Hace muchos años el maestro enseñaba el arte de la lucha personal a sus alumnos. Llevaba tiempo asimilar aquellas enseñanzas, una forma de vida que no todos llegaban a comprender.
Uno de los alumnos al comenzar la clase se levantó muy ufano.
—Maestro ayer puse en práctica sus enseñanzas y quisiera contarlo en público para que todos vean que son muy eficaces.
—Habla a tus compañeros y que todos aprendamos.
—Fui a cruzar la calle y lo hice por detrás de un caballo que estaba en el borde de la acera y debió sentir mi paso porque me lanzó una coz, pero gracias a sus enseñanzas pude pararla con un movimiento rápido del brazo.
—Mi querido alumno, no has aprendido nada de lo que pretendo enseñaros. La solución no era parar la coz del caballo, mi enseñanza no está en buscar la defensa física si antes hay otra manera de hacerlo. En tu caso nunca deberías haber hecho lo que hiciste.
—Pero Maestro ¿Debería haberme quedado quieto y recibir la terrible coz que venía dirigida a mi cabeza?
—No. Lo que tenías que haber hecho era cruzar la calle por delante del caballo.
Se han oído discrepantes voces sobre el modo y manera de entrar en el inviolable domicilio, pero el señor ministro del Interior solo escucha eso: su escaso interior. Patada y tentetieso.
Los conocedores de la Ley hablan de «barbaridad», «ataque a los derechos más elementales», «abuso incomprensible», «error». También fuera de España acusan al Gobierno español de cometer actos contra la libertad de expresión y la prensa.
El señor ministro del Interior no puede serlo de nuestro inviolable interior y de él forma parte la vivienda tanto como el pensamiento; o más. Porque alguno para poder pensar tiene que encerrarse en casa, apagar la luz, desconectar móvil, wifi y hasta la lavadora, y aún así no tiene la seguridad que la Constitución le otorga y que el ministro como juez, ahora parte, defendía.
Ser ministro no es algo personal ni está por encima del bien y del mal ni mandas mucho ni poco, sino lo que te mande la conciencia. Te debes a ministrar que es servir y no servirte de las puertas ajenas. Porque eso suena a zafarrancho de combate, una limpieza general de conciencias y actitudes. Todos firmes, en perfecto estado de revista, puertas, armarios, cajones, y hasta el alma, abiertos de par en par.
No señor ministro; usted manda mucho, pero no tanto.
El maestro explicaba el espacio existente entre el caballo y el alumno, entre ser caballo o alumno. Hay una distancia que se mide no por la fuerza y daño de la patada, ni siquiera por su alcance y precisión, sino por la diferencia entre la capacidad para pensar y en consecuencia respetar y actuar en consecuencia. Eso los diferencia.
La patada la da el caballo. Se llama coz. La da al aire o a quien le ataca. No a la Constitución.
Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
19 abril 2021
Muy oportuno, mi General.
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Pero, mi General, es que al Sr. Ministro ya no le quedan más argumentos para defender sus malas prácticas y actuaciones. De ahí lo de dar coces. Es lo que hay, lamentablemente, y seguirá porque desde su soberbia, no atiende ni a las razones, ni a las evidencias; y eso que llegó a juez…
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Mi respetado y muy querido GENERAL,
BIEN PLANTEADO EL TEMA TAN ACORDE A LA CONCIENCIA HUMANA..
Debía el Sr. Ministro repasar algún autor italiano . «Yo soy yo y nadie puede entrar en mi morada sino le abro la puerta para hacerlo». (Romano Guardini).
Son tres temas los del ministro relevantes y que miden la altura democrática de una nación.
T1: CORONEL DE LA GUARDIA CIVIL PEREZ DE LOS COBOS.
– Debe hacer lo ordenado por el Tribunal Competente y reintegrarle al puesto en que estaba.
– Echa la culpa según se deduce al Presidente.
T2: TRASLADO DE Javier García Gaztelu ,»Txapote», condenado a 30 años por los asesinatos de M. ÁNGEL BLANCO, G.ORDOÑEZ y F. BUESA.
-SE le ha trasladado a Extremera desde Huelva como premio a un Criminal etarra.
-¿Qué sentirán sus familiares?
T3: LA CAZ DEL MINISTRO a LAS PUERTAS DE PISOS QUE NO SON MORADA.
– Diferencia el Ministro una vivienda «piso turístico para fiestas» de «Otro piso cualquiera»
-Qué sentido tiene un juez y por quién toma al pueblo español
-Un domicilio no es una morada
-Salvo delito flagrante no se puede entrar en una vivienda dando coces con ariete en las manos.
Cuando V.E recuerda al MAESTRO, nos llega a todos EL TAO de Sunzzi y sobre todo EL INVIOLABLE DOMICILIO DEL ALMA HUMANA CAPACIDAD DE PROYECTAR CONCIENCIA EN TODOS SUS ACTOS.
