
Artículo 8 Constitución española
A muchos extrañaron las palabras de la ministra de Defensa cuando, durante la celebración de los cuarenta años del actual ministerio de Defensa, recordó cual es la misión Constitucional de las Fuerzas Armadas. Lo he explicado en un reciente artículo, pero como veo que no queda claro voy a volver a hacerlo y dar un paso más hacia vanguardia para intentar aclarar lo que, a mi juicio, hay detrás de cada palabra y con lo que podemos encontrarnos al final de este ya demasiado largo camino de incumplimiento de la legalidad, de permanente proposición para delinquir. Un proceso que me temo consta de dos partes.
-Primera parte. El golpe de Estado en marcha.
Es conocido y anunciado. Se sabe casi todo y no se hace casi nada.

El golpe de Estado en marcha
¡Hemos escrito tanto…! Repetimos siempre la misma idea: La unidad de España es innegociable y no admite diálogo. La Ley no solo se debe cumplir sino que algunos han jurado o prometido algo más: hacerla cumplir. Así estamos hace demasiado tiempo. Nos dicen que Cataluña no alcanzará esa pretendida independencia, pero no sabemos cómo se hará eso. Tampoco lo vemos muy claro.
‹‹Al Estado le bastan 24 horas para parar la ley del referéndum››, repite la vicepresidenta del Gobierno. Pero no va más allá.
Voy a intentar explicárselo. El Gobierno en el tema de la independencia de Cataluña ha confiado en los tribunales y para ello ha dado atribuciones al Tribunal Constitucional. La lentitud de la justicia acabará juzgando hechos consumados sin más. Hay un momento en el que el TC no puede ir más allá y alguien tendrá que ejecutar, es decir hacer cumplir la Ley o sus sentencias. No hay otro que el Ejecutivo. La hora del Presidente del Gobierno y de sus ministros. La hora de la responsabilidad. De lo que vayan o no a hacer no sueltan prenda. La democracia parece que consiste en presentar un programa de intenciones, bajar el telón y actuar tras las bambalinas.
Algo de todas maneras sabemos de esta primera parte. O lo sospechamos. Cada ministerio tiene su tarea hecha. Ante la amenaza independentista los planes no se pueden dejar para última hora. Y en mi criterio a eso responden las palabras de la ministra de Defensa cuando hace unos días recordaba la misión Constitucional de las Fuerzas Armadas. Misión que no se ha inventado ella ni los militares y que figura ni más ni menos que en el preámbulo de la Constitución. La amenaza existe. Que no será necesario recurrir a ello es más que probable. Sería en cualquier caso una grave irresponsabilidad no estar preparado para la hipótesis más peligrosa. Y eso se ha limitado a decir la ministra de Defensa: Mi ministerio tiene la tarea hecha.
De la misma manera podríamos hablar del ministro del Interior en cuyo ámbito recae una de las mayores responsabilidades ya que la aplicación de la Ley puede exigir la intervención en diversos y delicados aspectos de orden público, control y mantenimiento del orden. Lo mismo podríamos decir del ministerio de Exteriores en lo que se refiere a las relaciones internacionales, del de Justicia, Hacienda… El Centro Nacional de Inteligencia tampoco está dormido. Todos tienen su responsabilidad y estoy seguro que cuentan con los planes detallados para ponerlos en marcha en cuanto reciban la orden. No hacerlo sería caer en una gravísima irresponsabilidad. A esto responden las declaraciones de la ministra de Defensa y las de la vicepresidenta. Todos estamos preparados y con los deberes hechos.
‹‹Por tierra, mar y aire, las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil se encuentran donde haya que proteger los valores de la democracia y la Constitución, pero también la integridad y la soberanía de nuestro país››,

La ministra de Defensa pasa revista a las tropas
‹‹Al Estado le bastan 24 horas para parar la ley del referéndum››. Sin duda.
¿En qué acabará esta primera parte? La tarea está o debe estar hecha. Ahora queda esperar acontecimientos, aunque sembrada una mala semilla…
Y que nadie le tiemble el pulso a la hora de poner en marcha la Ley.
-Segunda Parte. Cambiemos la Constitución. Hagamos legal lo ilegal.
Está ya en marcha y requiere un análisis detenido y profundo. Las líneas maestras son las siguientes.
El presidente del Gobierno declara estar muy satisfecho con la posición de Pedro Sánchez sobre Cataluña. El secretario general del PSOE declaró estar siempre en la defensa de la legalidad y la Constitución y contra cualquier intento de romperla. No olvidamos que el PSOE aprobó la ponencia política de su nuevo secretario general ‹‹el carácter plurinacional del Estado›› incorporando la necesidad de ‹‹una reforma constitucional federal, manteniendo que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español››. Es decir el mismo juego de palabras de Zapatero, origen del problema, con aquello de ‹‹el concepto de nación es discutido y discutible››.
‹‹La legalidad y la Constitución deben ser el límite. Ahora todo lo que está haciendo el Govern sitúa a Cataluña fuera››. ‹‹Aplicar el artículo 155 solo sirve para alimentar el independentismo››, dice el secretario general del PSOE. Como para fiarse del compañero de pareja. En fin una cosa y la otra.
¿Estarán pensando en Moncloa, sometidos cada vez a más presión, jugar con el artículo 92 de la Constitución y caer en la trampa de poner en riesgo la unidad de España de manera frívola y engañosa?
Artículo 92.-
- Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos.
- El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados.

Constitución española
A finales de junio se reunían el líder de Ciudadanos y el del PSOE y acordaban crear e impulsar un espacio de diálogo sobre la reforma de la Constitución empezando en otoño las reuniones con juristas de ambos partidos para preparar un borrador.
Es una idea que nos están subliminalmente introduciendo sin que percibamos la intención. Hay que cambiar, hay que cambiar… Y todos señalan a la Constitución, esa que no se cumple. Un grave riesgo en unos momentos como estos y con los dirigentes que tenemos. Todo parece indicar que el único cambio que se pretende introducir es hacer legal lo que ahora no lo es. Para eso quieren cambiar la Constitución. Dar salida a una situación a la que su incapacidad nos ha llevado y no saben resolver. Dar paso a, desde la legalidad inventada y forzada, deshacer España. En definitiva modificar la Ley máxima, la Constitución, en su preámbulo, y dar paso a una nación de naciones que todos saben lo que significa. Así empezamos a entender lo de la negociación y el diálogo, y sobre todo eso de la España plurinacional y federal que lo mismo le da que le da lo mismo.
Luego ya sabemos lo que viene. Nación, Estado, Instituciones, Fuerzas Armadas… Lo tienen todo previsto.
Todo esto si no vemos antes una declaración unilateral de independencia. Hay que estar preparado y con los planes hechos. Como ellos que parecen decir: ‹‹Para lo que me queda dentro…››. Perdón por la grosería y no se dejen engañar.
La segunda parte está en marcha y el pretexto es cambiar la Constitución. No dicen qué artículos, pero está claro que se trata del preámbulo, de la unidad de España y de algo más.
El peligro está en esta segunda parte. Será legal lo que ahora es anticonstitucional. Cuando queramos darnos cuenta será tarde. Tiempo al tiempo.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
13 julio 2017
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