Los alemanes pronto constataron que para ganar la guerra tenían que expulsar a los británicos del Mediterráneo y para ello, era imprescindible echarlos de su colonia militar de Gibraltar.
Esa fortaleza, supuestamente inexpugnable como lo habían sido la de Eben Emael en Bélgica y la Línea Maginot en Francia (que cayeron ambas en 1940), podía haberse visto reducida a una montaña de escombros por efecto de Félix, operación combinada germano-española a la que dedica su último libro sobre la SGM el historiador linense Alfonso Escuadra Sánchez, conocido experto sobre los temas relacionados con este periodo histórico.
Los alemanes vieron que no podían tomar Gibraltar por mar ni por aire. El ataque tenía que ser por tierra para lo que inevitablemente tenían que pasar por La Línea de la Concepción después de atravesar los Pirineos y toda la Península.
Hitler comprendió que no podía cometer el mismo error que Napoleón así que necesariamente tenía que ganarse la voluntad y la colaboración del general Franco.
Como sabemos, las operaciones militares son consecuencia de decisiones políticas. En el caso de que las operaciones tengan repercusiones con países extranjeros o necesiten su concurso, entonces, entre la política y lo militar tiene que intervenir la diplomacia. Las tres citadas se complementan y se condicionan unas a otras; su trabajo bien coordinado es imprescindible para lograr el éxito final.
De forma inédita, Alfonso Escuadra entra a fondo en los tres ámbitos –vistos desde Alemania y desde España- describiendo con detalle la cadena de actuaciones y su interrelación, única forma de entender cómo fue evolucionado –durante los primeros años de la SGM- la situación respecto a la ansiada recuperación de Gibraltar y la consecuente intervención de España en dicha guerra.
Uno de los momentos más importantes de este proceso fue la conferencia de Hendaya. El autor nos explica cómo las delegaciones de los dos países, encabezadas por el general Franco y por Hitler fueron a dicha localidad fronteriza con la tarea ya hecha.
En el momento de la reunión, los alemanes ya disponían del planeamiento de la operación de toma de Gibraltar e incluso habían designado las unidades y los mandos que iban a intervenir. Para llegar a este nivel de desarrollo tuvieron que celebrar una larga serie de reuniones con los españoles para obtener la información necesaria, reuniones que –en su momento- contaron con la previa aprobación política, fruto de unas gestiones diplomáticas extraordinariamente delicadas y comprometidas, dada la situación de debilidad de España y la fortaleza del Reich alemán, imparable por toda Europa.
Los alemanes fueron a Hendaya para conseguir la decisión política última que les permitiese iniciar las operaciones poniendo en marcha la maquinaria de guerra que ya tenían preparada, a falta de un adiestramiento intensivo de sus fuerzas para atacar el objetivo concreto del Peñón. El momento en el que la Wehrmacht pasase al sur de los Pirineos suponía la entrada de España en la guerra.
Como describe Escuadra, en Hendaya quedó todo preparado menos la decisión final del general Franco del momento exacto de entrar en la guerra que quedó supeditado a una serie de condiciones aceptadas por los alemanes; en cualquier caso, el resultado de la reunión fue tal que los alemanes iniciaron el adiestramiento e incluso llegaron a fijar unilateralmente la fecha del paso por los Pirineos y el ataque a Gibraltar.
Como sabemos, la decisión aprobatoria por parte del general Franco nunca llegó y el ataque no se produjo. Lo que no hemos sabido hasta ahora ha sido lo arduo de las negociaciones diplomáticas y la dureza y el riesgo de las decisiones políticas, sobre todo teniendo en cuenta cuál era la potencia militar desplegada al norte de los Pirineos y cuál era la situación general de España, recién salida de la guerra civil. Nunca hemos sabido lo cerca que estuvo la bandera británica de desaparecer de lo alto del Peñón.
Escuadra nos permite conocer con un detalle extraordinario como se desarrolló lo anterior. Para hacer su trabajo ha utilizado miles de documentos originales alemanes, especialmente militares pero también otros procedentes de fuentes políticas y diplomáticas así como entrevistas personales a testigos de los hechos, fotografías y material fílmico procedentes de colecciones y filmotecas tanto de carácter público como privado.
Con ellos reconstruye con gran realismo lo ocurrido, entre otras localidades, en Hendaya, en Madrid, en Berlín y en los cuarteles generales alemanes. Pone de manifiesto cómo, para comprenderla situación, resulta imprescindible contemplar de forma simultánea las perspectivas política, diplomática y militar, algo que hasta la fecha no se había hecho.
