CAUSA DE BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN DEL CAPELLÁN DE LA LEGIÓN FERNANDO HUIDOBRO POLANCO. General Dávila (R.)

Vuelvo mis ojos, como cada año, al Cielo legionario donde nuestro Capellán el Páter Huidobro entró hace ya años y sigue repartiendo bendiciones a sus legionarios dispuesto a que ninguno se equivoque de camino.

Allá por el año 1936 llegaba el Páter a la 4ª Bandera de la Legión. Cuando el sargento legionario Gutiérrez le invita a que use pistola para defenderse; el Páter Huidobro rechaza la invitación y lo razona en estos términos: <<Al ofrecerme por Capellán de mi Bandera, ya ofrecí mi vida al Señor. Y si me matan, quiero morir como sacerdote>>.

Lo que hoy escribo es simplemente una oración al legionario y Santo Páter Huidobro. Para que siga al cuidado de su legionarios y, si hay un hueco, también de los asuntillos de este viejo general que tuvo en su día el honor de mandarlos.

Nada de lo que escribo ha salido de mí. Cuento su heroica y santa muerte tal como se describe en  la Sección Tercera de Posiciones y Artículos para el proceso sobre la fama de santidad, virtudes y milagros del siervo de Dios en sus artículos 147, 148 y 149. Lo redacta el Vice-Postulador Dr. Francisco Peiró, S.J. en el año 1946.

Art. 147.- Su heroica muerte y santa muerte.– Los ataques rojos se intensificaron al amanecer el domingo 11. El Siervo de Dios se dirigió aquella mañana a un capitán de su Bandera -eran amigos íntimos-, y le dijo: <<Capitán, ¿tiene usted la medalla?, ¿quiere dejármela?>>.

Era la misma medalla de la Virgen Milagrosa que había besado al caer herido en la Casa de Campo; la besó con particular devoción varias veces y se la devolvió agradecido al Capitán. El puesto de socorro se había instalado en un pequeño hotel junto a la Cuesta de las Perdices. Sin cesar se iban recibiendo heridos, y sin cesar iba el Siervo de Dios recorriendo de una a otra parte del terreno batido por la metralla, asistiendo infatigable a los que caían y auxiliándoles con los Santos Sacramentos.

Al mediodía arreció el combate. El Siervo de Dios hallábase aquella hora ante el Puesto de socorro.

<<¡Métase aquí Padre! ¡Defiéndase un poco en la casa!>>, le gritó uno de los sanitarios que desde dentro vio al Capellán.

Accediendo a la invitación, se disponía a entrar. Pero cuando salvadas las primeras escaleras llegaba al mismo umbral de la habitación de entrada, un obús del 12´40 cayó en el marco de la segunda ventana. La explosión fue enorme; tal que, a la expansión del aire, lanzó fuera de la casa por una ventana al asistente del Capitán Rodrigo, Comandante interino de la Bandera.

El capitán médico corrió al instante hacia el lugar de la explosión y caído de espalda, junto a la misma puerta de la habitación, que como dijimos iba a franquear, halló al Capellán Padre Fernando Huidobro con una herida profunda en la cara producida por la metralla. Le encontró sin pulso. La muerte había sido instantánea. Como el Siervo de Dios llevaba al morir el Porta Viático, quedó el Santísimo Sacramento sobre su cuerpo muerto, como sobre un Altar con reliquias de mártir.

Art.148.- El duelo de la Legión.- La impresión que produjo entre los legionarios la muerte del Siervo de Dios fue enorme. Si en vida le habían estimado y querido, como a su sacerdote modelo, después de su muerte le adoraban como a un Santo. Les parecía mentira que no viviera ya con ellos. Síntesis y reflejo de la pena universal que la Bandera sintió a la muerte de su capellán es esta frase de su Comandante:

<<Acaba de perder la Legión un verdadero Padre; la religión, un santo, y España un héroe>>.

El asistente del Siervo de Dios, al presentarse al día siguiente ya de noche en la residencia de los Padres de Toledo para hacer entrega, con el Porta Viático, de los objetos interiores del Siervo de Dios, lloraba como un niño; tan desconsolado estaba que apenas se dejaba entender al dar la noticia de la muerte y sin querer quedarse a cenar, a lo que le invitaban los Padres, se alejó sollozando y repitiendo que mejor hubiera sido que le hubieran matado a él.

