No todos los jefes de la Legión han tenido el honor de morir al frente de sus legionarios. Solo uno: Rafael Valenzuela y Urzaiz.
<<A vuestro frente ha caído uno de mis mejores soldados. Guardad siempre su gloriosa memoria>>. (Alfonso, Rey)
Tizzi Azza fue ocupada en octubre de 1922. Posición inútil para aumentar o reforzar una línea, pero inmejorable para avanzar, siendo peligroso mantenerla si no se avanzaba. Era la opinión militar que insistía: <<Mientras no se castigue a los moros por su salvajismo del año 21 no podrá haber paz en Marruecos, pese a todas las ilusiones que se quieran forjar los pacifistas, la realidad se impondrá>>.
Se impuso. El dinero del rescate de los prisioneros de Monte Arruit, mucho mayor que el acordado, les sirvió a los rifeños de Abd el Krim para rearmarse y seguir con mayor ferocidad su lucha contra España. Estuvo a punto de ocurrir otro desastre como el de Annual. La sangre de los Regulares y legionarios lo evitó. Un acto de heroísmo que nunca debemos olvidar. Hoy podríamos estar contando otra trágica historia que evitaron hombres como Valenzuela.
Tizzi Azza era la línea avanzada de las posiciones alcanzadas durante la reconquista del territorio perdido en 1921. La detención de las operaciones amenazaba el territorio, no había retirada, pero tampoco movimiento ni claridad en los avances a realizar. Una parálisis que animó al enemigo; era su momento. La calma predecesora de la tempestad.
Millán-Astray había dejado la Legión y solicitado el retiro, por << el divorcio existente entre los que pelean y los que politiquean>>, como dijo refiriéndose a las Juntas de Defensa que se oponían a los ascensos por méritos de guerra, algo inasumible para una fuerza como la Legión.
Le sustituye Valenzuela, un caballero en el que la aristocracia era su comportamiento, ejemplo de vida como poco tardaría en demostrar en la Legión frente a sus legionarios en combate. No había un jefe como él para el mando de la Legión en aquellos momentos convulsos.
En mayo de 1923 las harkas rifeñas empiezan a hostigar la línea avanzada de las tropas españolas. Las posiciones se encuentran en enclaves aptos como decíamos para el avance, como bases de partida, pero eran de difícil apoyo y suministro en situación defensiva y prolongada. Cada convoy de apoyo se convertía en una auténtica batalla a vida o muerte. La sombra del Igueriben, de Annual, empezaba a recorrer el pensamiento del mando que no admite ya echar marcha atrás en un repliegue que podría traer las mismas trágicas consecuencias que Annual.

Valenzuela está en Madrid organizando la entrega de la Bandera a la Legión. Una unidad de la Legión se encuentra ya en Algeciras para asistir al acto. Todos regresan urgentemente al grito de ¡A mí la Legión! La situación lo requiere. El día 4 de junio de 1923 el teniente coronel Valenzuela está ya al frente de sus banderas, deseoso de entrar en combate. <<Mañana entrará el convoy en Tizzi Azza o moriremos todos, porque nuestra raza no ha muerto aún>>. Los legionarios no necesitan más arengas. Su Jefe en cabeza, con ellos, cuando saben que van a morir todos. Se inicia el combate. De los más duros en los que la Legión ha participado. Nadie da un paso atrás. Llueve plomo en el ataque. El coronel de la columna, Gómez Morato, ordena al cornetín toque de paso de ataque general. Cuando más rudo era el fuego y la pelea más brava, el teniente coronel Valenzuela da orden de ataque a su cornetín: ¡Paso de ataque para La Legión! Es la llamada a la muerte, suena la contraseña que invita al abrazo mortal, ¡Legionarios a luchar! ¡Legionarios a morir! Nunca ha sonado tan clara. Es el momento legionario que este Cuerpo recién fundado necesita: la confirmación. Cae el jefe de la Legión, muere todo el que se acerca a recoger su cuerpo, mueren sus escoltas, la muerte recorre el barranco de Iguermisen, con la victoria se lleva el alma de los más bravos legionarios: Valenzuela, Casaux, Sanz Perea, Sendra, Suvirán, González, setenta legionarios encabezados por su jefe. Han vencido. Una lista de revista para el cielo inmortal de los hombres que salvaron el honor de España mientras en la retaguardia discutían que si esto o lo otro. Todavía sin bandera con la que cubrirlos, hubo que esperar en la frialdad del barranco, entre los sonidos imperceptibles del dolor de la noche, a que las luces del alba reflejasen en el cielo de España la imagen de aquellos hombres que se mantuvieron, con feroz dolor y amor a España, en aquel lejano barranco donde seguramente nada hacían ni nada ganaban que no fuese mantener el honor de la Legión y el de España. Habían vencido, la victoria ha costado mucha sangre legionaria. Lo sabían. Otros dudaban. Los de siempre. Ya no hay la más mínima duda de que la Legión combate como pregona su Credo, que morir en el combate es el mayor honor. Gritan ya por su Bandera que a este ritmo se teñirá de rojo hasta el asta. Rojo de sangre derramada por sus dorados soldados, los que más brillan en las calcinadas tierras africanas.