Entre las autoridades cuya intervención se destaca nos encontramos, entre otros, con el general Vigón y con Serrano Suñer, describiendo Escuadra cómo se desarrollaron sus reuniones en Acoz, Houyet y Berlín, eso sí, separadas en el tiempo. El autor analiza todo tipo de fuentes, lo que nos permite saber cómo las memorias de algunas autoridades han ido variando con los años para adaptarlas a las circunstancias políticas del momento; no se dieron cuenta que lo que ocurrió de verdad estaba registrado en documentos alemanes.
También nos permite conocer el desarrollo de las sucesivas visitas de reconocimiento de militares alemanes por España, en especial por la bahía de Algeciras, acompañados por oficiales españoles que les iban facilitando la información precisa. En estas visitas se destacan las del almirante Canaris y las de oficiales alemanes como Hans Mikosch, héroe de Eben Emael.
Como describe el autor de forma pormenorizada, la orden del general Franco de «Estar dentro pero no precipitar» se llevó a cabo a rajatabla, no sólo facilitando las visitas e intercambiando información muy sensible sino también, acometiendo la construcción de las infraestructuras necesarias para hacer factible el paso del Cuerpo de Ejército alemán –con su artillería pesada-que ejecutaría la operación de ataque cuya duración se estimaba en horas.
También describe con detalle el despliegue de la Luftwaffe y el de las unidades de la Kriegsmarine que intervendrían, el impresionante volumen de la masa artillera así como el despliegue previsto para cubrir la frontera con Portugal y el norte de África. Se incluye no solo el organigrama -hasta hora inédito- de la fuerza sino también la localización de los puntos de estacionamiento de las unidades de apoyo logístico, talleres y depósitos de combustible y munición, imprescindibles para la buena marcha de la fuerza desde los Pirineos hasta la bahía de Algeciras.
Resulta sorprendente el efecto que tendría sobre la hipotética participación española en la SGM la resistencia francesa frente a los atacantes británicos(que hasta pocos días antes habían sido sus aliados), en Mers-el-Kebir (en donde provocaron casi 1.300 fallecidos entre la dotaciones de los sorprendidos buques de guerra franceses) y en Dakar, en donde los franceses rechazaron los ataques de la Royal Navy.
Escuadra explica cómo, después del primer frenazo al desarrollo de Félix, los planes alemanes lo que hicieron en realidad fue cambiar de nombre y no se les dio el carpetazo definitivo hasta que la evolución del conflicto hizo esta operación inviable.
Gracias al detalle y profundidad de las investigaciones de Alfonso Escuadra, el recurso a las fuentes que ha utilizado y a su capacidad para ensamblar los tres ámbitos citados, el político, el diplomático y el militar, ahora disponemos de un voluminoso trabajo que también va a poner en cuestión lo escrito en los últimos años y va a desmontar mitos y leyendas tanto sobre la supuesta invulnerabilidad del Peñón como sobre la participación española en la SGM.
Ficha técnica:
Editorial: Fundación Don Rodrigo para el Estudio y Conservación de la Historia Militar Española y Europea. Madrid 2021
Autor: Alfonso Escuadra.
Anexo Cartográfico: Alfonso Escuadra y Sergio Tejedor
ISBN: 978-84-09-33057-7
Depósito legal: M-24189-2021
Número de páginas: 896
Número de gráficos: 22
Número de notas a pie de página: 3.200
Precio: 39€
Ángel Liberal Fernández, Capitán de navío (R)
Blog: generaldavila.com
3 noviembre 2021
Mi respetado y querido C.N LIBERAL,
Excelente reseña del magnífico libro «OBJETIVO GIBRALTAR». del historiador linense ESCUADRA.
Veo que se encuentran respuestas en dos vertientes de interés : DIPLOMÁTICA Y ESTRATÉGICA desde las tres consideraciones : POLITICA DIPLOMÁTICA Y MILITAR subyacentes.
P1 : El alcance de los intereses Germánicos ante la beligerancia aparente española
P2: Planteamiento Táctico-Logístico?
P3: Fin del mito de la INEXPUGNABLE ROCA
p4: : Conocimiento de U.K sobre LA OPERACIÓN «FELIX»
P5 : AL ser tomada FRANCIA . Medidas de POTENCIACIÓN DEFENSIVA por parte de UK.
P6 La intervención del Gral. Vigón, , Serrano Suñer, M-G etc.
P7: Todo estaba perfilado en HENDAYA.
La tentación de FRANCO para entrar en GUERRA fue breve y tal vez sostenida en el tiempo.
En el prólogo realizado por V.I se retata sin duda, LA IMPORTANCIA del libro y su verdadera estructuración en 15 capítulos y 894 páginas.
