El ser humano que está dotado de una inteligencia excepcional y un bagaje cultural envidiable al que añade un atractivo físico indudable es, ciertamente, una rara avis. Es el caso de Elvira Roca Barea, la malagueña autora de «Imperiofobia y leyenda negra«, un libro voluminoso que lleva 35 semanas siendo de los más vendidos en la categoría de no ficción; en la de ficción es «Patria«, de Fernando Aramburu y más recientemente hay que añadir a esta lista de éxitos de ventas el de Federico Jiménez Losantos «Memoria del comunismo«. Como se trata de libros de más de 600 páginas, el hecho de que se vendan como rosquillas le reconcilia a uno con sus compatriotas y le induce a pensar que no todo está tan perdido como uno está tentado a pensar más de una vez.
Asistí el pasado lunes 29 al almuerzo que organizó el Club siglo XXI (felizmente dirigido por mi amigo y compañero Chencho Arias) con intervención de la profesora Roca Barea y debo decir que hace años que no presenciaba un despliegue de inteligencia, solvencia intelectual e ingenio como el que desplegó la lozana andaluza que ha enseñado en la Universidad de Harvard. Quedé literalmente fascinado por la claridad de sus exposiciones, lo acertado de sus réplicas y el despliegue de cultura clásica con que nos obsequió. No fui el único, como lo demuestra el hecho de que fuera repetidamente ovacionada por los asistentes al acto.
En el turno de preguntas al que se sometió tuvo ocasión de hablar del problema de autoestima de los españoles, de la locura independentista catalana, de la facilidad con la que muchos españoles han asumido nuestra leyenda negra y de desmontar tópicos como el de la libertad de prensa o religiosa en algunos países protestantes.
En España, uno de los fenómenos más desconcertantes de nuestro tiempo es la generalización de la aspiración a la insignificancia que consiste básicamente en una trasferencia de los horizontes vitales amplios a ámbitos de irrelevancia en los que la gente se siente más segura en su aislamiento provinciano. Esa renuncia entusiasta a proyectos ambiciosos y viables en favor de otros mediocres cuando no inviables es caso digno de estudio. Roca Barea se refirió a ello y no tuvo reparos en criticar el diseño autonómico de nuestro Estado en un país de tendencias centrífugas y a gobernantes que deberían instruirse mucho más antes de entrar en la Moncloa.
Recomiendo vivamente la lectura de «Imperiofobia y leyenda negra»: si el nivel intelectual medio de nuestros políticos fuera siquiera la cuarta parte del de la profesora Roca Barea, otro gallo nos cantaría.
Melitón Cardona (Embajador de España)
Blog: generaldavila.com
4 enero 2018
General Dávila 
Estimado Sr. Cardona:
Muchas gracias por su artículo y recomendación. No he leido el libro de la profesora Roca, si he recibido la misma recomendación de amigos.
La obra civilizadora y evangelizadora de España es única en la historia de la humanidad y hoy en día vivimos aletargados sin consciencia alguna de esa obra. Revertir las malas influencias del S.XVIII y el mirar al extranjero, un nefasto S.XIX origen de alguna de las enfermedades que hoy sufrimos y un largo etcetera, no es tarea fácil. Por eso acciones como la de la profesora Roca, hay que aplaudirlas y divulgarlas. Gracias Sr. Cardona.
Yo por mi parte, desde mi limitado conocimiento, sólo puedo recomendar la lectura del olvidado Ramiro de Maeztu y su «Defensa de la Hispanidad «, un libro estupendo.
Deseándoles a todos buena lectura, un fuerte abrazo y Viva España!
Benigno Castro
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Politiquillos q anteponen su desarrollo personal a la idea de nación, de comunidad y que sólo buscan el sillón, el sobre… reconocimiento de Casino. Pero algo pasará cuando es un hecho recidivante en la historia de España
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A las órdenes de V.E., mi General.
Con la autorización de V.E. me dirijo al Excmo. Sr. Embajador.
