¿FUERZAS ARMADAS DEL GOBIERNO O DE LA NACIÓN? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

«Dejemos que aparezca, tiene que aparecer un gran genio. Se pondrá a la cabeza de la máquina y le dará el impulso necesario».

Recojo la cita de la Enciclopedia del Arte de la Guerra dirigida por el general Antonio Martínez Teixidó y  la colaboración de los coroneles José Romero Serrano y José Luis Calvo Albero, editada por Planeta.

Atribuida al general francés Jacques-Antoine-Hippolyte, conde de Guibert (1743 -1790), recobra todo su valor en estos momentos de desconcierto en todos los órdenes y no solo en el militar.

El general y pensador vio la necesidad de profundizar aplicando la razón al incierto futuro de una guerra que se venía encima como caballo desbocado. Hay un cambio radical que este genio militar predice y al poco tiempo se cumple. Solo era el principio del fin de las guerras del pasado. Todo será y es ya distinto. No hay unos soldados para la guerra y en el otro lado unos ciudadanos ajenos a ella. La guerra es de todos, la hacen todos, es algo nacional, se hace con pasión y voluntad de vencer y todos se movilizan en defensa de la nación. Fue entonces algo nuevo, pero su estudio y puesta en práctica alcanzaba de lleno al pensamiento militar y ahora es un hecho para necesariamente meditar. La guerra alcanza de lleno a todos y quieras o no estás en ella involucrado. La guerra del futuro requiere un gran genio, pero ya no será algo militar, sino un gran ejército de pensadores más allá del resultado de las armas, porque ni siquiera conocemos las armas. Es una incógnita que forma parte del futuro impredecible y no creo que aparezca un nuevo conde de Guibert. Tampoco el genio que él anunciaba. Necesitamos filósofos que nos alcancen, honrados pensadores que nos guíen y lleven a la meditación de nuestras pulsiones y no gobernantes con interés por dominar nuestra voluntad.

Guerra, política, economía o poder económico, ¿alguien sabe a estas alturas cual es la diferencia? Guerra total en la que entramos todos como piezas de un juego de intereses, ¿de quiénes?; desde luego no de los que mueren en la guerra, de las armas, la política y la economía.

La guerra del futuro tiene una característica que se nos ofrece ya con descaro y desvergüenza, pero que aceptamos porque no nos queda otro remedio, incapaces voluntades dispersas. Divide y vencerás. No era lo que creíamos. Los ejércitos no eran nacionales, sino ideologizados.

Lo que vivió Europa fue un espejismo que ahora alcanza su gran dimensión en el mundo. Todos participamos en un devenir tan incierto como tenebroso, porque se han roto los ejércitos y convertido en algo privado que responde a intereses no nacionales, sino políticos y económicos. Las guerras las sufren todos, pero las enciende y dirige alguien (es) muy ajeno a los intereses nacionales. Todos morimos en la guerra, con o sin armas.

Necesitamos un gran genio que aparezca y deje claro cual es el futuro de la guerra o si mejor sería pensar en los ciudadanos y cumplir las leyes y no imponerlas a base de la destrucción y límites en la libertad.

Se vislumbra una nueva forma de hacer la guerra, desconocida, aunque ya vemos que a la par surge otro futuro para la política y ambas, guerra y política, que son economía, convergen en una: ideología.

Si nos vamos al terreno de los ejemplos prácticos el caso de España es paradigmático.

La unidad de criterios sobre temas de Estado como la Defensa y la política Exterior lejos de vivirse en consenso da bandazos de un lado a otro en función, no de un Gobierno, sino de una ideología. En materia de Defensa nunca ha habido acuerdo entre partidos y las diferencias afectan a la misma esencia y misión de las Fuerzas Armadas.