Vuela desde Tizzi Azza hasta los más lejanos rincones de España el nombre: los legionarios, Valenzuela, la Legión. Nunca ya podrán retroceder, es la inconfundible voz que marcará la forma de ser de un Cuerpo que se ha hecho entre pólvora y muerte, entre honor y valor, y que solo responde a su contraseña: ¡Legionarios a luchar! ¡Legionarios a morir!
Pero no tenían Bandera. Lejos de su Patria. Solo sabían que obedecer era morir, que estaban para cumplir, sin hacer preguntas que no tienen respuesta. Nunca la tendrán. La grandeza del deber cumplido tiene estas cosas, para el que cumple, junto a la tragedia del que debe dar respuesta que no tiene. Cada uno muere con lo que le corresponde, no hay reproches en los que se han batido con honor y valor. En la retaguardia cada cual verá y analizará su responsabilidad. La Legión solo pide responsabilidad ante el enemigo.
Han pasado 95 años. Camino del Centenario la grandeza de la Legión no sería la misma sin el mando y ejemplo de un jefe como el teniente coronel Valenzuela.
<<Colocándose a la cabeza de sus legionarios les arengó y dando vivas a España, al Rey y a la Legión y con la pistola en la mano se lanzó el primero al asalto, siguiéndole sus fuerzas, alcanzando así heroica y gloriosa muerte ante las filas enemigas de cinco balazos>>.
Legionarios: Quien esto no lo entienda y vibre como si en el barranco de Iguermisen estuviera, quien no entienda que ese lugar sagrado para la Legión es el ejemplo de lo que proclama su Credo, quien hoy no eleve su mirada al cielo legionario, lleno de héroes auténticos, de carne y hueso, almas de su Credo, quien no sueñe con ser parte de ellos, quien hoy no rece, y los recuerde, no es legionario. Cada uno será lo que quiera, nada importa su vida anterior, pero formar bandera, el más alto honor, solo se cumple teniendo el heroísmo como meta, que es el cumplimiento diario, sencillo, desinteresado y sublime. Cuesta casi más que morir, pero ahí está grabado a sangre y fuego: Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir. Vivir y morir por España y la Legión. Como lo hizo Valenzuela y sus legionarios hace hoy 95 años.
<<A vuestro frente ha caído uno de mis mejores soldados. Guardad siempre su gloriosa memoria>>.
Al fin llegó la añorada Bandera que hoy cubre sus heroicos cuerpos.
La Legión ya tiene Bandera teñida con la sangre de sus legionarios. El último trazo de sus colores, el tono más vistoso, el que la distingue del resto, tiene nombre: color Valenzuela, nobleza legionaria.
Un lector de este blog, catedrático de la Universidad de Granada, me decía hace unos días: «Cuando se exige tanto, entregarlo todo, la enseñanza culmina con el ejemplo«.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez. Jefe de la Legión de 2001 a 2004
Blog: generaldavila.com
Mi respetado y muy querido GENERAL,
El catedrático de la Universidad granadina acierta plenamente : «Cuando se exige tanto, entregarlo todo, la enseñanza culmina con el ejemplo».
S.M. EL REY DON ALFONSO XIII : «A vuestro frente ha caído uno de los mejores soldados. Guardad su GLORIA SIEMPRE».
AL TENIENTE CORONEL VALENZUELA (Un 5 de Junio ).
Raudo, salta el Teniente Godoy del carro,
granadas al enemigo por Teruel lanzando,
a Regulares y sus cuatro carros mandando
dos veces herido, sangre empapando barro.
Apenas llegaba Apolo al cenit caminando,
cuando el muy heroico Valenzuela y maño,
de recia fisonomía, en Tafersit halló daño;
obediencia ciega, gran ejemplo proyectando.