Art. 149.- El sepelio.- Depositóse el cadáver en una camilla de la única habitación disponible en el Equipo Quirúrgico, y a media tarde del día 13 venía en una camioneta, desde Toledo, el Hermano Zurbano, portador de una caja para inhumarlo>; al llegar el Hermano Zurbano, a la habitación donde yacía el cadáver, el médico le hizo notar que a pesar de haber transcurrido casi tres días –murió en la mañana del 11- se hallaba todavía fresco, conservaba su color natural y no era extraordinaria su rigidez. Atardecía cuando salieron con la camioneta y el cadáver en ella. Pararon a las puertas del pequeño cementerio de Boadilla del Monte. Algunos oficiales descendieron la caja. Allí estaba el general Iruretagoyena con todo su Estado Mayor, el comandante Calvo, el Conde de Arjillo, el Capellán del Hospital de Boadilla, el asistente del Siervo de Dios y los guardias civiles, unos cuarenta.

Se levantó una punta del capote que envolvía al Siervo de Dios para dirigirle una mirada postrera. Su rostro parecía sonriente, sereno, los ojos como si estuvieran durmiendo, la boca un poco entreabierta, muy natural. El Padre Puyal, allí también presente, rezó un responso. Colocóse la caja en un nicho nuevo. Unos guardias civiles, con el Hermano Zurbano, cerraron la sepultura con ladrillo y barro, y el Padre Puya, en el reverso de un trozo de lápida de mármol, escribió el nombre y la fecha: <<Padre Fernando Huidobro, S.J. 11 de abril de 1937>> y la colocó encima como distintivo y epitafio.

La emoción de aquel sencillo acto, que hizo derramar lágrimas a más de uno de los concurrentes, tradujera el cronista de guerra Juan Deportista en esta página que al día siguiente publicó el periódico ABC:

<<Cuando yo iba regresar esta tarde de Boadilla, pasé por una de las emociones más terribles de esta vida azarosa de la campaña. Allí, al Camposanto del pueblo, había llegado el cadáver de aquel Padre Jesuita Fernando Huidobro, compañero infatigable y el más valiente de la Cuarta Bandera de la Legión, semillero de audaces, como gigantes heroicos. El padre Jesuita Fernando Huidobro ya ha logrado su gran designio. Con su Bandera participó en la Cuesta. En la batalla de Madrid, un morterazo entró en la casa donde él rezaba ajeno a tanto estruendo. Luego los legionarios recogieron sus restos; yo y el general Iruretagoyena, su Estado Mayor, los ayudantes y un puñado de hombres  -a los que estas durezas no evitan la conmoción espiritual terrible- hemos acompañado al sacerdote, mientras rezaban las preces en su loor que le aproximaban al alto lugar de sus sueños de gran misionero de veintinueve años. Destocados, húmedos los ojos, y envuelto él en su bandera española, le hemos dejado allí, en el diminuto cementerio de Boadilla del Monte, feliz y contento…>>.

Son muchas las declaraciones de los legionarios que con él estuvieron. Dejo el testimonio del comandante de su Cuarta Bandera de la Legión, comandante Vierna, cuando fue a dar el pésame al padre Felipe Díez, capellán militar jesuita en Santo Domingo de Talavera: <<Padre, le doy el pésame. Pero con derecho a que también usted me lo dé a mí, pues acaba de perder la Legión un verdadero Padre, la Religión un santo y España un héroe>>.

Hoy tengo que decir, con respeto y esperando que la autoridad de la Iglesia me perdone:

Páter Huidobro: Ora pro nobis.

Y va siendo hora que Roma -a quien le corresponda-, responda a las llamadas legionarias y abran, de una vez por todas, la causa de beatificación del cura legionario: Páter Huidobro, legionario y Santo.

Esto escribía hace algún tiempo. Atrás habían quedado desde el 2014 otros artículos.

Ayer a las 1900 en la parroquia de San Francisco de Borja de Madrid, el arzobispo, cardenal Carlos Osoro, presidió el acto de apertura de la causa de beatificación y canonización del siervo de Dios Fernando Huidobro Polanco. Legionario y Santo.

La causa está promovida por el Arzobispado Castrense y la Compañía de Jesús.

¡Páter! Al fin. Sabemos lo que sabemos y seguimos cerca de los legionarios, pero en silencio.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez (General de la Legión entre 2001-2004).

Blog: generaldavila.com

9 enero 2021

23 pensamientos en “CAUSA DE BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN DEL CAPELLÁN DE LA LEGIÓN FERNANDO HUIDOBRO POLANCO. General Dávila (R.)

  1. ¡…susórdenes!

    ¿Y esta manía de Nuestro Señor Jesucristo de llevarse siempre primero a los mejores?

    ¡Vaya hombre de Dios y la Legión!