El ejemplo es claro y contundente cuando repasamos la misión constitucional de las Fuerzas Armadas que les asigna la función de cuidar de la independencia nacional, la integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Podríamos preguntarnos por qué la misión de las Fuerzas Armadas que, debidamente jerarquizadas, forman parte del Ejecutivo no fueron incluidas en el Título IV relativo al Gobierno y a la Administración y lo fueron en el Título Preliminar. El tema tuvo encendidos argumentos en favor y en contra en el debate parlamentario, pero se llegó a la conclusión de no incluirlo en el Título IV ya que eso hubiese sido lo normal solo en una situación de aceptación del fundamento de la Ley: la unidad de España. Preveían los constitucionalistas que no iba a serlo y así ha sido. Creyeron que era más apropiado otorgar a las Fuerzas Armadas «un rango constitucional, al margen del Ejecutivo». Se traduce que la misma Constitución debía proteger  su fundamento: la unidad de la Nación. Acertaron el diagnóstico. A día de hoy no se acepta la unidad de España, aunque de poco ha servido el artículo 8: Octubre 2017. Indulto. Amnistía. Un delincuente marca de cerca al Gobierno y lo tiene maniatado.

No se acepta el fundamento de la Ley que se interpreta por un Tribunal que no es jurisdiccional y que sentencia en contra del Supremo: Unidad de España. Integridad territorial. Respeto a la Constitución. Se interpreta no se respeta su fundamento. No pasa nada. Eso no es corrupción constitucional. Se puede acabar con la unidad desde dentro. Caballo de Troya. Quizá sea esa la forma más sibilina y cruel. Sin reacción.

La corrupción que corroe a este Gobierno será castigada, tendrá graves consecuencias y la misma nación española quedará tocada y humillada por culpa de estos personajes. La corrupción legal, constitucional, nos hundirá como nación y el articulado de la Constitución ya vemos que no podrá detenerlo. No hay Poder que sea capaz de defender el fundamento de la Ley que a todas luces se incumple bajo la corrupción que supone la autodeterminación. Parece que tenemos que pensar en unas nuevas Fuerzas Armadas que ya no están para lo que la Constitución ordena, sino para adoptar la ideología gobernante, para un mandato no recogido en la Ley. Su misión principal ha desaparecido, la unidad de España vuelve al Título IV y será o no será en función de lo que dicte el Gobierno mayoritario e interprete un tribunal no jurisdiccional.

Todo es simbólico. El Rey, la bandera, las Fuerzas Armadas y España. La mismísima Constitución parece simbólica. Todo es y se maneja de acuerdo con un Gobierno que a todos nos ha ideologizado, incluidas las Fuerzas Armadas que han desaparecido en la práctica de su lugar predominante en la Constitución, han perdido su rango constitucional, al margen del Ejecutivo.

En las Fuerzas Armadas no se puede estar alejado de la realidad que fundamenta su razón de ser. Quizá sea un error en la interpretación ¿o lo fue de los constitucionalistas?, pero hoy el fundamento de la Constitución debe ser defendido diga lo que diga el intérprete o su porquero. Estos Ejércitos lo son de la nación y no del Gobierno.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

15 diciembre 2025

CONSTITUCIÓN Y FUERZAS ARMADAS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Un año más el homenaje a la Constitución, una celebración de su incumplimiento y partidista interpretación por quién se arroga el Poder, todo poder. Vivimos en una farsa que asumimos. Unos viven en y los otros enfrente, pero al fin y al cabo es lo mismo, lugares que cobijan y permiten vivir a costa de los demás; hacerlo tras el amparo de la llamada soberanía nacional. ¿Qué es eso? Una obra que culmina tras un voto cada cuatro años con el que otorgas licencia para robar o engañar. Incumplir lo prometido. Nadie extendió la responsabilidad a quién nombró a un ladrón para ministro. El código penal político no existe porque hoy por tí mañana por mi.

Son estos los años de la gran irresponsabilidad fruto de mucha ley y poca moral.

«No deis las cosas santas a los perros, ni echéis vuestras perlas a los cerdos…».

El momento es de máxima gravedad. Cuando uno roba desde la fortaleza es porque al otro lado solo hay división y flaqueza. Más que eso. Incluso puede que esté ocurriendo que caído el rayo el trueno no suena.

El pararrayos actúa como silenciador desde ese lugar donde se analiza e interpreta la Constitución. Allí ya se ha introducido el nuevo texto. Están programados los pasos a seguir cuando la jugada sea analizada.

Les hablo de delincuencia. De algo que está en marcha y que se está culminando en estos días. Empezó a gestarse en el verano 2025 llamado el de la Mareta. Lo anuncié y veremos tarde o temprano lo que allí se negoció. Sin luz ni taquígrafos y sin red de trapecista.

