EL FILÓSOFO Y EL ESTRATEGO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Los grandes tratadistas del arte militar dejan caer sus pensamientos, plagados de aforismos, sin poder abstraerse del momento; se ven obligados a enunciar principios y procedimientos que evolucionan y solo queda el halo evocador de las hazañas guerreras; que no es poco. Nadie es profeta del como y cuando de la guerra, aunque alguno haya dejado doctrina imperecedera que aporta datos y referencias; muy poco(s).

La esencia de la guerra, casi de manera invisible, interpretable, más allá de técnicas y armas, está escrita en lo más antiguo que se conoce: tablillas de barro que poco dicen, pero descubren el oficio más antiguo del mundo; estamos aún sin descifrar el ADN de la guerra, próximo al del ser humano, con la variante del comportamiento al que obligan las circunstancias.

El poema de Gilgamesh es un  texto sumerio (siglo XXII a. C.,) que se conoce por una serie de tablillas halladas en la Baja Mesopotamia. Es el primer documento escrito en el que el hombre-rey se prepara con sus armas:

«Ellos le trajeron su armadura

[…] poderosas espadas

el arco y el carcaj,

y se lo pusieron en sus manos.

Él cogió las azuelas,

[…] su temblor,

(el arco) de Anshan;

Puso la espada en su cinturón.

Podían comenzar el viaje».

No sabemos mucho. La guerra y la paz era el discurrir de la vida. El hierro en la mano siempre; y la ciudad murada donde se encierra el hombre a la protección y amparo. Alrededor de los grandes ríos surge la culta vida que debe protegerse mediante un obstáculo: la muralla, el desierto o el mar. Si no era suficiente había que recurrir a las picas bajas, sujetas con dos manos; desde los sumerios a los hoplitas de Argos, Atenas y Esparta.

El mundo helénico es un mundo militar en grado sumo. Todos lo son.

Oriente es la cultura, con ello la fuerza; occidente quiere ambos poderes: el enfrentamiento. Grandes ejércitos de hombres armados van a configurar el mundo.

Ya no se recuerda que nacimos para la cultura allí donde hoy se destruye todo. Oriente lanzaba las flechas de sus arqueros y occidente era una armadura con escudo que combatía porque era mayor riesgo volver la espalda al enemigo.

La táctica se limitaba al empuje entre fuerzas, escudo en la siniestra y lanza en la diestra, lo que hacía girar las masas en combate en sentido contrario a las agujas del reloj. Aparecen los artistas de la guerra que mandan giros, envolvimientos, fortalezas humanas, carros de guerra, en definitiva evoluciones de la danza mortal. El arte de la guerra es eso: un baile de guerreros enfrentados. En la época de los Reinos Combatientes, no tan alejados, había que vencer gracias al ingenio. Un ajuste de fuerzas que pretenden desequilibrar y romper la tensión.

Empiezan batallas decisivas. Darío es derrotado en Maratón y le dice a su criado que a diario le recuerde: «Maestro no te olvides de los atenienses».

Movilidad permanente que se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas. Es Heráclito el que sentencia que el devenir está animado por el conflicto: «La guerra (pólemos) es el padre de todas las cosas» (Fr, 28). O lo que es lo mismo: «Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas y que la justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad»

Estamos en guerra. Un juego peligroso en el que todos pueden leer o escuchar; lo que quieren leer o escuchar se lo sirven en bandeja, en pienso alimenticio que se vende junto al del perro. La manipulación está abierta y para defenderse de ello ni el arquero ni el hoplita son suficientes. Los soldados nada pueden hacer; tampoco los filósofos. Caminamos a una sociedad de unos cuantos y el resto, el conjunto, será poco menos que hoplitas alimentados con basura.

Los psílites eran una tropilla ligera que, armada de saetas y hondas, preparaba el combate con sus armas arrojadizas, molestando al enemigo, escaramuceando para entorpecer sus maniobras y desbandándose luego para pasar a retaguardia y secundar la acción de la caballería en la persecución de los vencidos. No tenían armas defensivas, sino valor. Me apunto.

Nos dejó Kipling este bello poema:

Nations have passed away and left no traces,

and history gives the maked cause of it.

