¡FRANCO! ¡FRANCO! ¡FRANCO! (General de División Rafael Dávila Álvarez)

1 desfile Victoria

Desfile de la Victoria

La guerra civil española sigue buscando una interpretación equilibrada por todos los grupos y simpatías políticas. Los llamados especialistas, después de tantos años, siguen manteniendo los bandos y una flagrante división. Escriben con una idea preconcebida en la que persisten antes y después del estudio de tan dispersa documentación. Muchos han obtenido fama y viven, muy bien por cierto, gracias a la Guerra Civil, gracias a Franco.

Esta historia empezó con un fracaso, el de la II República proclamada de forma totalmente arbitraria el 14 de abril de 1931. Era el fruto de unas elecciones municipales que no decidían un cambio de Régimen sino la elección de 8000 concejales. Nunca se convocaron para sustituir la Monarquía por la República. Por otro lado el resultado numérico dio el triunfo a los concejales monárquicos. La indiferencia de unos, el desánimo o la cobardía de otros, dio paso a la República que convocó las primeras elecciones sin garantía alguna de autenticidad y desarrolló una Constitución alejada de la realidad política y social de España.

 Quedan interrogantes. ¿Estaba ya pactada la caída de la monarquía? ¿Estaba el Rey ya predispuesto, incluso antes de las elecciones,  a abandonar España y dar paso a la República? ¿La actitud de apoyo a la República del general Sanjurjo, Director de la Guardia Civil, fue exclusivamente por despecho al Rey? Es todo muy extraño y hay actitudes que no se entienden. A pesar de todo si la República hubiese sido bien interpretada, sin injerencias totalitaristas del Frente Popular y de la Unión Soviética, si se hubiesen respetado creencias e ideas, si hubiese sido mínimamente democrática, creo que habríamos tenido República para rato y la Guerra Civil nunca se hubiese producido.

Es un error a mi juicio interpretar la Guerra Civil española como un prólogo de la Segunda Guerra Mundial. La única semejanza es la división fuertemente establecida  en Europa entre temblorosas democracias, fascismo y comunismo. La Guerra Civil fue algo interno alimentado por años de enormes errores políticos y recomendaciones a la violencia y al odio fomentados desde el radicalismo.

Del cuartel de Pontejos, a las dos de la madrugada del día 13 de julio de 1936 salieron autocares de guardias y cada jefe de vehículo recibió orden escrita de la misión a cumplir: una camioneta fue al edificio donde vivía el señor Gil Robles, que se había ausentado, otra, la número 17, paró en el domicilio de don José Calvo Sotelo, a quien el capitán Victorino Cuenca, José del Rey y dos o tres más detuvieron , en forma de secuestro, y asesinaron dentro de la camioneta, por la espalda, abandonando su cadáver en el cementerio del Este.

El alzamiento contra el Frente Popular se inició en la tarde del 17 de julio de 1936 en Melilla y con extraordinaria rapidez se sumaron las guarniciones y población civil de las plazas de soberanía y territorios del Protectorado de Marruecos. Es curioso recordar que el Jalifa Muley el Mehdi Ben Ismail primer jalifa del Protectorado y hermano del sultán de Marruecos se unió al alzamiento declarando que lo hacía por tratarse de una sublevación contra un gobierno perseguidor de la religión.

Un ejército de veinte mil hombres quedaba en la madrugada del 19 de julio bajo el mando del general Franco, comandante general de Canarias.

Franco estuvo desde el principio en contacto con Mola. Incluso tenían, desde que Franco fue Jefe del EMC y Mola estaba en África, una clave para entenderse. La prudencia de uno y otro y el oscurantismo con el que se quiere relatar la biografía de Franco, han nublado la verdad y la historia. Franco siempre estuvo del lado del alzamiento y siempre tuvo claro que su responsabilidad sería conducir las tropas de África. A pesar de que en los planes iniciales nunca se pensó en tener que recurrir a las tropas africanas ya que la idea, equivocada como pronto se vio, era que se produjese una rendición rápida del gobierno republicano gracias a la presión ejercida sobre Madrid por las columnas procedentes de Valladolid y  Pamplona junto a la de Valencia. El fracaso del levantamiento en Valencia supuso un cambio transcendental. Seguramente una de las razones más poderosas que condujeron a una prolongada guerra.