MANDAR SR. MINISTRO ES SERVICIO Y ENTREGA. LOS MANDOS MILITARES SON ESPEJO.
Reitero felicitación Abrazos a todos y ala orden.
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVA EL CNI
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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Entre coces y patadas (Lamento mil y piko)
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Ante las coces recibidas
por animales de dos patas
de las políticas homicidas
que se oponen a la vida
con la verborrea barata.
Los Crepúsculos vespertinos
cada día estás más negros
y en los soles matutinos
hay augurios despectivos
con criminales requiebros.
En los balcones engañosos
de los falsos pregoneros
donde gritan los vidriosos
de los partidos tramposos
que decoran los enredos.
Las políticas se hicieron
a los arrullos delincuentes,
y a los poderes se subieron
los que al bienestar hundieron
dejándonos en la pendiente.
De esta cuesta tan salvaje
que contemplando la muerte
se envalentona el bandidaje,
Y. Aplaudiendo el libertinaje
se puede ser presidente.
Del pueblo que se acobarda
en los brazos que esclavizan
con las políticas petardas
de los que en ella se alargan
al tiempo que se divinizan.
Los polvorines de España
son volcanes semidormidos
que rugiendo en sus entrañas
se agitan las guadañas
que empuñan los vengativos.
Ante la sociedad cobarde
de esta expaña doblegada
al hacer de la mala sangre
amparada en el desmadre
que viene dando patadas.
España día 19 de abril de 2021
Ramón Lencero Nieto
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Buenos días, mi General y todos. Los despropósitos del Ministro de Interioridades llegan a unos extremos a los que sólo se puede cuando no tienen principio quienes se sienten o creen impunes; el problema viene cuando estos sátrapas están en lo cierto en el segundo punto.
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Mi general, todo lo que hoy nos cuentas me recuerda lo que nos decía Botín cuando oía a alguien hablar mal de animal cuadrúpedo implume, que es como él llamaba al caballo, y referirse a ellos como perros cuando por sus imprudencias recibían alguna coz, como ese alumno más aficionado a las artes marciales que al noble arte de la equitación . Algunos hombres decía rebuznan, desde luego, con mucha más facilidad que los caballos ladran.
Y respecto al personaje, ya metidos en harina equina, me temo como dice el refranero ecuestre que lavar la cabeza a un burro, es desperdiciar tiempo y jabón.
Atentamente te saluda con fuerte abrazo.
Ángel Cerdido Peñalver.
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Mi General.
Estamos opinando de cosas normales en el mundo. Estamos equivocados.
Estamos en ESPAÑA, año 2021, siglo 21. Gobierna el PSOE, Separatistas, Asesinos, traidores, antitodo, resumiendo, muy mala gente y que además odia a “ nuestra ESPAÑA “..
Si lo pensamos bien, actúan como son, son así. QUE PENA DE ESPAÑA.
🇪🇸🇪🇸🇪🇸 “ Ante todo España, sobre todo España, Siempre España “🇪🇸🇪🇸
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Excelente artículo Mi General. Mil gracias y saludos para todos.
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Buenas tardes
Hago mío en toda su extensión el comentario de D. Félix Fernández de Castro.
Pero si las cosas son así y no tenemos medio de evitarlas ¿ A quién acudir para que nos ayude? Si hasta los propios jueces han protestado a Bruselas en busca de una solución y no parece que surta efecto, ¿que nos queda por hacer? ¿Esperar la patada en nuestra propia puerta?
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A las órdenes de V. E., mi General.
Un poco tarde, pero aquí seguimos inaasequibles al desaliento. Algunos de nuestros políticos «con mando» se parecen mucho a los équidos; unos a los burros, no en la nobleza sino en la tozudez, otros a las cebras, en, con perdón, la mala leche, y casi todos, a los caballos en dos aspectos, en que pueden soltar una coz, y en que también algunos pueden tener el defecto de morder, y es más peligroso darles la espalda que pasar por detràs de ellos sin antes avisarles con una caricia. Pueden morderle a uno en la cabeza como si fuera una sandía, o arrancarle un brazo al dar un tirón con él aprisionado entre los dientes. No es broma, y seguramente nuestro Coronel de Caballería lo puede confirmar.
De modo que, por ai acaso, mejor no acercarse a ellos a distancia de tiro. Y si no hay más remedio, por cuestión de protocolo, mejor bien pegaditos para neutralizar la fuerza y el efecto de la coz o el mordisco. A algunos de los actuales, como a ese ministro y al que «canta», tan mal, en TV el recuento de las bajas por el coronavirus, se les ve a distancia porque, además, cuando abren la boca y comienzan a emitir sonidos parece que imitan el relincho de un semental al ventear una llegua en celo.
Cuidado con ellos, que como se levanten de manos y le asesten a uno un golpe con las herraduras nuevas de clavos gruesos, lo pueden dejar en el sitio.
¡¡¡Viva el Arma de Caballería!!!
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