Creo que responde a las exigencias de un ENSAYO HISTÓRICO sin que por ello se olvide una amena formalidad que capte al lector.
También es relevante la frase y opinión de otro C.N amigo del autor FERRARI, cuando señala que el único lugar del continente EUROPEO INGLES es EL PEÑÓN. Por otra parte EISENHOWER matizó la decisiva transcendencia para la segunda pare dl frente de la II G.M que tuvo GIBRALTAR.
Merece la pena su adquisición.
ENHORABUENA POR TAN IRREPROCHABLE RECENSIÓN.Y PROLOGO DEL MISMO.
Abrazos y a la orden de V.I
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVA LA ARMADA ESPAÑOLA
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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A las órdenes de V. E., mi General.
Asombrosa e interesantísima,, mi Coronel, esta información completa y detallada. Para un servidor, a quien cupo el honor de servir durante dos apasionantes años en aquel entorno, con toda la carga sentimental y patriótica que ello suponía, y hasta con algún riesgo, que no preocupaba, sino que servía de más motivación y acicate, este libro es la obra definitiva que me faltaba sobre el escarnio que supone la presencia de una bandera y una fuerza militar extranjeras en un trozo entrañable de territotio español.
Ni que decir tiene que procedo a conseguir este libro gracias a la información que nos facilita.
¡¡¡Viva España!!!
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Atentamente y con el debido respeto
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Gibraltar paraíso de las mafias
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Nuevamente Gibraltar
ha salido a la palestra,
mientras tanto seguirán
los que nos dieron y nos DAN
el desprecio que presentan.
Los llanitos auspiciados
“por el valor de Gran Bretaña”
frente al español desarropado
¡¡¡por gobiernos desbocados
que arremeten contra España!!!
Gibraltar es un paraíso
para la mafia internacional
que sin tener compromiso
disfrutan de los permisos
que enaltecen al criminal.
Donde muchos “españoles”
negocian las delincuencias,
los políticos malhechores
y otras clases de traidores
hechos a la desvergüenza.
España día 3 de noviembre de 2021
Ramón Lencero Nieto
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Duda Razonable: verse obligados a escoger entre dos bandos igualmente deleznables y hostiles.
Solución Razonable: ganar tiempo.
Propósito: salir lo menos perjudicado posible
Resultado: hubiera podido ser mucho peor.
Reflexión: en España había gobierno.
Buenos días a todos, CN Liberal, muy buen artículo.
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Muchas gracias por la información tan interesante que muchos desconocíamos. Saludos para todos.
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Apreciado General Dávila.
Muchas gracias por su excepcional reseña. Reservaré un ejemplar en mi librería habitual.
Un saludo a todos.
Pedro Dalmau
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Buenas tardes; ni siquiera considerando las cosas a tantos años vista, podemos saber a ciencia cierta si el hecho de no acabar de permitir el paso de los alemanes por tierra atravesando prácticamente toda la península fue una decisión acertada, o no. Desde luego si el haberlo permitido nos hacía participar de hecho en esa guerra, evidentemente y en las circunstancias en las que entonces se encontraba España, era complicado comprometerse a abastecer a las tropas alemanas, aunque sólo hubiera sido desde el punto de vista de aprovisionarles de comida. Creo que fue un buen movimiento diplomático dilatarlo en el tiempo, y esperar, sin decir ni que si ni que no, porque ambas cosas podían traer consecuencias imprevisibles.
Lo que si recuerdo haber leído en algún sitio es el comentario que se le adjudica a Hitler después de su reunión con Franco en Hendaya. Al parecer dijo que negociar con Franco era peor que sacarse una muela sin anestesia, y debía ser verdad. No olvidemos que Franco era gallego, y para una mentalidad alemana eso de no poder sacar una conclusión clara de una conversación debió resultar incomprensible, y más con el carácter que todos sabemos que adornaba al líder alemán.
Recordemos cómo transcurrió la anexión de Austria, Schuschnigg, que había llevado a cabo una política absolutamente acorde con el nacionalsocialismo se negó a dejar entrar en el gobierno a un títere de Hitler, hasta que por fin y bajo una presión supongo que muy dura accedió , y entonces fue el primer ministro, que no era más que una tapadera para sus políticas, un tal Miklas, quién en un alarde inexplicable se negó a dimitir, y Hitler que quería evitar una invasión que fuera en contra de la legalidad austriaca, por aquello de guardar las formas, acabó a grito limpio con el tal Miklas, y aquel no tuvo más remedio que ceder, y dejar entrar a las tropas alemanas por la frontera. Es un episodio curioso, porque se había pedido al pueblo austriaco que acudieran a los caminos por los que pasarían gloriosamente esas tropas para saludarles y resultó que toda la artillería, los tanques y todo el transporte pesado se quedó atrapado en el barro, y tardaron horas y horas sin poder desbloquear las carreteras, sin que siquiera el coche en el que iba Hitler pudiera pasar, y acabaron teniendo que transportar todo el armamento pesado( incluidos los tanques) en trenes, con lo cual el pueblo austriaco se pasó casi dos días esperando ver entrar en Viena a las «gloriosas tropas» que les invadían.