La única duda que surgió en el interior de Franco y que a muy pocos transmitió, fue la ligera esperanza de ser llamado desde el gobierno de Madrid para llegar a un acuerdo y establecer el orden y la legalidad sin necesidad de un enfrentamiento. La carta de Franco a Casares Quiroga fechada el 23 de junio de 1936 es toda una declaración de intenciones. Su esperanza duró más de lo que lo que se ha pensado. Liberado el Alcázar de Toledo y la llegada de las Brigadas Internacionales deshizo cualquier mínima esperanza. La guerra iba ser tan larga como terrible.

Franco y Mola en los preparativos del Movimiento (Reunión en Madrid en casa del agente de Bolsa José Delgado en marzo del 36) habían acordado que el teniente general Sanjurjo sería el encargado de dirigir los ejércitos evitando de esa manera los recelos que otro nombramiento produciría en Goded y en Queipo de Llano.

Dos hechos van a cambiar el rumbo de los acontecimientos. La muerte de Sanjurjo el día 20 de julio al capotar en el despegue la avioneta que le iba a trasladar desde Estoril a Burgos para tomar el mando y el fracaso de la sublevación en Valencia quizá provocado por la ausencia del general Goded que se trasladó de Mallorca a Barcelona, donde fue detenido, en lugar de dirigirse a Valencia como estaba previsto en los planes iniciales.

La situación creada daba a entender que Franco o Mola se harían cargo del mando de la zona nacional. Pocos han estudiado esta situación porque casi nadie se ha fijado en lo que en Burgos se planteaba, la importancia de las decisiones que allí se tomaban y la transcendental actuación de la Junta de Defensa Nacional.

El día 23 de julio se reúnen en Burgos los generales de División don Miguel Cabanellas y don Andrés Saliquet, con los de Brigada don Miguel Ponte y Manso de Zúñiga, don Emilio Mola Vidal y Fidel Dávila Arrondo. En el Palacio de Capitanía General se celebra una amplia deliberación acerca de la situación del momento y las determinaciones procedentes. Como consecuencia de aquella reunión quedó decidida la creación de la Junta de Defensa Nacional, así como la publicación del “Boletín oficial de la Junta de Defensa Nacional”  que posteriormente se convertiría en el Boletín Oficial del Estado.

Al día siguiente, 24, sábado, quedaba constituida la Junta de Defensa cuya presidencia asumió el general Cabanellas, siendo vocales los generales Saliquet, Ponte, Mola y Dávila, los coroneles de Estado Mayor, don Federico Montaner Canet y don Fernando Moreno Calderón.

Posteriormente fueron incorporándose a la Junta previo nombramiento en el BOE: el 30 de julio el capitán de navío don Francisco Moreno; el 3 de agosto el general don Francisco Franco Bahamonde; el 18 el general don Germán Gil Yuste y el 17 de septiembre los generales don Gonzalo Queipo de Llano y don Luis Orgaz Yoldi.

La Junta de Defensa Nacional de España asumía la representación  legítima de la nación ante las potencias extranjeras, como verdadero Gobierno. Dado que los mandos de la Junta precisaban estar fuera de Burgos, lugar en cuya Capitanía General se instaló, el pleno de la Junta designó una Junta Permanente depositando los vocales de la misma sus votos en el general Dávila. La Junta Permanente quedó así formada por el presidente, general Cabanellas y los vocales, general Dávila y el coronel Federico Montaner que ejercía de secretario de la Junta.

A partir de aquel día el Gobierno de Burgos se definía telegráficamente ante los Gobiernos extranjeros:

‹‹no se trata de una sublevación partidista y desordenada contra el régimen de Gobierno que mantenga una  autoridad organizada y solvente. Ni se trata tampoco de una guerra civil. Tratase de un movimiento nacional encabezado por el Ejército y secundado ardorosamente por elementos  sanos todo país, para rescatar a España y librarla de los horrores del Soviet››.

