MISIÓN DE ADIESTRAMIENTO MILITAR EN UCRANIA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Foto MINISDEF. Ejército de Tierra

Instruir y adiestrar son actividades parecidas, que forman soldados, pero no son lo mismo. Distingamos y puntualicemos para evitar que estos desastrosos políticos que dirigen Europa nos engañen con sus almibaradas propuestas tan inútiles como peligrosas.

La guerra no se puede dirigir en comandita, 30 aliados defienden por un lado mientras por el otro 27 se calientan alrededor de un fuego que se extingue, y todo ello sin una clara definición de liderazgo político, por tanto sin unidad y criterio militar. La Defensa Común (o es militar o no es Defensa) es una teoría, pero si no está sustentada por un Ejército cohesionado, es decir instruido y adiestrado, es nada más que eso: una teoría sin forma ni fondo. En estos momentos la OTAN despliega frente a Rusia una serie de unidades con doctrinas distintas, intereses ambiguos, en algunos casos ajenos, política y económicamente muy diversos. Es una Defensa Europea en pura teoría, sin solidez, y habría que ver lo que sucedería en Europa ante su soledad sin el apoyo americano. Dónde estaría la cohesión y coordinación de unos ejércitos que no conforman un Ejército.

En definitiva la OTAN, en mi personal criterio, no está en condiciones de hacer frente a una guerra ni convencional ni moderna, desconocida y llena de interrogantes, si no es liderada por los Estados Unidos. Digo liderar, aunque el término adecuado desde la terminología y espíritu militar sería mandar. Algo muy complejo, tanto que ni siquiera una rigurosa instrucción y adiestramiento son suficientes para convertir a un soldado en un mando.

La OTAN es la única defensa que tiene Europa y por tanto no es la Defensa de Europa, sino la que nos proporcionan los aliados no europeos que además de ese tienen otros intereses militares y económicos.

Pero Grullo era muy listo y nunca aprendimos su lección. La guerra que en teoría es así de sencilla, para ganarla debe basar la preparación de sus ejércitos en una muy dura instrucción, adiestramiento y cohesión, además de exigir un sacrificio que no es solo y único de los ejércitos sino que afecta a todos; cada vez más.

La meliflua actitud europea, el miedo a lo que pueda venir, el sacrificio que tendrá que exigir a sus conciudadanos, algo de lo que no se atreve a hablarles, hace que sus llamados líderes busquen alternativas a su inactividad, a su indigencia política y militar.

Europa no sabe lo que se le viene encima, pero viene. Nadie se atreve a hablar de ello: sacrificios, adiós al estado del bienestar, intranquilidad, incluso movilizaciones de ejércitos, de ciudadanos, obligada defensa de todos y por todos, sin ahondar en lo que ya es es evidente: economía de guerra. Dependencia. Pobreza.

Pues ante esta situación, a una Europa sin capacidad defensiva, sin el apoyo americano, sin una visión clara de futuro, se le ocurre la feliz idea del adiestramiento militar a otros.

La instrucción tiene como finalidad la formación general militar, la instrucción táctica, técnica y de tiro y la formación físico-deportiva.

El adiestramiento, complementario de la instrucción individual, tiene por objeto conseguir una formación colectiva e integrada del conjunto de hombres, equipos y sistemas, para alcanzar la máxima operatividad y nivel de eficacia de las unidades. Instruir y adiestrar: así se conforma un ejército. Hacerlo con el ucraniano está muy bien, lo apoyo al cien por cien, aunque suena a precipitada decisión que no recuerdo haberse tratado en la Cumbre de la OTAN en Madrid, y es que así lleva Europa esta guerra a las puertas de su casa: a trompicones y a remolque de los acontecimientos.

Voy a recordarles algo que no he dicho yo, aunque también, sino que fue dicho, escrito para más detalles, por el que hasta hace no mucho era el Jefe del Estado Mayor de la Defensa de España: General de Ejército Fernando Alejandre Martínez.

En su libro Rey servido y patria honrada al hablar de la OTAN y de la necesidad de que la Alianza cuente con una firme vocación o voluntad de empleo, textualmente escribe:

«Con frecuencia he señalado que esa vocación de empleo es la mayor diferencia entre Rusia y la OTAN, y más aún de la parte europea de la misma.

La voluntad de empleo rusa es algo que se puede leer en cualquier informe aliado sobre los ejercicios ZAPAD o similares, en los que Rusia desplaza en 72 horas a más de cien mil soldados, en los que se producen desembarcos paracaidistas masivos, evacuaciones de ciudades enteras o movimientos de masas de carros de combate.

La voluntad de empleo (o su falta) de la Alianza es algo que se puede comprobar si se recuerda que para desplazar una brigada perteneciente a la Very High Readiness Join Task Force, VJTF, una unidad de menos de 5.000 efectivos, desde Pontevedra a un campo de maniobras en Polonia, nos embarcamos en un proceso de decisión que duró meses y en una fase de ejecución de casi ¡tres semanas! Por no hablar de que incluyó un proceso de gestiones de cruce de fronteras que daría para escribir tomos enteros de derecho internacional».

¿Entienden la gravedad de la situación?

La misión que se le ha ocurrido a la UE de adiestramiento militar a Ucrania es una obra de muy buena voluntad que apoyamos y compartimos. Incompleta también.

Llegada esta situación, ante el horizonte que muy pocos atisban, ante el desolador panorama, mejor sería que Europa se preocupase de su Defensa, por ella misma, formando y conformando un verdadero Ejército Europeo, fuerte y cohesionado, instruido, adiestrado y bien armado; es decir: presupuestado y pagado. Una quimera.

De camino la OTAN debería dejar clara su voluntad de empleo y preocuparse de lo militar tanto al menos como de lo político.

«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

5 septiembre 2022

Blog: generaldavila.com