Autodeterminación. Ante la posible pérdida del poder se abre la negociación iniciada este verano. Puigdemont puso las condiciones. Vuelta a España y referéndum. Incluso si Sánchez se opone se negociará el tema con Feijóo con el que es fácil el engaño. Le ofrecen elecciones, pero no el Gobierno, y Feijóo aceptaría a pesar de que se la van a montar como en 2017. Esta vez será la definitiva.

En Moncloa miran a Ferraz y buscan turrón del blando. Porque el de la cárcel está duro y correoso. Los villancicos carcelarios se están componiendo.

El más duro independentismo, y el más inteligente, ha probado de las dos maneras. La derecha, la que es como ellos, y la izquierda a la que aborrecen. Con las dos les ha ido mal y lo del 2017 lo ven demasiado lejos; se sienten engañados. Van a por todas. Ahora o nunca.

Exigen  saltarse la Constitución de manera flagrante y urgente.

El Gobierno (la parte que decide y manda) ha tomado cartas en el asunto ante la gravedad del momento.

Es inasumible para este Gobierno perder el poder y ver como Soto del Real se siembra de claveles.

La Constitución es interpretable y el intérprete se va. Hay mucha prisa por dejar todo atado y bien atado. Pretenden incluso pactar con el dinero, ese que está en manos comunes, una mezcla de personajes del pasado rancio y de ideologías que combinan navegación por vistosos lugares con lúgubres sótanos de murciélagos. No necesitan mancharse con el polvo del camino. Sus caminos están asfaltados y sus polvos son de oro.

Esta es la situación. Autodeterminación o Soto del Real se quedará pequeño. No hay ni Constitución ni artículo 8 que lo pare. El que no avisa es un traidor.

«Valerosos generales: Si algún otro aqueo nos hubiese referido semejante sueño, le tacharíamos de falso, y no concederíamos crédito alguno a sus palabras; pero lo ha tenido el más poderoso de los reyes, y, por lo tanto, veamos el modo de conseguir que los aqueos tomen, cual desea, las armas» (Ilíada Canto II). Y las tropas empezaron a acudir.

Van a por España, a acabar con ella. Lo están logrando. Porque puedo prometer y prometo que sin el artículo 8 de la Constitución ni esta ni ninguna otra se sostiene. Aquí, ahora en España. Incluso con el 8.1 estamos en peligro.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 diciembre 2025

 

LA UNIDAD MILITAR DE EMERGENCIAS (UME) Y LOS JABALÍES: WATERLOO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

«Ha llegado la UME antes a Barcelona por 8 jabalíes muertos que a Valencia por 229 personas muertas. Si quieren ayuda que la pidan».

El mensaje corre las redes sociales y hay que analizarlo porque la sabiduría popular nunca está exenta de razón.

El mensaje tiene contenido.

Analicé en su día la grave irresponsabilidad del Gobierno de la Nación -nadie la asume ni está por ello acusado- por dejar abandonada a la Comunidad Valenciana para que con sus exclusivos medios solucionase la tragedia de la riada conscientes de que la gravedad de los hechos no le permitirían hacerlo sola. Hasta la Unidad Militar de Emergencias fue insuficiente para enfrentarse eficazmente a tal tragedia. No se decretó en nivel 3 de emergencias. ¿Hubo mala intención? La pregunta quedó (fosilizada) en el aire. ¿De quién depende la UME?

El sucio enredo político, por no definirlo con mayor crudeza, afectó a lo militar al no estar la UME dentro de la cadena de Mando militar lo que se tradujo en instrucciones, incluso operativas, dadas por el mando político. Las hubo y la política dió órdenes más que instrucciones.

Es un escándalo haber convertido una unidad militar (carísima) en una unidad con mando civil y uso político. Pero algo más grave merodea la creación y posterior funcionamiento de la Unidad Militar de Emergencias. Engañaron a los militares tocándoles su espíritu de servicio y generosidad con la mentira del servicio público, algo falso y que a la prostre se vio que era un servicio político. Los militares, hombres recios y de firmes convicciones, también son en ocasiones muy inocentes y fáciles de dar «un paso al frente» con tal de «cumplir su deber». «Con razón o sin ella» trasladado de lugar. Fue un error, un «sin querer queriendo». Se trataba de umedificar a los ejércitos. Para los ejércitos el enemigo no es la emergencia. Lo es la guerra. Debió de haber buena intención a la hora de crear una Unidad de Emergencias y hacerlo con militares. Sus ventajas son evidentes, pero se ha ido olvidando su carácter militar, sacándolas de su dependencia natural y oenegeizando (perdón por el vocablo derivado de oenegé) su actuación y mensaje.