One single, simple reason in all cases;

they fell because their peoples were not fit.

Difícil traducción, fácil conclusión.

 Las naciones han pasado y no han dejado rastros,

y la historia da la causa desnuda de ello:

Una única y sencilla razón en todos los casos;

cayeron porque sus pueblos no estaban en forma.

(Kipling)

Es mayor riesgo dar la espalda al enemigo.

Termino con una conversación con el maestro Gabriel Albiac. El filósofo me dijo:

«Y sólo se me ocurre, para terminar, excusarme de mis generalidades recurriendo al primer griego que usó la palabra “filósofo”, Heráclito de Éfeso, que afirmaba, como postulado fundacional, que “la guerra es el padre y el señor de todas las cosas. Y a unos hace libres y a los otros siervos”. El filósofo y el estratego eran, en el fondo, lo mismo para el griego de hace 2.600 años».

Ahora también. No nos hacen caso; ni a uno ni a otro.

«El devenir está guiado por el conflicto».

¡¡¡Bum!!! Siervos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

2 febrero 2021

14 pensamientos en “EL FILÓSOFO Y EL ESTRATEGO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

  1. Mi respetado y muy querido GENERAL,
    Muy bonito su artículo de hoy porque vuelve a las raíces del ser humano y su entorno. Las mentes más brillantes han estado pendientes de binomios inseparables y mutuas contradicciones : BIEN-MAL, JUSTICIA-INJUSTUSTICIA, …..GUERRA Y PAZ».
    Precisamente los problemas de la GUERRA y LA PAZ desde la más remota antigüedad han sido los temas centrales de la FILOSOFIA de la Historia en permanente contradicción.
    Para HERACLITO : La guerra es el origen de todas las cosas. MAQUIAVELO : «El principio supremo de la Política » y para HEGEL :» El juicio de Dios».
    La Paz como valor supremo y aspiración universal la saca CRISTO a la palestra en las BIENAVENTURANZAS :» Bienaventurados los pacíficos porque ellos serán llamados hijos de Dios»….
    No les canso. ¡Acertado y EXCELENTE EXPOSICIÓN».
    A la orden de V.E
    VIVA EL REY
    VIVA LA FIEL INFANTERÍA
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑÑA

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  2. Buenos días

    Mi General, hoy parece que se ha levantado con el pie izquierdo ¿o es que realmente está convencido que todo en la vida es una guerra?

    Yo lo llamaría, más suavemente, una lucha. Luchamos para nacer, si lloramos porque tenemos hambre cuando somos pequeños, es por la supervivencia y por tanto también es lucha, pero no siempre contra un enemigo. A veces es hasta con uno mismo y esa es la peor, aunque puede ser que usted no la haya experimentado, hay personas que tienen muy claro sus objetivos, y no se plantean dudas, pero creo que no es algo muy común entre los mortales.

    También decía el filósofo que uno es siervo de sus propias pasiones, y entonces surgió el estoicismo, puesto que si no tienes esperanzas nada te inquieta.

    Personalmente veo muy difícil que alguien consiga hacerme sierva, porque pueden conseguirlo con lo externo, pero nunca con mi mente, y es ahí donde reside nuestra fuerza. Eso lo sabemos muy bien las mujeres, porque hay veces que nos inclinamos ante la fuerza del viento, como juncos, pero como ellos somos flexibles, y podremos inclinarnos, pero nunca rompernos.

    Y ya se que esa táctica no se aprende en las Academias Militares, pero le aseguro que es práctica, y a veces hasta imprescindible, sobre todo en el mundo actual.

    Ahora toca inclinarse, lo suficiente como para capear la tormenta, luchando como podamos, porque esa es la vida, pero volveremos a nuestra posición original en cuanto tengamos la más mínima oportunidad, como los juncos.

    No seamos estoicos, no perdamos las esperanzas ni la flexibilidad. Nada es eterno, ni siquiera el mal.

    Ya sabe, se puede engañar a unos pocos algún tiempo, pero no a todos ni todo el tiempo.

    ¿Le suena verdad? Pues yo estoy convencida de ello. Sólo es una cuestión de paciencia, y de no dormirse en los laureles del triunfo, como les puede pasar a algunos.

