IGLESIAS CERRADAS Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Catedral Primada de Toledo

Cuando yo era un joven Capitán de Infantería con destino en la Academia del Arma en Toledo, el Primado de España era don Marcelo González Martín al que tuve la dicha de conocer personalmente. Sencillo y moderno, infatigable, siempre tenía imaginativas y brillantes ideas para llevar la Iglesia cerca de la gente de a pie. Hoy serían necesarios  muchos don Marcelo. La sabiduría y experiencia eran sus jóvenes acompañantes.

La Santa Iglesia Catedral Primada de Toledo tenía permanentemente abiertas dos puertas que enlazaban, si mal no recuerdo, las calles Cardenal Cisneros y Chapinería. Los toledanos las usaban a diario, una u otra, para entra a rezar o, con mayor uso,  para acortar la distancia que existe entre una calle y otra si lo haces por el interior de la Catedral. El trajín de entradas y salidas era constante, al margen de las obligadas por el turismo. El caso es que alguien le planteó a don Marcelo la necesidad de cerrar una de las puertas para evitar ese tráfico interior y abusivo según los responsables de la iglesia. Aún estoy viendo la cara del Primado de España, con los ojillos medio cerrados, leve sonrisa, afable mirada y… pensando, que en él era meditación, contestar:

-Dejen de cerrar puertas. Mejor es abrirlas. ¿Quién les dice a ustedes que de camino que van de un lado a otro de la Catedral para acortar distancias no rezan un Padrenuestro?

Las Calatravas Madrid

Las puertas en el tiempo que estuve en Toledo siempre permanecieron abiertas durante el día. Tengo que volver por allí, aunque solo sea para comprobar su estado actual.

Les cuento esto porque esperaba la finalización de la Semana Santa para compartir con ustedes una experiencia que paso a contarles. Con cierta frecuencia paseo por el centro de Madrid y aprovecho para visitar alguna iglesia de las de la zona que son una verdadera joya de historia y devociones. Les recuerdo que “visitar” en la cultura católica es ir a un templo o santuario por devoción. Desde hace poco tiempo esto es casi misión imposible. Hasta hace poco no había ningún problema, dentro de las horas habituales, para poder entrar en las iglesias y hacer una visita. Ya no es posible excepto en contados lugares como el Oratorio del Caballero de Gracia donde está expuesto el Santísimo todo el día. La mayor parte de las Iglesia permanecen durante todo el día cerradas excepto durante la celebración de la Santa Misa. ¿Seguridad, escasez de servicios y medios, ahorro, falta de devoción? Me dicen que la falta de seguridad obliga a contratar un vigilante porque ya nada ni nadie está seguro; ni en la Iglesia. Esa es la causa principal por la que las iglesias permanecen casi todo el día cerradas. Pagar esa seguridad no está  al alcance de todos y además es muy triste tener que acceder a un templo con escolta en la puerta.

No es un tema menor. Una muestra más de la falta de respeto, urbanidad, educación y formación. De hacer lo que a cada uno le venga en gana en aras a la pisoteada libertad.

La manifestación de devoción popular que durante la Semana Santa vemos, no se corresponde con la imagen de  iglesias vacías, pero desde luego es incompatible con las iglesias cerradas. Algo deberíamos hacer. Todos, y no solo en Semana Santa.

Real Oratorio del Caballero de Gracia

¿Toca ahora un año sin visitar las iglesias porque están cerradas? La agresiva intolerancia por un lado y la debilidad o rendición incondicional por otro, han cerrado demasiadas cosas.  La iglesia cerrada por seguridad parece una broma, un inapropiado y grotesco oxímoron.  Iglesia y seguridad no deberían serlo.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

5 abril 2018

 

10 pensamientos en “IGLESIAS CERRADAS Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

  1. Mi General, me quedo con su frase: «La agresiva intolerancia por un lado y la debilidad o rendición incondicional por otro, han cerrado demasiadas cosas.»