    Buenos días

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  2. Pues bendita sea la hora, al fin, de que veamos al Padre Fernando Huidobro beatificado, y más tarde forme parte del Santoral. Rezarle, desde que nos contó su historia, hace unos meses, se ha convertido en una costumbre diaria que incluyo para pedirle por nuestros caídos y por los enfermos, por desgracia muy personalizados en éstos últimos tiempos.

    Como desde marzo desplazarse se ha convertido en un problema, no he vuelto a la Iglesia de los Jesuitas donde usted nos dijo, en su momento, que reposaban sus restos, pero estoy segura de que nos escucha desde donde quiera que estemos, si lo hacemos con la fe necesaria. Ahora será un motivo más para recordarle y rezarle si oficialmente La Iglesia lo reconoce como Santo, cosa que era de justicia desde hace ya muchos años.

    Y desde Marzo pasado no he pisado la Iglesia de los jesuitas donde nos contó que reposaban sus restos, pero desplazarse en éstos últimos tiempos se ha convertido en misión casi imposible, cuando no es por un motivo es por otro.

    Gracias por hacernos partícipes de esa magnífica noticia. Seguiremos el proceso con la debida devoción, para el Santo de La Legión, al fin.

    Que tengan un buen fin de semana, saludos.

    .

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  3. Mi General, me ha encantado su artículo que casi desconocía. Para mi y con todos los respetos, al padre D. Fernando Huidobro Polanco Capellán de la Legión, le veo como el húsar con sotana, pues murió con poco más de 30 años, eso si, sin pistola y en olor de santidad.
    También yo sigo cerca de los legionarios en silencio.
    De nuevo felicidades por su magnífico artículo, al leerlo esta mañana me hace ver la nieve que cae en Zaragoza mucho más blanca.
    Atentamente te saluda con fuerte abrazo
    Ángel Cerdido Peñalver.

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  4. Mi General: Ya la había leído en más de una ocasión, en su blog y otras páginas legionarias, además de las efemérides que se leían y escuchaban en posición de firmes y descubiertos formada la Compañía a lista de Retreta.
    Mas. Hoy me ha entrado de una forma que no sabría explicarla con palabras. GLORIA AL PÁTER LEGIONARIO Y SANTO FERNÁNDO HUIDOBRO POLANCO

    Al Páter Huidobro Legionario y Santo
    ———————————————————-
    NO he podido contener
    las lágrimas que brotaron
    desde que empecé a leer;
    porque. En el fondo de mi ser
    sus bendiciones entraron.

    Con profundo sentimiento
    respondo con la devoción
    que nace de los adentros,
    al concebir los ejemplos
    del que se profesa a Dios.

    Haciendo actos del VALOR
    que ensalza la CRISTIANDAD,
    el Páter Huidobro ALCANZÓ
    LA GLORIA QUE SE GANÓ
    CON SU ENTREGA SACERDOTAL.

    Porque NO murió matando
    en el Campo de Batalla,
    él lo hizo representando
    la creencia que van dando
    los cristianos de su talla.

    Que están dispuestos a morir
    si ello fuera necesario.
    YO. SÓLO PUEDO DECIR
    LO QUE ME DICTA EL SENTIR
    HACÍA UN SANTO LEGIONARIO.

    España día 9 de enero de 2021

    Legionario Ramón Lencero Nieto

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  5. Soy antiguo alumno de maristas y jesuitas, y en estos últimos tuve de compañero a un Huidobro al que preguntaré, por si Dios hubiera querido que sea amigo de un sobrino del santo Padre Huidobro. Ahora falta que la Santa Madre Iglesia no sea una mater perezosa y proceda con diligencia al reconocimiento de las virtudes de tan insigne santo y patriota.

