‹‹Yo, modesto jefe del Ejército, aspiro a conservar este espíritu caballeresco de la Legión y cuento con vuestra cooperación para este fin.
Sigamos todos el ejemplo glorioso de los legionarios que vertieron su sangre por España y que supieron vencer a los gritos de ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!››.
Así terminaba la primera Orden que el Teniente Coronel Valenzuela dictaba a la Legión. Se le había designado jefe del Tercio de extranjeros el día 15 de noviembre de 1922. Si difícil era ponerse al frente de aquellos hombres más lo era sustituir a su fundador y admirado jefe, el Teniente Coronel Millán-Astray. Delicada situación enrarecida por los enredos de la política. Actitud pasiva hacia el Protectorado, disminución de fuerzas. Abd el Krim que busca rematar su faena.
Junio de 1923. Tizzi Azza constituye la línea avanzada para apoyo de las operaciones de recuperación del territorio perdido en el Desastre de Annual. Es una posición clave y está asediada, amenazada con caer en manos rifeñas. De nuevo Melilla en peligro. No se puede ceder un palmo de terreno.
Suena la voz: ¡A mí la Legión! y avanzan la I, II, y IV Banderas de la Legión. Lo hacen sin preparación artillera, amparadas únicamente por los espíritus de combate y compañerismo. Va mandada por un nuevo jefe, el Teniente Coronel Rafael Valenzuela y Urzáiz. Es su primer combate al frente de los legionarios.
-¿Cómo podré yo sustituir a Pepe Millán?, se preguntaba Valenzuela.
Los barrancos llenos de enemigo. El denso fuego paraliza el avance y se convierte en una hoz de muerte. No pueden detenerse. No deben hacerlo. El enemigo, bien protegido, parece invisible. Hay que buscarle ¡a la bayoneta! Es el momento del jefe, del impulso. Valenzuela se da cuenta y se pone al frente de sus hombres arengando con su ejemplo. No van a morir fusilados. Si mueren lo harán como dicta su Credo. Todos los legionarios miran a su jefe. No hay duda, esto es la Legión: ¡Viva España! ¡Viva la Legión!
A pesar del ruido del combate los gritos suenan como un rugido sobrecogedor.
Tenía que morir un jefe de la Legión. Tenía que hacerlo al frente de sus legionarios. Estaba escrito en el Credo fundacional de estas tropas. Cuando se exige tanto, entregarlo todo, la enseñanza culmina con el ejemplo. Para mandar hombres en combate tienes que conducirlos, no empujarlos. Eso exige un compromiso que se aleja de los razonamientos vulgares. Se llama valor y honor, inseparables, vinculados al que manda y al que obedece. Si se pierden no se vuelven a recuperar ¡jamás! El que manda asume la responsabilidad del que obedece. Es responsable de la moral de victoria de sus hombres, del valor, la acometividad, la serenidad y el espíritu de lucha.
El valor militar describe una historia vinculada estrechamente al honor. Sin alardes, innecesarios. Cualquier combate puede terminar con la muerte. Por ello es necesario educar el valor que vence al miedo a morir.
Valenzuela asume el Credo legionario hasta la muerte. Con ella, se empieza a entender el significado de sus espíritus.
Acaba el combate. Entra el convoy en Tizzi Azza. Abd el Krim hace proposiciones de paz. Melilla de nuevo respira. Valenzuela no. Tampoco lo hacen sus legionarios con él muertos.
Han muerto por todo ello, por Melilla, por España. Como manda la Legión.
‹‹Yo, modesto jefe del Ejército, aspiro a conservar este espíritu caballeresco de la Legión y cuento con vuestra cooperación para este fin.
Sigamos todos el ejemplo glorioso de los legionarios que vertieron su sangre por España y que supieron vencer a los gritos de ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!››.
Así empezaba y terminaba la vida de un jefe de la Legión, el Teniente Coronel Rafael Valenzuela y Urzáiz. Ejemplo glorioso de los legionarios.
En su libro Arte del Buen Mandar Español el general Bermúdez de Castro nos cuenta una bella historia:
En cierta ocasión se encontraba el Tercio de Antonio Leiva, el mejor discípulo del Gran Capitán, pasando revista por el Veedor cuando a lo lejos se divisó un tropel de jinetes que se aproximaba.
-¡Es el Emperador!, gritaron los oficiales.
Los tambores y pífanos rompieron a tocar la Marcha Real.
Detuvo el Emperador su caballo, descabalgó de un salto y se incorporó a la cabeza de la primera compañía. Tomó un arcabuz y ordenó que empezase la Muestra. El Veedor, sorprendido, nombró al Emperador en voz alta:
-¡Su Majestad Don Carlos de Gante, Rey de las Españas, Emperador de Alemania!
Terció el Emperador su arcabuz, quitóse el sombrero y oyéndole todo el Tercio contestó:
-¡Presente y armado!
Desde aquel momento el Emperador quedó hecho primer soldado arcabucero de la 1ª Compañía del Tercio de Infantería de Milán. Su haber pasó a cobrarlo el soldado más viejo.
