Sabemos que “la educación”-pongámoslo en mayúscula incluso- es el proceso por el que pasamos todos los ciudadanos para adaptarnos a la sociedad en que vivimos, para que no seamos unos extraños y encontremos un hueco en ella.Pero la acepción más básica de este concepto, la de andar por casa,es aquella que expresamos como “no tiene educación” referida al mal comportamiento cara a los demás. A ella nos referimos hoy.
Urbanidad, cortesía y buenos modales son términos que denotan un respeto hacia los demás,aunque a muchos, a los mal educados, les suenan a anticuado. En esto el nivel de formación técnica no es, necesariamente, directamente proporcional al nivel de comportamiento, pues existen “doctos que con sus letras agradan a todos pero con sus modos nos hacen huir de ellos”.
No es necesario redactar ahora un tratado de urbanidad y buenas costumbres para darnos cuenta de lo que ocurre en la calle, en el trabajo, en el ámbito público o en el privado. Nos dejamos llevar por el “entorno de libertad”, de hacer y poder decir cada uno lo que nos venga en gana ¡que para eso somos libres y estamos en democracia!
Donde más se notan los malos modos y la falta de educación es en el lenguaje y las formas de comunicarnos con los demás. Poco ejemplo nos dan comunicadores, opinadores y voceros sociales que emplean los medios de comunicación para transmitirnos la actualidad o demostrar sus discrepancias unos con otros.
En las tertulias o debates televisivos no existe moderación en el correcto uso del lenguaje, ni respeto a los turnos de palabra. El insulto y los “tacos” son formas muy comunes de expresión. Se solapan conversaciones. Se responde antes de que haya terminado su parlamento quien les interpela y sucede que a menudo responden lo que no viene al caso. Luego sucede que copiamos tales comportamientos también en nuestras relaciones sociales en el día a día. Todo se pega menos la hermosura, dice el refranero.
Juan Soldado tampoco ve en muchos de sus representantes públicos, moderación en este sentido.Es necesario, y se les debe de exigir, un correcto comportamiento verbal. Es necesario que moderen sus formas de expresarse. Qué ejemplo dan con frases como “me la bufa” o términos parecidos. Es de esperar y desear que quienes los eligieron dejen de hacerlo mientras se expresen con términos de tal calibre.
Para Juan Soldado el lenguaje tabernario no ha de producirse nunca en ningún ámbito y, de emplearse, con moderación, se hará en un reducido círculo de amistades personales. ¡Ojo! Que la naturalidad nada tiene que ver con la chabacanería y hay “tacos” oportunos que expresados con elegancia no ofenden a nadie.Aun así, cuando se tengan dudas sobre su utilización, mejor es dejarlo para otra ocasión.
Juan Soldado ha llevado siempre muy a gala, en el trato con población civil, los buenos modales, la cortesía y la gentileza, no solo porque esta conducta le es exigible y el “trato incorrecto con la población civil” es sancionable para los miembros de las FA,s así como el empleo de palabras indecorosas o indignas incluso con los compañeros, sino porque ha sido parte de su formación. Formación que echa en falta en la sociedad actual.
Para Juan Soldado es un lujo escuchar a compañeros de la milicia que, siendo llamados a opinar en los medios, se expresan con la corrección, argumentos técnicos y respeto que merecen todos los españoles a los que vocacionalmente sirven.
Modales, cortesía, elegancia, modestia, respeto, moderación, humildad a la hora de hablar es lo que demuestran los suyos. ¿Tánto les cuesta a los demás? Parece ser que a muchos sí. ¡Cuántos debían de tomar ejemplo!, no solo por sus expresiones sino también por el “aspecto general” a la hora de presentarse en público, que esa es otra.
Hoy se siguen comportamientos de personajes públicos que hacen gala de su grosería y ridiculizan a quienes se salen de “su” norma.
La milicia acata y cumple. Haya paz.
Un saludo a todos.
Andrés ManriqueTeniente (R.)
Blog: generaldavila.com
18 octubre 2018
Sabias palabras para enmendar la plana de lo que hoy se ha convertido los usos que han vuelto a traer a España los bosquimanos neardentales desde las porquerizas surrealistas las izquierdas.
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Estos malos comportamientos ¿serán una moda o quizás quienes incurren en ellos no saben comportarse de otro modo?
Buenos días Don Ángel y gracias por su lectura.
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La mayoría de los políticos, cuando hablan insultan, no solo al contrario, si no a todos los españoles, demostrando así que no tienen un mínimo de respeto y educación, Probablemente sus padres les enseñaron educación con lo cual dicen muy poco del respeto que deberían tener a esos sufridos padres. Julio de Felipe
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Y Juan Soldado ve, día a día, cómo nuestra sociedad está cada vez más enferma y caduca, tanto física como psíquicamente… y así nos va en esta nuestra democracia débil, inmadura e insegura, donde se confunde libertad con libertinaje, progresista con cutre, educación con…
¿Y el presentador de un programa de TV que se presenta con traje, corbata y… unos tenis de colores?
