Los españoles, al ocupar Tetuán en el año 1860, construyeron un cementerio cristiano, al norte de la ciudad y en la ladera sur del monte Dersa.
Las fuerzas españolas volvieron a entrar en Tetuán en el año 1913, haciéndola capital del Protectorado español. Inicialmente siguieron usando el antiguo cementerio, pero comenzaron la construcción de uno nuevo, de carácter militar, un centenar de metros más al sur del anterior.
La independencia de Marruecos en 1956, supuso la repatriación de las unidades militares, y con ellas la de muchos ciudadanos civiles españoles. Esto trajo consigo una paulatina degradación de los cementerios españoles del Protectorado, por falta de atenciones. Hasta que el Ministerio de Defensa, en el año 1998, visto el estado lamentable de los mismos, decidió hacer una concentración y, con ella, una restauración de los camposantos de destino, entre ellos el de Tetuán. Los restos militares y civiles del antiguo cementerio de 1860, y de los cementerios del Rincón del Mediq, Castillejos y Xauen, fueron concentrados en el cementerio militar de Tetuán, con un total de unas 2500 inhumaciones.
El cementerio militar de Tetuán, como otros muchos, es un trozo de nuestra historia. Allí descansan los que fallecieron cumpliendo con su deber y su juramento a la Bandera, entre los que podemos destacar:
– Caballeros laureados de San Fernando, como los tenientes Montilla Pérez, Aizpurúa Reynos, Leria López del Grupo de Regulares de Melilla. Comandante José Valdés Martel, que mandando la harca de su nombre, murió al tratar de rescatar el cadáver de un compañero. El teniente coronel González Tablas, héroe de Regulares, junto al brazo de Millán Astray, “para abrazarlo eternamente”.
– Caídos del Regimiento de Infantería Zaragoza (nuevamente reorganizado), que participaron en la campaña de 1860.
– Combatientes de la Milicia Voluntaria de Ceuta, Regimientos de Infantería Ceuta, Mallorca, Cazadores de Barbastro, Policía Indígena, Grupos de Regulares, Mehala, Legión, Arma Aérea, etc., caídos en las campañas de Marruecos.
– El Capitán Pompilio Martínez Zaldívar, primer oficial de la Legión caído en combate
– Componentes del Regimiento de Infantería Ceuta, y el alférez de navío del Jaime I Falquina García, muertos en nuestra última guerra civil.
– Militares ilustres como los altos comisarios y generales Alfau, el que ocupó Tetuán en 1913, y Gómez Jordana fallecido en su despacho mientras trabajaba.
Su estado de conservación y mantenimiento.
El paso del tiempo (20 años) y los escasos recursos, aportados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, para su vigilancia y mantenimiento, ha hecho que su estado se vaya nuevamente degradando, principalmente por el crecimiento indiscriminado de árboles, hierbas y arbustos, cuyas raíces que a veces afectaban a las sepulturas.
Vista esta situación, y ante la inacción de otras instituciones, la Fundación Indortes decidió resolver este problema, pasando a la acción. Con la autorización y coordinación con las autoridades de la zona, procedió, entre los años 2017 y 2018 y exclusivamente con sus propios recursos, a adecentar el citado camposanto. Consistiendo, en resumen, en desbrozar y limpiar de maleza toda la superficie, tratarla con herbicida y cubrirla con un plástico especial y con una capa de grava. Se acompaña de fotografías de antes y de después, para que el lector se haga una idea del resultado de los trabajos.
Somos conscientes que no es cuestión de una labor puntual, sino de una acción metódica y constante, que una vez arreglado requiere pocos esfuerzos y recursos.
Un puñado de tierra española en tierra ajena.
Antiguos acuartelamientos españoles en el antiguo Protectorado siguen siendo propiedad del Estado español, aunque muchos están sin uso. Sin embargo los cementerios, a raíz de la independencia de Marruecos, pasaron a la administración de Tetuán, y por consiguiente del estado marroquí, siguiendo la norma habitual de la administración española. Así tenemos la paradoja que un camposanto lleno de héroes españoles, no es propiedad de España, aunque moral y emocionalmente aquel puñado de tierra, empapada de sangre de tantos héroes la sentimos española, en lo más íntimo de nuestras almas y corazones.