Por eso digo que la negativa, siempre relativa y dilatada de Franco, debió ser una novedad a quién en aquel momento era el dueño de Europa, y desde luego muy hábil.
Gracias a D. Ángel Liberal por esa información tan interesante que hoy nos proporciona. Intentaremos encontrar el libro.
Saludos
Margarita Álvarez-Ossorio
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Mi General : Hoy el tema es muy especial para mi, por los recuerdos de mi
Infancia.
Desde Ceuta, veíamos alguna vez, y por la noche, los ataques aéreos alemanes a Gibraltar. Todo un espectáculo. He leído, alguna novela sobre los ataques Italianos por buceadores, a los barcos atracados, tanto de transporte como de guerra. Esto puede ser cierto o inventado.
Personalmente me “ molesta “ y no me gusta, la existencia de esa base militar en nuestro país, pero. . .Toda la zona está llena de Ingleses, y además la droga y el contrabando circula a destajo.
El libro que cita lo leeré con mucho interés. Gracias mi General.. 🇪🇸🇪🇸🇪🇸
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De este autor leí su excelente libro «A la sombra de la Roca» que trata sobre la II Guerra Mundial en el Estrecho de Gibraltar.
En cuanto a la decisión de Franco de no entrar en la guerra, según algunos historiadores, influyó el hecho de que para que el control del Mediterráneo fuera total para el Eje, debía tomarse también el canal de Suez y esto deberían hacerlo tropas italianas avanzando desde Libia, según le contó Hitler a Franco en Hendaya. Franco no confiaba en que los italianos fueran capaces de tomar Suez porque los conocía de la Guerra Civil española.
Los acontecimientos dieron la razón a Franco, porque las tropas italianas solo consiguieron avanzar 90 km en Egipto y quedaron atascadas en Sidi Barrani. Poco después los británicos contraatacaron y los italianos se retiraron hacia Libia. Tan solo dos divisiones británicas (una acorazada y otra de infantería) fueron capaces de derrotar a todo un Ejército italiano.
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Con la autorización de V. E., mi General.
Un servidor siempre ha opinado que la última y más difícil de las batallas libradas y ganadas por el Caudillo, fue precisamente la de su conversación con Hitler. Como estratega no tenía rival ni siquiera en la persona de tan peligroso interlocutor acostumbrado a mandar y que nadie se le rechistara o intentara jugar con él.
En Hendaya se jugó todo a una sola carta. La entrada de España en la guerra al lado del Eje, bien por el hecho de permitir y facilitar el paso por tierra hasta Gibraltar a las tropas alemanas, bien por una implicación e intervención directa del Ejército Español en cualquier hecho bélico alemán, aquí o en un país vecino.
Lo de la División de Voluntarios para luchar exclusiva y específicamente contra el comunismo y en tierra rusa, debió ser la pieza, peón, alfil, caballo e incluso torre, que siempre hay que sacrificar en toda partida de ajedrez.para proteger y salvar a la reina y al rey.
Que se conozca así en detalle, fue la única «reunión» de la que Hitler salió sin comerse una rosca, como se dice vulgarmente. No sé cómo podría digerir aquello, pero seguramente los gritos cuando estuviera en su cuartel general, debieron oirse en todo el universo.
Y es que cuando el Caudillo miraba a los ojos a alguien, aunque fuera a aquel personaje, lo hipnotizaba y desarmaba.
En resumen, que nos libramos del más que seguro ataque de los Aliados, principalmente Inglaterra y Estados Unidos, que podrían habernos aplastado con su superioridad técnica y numérica en la situación precaria en que estábamos tras la guerra civil, y quién sabe si hoy estaríamos todos masticando chicle y hablando algo parecido a un dialecto del inglés, y haciéndoles a ellos de limpiabotas.
Perdón, ¡¡¡Viva España!!!
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Buenas noches, hoy toca aprender , C.N. Liberal. Buen articulo.
Muy buenos los comentarios, saludos a todos.
Saludos con agradecimiento´CN Liberal
Josefa del P.S. López del Moral Beltrá
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