EL ARZOBISPO CASTRENSE DE ESPAÑA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Monseñor Juan del Río Martín falleció el jueves 28 de enero de 2021, en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla como consecuencia de las afecciones provocadas por el coronavirus COVID-19. 

Era el Arzobispo Castrense de España desde septiembre de 2008.

A fecha de hoy ni siquiera hay rumores de que se produzca el obligado, además de esperado, nuevo nombramiento; que yo sepa.

Cuenten: nueve meses, el parto de los montes.

¿Será que piensan en un monaguillo ahora en formación?

¿Es tan difícil elegir al Arzobispo encargado de la atención espiritual de las Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?

¿Es una espera retardada, controlada, para dar un paso más y más lejano?

¿Es un problema de Roma o de Moncloa?

¿Por qué no hablamos claro?

Ese es uno de los déficits de esta democracia. Se cuenta una cosa y se callan mil; se hace por un lado mientras se deshace por el otro. Una cosa es lo que nos creemos, otra lo que nos cuentan y luego está lo que en realidad es.

La realidad de lo que esconde el nombramiento es una pugna entre Roma y Moncloa, que no son Papa y Presidente, sino fontaneros que atascan las tuberías. Eso al menos me dicen fuentes por lo general mal informadas. Aunque no está de más recordar que el Arzobispo Castrense de España es nombrado por el Papa, a propuesta de Su Majestad el Rey, conforme al Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Español. O sea: Papa, el Rey, el Gobierno, los fontaneros, los…

Como verán este es un tema que a nadie le preocupa y ocupa a unos cuantos. ¿El Arzobispo Castrense? ¡¿Mande?!

Los medios silencian, los soldados no se acuerdan o callan, los capellanes ¿qué dicen los capellanes castrenses? ¿La Conferencia Episcopal? Los católicos no saben, no contestan. Es tan así que he llegado a dudar de que el tema interese a las propias Fuerzas Armadas: JEMAD, JEME, AJEMA, JEMA, Cabo de Guardia…

Sé que esto que digo es muy duro, pero díganme ustedes razones para no decir lo que digo, para no dudar de esta larga travesía por el desierto espiritual en los ejércitos. Un nombramiento tan sencillo crea una singular duda que puede que tenga sus razones. La necesaria atención espiritual no queda abandonada porque los ejércitos cuentan con una plantilla de sacerdotes entregados en alma y corazón a sus soldados. No es ese el problema, que también, ya que el mando se requiere hasta en la sacristía, sino la falta de respuesta ante un nombramiento necesario del que, tal y como están los tiempos (políticos), uno duda de si hay razones alejadas de esa atención espiritual para que no se produzca el nombramiento y este se convierta en una arma más política que espiritual. Eso es lo que conviene aclarar. Ha pasado demasiado tiempo y el nombramiento no se produce.

Los capellanes, el Páter, llevan con nosotros desde los Tercios de Flandes curando, consolando y acompañando. Ellos también necesitan un guía en su labor y ese es el Arzobispo Castrense, al que se echa de menos.

La Cruz y la espada, Cruz de San Andrés que abanderaba el veterano y valeroso alférez, un referente como el capellán que recorría los frentes con la estola y su Cruz en la mano dando consuelo en el último de los suspiros.

Lo he dicho: Cura, consuela y acompaña.

¿Hay algo que lo impida?

Miren y divulguen. Es la labor del Arzobispado Castrense y de sus soldados: el Páter, que lo es del alma.

Dejo en su recuerdo el caso del soldado Cristo Ancor Cabello Santana 

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

2 noviembre 2021

 

EL EXJEMAD, EL CAPELLÁN CASTRENSE Y LA LÓGICA Juan Miguel Mateo Castañeyra General de División (R.)

El Capellán Castrense

El exjemad en Podemos no deja de sorprendernos cuando pronuncia unas palabras, o cuando escribe unas líneas. A pesar de que aquello que haga o diga quien después de haber tenido el mando de las FAS pase, casi sin solución de continuidad, a ser parte importante de un partido político que cuestiona la Soberanía Nacional, deje ya poco margen para la sorpresa. Ese margen, en este caso, lo ha llenado con sus últimas actuaciones públicas.

Del ex JEMAD en Podemos desconozco si fue, o no, un buen piloto. Y dudo que fuera un buen piloto de combate, dado su reconocido pacifismo. También tengo fundadas dudas de que fuera un buen militar, pues los valores con los que se mueve por la vida, se lo impiden.

En cuanto a sus otras habilidades, es sabido que Dios no le adornó con la facilidad para la comunicación oral o escrita, pero ahora, además, acaba de descubrirnos que la lógica no es otro de sus puntos fuertes. Me explicaré.

En uno de sus tuits decía textualmente:

Exjemad de Podemos: Si a Casandra la llevan ante la Audiencia Nacional, que me lleve a mi también

«Bromear no es un delito y España no es una dictadura. Si a Casandra la llevan por esto a la Audiencia Nacional que me lleven a mí también»

Capellán castrense

Está claro, que si afirma que bromear no es un delito y que España no es una dictadura, la conclusión lógica de que a Casandra la lleven a la Audiencia Nacional, es que lo que ha hecho la tal Casandra, no es precisamente bromear. El sacar como conclusión que lo lleven también a él, responde a cualquier cosa menos a la lógica.