Ya es un clásico que las diferentes administraciones españoles se desentiendan de nuestros caídos, cuyas comparaciones con otras naciones de nuestro entorno son simplemente odiosas (Alemania, EEUU, Italia, Rusia, Gran Bretaña, etc.). Da la sensación que el interés por nuestros caídos no va más allá del toque de oración y del acto de homenaje a los caídos en las paradas, que sin la atención que se merecen nuestros cementerios militares, quedan entonces sin su verdadero sentido, como sendas acciones rutinarias y folclóricas.
Igualmente es incomprensible el desistimiento de las diferentes asociaciones de veteranos, cuyo interés pocas veces va más allá de dar alguna conferencia y de tener un bar barato donde reunirse. Especialmente son dolorosos los casos de las reales y soberanas órdenes militares de San Fernando y de San Hermenegildo, que tan poca preocupación han venido demostrando por la situación de los restos de sus antiguos caballeros caídos en el campo del honor, y a los que tanto deben y se deben.
No es mucho pedir que, las organizaciones antes citadas y otras afines, visiten los camposantos militares y además contribuyan, entre otras cosas, a su mantenimiento en general, limpieza y restauración de lápidas… y, de paso, elevar una plegaria por los que nos indicaron el camino con su sacrificio y ejemplo.
Salvador Fontenla Ballesta, General de Brigada (R.)
Blog: generaldavila.com
11 julio 2018
Muy bueno Mi General en su línea enhorabuena, espero que tomen que esta lección de historia y honor profundicen en la cabezas de los progresistas y los hagan recapacitar de la historia de España. Un saludo.
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…Y, de paso, elevar una plegaria por los que nos indicaron el camino con su sacrificio y ejemplo:
Allá en la tarde, cuando el sol se pone,
cuando escuches el toque de Oración,
cuadrado, firme, mira al frente
caballero, que estas en la Legión…
…Mientras van desgranándose las notas
del toque sagrado de oración,
recuerda los que yacen su deber cumplido
sin distinción de clases ni nación…
…Cuando mires de frente tu bandera
lleva en ella tu mirada con unción,
ella lleva la sangre de mil héroes,
los mejores que tuvo la Legión…
…Allá en la tarde cuando el sol se pone,
cuando escuches el toque de oración,
rezad en silencio una plegaria en mi nombre,
te lo pide quien estuvo en la Legión.
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Gracias mi General por seguir cuidando de los nuestros aun fallecidos y vuecencia en retiro.
Guardo como uno de mis mayores honores haber servido a sus órdenes en varios destinos, y que haya sido el mejor jefe que tuve en toda mi carrera.
Siempre a sus órdenes!
DESPERTA FERRO
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Enhorabuena mi Gral, cuanta razón lleva en su artículo, cuanto le debemos a nuestros héroes que dieron su vida por todos nosotros y se lo agradecemos con el olvido.
No esta de más de vez en cuando recordar aquellos momentos aunque nuestros politicos prefieran olvidarlos.
Lamentablemente no les hemos dado a nuestros héroes el puesto que se merecen…. Muchas veces me pregunto fíjate aquella gente (jovenes y menos jovenes) que dio su vida por España y hoy nadie se acuerda de ellos….
¡¡¡Orgulloso de ser español!!!
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Mi General desconocía este hecho y le pregunto, porque el gobierno de España no ha establecido algún tipo de acuerdo con Marruecos para que este cementerio no este en las condiciones en que está, ningún alto mando a instado al gobierno para ello.
A su orden mi General
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Leyendo el soneto de D. Pedro Motas y escuchando el Toque de Oración se escapa una lagrima de emoción, porque los legionarios también lloran- «Donde el caído lloró angustiado, donde el hermano la vida dio, donde traiciones piden venganza y vuestra bravura siempre acudió». ¡Héroes caídos, Presentes!. ¡Arriba España y Viva La Legión!. Julio de Felipe
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Sin desmerecer, en absoluto, la grandísima labor que ha realizado la Fundación Indortes conviene hacer justicia.
Tras una visita al cementerio de Tetuán en septiembre de 2013 la Asociación Retógenes público un artículo en el periódico “LA LUZ DE MELILLA” (nº 17 noviembre /2013) titulado “Solo quiero que me entierren…” poniendo de manifiesto el lamentable estado en que se hallaba el cementerio de Tetuán, solicitando, por su dejación, la dimisión del cónsul español en esta ciudad.