Ser soldado es una honra hasta para el Monarca. Un soldado es algo más que Caballero y solo exige el buen trato de la patria y la consideración que le da ceñir una espada.
El jefe debe ganarse la consideración de soldado y, si lo alcanza una bala o le hiere el acero, compartir su destino.
Ese es el ejemplo legionario: el de Valenzuela, un jefe de la Legión.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
2 junio 2022
A las órdenes de V. D., mi General.
La historia militar de España es muy rica en héroes legendarios como el Teniente Coronel Valenzuela, Millán Astray y tantos otros. Por eso fuimos admirados, temidos y sobre todo, envidiados.
Las consecuencias de esto último, las tenemos a la vista y el resultado, para asegurarse de que no levantemos cabeza, es la sucesión de gobiernos de los últimos años, con el colofón del último y actual. Ayer, se oyó en la radio, decía en plan burlón el presidente Don Narciso: «Los que dicen que aman a España podrían amarnos también «a todos y todas».
Ay, si viviera Gila, qué buen filón para sus actuaciones en televisión. Lo mejor de España, sus cómicos.
¡¡¡Viva España!!!
Me gustaLe gusta a 7 personas
Vaya por Dios, salió una D, que no quiere decir nada, en lugar de la E de Excelencia. Mil perdones.
Me gustaMe gusta
¡Viva la Legión!; y muy buenos días mi General, y todos.
Me gustaLe gusta a 4 personas
Cuánto echo de menos esos nobles valores! Hoy en día, estamos rodeados de gente sin palabra, ni respeto, ni honor.
Cuánto anhelo y nostalgia siento de aquellos tiempos donde triunfaban los hombres con testosterona, orgullosos de su fuerza, su carisma, elegantes y disciplinados…
Volverán?
Me gustaLe gusta a 4 personas
Extraordinario. He disfrutado infinitamente con su lectura.La emoción me ha acompañado. Muchas gracias por tus palabras, magistrales, como siempre. Un fuerte abrazo legionario, mi General.
Me gustaLe gusta a 3 personas
¡¡¡Viva España. viva el Rey. Viva la Legión!!!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Atentamente y con el debido respeto
Al Teniente Coronel DON Rafael de Valenzuela y Urzaiz
———————————————————————————
Los hechos de heroicidades
Por esos hombres bragados
Se hacen ver en los zaguanes
Consagrando las edades
Que dignifican al Soldado.
En el semblante de firmeza
Del Teniente Coronel
Se vislumbran las proezas
Que germinan las promesas
De los hombres como Él.
Los ejemplos demostrados
Son las huellas de un ayer
Perseguidas por Soldados
Que a su hacer son entregados
Haciendo honor al deber.
Con la entrega voluntaria
De los que en ella se nombran
Y la pasión hereditaria
De una raza extraordinaria
Que difumina las sombras.
Su espíritu hace presente
Sobre los firmes cimientos
De aquellos hombres valientes
Que dieron un paso al frente
Sublimando los ejemplos.
España día 2 de junio de 2022
Ramón Lencero Nieto
Me gustaLe gusta a 4 personas
Fuerte abrazo legionario mi querido general de tu amigo.
Rafa Dávila
Me gustaMe gusta
Buenas tardes mi General y a todos
!Qué tiempos aquellos, en que los hombres no dudaban en jugarse y muchas veces perder la vida por su Patria!
No por conocido emociona menos el relato de hoy. Impresionante. Como la propia Legión.
Gracias por traerlo a nuestro recuerdo General Dávila.
Saludos
Margarita Alvarez-Ossorio
Me gustaLe gusta a 4 personas
Muy interesante el relato del general Dávila.
Cumplí mi servicio militar en Tiradores de Ifni n° 2, vecinos de laXIII bandera de la Legión.
Fue una etapa tan dura como bella, 17 meses sin venir a la península. 4 meses en las posiciones de la montaña y 2 meses en el cuartel de la capital
Me gustaLe gusta a 1 persona
Buenas tardes mi General y todos.
Magnifico escrito el de hoy, llenos de ejemplo y Honor.
Saludos con agradecimiento. General Dávila.
Josefa del P.S. López del Moral Beltrán.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Mi General, a las órdenes de V.E.,
Sin duda, un glorioso y heróico ejemplo legionario.
¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!›
Me gustaLe gusta a 2 personas
Mi General : Leer su lección se hoy , ha sido estimulante y para enmarcar. Hoy soy optimista, gracias a esta lectura.
España es así, estoy convencido de que el próximo “salvador” estará destinado en cualquier sitio hoy. Cuando salga lo conoceremos y de nuevo ESPAÑA, volverá a sonreír. Somos un país así, los héroes aparecen cuando se les necesita, y hoy lo necesitamos.🇪🇸🇪🇸🇪🇸
¡¡¡ TODO POR LA PATRIA!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
(…) «Para mandar hombres en combate tienes que conducirlos, no empujarlos.»
¡Admirable!
Qué fácil es mandar a mujeres y a hombres a la muerte desde sus cómodos despachos, ya podrían algunos predicar con el ejemplo.
Un saludo a todos.
Pedro Dalmau
Me gustaLe gusta a 1 persona