Se hace uso de ella y se la dota con criterios políticos, como hemos visto en las inundaciones de Valencia,  llegando a extremos de tal descaro que han afectado al mismísimo «Mando militar» (más que la Cúpula militar) donde, aunque no han trascendido, ha habido quejas y grave malestar por el empleo de una unidad ¿militar? que está de manera anómala fuera del control del mando militar y que cada vez se aleja más de esta institución para constituirse en el paradigma de algo que nada tiene que ver con la misión principal de las Fuerzas Armadas ni con su mando y control.

Han logrado dentro de las Fuerzas Armadas crear polémica por sus sueldos más elevados, su mayor distinción, su no integración en ninguno de los ejércitos y un cierto elitismo. Han creado un soldado con armas civiles como la manguera o la pala quitanieves que se antepone al tradicional legionario. Y lo más grave, un desapego de las Fuerzas Armadas que puede llevar a los jóvenes oficiales a creer que su misión fundamental la ejercen en la UME mejor que en otra unidad de combate.

Cuando vemos la celeridad con que la UME ha acudido a la llamada de la Generalidad de Cataluña para atender la emergencia de peste porcina nos vuelva a surgir la duda. ¿Qué se enseña en las Academias Militares?

Gobiernos de la Generalidad que desmantelaron el Seprona, que echan a la Guardia Civil, que no quieren ver ni en pintura a los ejércitos, cuando aparecen los jabalíes todo cambia. ¿Sabrán que la UME es militar?

Los jabalíes no son la mascota de la UME, pero el animal recuerda a aquel grupo político así bautizado en palabras de José Ortega y Gasset durante la Segunda República cuando el parlamento era una jaula de grillos o de jabalíes: «Es de plena evidencia que hay, sobre todo, tres cosas que no podemos venir a hacer aquí: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí».

La pregunta es obvia y consecuente: ¿De quién depende la UME? Pues eso.

Lo que nadie puede ni debe hacer en política es el payaso… ni el jabalí.

Cada uno está para lo que está y los jabalíes ya se sabe que tiran al monte y, si los dejamos, comen bocadillos de chorizo.

Por tercera vez: ¿De quién depende la UME? Pue eso. Waterloo.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

3 diciembre 2025

LOS NUEVOS MILLONARIOS DE LA GUERRA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

-¡Idos al diablo, botarates! les digo
más que vosotros vale el último amigo
que vistió el traje legionario,
y en el largo y polvoriento camino
supo padecer… y morir, cuando el Destino
marcó este fin a su calvario.

 

Son los primeros en lanzar mensajes de paz y armonía mientras invierten en bombas. Los conozco muy de cerca. Uno de ellos estaba en un servicio público para eso: «servir» y le parecía poco el dinero que recibía. Se fue. Sin más: «lo mío es ganar dinero». ¿Será esa la meta de todos?

Un día les hablé del legionario que nunca pensó en ser rico sino en servir y vivir hasta morir. No le dejaron. Son otra raza. Esa es la razón de las guerras: somos distintos. La tropa es esclava de unos que se forran mientras ellos son carne de cañón. Sirven para los que se sirven. En algo llevaba razón Ajax cuando exigía las armas de Aquiles. Pero triunfó la trampa y la astucia. La nobleza de la entrega sin condiciones está hecha solo para el teatro de Esquilo.

Ahora es dramática la escena. Ver como se nutre el frente para que otros se hagan millonarios o alcancen el poder. En la guerra solo mueren los pobres, los que dan más valor a luchar por ideales como la patria que revisar la cuenta corriente.

Sois una panda de sinvergüenzas. En otro momento daré los nombres que ya corren entre las tropas desplegadas en el frente. Están a punto de tirar las armas para que las cojáis vosotros. Se han enterado de que son negocio vuestro y que las medallas que les dais a cambio son pura hoja de lata.

Termina la guerra y olvidaremos a los soldados. Unos la han financiado y otros han muerto por ideas que no se se venden, aunque otros compran. La muerte en el frente tiene un valor muy bajo, no merece la pena cuando los que la financian solo piensan en la cuenta de resultados y no en la patria.