Desde los primeros momentos se creyó que para el día de Santiago Apóstol, 25 de julio, las fuerzas entrarían en Madrid y la guerra quedaría acabada.

Pero…

El día 1 de octubre de 1936 en Burgos la Junta de Defensa Nacional proclamaba al general de División Francisco Franco Bahamonde como Jefe del Gobierno del Estado español.

Durante casi cuarenta años desde aquella fecha sonaría por toda España el grito:

¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!

Todavía es actualidad, en la mayoría de las ocasiones retorcida; y no historia. Si quieren saber más (Historia):

LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE

LA II GUERRA CIVIL DE FRANCO

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General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

MÁS -O MENOS- SOBRE VENEZUELA Rafael Dávila Álvarez

Si pretenden saber lo que está ocurriendo entre España y Venezuela no desesperen porque con tan buenos relatores no hay dudas: Maduro y Sánchez (Albares) son agua cristalina. Por encima de Zapatero.

Edmundo González Urrutia en Madrid. Pedro Sánchez se guarda muy mucho de reconocerle como vencedor de las elecciones venezolanas. El tándem Maduro-Zapatero manda.

La izquierda no sabe. Si Maduro, Zapatero o yo, que es Sánchez, el mayor yo que ha existido en España después de él.

-¿Albares qué hacemos?

-Presidente ¡Europa!, somos Europa y lo que ella diga.

-Pero Borrell acaba de decir que aquello es una dictadura. ¿Habrá hecho frente común con Margarita?

Albares está muy nervioso o quizá niervoso que es lo mismo pero cuando los nervios proceden de tu incapacidad para resolver algo.

-Presidente están haciendo frente común contra nuestra postura.

-¿Y cual es?

-Pues no lo sé, pero hay que enterarse de lo que dicen de los agentes del CNI.

Pueden y no pueden ser. Si son nunca lo sabremos; y si no, tampoco.

-Pero tranquilo Presidente, porque aquí no se entera nadie de nada de lo que está pasando, ni siquiera nosotros así que para qué enredar. Pasemos página y que se encarguen los americanos del norte.

-Pero eran del CNI, ¿qué hacían allí?

-No, Presidente, los nuestros estaban en Marruecos, fíjate que tu amigo el rey ha parado el salto a la valla por Ceuta.

–¡Uy, no me fio! Me parece que es un aviso, como el que enseña de lejos los almacenes donde guarda las bombas. Tu encárgate que la Robles no vaya por allí a arengar a los legionarios.

-La ministra, presi, nos ha hecho un gran favor y hasta los militares la alaban, o sea que ganamos nosotros.

-Vigílame a la Robles que es muy de Defensa y le gusta la disciplina y esas cosas; por cierto, ¿estás tú detrás de lo del Papa?

-Tranquilo Presi, otra a nuestro favor. Se va a enterar el Clavijo ese de Canarias por hacer manitas con el PP, ahora el Papa los pone a todos a rezar y nosotros vamos a cursar una invitación oficial al Vaticano que para eso tenemos a la Yoli que se habla con la Curia todos los findes. Que venga, pero en plan Moncloa.

-¡Ay, Albares! Solo me quedas tu. Se me rebelan y ¡mira que lo hago bien!,  a todos les digo que sí, que para progresista yo, que aquí todos progresamos y si no que le pregunten a Óscar. ¿Sabes querido Albares lo que me da miedo? La Ayuso, seguro que tiene un as bajo la manga y nos la va a jugar con Edmundo, que hasta puede que le invite el día de Navidad a inaugurar el Belén.

-¡Ay, presi! ¿No te das cuenta de que ese as bajo la manga es tuyo? ¡¡¡El comodín!!! ¿No lo recuerdas? ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco! Sácalo de nuevo. Insiste en eso del Valle de los Caídos, contrataca, borra de un plumazo la Fundación Francisco Franco, los frailes, la Cruz…

-Si, pero ¿y el Papa?

-Ya hablo yo con la Yoli.

-Vale, pero vente mañana a mi despacho que tenemos que hablar por teléfono con Maduro. Viene Zapatero a almorzar.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

16 septiembre 2024