    Que tengan un buen día.

    Margarita Alvarez-Ossorio

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  3. Buenos días, mi General, muy apropiado su artículo de hoy para aplicarlo a la actualidad que nos envuelve ya no solo en nuestra Patria, sino en todo el mundo. El desconcierto es tal, que es necesario que nos sorprendan con este tipo de reflexiones que nos avisan desde el pasado sobre lo que sucede en el presente y nos proyectan preventivamente para el futuro. Para ello, nada mejor que el aviso que lanza en párrafo D. Gabriel Albiac, que nos incluye y al que sigo desde hace mucho tiempo en sus columnas periodísticas y sus intervenciones, siempre pausadas y cargadas de realismo, en otro medios .
    Lo mejor, con todo, el aviso y la traca final.

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  4. Es una guerra desde el punto de vista real y filosófico. El mal yace en el corazón humano y no en los cañones inertes que solo dispara un corazón. Es el Papa el que ha dicho que estamos em la III GM y no yo. Gracias y no olvide que además de soldado tengo esta manía de leer y observar.
    Gracias

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  5. A las órdenes de V. E., mi General.

    El gran problema es que en España no se ha estudiado filosofía, y no se ha extendido ese conocimiento entre la población, y por tanto, el concepto no forma parte de la «cultura» colectiva. Otros, más elementales y primitivos, a la colectividad llaman «masa», que es algo fácilmente maleable y manipulable.

    A pesar de que durante años sí se nos ha estado recordando a diario el «que no nos olvidásemos del enemigo» (el de la hoz y el martillo y la estrella roja de cinco puntas), nos dormimos en la garita, o directamente la abandonamos. Y hoy lo tenemos no sólo dentro de casa, sino en el poder con el objetivo proclamado, con gritos histéricos y ridículos de aprendiz de payaso, de esclavizarnos. No puedo olvidar el montaje burdo de «recepción», con supuesta detención para «identificación» incluida, a quien, disfrazado no con piel de cordero, sino con una horrible peluca de mujer y en un Mercedes, regresaba como fantasma del pasado salido de la ultratumba, no con bandera blanca a implorar, arrepentido, perdón, sino con la misma bandera roja de sangre inocente que siempre había tremolado, y justificando genocidios como el de Paracuellos, con el argumento de que «aquello había sido una guerra y no un juego de niños» (literal, que un servidor lo vio y oyó en TVE).

    A partir de ese sainete, con nuestra proverbial candidez relegamos al desván de los recuerdos y trastos inservibles, la coraza y el escudo, y hemos encajado todas las flechas envenenadas de otra filosofía falsa y antinatural, la del odio y el enfrentamiento. Ahora, al no estar en forma y desarmados, intelectual y materialmente, podemos imaginar cuál será el resultado. Sentar la primicia de haber perdido la guerra antes de comenzarla, sin haber gastado un cartucho.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  6. Con permiso de Vuecencia, mi General. Gran lección de historia y filosofía, la primera falsificada y tergiversada, la segunda eliminada de los planes de estudio, de ese modo se puede esclavizar a los pueblos impunemente. Gracias. ! Arriba España y viva La Legión!. Julio de Felipe Jiméno

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  7. ¡…susórdenes!

    ¿Cuándo nace lo que mata? Nos humanizamos cuando nos creemos que hablando podemos evitar la guerra, sin tener en cuanta que hay quien sólo usa las palabras para mentir o para su beneficio, que en ocasiones vienen de la Guerra.

    Buenas tardes

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  8. Buenas tardes y muchas gracias Mi General, que como siempre, con sus reflexiones, nos hacen pensar a los demás. Estamos mal, pero al menos hay un grupo que Vd. ha formado, que tenemos la misma sed de unidad, justicia e igualdad. Saludos para todos.