El que «se fue», junto a sus compañeros del dinero, financia las guerras porque son un negocio del que tanto él como muchos otros extraen grandes beneficios. Es claro que los que mueren por la idea de patria, de unidad y honor, están engañados en este mundo donde esas palabras se han convertido en un negocio. Quiero decir que mientras haya hombres de honor que dan su vida por sus «intangibles valores» hay otros encantados que recogen los beneficios de su sacrificio. ¡Cuántos millones llevan estos amigos a costa de los sacrificios en el frente de batalla de los que ni siquiera pueden formar una familia con futuro y amor! Es para pensárselo.

Los conozco muy de cerca y se acercan a los generales con descaro ofreciéndoles un retiro de tranquilidad y holgura económica. Casi todos entran en el juego. ¡Cómo si no nos conociésemos!

Pero puede volvérseles en contra. Hasta aquí hemos llegado.

La guerra no la hacen los militares. La hacen los millonarios. ¿Les doy nombres? Sus hijos no van sin no al Consejo de Administración.

Se creen salvadores de la humanidad por vía de sangre, nobleza del dinero, y sus inteligencias producen la basura que nos rodea.

Estas guerras en marcha están aumentando las ganancias de banqueros y fondos de inversión. En armas. Buitres.

Ahora lo que falta es rellenar esta historia con algo poético que nos haga pensar que todo era necesario. Pero Homero ya no está entre nosotros y ahora los que escriben lo hacen bajo sueldo.

 

‹‹Porque sé que allá abajo era la vida dura
y que los días eran rosarios de amargura
y las noches vía crucis de inquietud
y no olvido los blocaos ni los parapetos
en que los ojos se desorbitan, quietos
en angustiosa espera de la luz,
y porque sé lo que es marchar en la Compañía
-que la Muerte espiga un poco cada día-
por tristes campos, y al final
un tiro, un gumiazo, y una zanja en el yermo
donde yacer codo con codo, y si enfermo
o herido, el camastro de un hospital

no ignorando que en la Patria muy amada
se nos desprecia, y no interesa nada

nuestra labor a casi todos,
(pues ya ni los cielos ni la tierra
se ganan haciendo la guerra
en la frontera contra moros…)

Cuando, oscuro, voy por las calles de la ciudad
y cruzan a mi lado llenos de vanidad,
creyéndose unos superhombres
por tener las botinas muy lustradas,
y las gabardinas muy entalladas
y saber de cuatro libros los nombres.

-¡Idos al diablo, botarates! les digo
más que vosotros vale el último amigo
que vistió el traje legionario,
y en el largo y polvoriento camino
supo padecer… y morir, cuando el Destino
marcó este fin a su calvario.

(Luys de Santa Marina)

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

26 noviembre 2025

UNA PROVOCACIÓN MÁS A LOS EJÉRCITOS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Tengo la impresión, solo eso, de que la ministra de Defensa Margarita Robles no pasa por su mejor momento y ha tenido que ver gestos torcidos desde el Almirantazgo hasta la denominada clase de tropa. En este caso del buque «FUROR» la cólera de Aquiles se ha extendido por todos los sectores de uniformados porque la tomadura de pelo ya alcanza niveles irrisorios si no fuese porque se pone en riesgo la vida de los hombres para misiones que en nada tienen que ver con la nación y que son de dudosa constitucionalidad además de no cumplir los requisitos de la Ley de Defensa Nacional. Todo un esperpento de misión.

Todo sucedió de manera parecida a como me cuentan.

Resulta que estaban juntos el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA). Asistían a un seminario de «Estrategia» que es como eso de la filosofía, siempre depende, porque para aquel hostelero de Andalucía la filosofía de su negocio era «jamón, jamón y jamón» como para la Marina de Guerra lo es tener un portaviones o más de un submarino.

En el momento de la llamada ministerial se acabó la discusión y la estrategia, porque lo importante de la actual estrategia política es obedecer y el modo como ha de ser es ni pedir ni rehusar y eso lo han aprendido muy bien los civiles al mando. Nadie rechista; todos sonríen y justifican.

-Que le llama la ministra.

-¡¡¡Almirante!!! ¡¡¡Que salga un BAM para proteger a la flotilla que se dirige a Gaza!!!