Regresa Millán, ve del enemigo tal ensaño,
en su poliglota amigo, sin lágrimas llorando,
su Tcol en Tizzi-azza, siete tiros fatal engaño.
¡A mi los valientes!, el Jefe murió luchando,
por rescatar su cuerpo los fieles de su rebaño,
dieron su vida, en El Pilar con Dios soñando.
SU INMORTAL EJEMPLO RUTILA INCESANTE EN LA PATRIA SENDA LEGIONARIA.
¡GRACIAS POR TAN BRAVO EJEMPLO!
Abrazos para todos.
A la orden de V.E
VIVA EL REY
EL TTE. COR. VALENZUELA : ¡PRESENTE!
VIVA LA LEGIÓN
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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Emocionante articulo Mi General hoy.
Le deja a uno sin alíento, sin palabras. Lastima grande que el paso de esos 95 años vaya dejando tanto sacrifico, tanto ejemplo, tanto valor en el olvido y lo que es peor, en el total desconocimiento para las nuevas y adoctrinadas generaciones.
Por suerte todavía nos quedan Cuerpos como La Legión y Regulares dispuestos a combatir la misma amenaza de hace 100 años,. Por nuestro vecino no pasan los años, generacion tras generacion sigue siendo el mismo.
Un fuerte abrazo Mi General.
Siempre a sus ordenes.
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A las órdenes de V. E., mi General.
La narración que hace de estos hechos, gloriosos como los más grandes de nuestra historia, y la forma en que lo hace, sublime mística e íntimo sentimiento, a un servidor, tan aficionado e incontinente en la expresión, le ha embargado tanto la emoción de volver a sentir la sangre hirviendo igual que en los mejores años y momentos de la juventud ya lejana, que en estos momentos se ha quedado sin poalabras.
Muchas gracias por despertar emociones y sentimientos, que aunque nunca estuvieron dormidos ni olvidados, hacía tiempo que no se acompañaban de unas lágrimas. No se puede aspirar a un mejor despertar que una emoción de este tipo.
¡¡¡Viva España!!!
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Mi General. Una vez más sentí un nudo en la garganta
Atentamente y a la orden de Vuecencia
Al Teniente Coronel Valenzuela y a los hombres como ÉL
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Cinco balazos mataron
al jefe de La Legión
en el barranco de Iguermisen
que su suelo se empapó.
Con la sangre Legionaria
derramada con el ardor
de los que dieron su vida
por España y La Legión
En aquel protectorado
que España lo defendió
cual si fuera un territorio
del suelo patrio español.
Hoy, camino del centenario
a los hombres como ÉL
se les presenta el respeto
que condecora ese ayer.
Ramón Lencero Nieto
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Creo, mi General, que hoy que en tu sentido artículo lleno de verdad, de Historia, de honor y de compromiso recuerdas la heroica muerte del TCOl. Valenzuela es un buen momento para que leamos de nuevo el Espíritu 10 del credo legionario que en su día publicamos en este blog y cuyo cumplimiento firmó con su sangre y su vida uno de los «mejores soldados» de España.
10.- EL ESPÍRITU DE LA MUERTE
El morir en el combate es el mayor honor. No se muere más que una vez. La muerte llega sin dolor y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde.
VALIENTE
(Soneto)
Al momento supremo, que enfrentado,
si la muerte llegó-su novio fuera-
la acepta el legionario, pues que espera,
fuerte el lazo, estrecharla enamorado.
Cuántas las veces fueron, lo ha cantado,
que es tan sólo una vez que ella viniera.
Tan horrible no es cual pareciera
para aquel que juró lo que ha jurado.
Pues grande es el honor si en el combate
el momento llegara; ni un lamento
saliera ante tal trance de su boca.
Y el morir por la Patria, un acicate:
como valiente dar, postrer su aliento.
¡De la muerte, este espíritu lo invoca!
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Gran ejemplo de heroísmo el que dieron nuestros legionarios en el Rif. Hace poco tuve que llamar analfabeto a cierto personaje (de apellido muy monetario) que criticaba en uno de sus vídeos el monumento que se ha erigido en Madrid para conmemorar el centenario de nuestra gloriosa Legión. Me refiero al monumento del legionario de los años 20 con la bayoneta calada. El citado personaje soltaba en su vídeo todas las gilip… antimilitaristas típicas de una parte de la izquierda española, y yo le recordé en los comentarios cual fue el papel de nuestro Ejército en el Rif, que no era otro que el de establecer la autoridad del sultán de Marruecos en aquellas tierras. Supongo que este personaje no leerá los comentarios, pero al menos lo leerá la cohorte de pelotas que alaba sus vídeos.
