Esperado, esperanza; obligada audiencia con todos los españoles, atentos a la palabra. En uno de los momentos más desconocidos de nuestra historia cuya gravedad reside en lo inesperado y en la incertidumbre. Atentos escuchamos la palabra, cuando hartos de palabrería empieza a faltar la confianza. ¿En quién confiar? Ese es el mensaje de nuestro Rey: en nosotros mismos, en nuestro sistema sanitario, en los científicos, en los trabajadores, en todos y cada de uno de los que formamos este gran pueblo que se constituye en nación: España.
Así, unidos, nosotros y nuestra fuerza, seremos capaces de volver a abrazarnos, a sentirnos, a acompañarnos; y a reír, llorar y cantar, cuando y porque nos de la gana sin que nada nos imponga un maldito virus.
El Rey en pie, España en pie, centinela alerta, habla el Rey al descubierto, sin parapetos, sin escudarse en nada ni en nadie. Ahora todos tenemos una tarea común por la que luchar. Unidos contra el invasor oculto, sutil y cruel, que viene a por nosotros. Unidad, esfuerzo común: <<Ahora tenemos que resistir, que aguantar y tenemos que adaptar nuestros modos de vida y nuestros comportamientos a las indicaciones de nuestras autoridades y a las recomendaciones de nuestros expertos para ganarle al virus. Todos debemos contribuir a ese esfuerzo colectivo con nuestras actitudes y nuestras acciones, por pequeñas que sean>>.
Queremos que el Rey reine, que sea nuestro referente, la seguridad del camino sin desvíos ni malos atajos, sin tomar partido en la contienda política, de la que está por encima de ella. Es esperanza, fuerza y referencia.
Hoy el Rey nos ha servido de estímulo y moderación.
Estoy más seguro que nunca de que: <<Recuperaremos la normalidad de nuestra convivencia, la vida en nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades; la economía, los puestos de trabajo, nuestras empresas, nuestros comercios, nuestros talleres… España recuperará su pulso, su vitalidad, su fuerza>>.
La seguridad de ello la ha señalado el Rey. Ni políticos, ni partidos, ni mágicas soluciones; no serán las cacerolas ni los insolidarios, serán los esforzados españoles: <<Una sociedad en pie frente a cualquier adversidad>>, la que nos haga de nuevo reír, cantar y gozar de este paraíso que se llama España.
Sí. Seremos más fuertes y estaremos más unidos. No será fácil, pero lo lograremos.
Después de oír al Rey les propongo un lema para esta lucha: <<Que cada uno cumpla con su deber>>.
Nunca olvidemos a los que ya han caído en la lucha. Sigamos honrando su memoria y que su fuerza y recuerdo nos ayude.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
19 marzo 2020