    Es grotesco ver como los intolerantes piden tolerancia para su intolerancia.
    Es indignante ver como una mal entendida «libertad de expresión» ampara su intolerancia.
    Es penoso ver como transigimos con ofensas y sacrilegios, alimentando la prepotencia e impunidad de los intolerantes.

    Tolerar la maldad es inmoral y punible, pero, ¿qué podemos hacer los ciudadanos de a pie cuando los jueces son «comprensivos» con los intolerantes?

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  2. Lo dejaron claro los de «podemos, Arderéis como en el 36». En la Parroquia de La Epifanía del Señor, en Carabanchel, hacemos guardia para que la iglesia permanezca abierta toda la mañana. Suscribo la opinión de D. José Morales. Julio de Felipe

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  3. Queridísimo Rafa:
    Creo que el motivo por el que «le han puesto un horario a las Iglesias» en cuanto a cuando están abiertas…..es debido a la falta de vocaciones.
    Mi parroquia, mi BENDITA parroquia es Santa Catalina de Siena, donde gracias a Dios, nunca mejor dicho, hay dos CURAS que son un regalo del cielo, el Párroco que es el Padre Mauricio y el Padre Elías….son dos Sacerdotes EXCEPCIONALES Y EJEMPLARES EN TODOS LOS SENTIDOS PERO NO DAN A BASTO CON TODOS LOS SERVICIOS ESPIRITUALES QUE DA NUESTRA IGLESIA Y ESTÁN ELLOS DOS SOLOS AUXILIADOs POR SEMINARISTAS, EN OCASIONES, PERO NO ES IGUAL. En nuestra Parroquia también contabamos con nuestro recién ordenado Padre Javier, pero el Arzobispado decidió mandarle a » territorio comanche», cerca de Morataláz, porque consideró que 3 CURAS en la misma parroquia «eran muchos curas» y así estamos, que tanto el Padre Mauricio como el Padre Elías, están diciendo Misa, como confesando, como yéndose con un maravilloso grupo de adolescentes a predicar al Retiro que lo tenemos al lado (cuando está abierto, claro), como explicándonos la palabra de Dios una vez a la Semana, como haciendo peregrinaciones, como haciendo catequesis para niños y adultos, como exponiendo el Santísimo, como rezando el Rosario, como llevando la unción a los enfermos y visitandolos, casando, bautizando, diciendo funerales y siempre con una sonrisa, sin manifestar cansancio alguno físico porque el Señor les da FUERZAS PARA QUE LOS DOS BENDITOS CURAS DE MI PARROQUIA SEAN EL EJEMPLO EVANGELIZADOR QUE FOMENTA LA FE CON LA SOLA PRESENCIA DE LOS DOS Y SU ACTITUD PARA CON NOSOTROS LOS FELIGRESES DE SU PARROQUIA CON LOS QUE ESTÁN DISPUESTOS A HABLAR EN PRIVADO CADA VEZ QUE UNO DE NOSOTROS NECESITA SU CONSUELO ESPIRITUAL.
    POR TODO ESTO, ME MATO POR MIS CURAS, Y NO PERMITO QUE NINGÚN MAMELUCO-TUERZEBOTAS DIGA, EN SENTIDO PEYORATIVO, DELANTE DE MI «ESE VIVE COMO UN CURA….» PORQUE ME LO VOLTEO, EN LA MEDIDA QUE YO PUEDA, POR LO INJUSTO QUE SERÍA AFIRMAR SEMEJANTE MALDAD.
    LAS IGLESIAS CIERRAN POR FALTA DE VOCACIONES, O CURAS.
    EL HECHO DE QUE TODOS LOS SACERDOTES NO SEAN EJEMPLARES SE DEBE A QUE UNA SOTANA O CLERIMAN NO TE HACE INMUNE A LAS MISERIA HUMANAS IGUAL QUE PASA CON LOS MILITARES: LA MAYORÍA ABNEGADA Y SILENCIOSAMENTE HEROICOS, PERO SIEMPRE SURGE EL COBARDE TRAIDOR CAPAZ DE VENDER, TRAICIONANDO, AL RESTO DE SUS COMPAÑEROS PORQUE A LA POSTRE UN UNIFORME, COMO UN ALZA CUELLOS, NO TE HACEN INMUNE A LAS MISERIAS DE LA TIERRA Y RECORDEMOS QUE HASTA ENTRE LOS APÓSTOLES HUBO UNO, QUE TRAICIONÓ A CRISTO Y FUE RESPONSABLE DE SU PRENDIMIENTO Y POSTERIOR CRUCIFIXION: JUDAS.
    Espero haber despejado la duda de porqué cierran las Iglesias: FALTAN CURAS Y SEGLARES EVANGELIZANDO …., aunque yo no soy quién, pero yo aconsejo a todo el que pueda hacerlo con ganas y FE, QUE EMPRENDA EL CAMINO Y ayude en su parroquia todo lo que le sea posible.
    ¡¡¡A ESPAÑA Y A MI REY SERVIR HASTA MORIR!!!
    ¡¡¡VIVA LA LEGIÓN!!!
    Esperanza González de Fonseca Marco

