Las comunicaciones de una u otra manera son el pulso de una nación. El Banco de España debe ser fundamental y los lingotes de oro aún más, si es que queda alguno. Pero para muchos es más importante no tener que levantarse a las cinco de la mañana para ir a la estación de cercanías con el tiempo suficiente para poner en marcha el plan B porque es muy probable que no llegues a las ocho a tu trabajo si confías en RENFE. Pero es que este verano RENFE ha amargado la vida a muchos de los que confiaron en su servicio. Amargar la vida es dejarte tirado en medio de la nada sin saber nada mientras un maleducado irresponsable no te dice nada y el máximo responsable no es un servidor público sino un insultador público. Me refiero al ministro de transportes que desconoce el significado de servidor público y la procedencia de su sustento mensual. Un servidor público también debe ser capaz de aguantar la crítica y asumir sus errores de gestión, incluso los dialécticos porque él se debe a ellos, a los que usan el servicio y no al revés máxime cuando él los usa, mientras está en el cargo, de manera gratuita. Pero esto sería lo de menos. Lo de más es que una carta de Palma a Madrid ha tardado en llegarme diez días, que de Santander a Madrid tardé en alta velocidad ocho horas, que en una población de más de setenta mil personas Correos no abre los sábados, que la suciedad se acumula, que la seguridad brilla por sus atentas formas y que viajar se ha convertido en una aventura tanto si lo haces en tren o te metes en un sobre con su sello y todo.
Para colmo el ejemplo de sus máximos gestores es muy mejorable, aunque solo sea en las formas porque de lo fondos ya se está encargando otra institución. No sé cuantos de ustedes cogerán el tren de sur a norte de la Comunidad de Madrid. Con frecuencia lo hago temprano y es un ejercicio de tolerancia a la Administración que avergonzaría a cualquier gestor de un tren de feria.
El servicio de transporte público de personas y mercancías debería ser prioridad de un «Gobierno progresista», pero el nuestro va con retraso y mala educación, llega tarde y encima te insulta y empuja.
Correos dispone de una infraestructura que ya quisiera para ellos cualquier empresa de mensajería, pero es la que menos garantías da y seguro que siempre llega tarde. Una gestión de este tipo no puede tener días de fiesta ni a su personal descontento, cuando es un auténtico despilfarro de gestión sin eficacia y todo se les va en burocracia. Correos y RENFE debe ser una garantía 24 horas al día y todos los días del año. No es cuestión de coste, sino de gestión y de sentir lo que es servir y no servirse del cargo.
Una nación llamada España está en vías de echar el cierre. Todo empieza cuando las cartas no llegan, los trenes tampoco. No echemos la culpa a los funcionarios. Revisemos el sistema que requiere modernización. Activarlo.
Solo funciona la censura de un grupo político empeñado en conducirnos a su peculiar democracia liderada por un personaje enfurecido que parece le viene de familia.
«Arrasado el jardín, profanados los cálices y las aras, entraron a caballo los hunos en la biblioteca monástica y rompieron los libros incomprensibles y los vituperaron y los quemaron, acaso temerosos de que las letras encubrieran blasfemias contra su dios, que era una cimitarra de hierro. Ardieron palimpsetos y códices…» (Los Teólogos. Borges).
Así estamos y seguiremos, en la pura especulación… Absortos, casi no percibimos el mundo físico.
Cuando lo lean, ni el presidente del Gobierno ni su amigo, el de Correos, ni el de la RENFE, entenderán nada, pero comerán perdices y nadie les dará con un canto en las narices.
A los que cumplimos años nos recluyen en casa y nos abandonan al servicio público mientras nos insulta el insultador público.
No tiene casi pulso esta nación que es y seguirá siendo, muy a su pesar, España. ¡Cuánto te quiero y cuanto más, más te sufro!
Como dice la canción deberíamos quererte menos, pero mejor. El pulso de la nación viaja a alta velocidad sin sello ni conductor.
Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
18 septiembre 2024
