MARGARITA ROBLES: NUEVA MINISTRA DE DEFENSA. LA UNIDAD DE ESPAÑA. VISUS MILITIS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La nueva ministra de Defensa toma posesión de su cargo

Nuestra mirada se dirige hoy hacia el Paseo de la Castellana, número 109, sede del Ministerio de Defensa del Reino de España. ¡Lo hemos hecho tantas veces! Con miradas de esperanza y las más con frustración.

Vuelve la palabra, promesas que el tiempo convierte en palabrería. Las palabras no son inocentes, nunca. Son todo o pueden no ser nada. Juzgan a quien las pronuncia. Te consagran y elevan, o caes en el descrédito.

Hubo un puedo prometer y prometo. Nadie puede prometer y no cumplir. A veces es mejor no creer en ninguna promesa.

Margarita Robles .Nueva ministra de Defensa

Nada hace más daño a un soldado que la alabanza meliflua. Parco en palabras, vista al horizonte militar, el frívolo elogio no forma parte de la  fortaleza de un soldado. Tan herméticos como el paisaje, llevan redactadas en sus caras las crónicas de guerra y ven pasar los acontecimientos; con cierta indiferencia hacia las escenificaciones. No se prestan al juego mediático y huyen de los discursos que no se corresponden con el ejemplo; los versos de Calderón forman y conforman su forma de ser.

La palabra actual es: Preocupación. Con la que miran al edificio de Castellana y a su nueva inquilina. Mira y escucha centinela, alerta está.

Charles de Gaulle visitó España en viaje de descanso allá por los años setenta. Se alojó en Toledo, Cigarral Los Dolores, propiedad de la familia Marañón. Gregorio Marañón Moya nos contó la entrevista que con él mantuvo. Al hablarle de Napoleón el general no dudó en responder:

<<…Mire usted, una cosa son los soldados y otra cosa son los hombres. Napoleón fue un genio para los soldados. Pero ignoró a los hombres. Ni los conoció ni le interesaron. Ese fue su gran error>>.

De Gaulle quiso decir lo que dijo y algo más. Su crítica iba dirigida a quien no creía nada más que en él. No hay distancia ni distinción entre soldado y hombre. Para ser soldado hay que ser hombre honrado.

Más frecuente es el error contrario. Ignorar a los soldados. Ni conocerlos ni interesarle.

Preocupación. Por la unidad de España. Por encima de todas las demás que son muchas y variadas. Habrá que seguir con la mirada y el oído atentos.

¡Bienvenida!, señora ministra de Defensa. Ya sabe que su puesto está al frente de la milicia, que no es más que una religión de hombres honrados, en la que nadie espera que ser preferido pueda por la nobleza que hereda, sino por la que él adquiere.

Le damos la bienvenida y le deseamos que su actuación sea lo mejor para España y sus Fuerzas Armadas, que equivale a decir para todos los españoles.

Por encima de todo: La unidad de España.

Principal reto al que usted junto al resto del Gobierno se enfrenta.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog generaldavila.com

10 junio 2018