PUBLICADO EN 2017
Nunca fui partidario de crear esta unidad, pero la ayudé cuanto pude en sus inicios y algunos de los mejores oficiales de mi Estado Mayor fueron pioneros en el esfuerzo inicial -que fue mucho- para ponerla en funcionamiento. Sigo manteniendo mi opinión aún reconociendo su gran labor y brillantes resultados. Eso lo esperábamos todos y no es ninguna novedad. No podía ser de otra manera. Si se crease una unidad militar contra la corrupción no habría euro que se desviase de su camino. Pero cada función debe ser desempeñada por quien corresponde. La formación responde a la misión a desempeñar y en principio las emergencias están contempladas en Protección Civil. La intervención de las Fuerzas Armadas en esos cometidos se ha efectuado tradicionalmente y de manera eficaz en aquellos momentos en los que Protección Civil y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se veían desbordados. Para ello estaban organizadas y preparadas todas las unidades militares. Siempre fue así, aunque admito que no por eso debe seguir siendo así. En su momento, al crear la UME, no hubo debate ni rigor intelectual sino una decisión personal y caprichosa que tenía que salir indiscutiblemente bien por quién la asumía: las Fuerzas Armadas. Y así fue. Resultado excelente. Pero todos los cambios deben ser detenidamente estudiados y evaluados. Desde distintos puntos de vista.
Actualmente en muchas naciones hay una revisión intelectual profunda de las misiones y participación de los Ejércitos en cometidos que nunca le fueron propios. No solo por razones coyunturales sino también por cambios estructurales debido a poderosas razones económicas y nuevas amenazas que se prevén de largo recorrido. Sirva de ejemplo cómo desde hace tiempo se solapan muchas misiones entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas, tanto dentro como fuera de España, aunque aquí haya una incomprensible alergia a ver uniformes de soldados por las calles. Una cooperación y trabajo en común cada vez más necesario. La clave está en abordar con rigor estos temas con participación de amplios sectores de la Administración y de la sociedad. Como decíamos, la economía, los nuevos frentes abiertos para la Seguridad y Defensa, como el terrorismo, la guerra en el ciberespacio, la emigración, la formación de ejércitos regulares en naciones castigadas por la violencia, el control de fronteras y un largo etcétera, sin olvidar las misiones convencionales que nos llevan a desplegar, por ejemplo, en la frontera con Rusia, son factores que modifican los puntos de vista y obligan a revisar las misiones y cometidos de las FAS. Por tanto su formación y necesidades.
Pero no era mi intención tratar este interesante tema que queda para otro momento sino simplemente mostrar el agradecimiento debido, de todo el pueblo español, a la Unidad Militar de Emergencias que en esta época estival tiene especial relevancia. Sus 3.500 componentes entre Cuadros de Mando y tropa permanecen en alerta respondiendo al compromiso de las Fuerzas Armadas con el pueblo español, con todos los españoles. Servicio es una palabra muy arraigada en esta unidad que se presenta con un inequívoco ‹‹Somos Soldados›› y que en cada actuación demuestra su formación y espíritu militar por encima de cualquier otra capacidad.
No hay una unidad mejor que otra que otra en los ejércitos, cada una tiene sus características propias y su espíritu de Unidad, aunque algunas por sus peculiaridades, historia, tradiciones y especial idiosincrasia tengan más vistosidad. La Unidad Militar de Emergencias en poco tiempo ha adquirido fama y prestigio muy bien merecidos y hoy se cuenta entre las unidades más famosas y reconocidas de nuestros ejércitos. Nunca se le recortó el presupuesto y en sus días de puesta en marcha todos nos sacrificamos para que se pusiese en funcionamiento con lo mejor y con los mejores. Así fue y así debe ser reconocido. Hoy podemos decir que ha respondido al esfuerzo de todos y a la confianza depositada. Es una unidad militar joven, pero consolidada y de enorme eficacia que tiene su personalidad propia y a la que desde aquí queremos mandar nuestro agradecimiento por su labor y ejemplaridad. Soldados de España a los que hay que decir con clara rotundidad: ¡Gracias soldados!
