tarde. Estoy a menos de cinco minutos de mi casa. No hay nadie por aquí, nadie. ¡Venga, venga, deprisita…! Que conste que no era por Galapagar por donde hacía ejercicio.

Tono, forma… ni buenos días.

Hay que tener cuidado y esmerar las formas. No sea que después de tanto tiempo y años veamos, en lo que debe ser tranquilidad, preocupación por su presencia. Cada profesión tiene sus contrariedades y en alguna debe brillar la paciencia y el aguante sin tirar enseguida de autoridad. El cliente -casi siempre- tiene razón y si no la tiene se le trata como si la tuviese.

Más que distancia social y física hay crispación, por ahora social que puede acabar en física. ¿Cuántica?, no lo sé, pero en cuanto el experimento ya probado y aprobado por la izquierda, en su acelerador de partículas violentas, lo hace la derecha, se ponen en guardia y en guardia ponen a los guardias.

En definitiva me quedo en casa hasta que las lunas de agosto me permitan ser libre. Nos han robado la alegría.

Prefiero mi soledad a la impertinencia. Prefiero mi soledad a la injusticia. Prefiero mi soledad a la mala educación. Prefiero mi soledad a la falta de libertad. Quiero, a mi edad, independencia y que me dejen en paz.

Un amigo que me conoce y quiere, me regaló el Epistolario Privado de Nicolás Maquiavelo:

<<Avanzada la tarde, me vuelvo a casa y entro en mi despacho. Y en el umbral me despojo de mis vestidos cotidianos, llenos de fango y lodo, y me visto de ropas nobles y curiales. Entonces, dignamente ataviado, entro en las cortes de los hombres antiguos, donde, amablemente recibido por ellos, me deleito con ese alimento que es solo para mí, y para el que yo nací. Y no me avergüenzo de hablar con ellos, y de preguntarles por las razones de sus acciones. Y ellos, por su humanidad, me responden. Y durante cuatro horas no siento ningún aburrimiento, me olvido de toda ambición, no temo la pobreza, no me da miedo la muerte: me transfiero enteramente donde están ellos>>.

Siento avanzada la tarde. Me quedo en casa. Me transfiero enteramente…

Recomendaría el uso del tapabocas, más que el de mascarillas.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

22 mayo 2020

Blog: generaldavila.com

 

HISPANOAMÉRICA. IBEROAMÉRICA. LATINOAMÉRICA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Eugenio d’Ors escribía su glosa cada mañana; al terminar la leía a su secretaria. Era un rito previo a la definitiva redacción.

-¿Está clara?

-Clarísima don Eugenio, contestaba la secretaria.

Volvía el autor de “las palpitaciones de los tiempos” a su mesa.

-Oscurezcámosla.

Con intención, ingenio y sarcasmo. Todo en uno. Pocos le igualan o aventajan hoy en lo que a diario leemos en los medios.

Quizá haya demasiada claridad y simplicidad. Oscurecer para exigir pensar, incluso meditar. Claro que eso requiere un conocimiento y uso de la lengua española que no todos poseemos. Los puntapiés que a diario vemos que se dan al idioma español pasan desapercibidos o incluso se asumen como válidos. ¿Qué más da?

Desde el año 2005 la Fundación del Español Urgente (La Fundéu BBVA) hace verdaderos esfuerzos para que se haga un buen uso del idioma español en los medios de comunicación. Es una fundación fruto del acuerdo entre el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria  y Agencia EFE, y cuenta con el asesoramiento de la RAE. Hoy junto a Instituto Cervantes y la Real Academia son las entidades que mejor cuidan el uso y la norma del español. Su magnífica labor va más allá de los medios porque se ha popularizado, gracias a dios, y recibe a diario miles de consultas. Imprescindible para todo el que se preocupe, aunque solo sea por educación, del uso adecuado del español.

Entre sus muchas herramientas destaca las recomendaciones que todos los días de la semana nos ofrece, basadas en las noticias que se publican en los medios. He creído necesario compartir con ustedes la recomendación del pasado día 13 martes. Se trata de aclarar una confusión muy frecuente sobre los términos: Hispanoamérica, Iberoamérica y Latinoamérica. No tienen el mismo significado, pero erróneamente se emplean indistintamente. No son sinónimos como vulgarmente se piensa y escribe. Veamos lo que dice la Fundéu BBVA.

  • Latinoamérica engloba a los países del continente americano en los que se hablan lenguas derivadas del latín (español, portugués y francés). Una opción igualmente válida es América Latina, ambas con mayúscula. Su gentilicio es latinoamericano.
  • Iberoamérica es el conjunto de países de América donde se hablan lenguas iberorromances (portugués y español). Su gentilicio es iberoamericano.
  • Hispanoamérica la conforman los países americanos de lengua española. Su gentilicio es hispanoamericano.

Además, para hacer referencia a los países ubicados al sur del istmo de Panamá, son válidos los términos América del Sur, Sudamérica o Suramérica, pero no Sur América ni Sud América. 

Creo que deberíamos ser más cuidadosos con nuestra forma de hablar y escribir. La vulgaridad y la cada vez más evidente falta de vocabulario no hacen sino mostrar las deficiencias de nuestro sistema educativo. No todo vale. No oscurezcamos más nuestro bello idioma por pobreza lingüística. Si lo hacemos sea con inteligencia e intención. Nuestro idioma da para eso y mucho más.

Para ayudarnos está la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA).

Creo que la recomendación de hoy puede sernos útil a todos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

17 marzo 2018-03-13