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  6. Mi respetado y querido GENERAL,
    He convivido con otro CAPELLÁN CASTRENSE DE LA LEGIÓN EN PLENA CRUZADA » EL PADRE SAMUEL AGUSTINO «., en la Residencia de estudiantes Fray Luis de León (Estaba El P.FÉLIX Gª, Gorrochétigui, etc. Era Modelo de VIRTUDES PATRIAS Y HUMANAS. Tenía por confesor al PADRE DUEÑAS Jesuita Toledano. El P. DOMINGUEZ es posible que esté a la altura del CAPELLÁN HUIDOBRO.
    Es importante sacar LAS LUCES DEL SER HUMANO, las sombras que se vayan con el demonio.
    GRACIAS SEÑOR porque LA LEGIÓN GANÓ UN MAR DE CAPELLANES TAN BRAVOS COMO ÉL, LA RELIGIÓN NOS DEJÓ UN SANTO Y ESPAÑA SE VISTIÓ DE GLORIA.
    ¡ENHORABUENA MI GENERAL!
    A la orden de V.E
    VIVA EL REY
    VIVA LA LEGIÓN
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  7. Mi respetado y uy querido GENERAL,
    Veo que hemos tenido CAPELLANES MUY AMIGOS COMUNES: D.MATIAS, P.DEMETRIO, D. ALEJANDRO, D.AMBROSIO etc.
    LA INMENSA GRATITUD A ELLOS Y A V.E
    A LAS MÁS ABSOLUTAS ÓRDENES DE V.E
    VIVA EL REY
    VIVA EL CLERO CASTRENSE
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  8. Gracias, mi general por traernos esa semblanza del capellán de la Legion Fernando Huidobro. y de los esfuerzos que se están haciendo por reconocer su santidad.
    Dios te oiga y quiera que,.en el.año en que se conmemora el centenario de La Legion,.veamos canonizado a su más insigne capellán ¡y mira que los hemos conocido buenos¡
    Adolfo Coloma.
    5° Tercio de La Legion.
    Tercio de la Nostalgia.

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  9. A las órdenes de V. E., mi General.

    Quisiera ser breve y no sé si lo conseguiré. Pero el caso del Padre Huidobro y su gloriosa muerte, del que confieso que hasta el año 1.972 desconocía todo, me impactó tanto, que me obligó a indagar y buscar información sobre ello.

    En Septiembre de ese año llegué a Madrid a incorporarme a mi nuevo puesto, civil pero todavía dentro de la Administración Militar, como integrante del Cuerpo Especial de Controladores de la Circulación Aérea. Y como era de los pocos que por entonces teníamos un cochecito, en mi caso un Seat 600 de tercera mano, al que en mi tierra llamaban «Seíllas», me dedicaba a hacer «turismo de guerra», explorando y recorriendo escenarios emblemáticos de batallas y hechos de la guerra. Y subiendo uno de los primeros días la Cuesta de las Perdices, camino del Alto de los Leones», ví por primera vez aquella piedra con la inscripción «Al Padre Huidobro, Capellán de la Legión». No encontré mucho en principio, no sé si por desconocimiento de cómo hacer, o porque en realidad lo que hubiera no estaba en las librerías. No fue hasta 1.984, cuando apareció la publicación del Tte. General Iniesta Cano, «Memorias y Recuerdos», Editorial Planeta, Espejo de España, que pude por fin, tener completa y detallada información sobre la figura y la heróica muerte del santo Capellán.

    En las páginas 85 y parte de la 86, el Tte. General cuenta la llegada del Padre a la Bandera y la impresión en la misma sobre su figura aparentemente frágil de niño todavía imberbe. Pero en el penúltimo párrafo de esa narración, el tono se convierte en épico al decir:

    «Era algo emocionante, además de asombroso, por extraño, ver cómo en los períodos de estabilización en las trincheras, o durante las noches entre dos días de combate, aquellos legionarios, de rudo aspecto, grandes patillas, cuajado el pecho y brazos de tatuajes, y cuajada su alma de pesares o pasadas tristezas, iban buscando al Pater en su confesonario horadado en la tierra, para lograr la paz mediante sus consejos o el sacramento de la penitencia».

    Y más adelante, en la página 110, donde narra las circunstancias de su gloriosa muerte, a sólo un escalón de la cobertura y seguridad del interior del chalet hospital, nos informa de las tremendas dificultades de movimiento en vanguardia, con las trincheras atascadas de caídos e inaccesibles para poder recuperar material y municiones, viéndose obligado a convertir sus reiterados ruegos previos para que se trasladara al puesto de socorro, en una orden firme aunque cariñosa, y cómo al enterarse de la muerte, tuvo sensación de culpa por ello. Nos cuenta:

    «Con todo mi cariño, pero con gran firmeza le dije al Padre Huidobro: Mire, Padre, ahora se lo ordeno como jefe. Retírese al inmediato puesto de socorro, puesto que allí habrán de congregarse los heridos y así mismo se enviarán los que fallezcan. Como puede ver, si permanece en la trinchera con su plausible afán de recorrerla desde un extremo al otro de manera constante, lo que consigue es aumentar la gran dificultad que ya tenemos para movernos y atender con eficacia la defensa». … … «Y en el momento de partir, mirándome a los ojos y esbozando una leve sonrisa, delatadora de su consciencia sobre el peligro que le esperaba al recorrer en su camino hasta la retaguardia la zona tan batida por el nutrido fuego de la artillería roja, me dijo; Capitán, ¿tiene ahí la medalla de la Virgen Milagrosa?. Acto seguido se la dí y y él la besó repetidas veces, con devoción emocionante.» … … «me llegó la noticia de su gloriosa muerte, y sobre mi dolor sentí el pesar inmenso de creerme culpable, en cierto modo, de su fallecimiento, ya que por orden mía se trasladó al lugar en que cayó después de haber estado tantas horas en extrema vanguardia, donde tanto se expuso sin el menor cuidado de buscar la más pequeña protección para su cuerpo».