Muy oportuno y necesario el artículo y comentario a la edición y puesta a la venta de este libro. Esta es la hora en que todos los que sentimos y llevamos a nuestra madre Patria, España, en el corazón, en los labios y en el pensamiento, tenemos que abandonar una actitud aparentemente pasiva y pasar al contraataque en tromba desde todos los azimuths para arrebatar el mundo de la cultura y desbancar de él a todos los enemigos internos y externos de España, que tan ladina y subrepticiamente y durante tantos años, por nuestra debilidad, se han ido apoderando de él y copando posiciones en las que se han hecho fuertes sin que nadie les presente batalla.
En esto está la clave de lo que estamos padeciendo hoy con los secesionistas, revisionistas y herederos ideológicos de quienes siempre ocasionaron la ruina de la nación, provocaron guerras fratricidas, y finalmente, la esquilmaron arramblando con el patrimonio que quedaba para malvenderlo como si fuera chatarra y subsistir al otro lado de la mar océana.
Si somos capaces de recuperar nuestra cultura y nuestra historia, y con ella a nuestros próceres que forjaron no sólo a la nación sino al más extenso imperio que jamás vieron los siglos, seremos respetados y temidos otra vez, y toda la basura que han escrito para sembrar la confusión, irá al fuego purificador, y habremos recuperado la iniciativa, indispensable para vencer en toda batalla.
Mañana mismo, estoy encargando ese libro. Muchas gracias.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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Respetado D. Melitón: De momento el gallo, precitado por VE., no nos canta. Hace un par de días,aprovechando que el fugitivo separatista se ha instalado en un palacete de Waterloo, un ministro de Rajoy ha comparado al huido rebelde Puigdemont con el emperador de Francia Napoleón, pretendiendo un ingenioso símil con su hundimiento tras el imperio de los 1000 días ( sic). Demasiados días para ser ministro de Cultura y Educación. Tampoco me parece muy afortunado comparar al minúsculo cimarrón separatista con el gran Napoleón, quien con su enorme bagaje de aciertos y errores no se merece tamaño insulto. Como mucho se podría hacerlo con el napoleón orate tocado con un embudo.
Resulta inquietante que la «canallesca» no haya hecho sangre con el cálculo exagerado de tiempo del señor ministro del Gobierno. Mucho me temo que ni les ha llamado la atención. ¡Que mal andamos, don Melitón!
En casos como éste, sería justo y necesario recurrir al cuasi exliado don Ignacio WERT para que se presentara con urgencia en la Moncloa, con su reforma de la enseñanza bajo el brazo, para tomar de nuevo los trastes de Educación y Cultura.
Quizá estoy exagerando, que como diría el malhablado Don Camilo José Cela: «A la mejor puta se le escapa un pedo»
Atte.
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Todavía no he terminado de leer el libro, pero suscribo cuanto dice el Sr. embajador en cuanto al bagaje cultural, solvencia intelectual y claridad de exposición. de la autora.
Estoy de acuerdo en todo, menos en lo de «su indudable atractivo físico» porque no tengo el gusto de conocerla. Pero si como parece, a su dotes intelectuales une el atractivo físico, debe ser «to much for body».
Vaya, la antípoda de de esa diputada de Podemos que «chequea» la higiene de sus axilas cuando sale del hemiciclo.
La naturaleza produce seres excepcionales…. y también detritus humanos.
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Tengo en mis manos el libro de María Elvira Roca Barea. Llevo leídas unas cuantas páginas. Las suficientes como para percatarme de que es un libro peligrosísimo. Está tan bien escrito y tan ameno que , como ocurre con Ortega, si no te paras a pensar sobre el enorme contenido de lo que estás leyendo, captas menos de la mitad de lo que te quiere decir Doña Elvira.
Es una verdadera delicia ver como radiografía las palabras en forma minuciosa. No en vano es también licenciada en Filología y políglota. No se pierdan este libro y léanlo con calma. Empezarán a ver con mucha más claridad todo lo que tenemos alrededor.
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De hecho el 90% de la perpetuación de la Leyenda Negra es (des)mérito de algunos españoles, en y desde España.
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