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Emocionante relato, mi General, y buenos días a todos. Es importante estar convencido de que cuando uno no sabe donde ni porque está en un sitio, es justo cuando mas importa hacer lo que se tenga que hacer, aunque a uno no le haga ninguna gracia; o quizá, justo por ese motivo, haya que hacerlo. .
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Para quienes como yo somos unos auténticos y confesos desconocedores de la Historia (con mayúsculas) de la Legión, estas reflexiones, magníficamente escritas, aunque sea una pedagogá tardía, nos hace mucho bien y nos ayuda mucho a comprender esa vocación tan peculiar y entregada del militar, que nunca se agradecerá lo suficiente, aunque ahora corran malos tiempos para la lírica y para tantas cosas que el progresismo, siempre más avispado en eso de adoctrinar, trata de menoscabar. Yo creo que somos más los que estamos por el orden y que España recupere el aliento, que entre la izquierda y los nacionalismos (vaya paradoja, porque éstos son, con excepciones, más de derechas que el palo de la Bandera) se lo quieren quitar y ahogarla para hundirla, que es su único y podrido afán.
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Muchas gracias ,mi general por su respeto y comprensión a esos sentimientos trascendentes que elevaron la categoría humana al punto de lo épico. aún pareciendo locura: sacrificando -deliberadamente- sus vidas presentes por futuros beneficios de ese prójimo amado por santos,mártires o héroes…Sin duda la máxima distinción de nuestra especie; cuya raza sublimada «que no ha muerto aún» sabenos era a la que se refería tan culto, noble y bondadoso caballero Español…Viva España y su eterna semilla emocional !
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Como es habitual, mi General, magnifica lección de Moral Militar.
Muchas gracias!
¡¡VIVA ESPAÑA!!¡¡VIVA EL REY!!¡¡VIVA LA LEGIIN!!
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Emocionante y glorioso su recuerdo de hoy, mi General.
La Legión luchando por España, no importaba dónde ni porqué, obedecían órdenes y daban su vida cumpliéndolas.
Hoy D. Ramón Lencero se ha superado en esos cuartetos que nos ponen un nudo en la garganta. Gracias D. Ramón.
La valentía de un Tte. Coronel muriendo al frente de sus hombres…¿Se puede pedir mayor gloria para un soldado?
Gracias por este recuerdo General Dávila. Muchos no conocíamos ni el nombre ni su acto de valentía sin igual. Y nos sentimos orgullosos de su hazaña y pedimos por su eterno descanso.
Tte. Coronel Valenzuela, PRESENTE
VIVA LA LEGION, VIVA ESPAÑA.
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Fuerte abrazo Amancio
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Le agradezco sus palabras pero no me gusta que me alaben. Lo siento y gracias
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Mi General: Fácil comentar su relato, la única pega es que lo ojos me fallan, las lágrimas están llegando y mi garganta se seca.
Nos trae la memoria todo el “CREDO DEL LEGIONARIO “, y noto que me estoy desplazando, hasta casi tocar alTte. Coronel Valenzuela, me siento legionario y moriré como ellos. Copiare sus movimientos y me pondré delante del Tte. Coronel, para parar las balas y evitar que muriera.
Imposible …..soñaba, una pena . D .E .P,, Tte Coronel Valenzuela y todos sus legionarios, supieron morir en combate.🇪🇸🇪🇸🇪🇸
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Pues yo lo siento, mi General, pero ha debido olvidar publicar el comentario que tan mal le ha sentado, porque yo no he leído nada que le ataña personalmente.
Todos a una le damos las gracias por traernos ese recuerdo, pero eso lo encuentro lógico. Hay héroes que si aquí en este blog no se recuerdan ¿quién lo hará?
Desde luego que no Margarita Robles
Tenemos un Ministerio de Defensa que no puede o no quiere recordar toda la sangre derramada para defender ese reino que hoy es el mismo que nos ataca, Marruecos. Sangre española, y de los mejores. Si en aquellos momentos lo defendimos, podríamos decir aquello de «ser desagradecido es de mal nacidos». Pues eso, que lo recordemos TODOS.
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Magnífica lección. Poco mas se puede decir unas vez leídas esas declaraciones y comentarios. Solo puedo decir, con todo mi agradicimiento y por el honor de los héroes legionarios, con el Tte. Coronel Valenzuela a la cabeza, con emición y muy fuerte: VIVA ESPAÑA !!!, VIVA EL REY !!!, VIVA LA LEGIÓN !!!
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