    Sólo me resta pedir perdón por la extensión utilizada para mi comentario y la transcripción literal de lo narrado por el Tte. General. Y celebrar que, por fin, se haya abierto el proceso.

    Padre Huidobro y todos los caídos en aquella batalla, ¡¡¡Presentes!!!

    ¡¡¡Viva España!!!. Que como el Ave Foenix, algún día volverá a renacer de sus cenizas.

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  10. Mi General, conocía esta heroica historia, pero desde luego, con poco detalle . Esbozaré algún pensamiento que yo me hago.
    El Padre Huidobro , es un santo, y espero que se lo reconozcan pronto.
    Lo ocurrido en su vida , fue todo heroico, él buscaba lo que sin darse cuenta quería y lo logró, estaba escrito por La mano De Dios. Cumplió, lo que sin saberlo tenía que hacer.
    A los demás también nos toca cumplir con nuestro cometido , vivir pocos o muchos años, pasando momentos buenos y también malos.
    , o al menos regulares.
    La vida es savia, y a caso uno le da , lo que esté escrito, el libre albedrío nos tuerce o encamina hacia nuestro final.🇪🇸🇪🇸🇪🇸

    Le gusta a 9 personas

  11. Muy bonita la historia. Es muy parecida a la de mi tío el Padre Antonio Vidal Ponz, el cual fue el primer capellán de la legión a la cual se fue voluntario, el también falleció al saltar el parapeto para darle la extremaunción a un legionario moribundo, y allí calló junto a él. Le llamaban el santito, pero no le han dado la visibilidad que el merecía, aunque estuvo propuesto para la Laureada, pero esos entresijos que Vd. también conoce, a un capitán no le pareció bien y todo se quedó en nada. Su funeral lo pagaron «sus muchachos» a los que el quería tanto y fue presidido por Sanjurjo. Está enterrado en el panteón de los héroes de Melilla. Honor y Gloria. Saludos para todos.

    Le gusta a 8 personas

  12. Con permiso de Vuecencia, mi General. Después de leer el artículo y las declaraciones se me ha formado un nudo en la garganta y celebro la apertura de la causa de beatificación y santidad. Todos los Legionarios piden su ayuda, hace tiempo que le consideran un santo. Pater Huidobro ! Presente !. ! Arriba España y viva La Legión ! Julio de Felipe Jiméno.

    Le gusta a 6 personas

  13. Mi respetado y muy querido GENERAL,
    Simplemente un sonetillo ligero a nuestro siempre VENERADO SAN FERNANDO DE HUIDOBRO POLANCO.

    A SAN FERNANDO DE HUIDOBRO

    Santa María Eugenia le traería,
    como sexto hermano y religioso,
    en Melilla y Madrid va jubiloso,
    estudiando Fernando noche y día.

    Pasos ejemplares, novicio fabuloso,
    humanista, filósofo que captaría,
    de Heidegger , la fenomenología,
    ya como Jesuita fiel y bondadoso.

    En la Cruzada a la Legión vendría,
    inigualable por su valor y temeridad,
    Casa de Campo , en Perdices moriría.

    Por San Estanislao siempre rogad,
    al modelo de virtud que lograría:
    ¡Legionario Universal en Santidad!
    A la orden de V.E
    VIVA EL REY
    VIVA CLERO CASTRENSE
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

    Le gusta a 5 personas

  14. Buenas noches mi general
    Excelente artículo, Ojalá el proceso culmine pronto y como creo que no podrá ser de otra manera..con éxito.
    Gloria a éste ilustre capellán de la cuarta bandera,en tierra que dicho sea de paso,me vio nacer.Ceuta cuna de la Legión.
    Saludos cordiales
    Arriba España 🇪🇦
    Víva la Legión

    Le gusta a 7 personas

  15. Mi General, me ofrezco a seguir tan cerca como posible de los legionarios pero en silencio, también.
    Legionario, héroe y santo. Lo considero por lo escrito también Mártir. Qué mas se puede pedir o mejor dicho quién es capaz de superar lo que fué el Padre Fernando Huidobro Polanco?
    Un afectusos saludo y que el proceso de beatificación sea pronto una realidad.

    ¡¡Viva España y La Legión!!

    Le gusta a 3 personas

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