El tono es como el de «Capitán mande firmes», pero el teléfono no descubre quién está con ella; detrás, a su espalda. En la Armada sí que lo saben, pero mejor callamos. Alguien sopla a la ministra lo del acrónimo BAM, que suena a onomatopéyico disparo ¡BUM! o ¡PUM!, en definitiva pimpampum para derribar a pelotazos a unos muñecos, y me disculpará por esta infantil ironía.

El Almirante que manda (AJEMA), así a bote pronto, le dice a la ministra que es una acción de riesgo y que conviene pensar en otra posibilidad con otro tipo de buques que no sean de guerra para evitar una situación embarazosa que pueda acabar en enfrentamiento.

Por su cabeza pasa el salvamento marítimo o incluso las patrulleras de la Guardia Civil (¡Coño que se lo paguen ellos! Que contraten a una seguridad privada, dicen algunos por los pasillos). En 1967 Israel atacó al USS «Liberty» (buque de EEUU de eufemísticamente denominado de investigación técnica) porque un error lo tiene cualquiera, recuerdan otros. Hubo 32 muertos de la tripulación.

-Es una orden dice la femenina voz ministerial, sin firmeza, sin fortaleza; pero como marioneta alguien dirige sus palabras. Sabemos quién es.

El Jefe de la Armada llama al Jefe de todo, el de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD).

-Teo ¿sabes?

-Si Antonio. Estamos jodidos. Ponte en marcha porque es ejecutivo.

-Pero, coño, Teo, convence a la ministra y hazla entrar en razón.

-Ya he hablado con ella y es una orden del presidente del Gobierno que ni ha consultado con ella y la ha hecho pública en Nueva York. Así están las cosas y lo único que puedo hacer es alargar la hora de salida. No más de 72 horas.

-¿Y qué digo a los medios que ya están a las puertas del Arsenal de Cartagena?

-Pues ya sabes. Tratarles bien, darles alguna foto, muchas imágenes y que sea el ministerio quien dé la cara.

-Oye Teo, yo creo que esto no es legal. Es una cosa privada, somos Fuerza Armada y ponemos a nuestros hombres en grave peligro. Es usar los medios de Defensa del Estado para una cuestión particular. ¿Han consultado con el Parlamento? ¿Esto es un ordeno y mando fruto de un calentón?

Bueno eso no nos corresponde a nosotros. Tu prepara el barco y mi Mando de Operaciones se hará cargo de la misión.

-¿Pero que coño de misión es esta?

Al colgar queda por la línea secreta y cifrada un «Somos la nueva Unidad Naval de Emergencias, la UNE«; lo que nos faltaba.

Claro que después llega la información de una u otra manera. Pasa como siempre, se arman un lío y llaman a quien no deben de llamar, y no se asesoran o lo hacen con el uniformado que ejerce de «Director» o de «Secretario», que sabe que le va el puesto y futuro en la sonrisa complaciente. Hombres de armas que lo justifican, que hacen  uso de un lenguaje ambiguo que deben enseñar ahora en las academias militares y que suena a intencionado argot para escurrir el bulto.

Hay diplomacia de guerra, seguridad diplomática con un buque de guerra, incluso alguno de muy alto rango confunde o pretende confundirnos con que hay barcos de guerra y barcos de combate, ¿o de Emergencias? En las Fuerzas Armadas todo está centrado en la guerra. Hacerla o disuadir que te la hagan. El cañón en la proa o las ametralladoras de patente israelí que lleva el «FUROR» no son churreras.

El lenguaje es importante y en algunos casos malintencionado.

Es un error e irresponsable actitud someter a un riesgo de dudosa legalidad a una tripulación de la Armada que va a cumplir una misión que saben como empieza pero nunca como acabará. Una misión que no es la suya y que ha dado el presidente sin saber lo que manda ni a quién se lo manda. Los soldados y marineros no somos gente a su servicio sino al de España.

Estará señalado por ello y no habrá posible delegación de responsabilidad. Solo el señor presidente del Gobierno será responsable. No cualquiera está en condiciones de ordenar: «Mande firmes Capitán».

A la tripulación le deseamos buena mar y mucha disciplina que tiene su máximo valor en estos casos tan aberrantes.

Nota final: Todo lo escrito es fruto de la imaginación y nada tiene que ver con la realidad. Si lo fuese es por pura casualidad.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

28 septiembre 2025