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  9. Esas manías de las que habla, mi general, también podemos tenerlas los demás, y no crea que me engaño, se muy bien que estamos en una guerra a la que no queremos llamar de esa manera porque no se ven tanques (al menos por aquí) y por eso lo llamo lucha, porque son dos conceptos distintos. Yo más bien pienso que es una lucha taimada, una lucha contra nuestros pensamiento más que contra lo material, que también claro, pero no ostensible, no hay ejércitos enfrentados, sólo estrategas que mueven los hilos sutilmente para envolvernos, como telas de araña, y contra eso no valen las pistolas, ni las tácticas de combate. Sólo sirve mantener alerta nuestra mente, lo que usted hace justamente cada día, y reaccionar. Quizás, muy posiblemente. yo me equivoque, pero la lucha, ya ve, la centro precisamente en la comunicación, esa que envenena y miente, esa que nos dice que en el 2030 no tendremos nada pero seremos felices. ¿Cómo se lucha contra un Bill Gate, contra un Soros, contra un grupo de personas maléficas que nunca tienen bastante poder, que nada les basta? Sólo con nuestra mente, porque esa es la que ellos utilizan para conseguir sus fines, y si nada podemos, estaremos condenados. Ese es el verdadero problema, la educación de las generaciones que nos siguen, a las que enseñan precisamente a no pensar para hacerlos siervos sin que ni ellos mismos lo sepan. La nuestra ya no les resulta un problema, cada día vamos quedando menos y con menos poder, ni siquiera sobre nuestra propia descendencia, y es contra eso contra lo que yo lucho, con todos los medios a mi alcance y sin descanso. Puedo llamarlo guerra si lo prefiere, finalmente es lo mismo. Pero yo no me doy por vencida, y hablo, hablo, hablo, a mis hijas, a mis nietos, a todos los que me rodean. Por eso pienso que puede ser que ésta pandemia esté manipulada, porque separa a los seres humanos, sólo podemos comunicarnos por los medios que ellos nos permiten, y esos saben controlarlos y vigilarlos, sin ningún problema, y anulan o compran a los que pueden ser peligrosos para el «sistema». Esa es nuestra guerra mi General, no sirve el valor, sólo tenemos humo con el que enfrentarnos, y sólo si sabemos disipar el humo y buscar a quién finalmente está detrás y eliminarlo nos servirá para algo. Pero no es fácil, y sobre todo, no es cuestión de valor sino de valores, y de constancia. Yo hablaba de flexibilidad, pero no de sumisión. Cada uno debe y puede luchar a su manera, como mejor sepa, la cuestión es conseguir el objetivo. El nuestro, por el momento, es evitar que desmantelen España, después ya iremos viendo…Gracias

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  10. Mi general (de un soldado médico):
    Si me permite y a fuer de parecer «repipi» me permito una traducción entre literaria y libre del texto de Kipling (y eso que soy de francés):
    Nations have passed away and left no traces,
    Naciones han desaparecido sin dejar rastro.
    and history gives the maked cause of it.
    La historia nos cuenta el crudo motivo (de ello).
    One single, simple reason in all cases;
    Una sola razón, una razón simple en todos los casos.
    they fell because their peoples were not fit.
    Cayeron porque sus pueblos no estuvieron a la altura.

    Un saludo y gracias por su blog.
    Muestra lo que conoce y deja «entrever lo que sabe».

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  11. La filosofía está prácticamente desterrada de los actuales planes de estudios de Secundaria. Recuerdo que en 3º de BUP y COU se estudiaba Filosofía e Historia de la Filosofía, respectivamente. Pero los políticos han cambiado los planes de estudios para relegarla a la marginalidad. En cuanto a la guerra, también ha sido desterrada del lenguaje cotidiano por los políticos. Ahora los Ejércitos solo hacen «operaciones de paz» o también «operaciones humanitarias» pero de hacer la guerra no se puede hablar. Palabras tabú para nuestros actuales políticos: filosofía y guerra. Prefieren tener una población aborregada e indefensa.

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  12. Creo que ambas traducciones del último verso de Kipling sirven para entender mejor el sentido de la cita: «cayeron porque sus pueblos no estaban en forma» y «no estuvieron a la altura» y aún podría añadirse que «cayeron porque sus pueblos carecieron de aptitud, de competencia, de capacidad, de disposición y en definitiva, de lo que había que tener para evitar que su Nación fueran devorada por la Historia.

    A las órdenes de V.E., mi General

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