TOLEDO
3.- POSTALES
AyuntamientoTodavía en la plaza que lleva su nombre comentaremos hoy un poco -sólo-por dentro y por fuera este notable edificio toledano que alberga la, digamos, vertiente institucional del consistorio toledano, en el que como veremos hicieron valer sus preferencias notables maestros de la época.
Un arco ahora decorativo y parte de un lienzo de pared nos hablan, como todo edificio toledano que se precie, de su ascendencia mudéjar. Decidida su renovación es muy probable que Covarrubias recibiera el encargo de la misma, pero lo cierto es que en las primeras trazas son de Juan de Herrera, pero su realización corresponde a Vergara el Mozo. Herrera deja su impronta en las “escribanías” que dan a la plaza; una especie de ventanilla -no única, está claro- de atención al ciudadano. Igualmente Vergara las mantiene tanto en la terraza abalaustrada o “paseadero” herreriano como en los huecos clásicos de de medio punto entre columnas del primer piso.
Muere Vergara y Jorge Manuel Theotokopuli ofrece una balconada corrida a la que se abren los vanos adintelados del tercer piso: También de Jorge Manuel son las torres laterales con sus chapiteles en pizarra.
Y hoy, entre el granito y la poesía he querido mostrarles un divertimento rimado que acoge ambas “disciplinas”, y me explico, que dicen los modernos.
Bajo los ventanales y entre el primer y segundo rellanos de la espartana escalera que da acceso a la Sala Capitular -embrocada en rojos, y con una Purísima con su capilla y todo para compensar- se pueden leer las quintillas de más arriba compuestas por el, a la sazón, Corregidor de Toledo Diego Gómez Manrique (1412-1490), sobrino del Marqués de Santillana y Tío de Jorge el de las “Coplas…”, para que todo quede en familia. Diez versos que constituirían un prontuario de obligado cumplimiento para los políticos de cualquier época; a los de aquí se lo recuerdan según suben a la citada Sala capitular para debatir los “comunes provechos”. Desconozco si lo siguieron los de aquellos tiempos; me consta que a muchísimos de los de estos, ni se les ocurre. Vean en este sentido el interrogante del título así como la argumentación retórica del segundo terceto, no dirigida tanto al entorno local, o sí, como a la totalidad de la plaga que nos asola. Dicen las quintillas, literalmente:
“Nobles, discretos varones
que gobernais a Toledo
en aquestos escalones
desechad las afysiones
cobdicias, amor y miedos.
Por los comunes provechos
dexad los particulares,
pues vos fiso Dios pilares
de tan rriquisimos techos,
estad firmes e derechos”
TRAZAS Y, ¿SUEÑOS?
(Soneto)
Con tus arcos, frontón y ventanales,
son firmes e derechos tus perfiles,
condición exigible a tus ediles
en añejas quintillas medievales.
Herrerianas tus trazas veo cabales,
y pilares, son recios los alfiles
rematados en saetas, dos, sutiles,
que coronan tus torres laterales.
No abdicas del mudéjar, tu pasado,
y en íntimos espacios lo presentas,
do discretos, trabajan los varones.
Que en comunes provechos, han pensado,
tratando de ajustar bien nuestras cuentas,
desechando cobdicias, y afysiones.
Precioso Ayuntamiento, y preciosos sonetos Coronel Torres.
No nos cansaremos nunca de admirar monumentos y sonetos que tiene a bien enviarnos. Por lo que veo el hijo de El Greco no tuvo mayores problemas para seguir colaborando en las distintas construcciones de Toledo, cosa que es de agradecer porque efectivamente debió heredar el talento artístico de su padre.
Y a modo de curiosidad, y sin que haya habido ninguna voluntad por mi parte del hallazgo, tengo por lectura actualmente un libro llamado Las Benévolas, de Jonathan Littell. Un relato imaginario sobre un ciudadano alemán de madre francesa, en la época de Hitler, que participa en la II guerra mundial como oficial de la SS. Lo escribe desde un pueblecito francés donde logró escapar al término de la guerra haciéndose pasar por francés de origen. No viene a cuento el argumento, aunque el relato resulta espeluznante ya puede imaginarlo.
Lo traigo a colación porque sobre la página más o menos 200 (es un tocho de casi 1000 páginas) recorre una región entre Ucrania y Rusia y el autor se para a describir ciertos monumentos del siglo XIV y XV. Ante mi sorpresa( por supuesto es una traducción , de María Teresa Gallego Urrutia)) habla de los “arquitectos” textualmente de esos monumentos.
Lo supongo una licencia literaria de la traductora, puesto que no tengo opción a poder leer el libro en su versión original y tampoco llega mi interés en la obra como para hacer el esfuerzo de intentar encontrarlo,me lo han regalado y está editado en España en el 2006. Sólo hago referencia al hecho de que llama arquitectos a los constructores de esa época, y me consuela pensar que no soy la única en “meter la pata” al respecto, porque tampoco creo que en la Ucrania del siglo XIV ya existiera ese título.
Siempre mis más cordiales saludos
Margarita Alvarez-Ossorio
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A las órdenes de V.I., mi Coronel.
Lo de “ajustar bien nuestras cuentas”, pues en un sinfín de casos que conocemos, “demasiado bien”, si no para los administrados, sí para los administradores. Pero en cuanto a desechar “cobdicias y afysiones”, muy inocente debía ser el autor de esa espinela, tratándose, al fin y al cabo, de políticos españoles, no importa de qué época.
¡¡¡Viva España!!!
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Muchas gracias Mi Coronel, por todos los sonetos que nos envía y se agradece por lo bonitos y certeros que son. Saludos.
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Desde Burdeos, tus versos se leen mejor, nos acercan a España y
nos sirve para quitarnos la morriña. Gracias y un abrazo 🇪🇸🇪🇸🇪🇸
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De lujo, mi Coronel.
mejor imposible.
Saludo con taconazo.
Siempre ,a sus ordenes.
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