Se dirigió una carta al entonces JEME, general Domínguez Buj, quien, ante el dantesco panorama que ofrecían las fotografías, ordenó de forma inmediata, y en la medida de sus posibilidades, que se adecentara la zona militar del cementerio.
Desde entonces la visita a este Camposanto se fueron repitió año tras año, poniendo de relieve que tras la limpieza de cara a la que se sometía cada primero de noviembre, pasaba al mayor de lo abandonos, así lo volvieron a publicar y comunicar en 2014.
El año 2015, la visita coincidió con la celebración de la festividad del «Eid –al Adha (fiesta del carnero) lo que motivó que cementerio se usase de vertedero. Ello motivo la publicación de un nuevo artículo, esta vez en la revista Ares (El Cementerio de Tetuán, Ares 2015), transmitiendo lo observado, de nuevo, al Gral. Domínguez Buj, con reiterando de la petición de cese para el cónsul español.
La Asociación colgó en You Tube un video:
Como no hay dos sin tres, en 2016 se volvió a visitar el cementerio, con más de lo mismo. Otros artículos, nuevas solicitudes de dimisiones y más correos.
Nuevo video:
En septiembre de 2017, en la visita anual, 20 miembros de la Asociación acudieron provistos de ramilletes de flores rojas y amarillas. A la llegada, la sorpresa fue increíble. La magnífica obra emprendida por la Fundación Indortes ya era una realidad y al Cementerio Militar de Tetuán ya se le puede llamar así, no es el caso de la zona civil que sigue en el más absoluto abandono, y en cónsul sin dimitir.
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Por favor, honor y gloria a nuestros caídos, no les olvidemos. Qué Dios les tenga en el cielo
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A las órdenes de V.E., mi General.
Raro será el lugar del mundo en el que no descansen los restos de un héroe español aunque sea olvidado y cubierto por la maleza de décadas, aunque ya no quede ni una simple piedra con su nombre. Pero así somos de descastados en comparación con otras naciones, algunas de las cuales ya quisieran para sí una historia militar como la nuestra.
Cuando he tenido que salir por el mundo, aparte del trabajo me he dedicado al «turismo de guerra»; es decir, a visitar todos los rincones emblemáticos posibles que fueron escenario de grandes batallas. Y de eso Europa está llena. Me impactó muy especialmente el escenario de la Batalla de las Ardenas, y los dos inmensos cementerios militares que se establecieron en Luxemburgo para los caídos en ese encuentro final. El americano, donde posteriormente también fue sepultado el General George S. Patton, que aunque no murió en esa batalla, sí lo hizo ya terminada la guerra y la víspera de su regreso definitivo a Estados Unidos, en un más que discutible y sospechoso «accidente» de automóvil (hay un libro que lo analiza en profundidad, y se saca una conclusión muy distinta de la verdad oficial). No muchos metros frente a su entrada principal está el cementerio alemán, no tan festivo y alegre, sino espartano y sencillo. Pero soberbio y sobrecogedor precisamente porque no busca llamar la atención. Invita al recogimiento e impone respeto.
Siempre he recordado ese cementerio cuando he buscado en España. Aquí sólo he encontrado tumbas dignas de militares caídos en las guerras, cuando han sido costeadas por sus familiares. Y si eso es aquí, pues ya hay que sentirse afortunados porque no hayan desaparecido totalmente cuando se trata de otro país y con tantos años de por medio.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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Visité el Camposanto de Tetuán en abril de 2.016 con un grupo de la Hermandad Legionaria de Cádiz, aquello fue para mí algo tan emocionante como triste y patriótico, en él hay esencias de los valores de cuando España era ESPAÑA. Quiero volver, las visiones que hay en él me dejaron muy impresionado. Una de las cosas que más me conmovieron de manera pasional, fueron las tumbas que sólo tienen gravado LEGIÓN EXTRANJERA.
LO QUE NO SE PUEDE LLEGAR A COMPRENDER, ES LA FALTA DE RESPETO HACÍA LOS QUE ENTREGARON SU VIDA POR EL MÁS NOBLE IDEAL, Y YA NO DIGO POR PARTE DE LOS POLÍTICOS. ES EL CONJUNTO DE LA SOCIEDAD. Y aquí tenemos lo que hay, una España doblegada al capricho de los que siempre la traicionaron y en detrimento de los que siguen luchando por una ESPAÑA MEJOR.
Atentamente: Ramón Lencero Nieto
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