Rafael Dávila Álvarez General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
6 julio 2017
Desde tiempos de colegial, podía ver en Nodo al Ejército ayudando en Inundaciones e incendios a bomberos, médicos, y personal de emergencia. En los tiempos actuales, a los medios técnicos y humanos, el Ejército añade su principal aportación, que es Organización y Disciplina, lo que hace dificil que se les quemen los trenes, por poner un ejemplo. Buenos días, mi General y todos.
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Mi General : Mejor imposible, gracias por sacar este tema. No puedo añadir nada, estoy de acuerdo en todo.
Sin embargo, pienso que quizás, no es misión de las Fuerzas Armadas este apoyo, aunque cuando actúan lo hacen perfecto..
Un saludo a la UME, sois magníficos..🇪🇸🇪🇸🇪🇸
¡¡¡TODO POR LA PATRIA!!!
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A las órdenes de V. E., mi General.
«Incomprensible alergia a ver soldados de uniforme por las calles».
Esa es la cuestión a la que parece nos hemos plegado, quizás sin ser del todo conscientes del error, y eso es lo que más favorece a los enemigos del Ejército, que quisieran su total desaparición para tener las manos libres. O verlo transfornado exclusivamente en brigadas de bomberos, por ejemplo, o cuadrllas recogiendo chapapote.
Sin duda que ante una emergencia por catástrofe que pueda desbordar las capacidades normales de respuesta, y haya peligro general inminente, todos tenemos la obligación de acudir y arrimar el hombro. Eso no lo discute nadie. Un servidor, por ejemplo, siendo especialista y estando exento de servicios mecánicos, ha sido requerido alguna vez, de madrugada, para ayudar a extinguir un incendio en una viña particular, que amenazaba extenderse al monte público y quemar miles de hectáreas.
Pero de eso, a institucionalizar lo de criados para todo, y por otra parte escatimarle, y hasta privarle de los medios necesarios y actualizados para su auténtica misión, la garantía de la seguridad nacional frente a una agresión, externa o interna, hay un abismo.
Se añoran los tiempos en que las calles estaban animadas con el colorido de los uniformes de soldados jóvenes y siempre alegres, que tanto contraste tenían con el actual «botellón», donde se mezclan, en un cóctel diabólico de aquelarre, el garrafón, la droga y otras formas de depravación.
Y la culpa no es exclusiva de la juventud, sino de la sociedad que permite, o mira para otro lado, el que se les ofrezcan ese tipo de diversiones, que tan rentables son económicamente para determinados sectores.
¡¡¡Viva España!!!
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Ha sido el mejor resultado de una equivocación del malhadado ZP «que en gloria (política) esté» (aunque últimamente zascandilea mucho, y eso es peligrosísimo, con la falta que hace en Venezuela para terminar de hundirla)
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Mi General : Al Padre Huidobro,le pido, que continúe asistiendo a todos los Legionarios. Amén.🇪🇸🇪🇸🇪🇸
¡¡¡ TODO POR LA PATRIA !!!
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Buenas tardes
Estoy completamente de acuerdo con su artículo, mi General, y nadie está en contra de esa unidad creada para ayudas especiales en situaciones de emergencia nacional.
Hasta ahí todo perfecto. Pero en definitiva son soldados, pertenecen a las fuerzas armadas, y esas fuerzas siempre prestaron su colaboración cuando eran necesarias. Yo me pregunto sobre la necesidad de crear un cuerpo especial con condiciones especiales en todos sentidos, y lo que deben sentir los que están prestando servicios muy lejos de su Patria sin reconocimiento ni del Estado ni de los ciudadanos, pero cuyo sacrificio es igual o mayor del de la UME, cuyas muertes se ocultan o se diluyen en hipotéticas misiones de paz, a veces más sacrificadas y me parece que bastante más peligrosas en su conjunto.
Quizás me equivoque y esté siendo injusta, no lo sé, pero me gustaría que en general el pueblo español sea consciente de lo que le debe a sus Fuerzas Armadas y a esos soldados que pueden jugarse la vida fuera de nuestras fronteras, y que serán quienes nos protejan dentro de ellas si surgiera un conflicto, externo y no descarto que interno. Que les debemos respeto y cariño, y nuestra defensa a ultranza de su misión, sea cual sea y donde corresponda.
Saludos
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