Capellanes castrenses

Por otra parte, en unas de sus recientes declaraciones, afirmaba que los capellanes castrenses solo deberían existir, si los hubiera también para otras religiones. Tal vez sea su falta de lógica la que le dicta ese pensamiento, pues al parecer, ve lógico que haya capellanes de otras religiones cuando resulta que el 70 por ciento de los españoles se declaran católicos, y sólo un 1,9 por ciento, creyente en otras religiones. Parece ser que en esto coincide, (inestimable apoyo), con la comandante en situación de retiro por pérdida de condiciones psicofísicas, Zaida Cantera. A la que, además, le parece inadecuado el salario que reciben los capellanes castrenses. Pero no le parece mal, por contra, que ella misma pueda compatibilizar la pensión máxima que tiene concedida, con el sueldo de diputado del PSOE. Ya se sabe que se suele ver antes la paja en ojo ajeno, que la viga en el propio.

O tal vez sea porque no sepan, ninguno de los dos, que en España hay solo 87 Capellanes castrenses, por lo que, si atendemos a las proporciones de creyentes de otras religiones, a éstos les correspondería algo más de uno para todos ellos. Un Capellán que, además de ecuménico, tendría que estar dotado del don de la ubicuidad.

Los capellanes castrenses prestan, por supuesto, los servicios propios de su Ministerio en las unidades. Pero también ofician nuestras bodas, bautizan a nuestros hijos y nos despiden en nuestros funerales. Además, tanto para creyentes como para no creyentes, prestan otros servicios que van desde dar clases de moral, pasando por ser el paño de lágrimas de los más débiles y necesitados, por ser el transmisor al mando de las necesidades del soldado llegando a donde por diversas razones, no le es fácil a éste llegar, hasta ser el más fiable conocedor de cuál es el verdadero estado de ánimo de la tropa. También de sus bolsillos, es frecuente que salgan muchos préstamos, a fondo perdido, que alivian más de una necesidad sin que los beneficiarios tengan que profesar ésta o aquella creencia.

Pero el Páter es más cosas. Es también aquel que muchas veces es el único que puede paliar la soledad del mando, el confidente seguro de nuestras angustias y preocupaciones, el amigo que en muchos casos llena el vacío que el alejamiento de la familia produce, o el mediador en los roces que en toda convivencia humana tienen lugar, y todo eso lo es, para cualquier creyente.

Y aún, y no menos importante, es también otra cosa. Encarna una de las tradiciones más antiguas de nuestras FAS, donde la figura del capellán acompañó siempre al soldado en sus victorias y en sus derrotas, en las desgracias y en las alegrías. Figura que se agiganta por el heroísmo, el sacrificio, la humanidad y el amor a los demás de muchos de ellos, y también por la humildad de los pequeños actos diarios. Es la misma tradición, dónde se engarzan nuestras Patronas, la heráldica de nuestros escudos y emblemas y hasta el espíritu de nuestras Ordenanzas, que están basadas en el humanismo cristiano. Tradición que para las FAS constituyen su fundamento espiritual.

el exjemad de podemos no sabe lo que dice

Soy consciente que hablar de espíritu, de tradiciones militares y de su importancia para las FAS quizá resulte, para el ex JEMAD en Podemos, incomprensible, quedando fuera de su lógica. Desde siempre, en los ejércitos, han existido individuos que han perdido el norte de la profesión, que han equivocado su vocación o que, por los motivos que fueran, se han visto frustrados, o se han desviado del camino claro, y a veces duro, del servicio a España. A estas gentes, a lo largo de su vida militar, el sistema los excluye o ellos mismos se van autoexcluyendo. Lo singular en este caso, es que se haya llegado tan alto y tan lejos. Su caso, a pesar de su excepcionalidad, debería de servir de reflexión sobre el sistema de selección de la élite en las FAS.

El ex JEMAD en Podemos decía en su Tuit que, si a Casandra la llevaban ante la Audiencia Nacional, lo llevaran también a él. Le diría que, a partir de una cierta edad que ambos compartimos, a donde nos pueden llevar, si decimos tonterías, es a un establecimiento donde nos traten la senilidad.

Para terminar, quiero recordar que, al menos en el Ejército de Tierra, existe una vieja costumbre, que casi llega ya a ser tradición, según la cual, cuando alguien, sea o no el capellán, bendice la mesa y desea buen apetito en nuestras celebraciones de camaradería, bendición y deseo común a creyentes en cualquier religión, se contesta con un ¡Gracias Páter!

Parodiándolo, quisiera ahora decir, ¡Gracias Páter!, gracias por tu servicio, por tu dedicación, por tu cercanía, por tu consejo y por tu amistad.

Juan Miguel Mateo Castañeyra

General de División. (R)

Blog: generaldavila.com

7 abril 2017