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  4. Como siempre, agudo y oportuno tu artículo, querido Rafa.

    En la próxima visita que parece ser tienes proyectada para comprobar el estado de las puertas de la Primada a la ahora Capital Regional (antes Capital del Mundo) no te olvides de darme un toque; nos daremos un abrazo, tomaremos una caña o un café en algunas de las franquicias internacionales de «restauración» que han abierto en la calle Ancha, y hablaremos de las cosas de por aquí. También podríamos ir a la Bóveda o a Ludeña, que te sonarán más.

    Pero, para ahorrarte el sofocón, te anticipo de entrada como está la cosa, si de las puertas se trata. Efectivamente, lo normal es que ambas, la del Reloj (Chapinería), y la Llana (Cisneros) estén abiertas. Si accedes por la primera, una rotunda valla metálica, bajo la atenta mirada de un celoso conserje catedralicio, llevará tus pasos sólo y exclusivamente a la capilla (de la Virgen) del Sagrario donde según horario celebran la santa Misa los canónigos. Si pretendes hacerlo por la segunda tendrás que haber pasado previamente por una especie de local de merchandising que se ha abierto precisamente enfrente. Creo que la tarifa actual es de 10 € con lo que tendrás acceso a todo el conjunto, incluidos sacristía y tesoro. Los domingos es libre el acceso a la Misa de Doce en el Altar Mayor; y si eres residente en Toledo dicho acceso es igualmente libre los mismos domingos por la tarde durante un par de horas.

    Ya ves; han hecho caso a D. Marcelo: las puertas permanecen abiertas, con ligeras variantes.

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  5. Muchas gracias mi querido Félix. Recojo el guante de tu agradable propuesta y en cuanto me libere de alguna de las actividades que ahora no puedo abandonar me planto en mi querido Toledo a charlar con su paisaje y contigo.
    Me alegra lo que me dices de las puertas de la Catedral, aunque a mí eso del merchandising y del pago por las visitas no me gusta nada de nada. Casi que prefiero rezar en la calle. No vaya a ser que pase como en el templo con los mercaderes.
    Un fuerte abrazo y siempre agradecido por tus versos y punto de vista sobre la actualidad.
    Con ironía y buenos sonetos es más fácil llevar este insoportable día a día. Un fuerte abrazo.

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  6. A las órdenes de V.E., mi General.

    Sí, se ha permitido que durante años, pero con inusitada virulencia en los últimos diez o doce, se cierren demasiadas cosas en España, además de las iglesias. Y más que por la «agresividad» de los intolerantes, que ni todos reunidos dan para un aperitivo, por el mirar para otro lado y hacer la vista gorda de quienes tienen la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de la ley y el orden constitucional. No les voy a calificar ni a llamar nada que atente contra el respeto que más que merecer, les corresponde como personas y por su posición institucional. Parece ser que en el mercado de los votos, lo único que cuentan son los resultados, y eso es difícil de controlar si no se deja hacer a los iconoclastas y antisistema. Craso error, porque esos vienen y van a por todas y no van a modificar su voto porque se les permitan o se les tomen a broma ciertas cosas como ese efusivo y cariñoso saludo de una mujer, semidesnuda, que asalta una capilla en la que se está celebrando culto, al grito «épico-pacifista» de «Arderéis como en el treinta y seis». Y no ha pasado nada.

    Era costumbre inmemorial en España, mantener los templos abiertos toda la noche del Jueves al Viernes Santo para que los fieles pudieran entrar y salir libremente a cualquier hora y acompañar al Santísimo rezando ante el Monumento. Era también costumbre en mis años de juventud, en lo que a los Militares se refiere, recorrer, vestidos con uniforme de gala, con nuestra novia o esposa del brazo, vestida de mantilla, los Monumentos de todas las iglesias de la ciudad. Resultaba muy vistoso y era una forma de vivir nuestra especial «Madrugá», no sólo en Sevilla, sino en cualquier otra ciudad en que estuviéramos. Era igualmente una oportunidad para confraternizar con compañeros de otras armas al coincidir con ellos y conocernos en tan entrañable acto. Eso sí, era difícil no quebrantar el ayuno gracias a los numerosos despachos de chocolate y churros que solía haber también abiertos toda la noche.

    Todo se lo llevó el viento, y hoy lo añoro y me pregunto por qué ya no se ve un uniforme del Ejército por la calle alegrando las ciudades con su colorido. En mis tiempos el elemento civil nos apreciaba y se alegraba de vernos y charlar de cualquier cosa con nosotros. Nos saludábamos como si nos conociéramos de toda la vida, y no andábamos, unos y otros como zombis, hablando por un teléfono invisible y cada cual a su bola como si fuéramos autómatas manejados por radiocontrol. En fin, recuerdos.

    ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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  7. Mi General : Vivo entre Sevilla y Alemania, entremetiendo viajes a Madrid, unos 5 al año. Siempre suelo andar por el sector Gran Vía-Princesa-Mayor-Callao-Sol-Cibeles. Suelo visitar los templos circundantes, pero donde mayormente acudo es al Oratorio del Caballero de Gracia, con horario cómodo y amplio, lo mismo que el del Niño del Remedio, en la calle de los Donados. Pero precisamente donde encuentro un horario más restringido es en la parroquia de Santiago, donde intento entrar cada vez que voy a la Hermandad Nacional de La Legión, a la que no voy poco, así como a la parroquia del Carmen, donde hay vigilancia, pero que cuando finaliza la misa se cierra. Llevo sin poder acceder a este último templo desde mi viaje de Noviembre 2017, para visitar a la Virgen del Carmen, el Cristo Yacente, el de la izquierda de la puerta de entrada, talla de 1940 que me recuerda al de la película Marcelino Pan y Vino, y al nazareno de la Hermandad de los Gitanos. Desde el pasado Noviembre, mi antepenúltimo viaje a la Villa y Corte, no logro acceder a su interior, pero si restringiendo los horarios se gana en seguridad doy por aprobada la gestión. Quedo a sus órdenes.

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  8. Coincido en que es un problema de educación, o falta de. Pero cuando los que deberían implementar las Leyes lo hacen sólo cuando son del agrado suyo o de su ideología, ante tanta impunidad, la mala educación se agudiza y acaba dictando sus propias normas.

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  9. Recuerdo que mi abuela visitaba todos los viernes el Cristo de Lepanto, de la capílla del Santísimo de la Catedral de Barcelona, cuyo crucifijo teníamos también en casa. Nunca osé preguntarle el motivo de su predilección por esa figura que a mi me parecía tan singular, ennegracida como la de la Virgen de Montserrat, la Moreneta. Aquí en Grecia,, las pequeñas iglesias ortodoxas suelen tener únicamente una sóla puerta, por lo que no se produce la disyuntiva de ser usadas como pasadizo entre calles adyacentes. Suelen estar abiertas, salvo las situadas en zonas poco concurridas.

    A las órdenes de V.E., mi General.

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