Todo ello es el fiel reflejo de una modernidad mal entendida por una sociedad que repele las tradiciones y el saber estar.
En fin, Juan Soldado, es lo que hay y es lo que la izquierda impone al buen militante ideológico que se precie.
Un saludo.
Pedro Motas
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Yo creo que ese modo de hablar es una seña de identidad ideológica. Por tanto, quienes en ella se mueven no sólo la usan sino que la fomentan. Es más, les sirve como sencillo instrumento para poner bajo sospecha (de no pertenecer a la tribu) a quien así no se expresa.
Leemos en las crónicas de la Guerra Civil, cómo muchas personas fueron asesinadas porque sus verdugos detectaban en la forma de hablar de las víctimas cortesía, amabilidad o buena educación. Tal cosa hacía que los verdugos, la izquierda, asociara a la persona un carácter religioso o de pertenencia a la derecha.
Si uno se da una vuelta por esos programas de televisión que pretenden ser de humor, constatará que no hay frase de más de siete u ocho palabras en la que no se inserte un taco o una expresión soez, y lo más «curioso», actúan a modo de espoleta para arrancar las carcajadas del público. Bueno, más que curioso la cosa delata qué tipo de educación, formación y urbanidad está recibiendo la sociedad.
Uno tiene la sensación de que en esos teatros se han congregado una colección de oligofrénicos.
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Queridísimo Tte. MANRIQUE, RAFA, y amigos:
Como siempre, me ha encantado leerte.
Efectivamente, una cosa son los modales, la educación, la cultura, la urbanidad, los estudios superiores , el conocimiento en general, tener mundo, y a ser posible no ser un palurdo, y si a todo esto acompañas también la BONDAD, por tanto, también la rectitud de intenciones, la ética, la solidaridad, la valentia, la misericordia para con tus semejantes, la CARIDAD, la humildad y a la vez el empaque, el respeto por tus semejantes, no solo no hablar cuando otra ¿persona? lo está haciendo, sino que SABER ESCUCHAR para mi es un arte (sobre todo si te están endosando un tostón), el sentido de la oportunidad, el don de la justicia, la abnegación, el sacrificio (el orden de factores….)…, con PERSONAS así como acabo de definir, «otro gallo nos cantaba», y si encima eres guapo o guapa, pues como dicen por Asturias, entonces ya te «escorruplas»…
Ahora, estaréis de acuerdo conmigo en que es en los momentos dificiles cuando se acredita lo que cada uno es, por que para unas risas tomando unas copas, todos servimos, es ante una situacion heroica cuando se acredita lo que un ser HUMANO es, y yo en un momento HERÓICO puntual donde como en el chiste, te están echando plomo derretido por la espalda, pues eximo a quien está recibiendo el plomo derretido de que se manifieste diciendo a su «ejecutor»: «oye, Pepe, por favor, ¿tendrías la amabilidad de desviar el plomo derretido que me estás volcando sobre la espalda hacia otro lugar?, es que me estás quemando, ¿sabes?…»
Cuando has nacido, como decian en La Legion, para sufrir, y te apalean, te hostigan de la mañana a la noche, te torturan, te humillan, te vejan, te ridiculizan, te sabotean, acaban de un modo absoluto con tu minimo resquicio de intimidad, te difaman, te calumnian, te avergüenzan ante todo tu entorno esparciendo tus miserias (que todos los seres humanos tenemos), te obligan hasta a hacer tus necesidades en una especie de horrible Gran Hermano que a ti te espanta y en el que no has pedido participar (si, si, ya se que esto no es elegante ni escribirlo, solo cuento una situación real), acaban con tu familia aniquilandola, entran en tu casa cada vez que tu sales a la calle, y aun así la victima que sufre este horror sobrevive intentando mantener el tipo ante la sociedad ….de verdad, PADECER una situación semejante durante años, más diria yo, durante casi una vida por AMAR A TU PATRIA Y A TU REY, alguien pretende que como en el chiste, la victima de todo ese INJUSTO DOLOR como en el chiste repito, diga «oye Pepe…» . Estoy recordando y tratando de imaginar lo que diría nuestro genial premio Nobel Camilo José Cela muriendo (porque padecer lo anterior es morir, no vivir…..) una situación semejante.
Es lo que os puedo decir.
Respetuoso saludo para todos
¡¡¡A ESPAÑA Y A MIS REYES SERVIR HASTA MORIR, VIVA LA LEGIÓN!!!
Esperanza González de Fonseca Marco
Mi padre decía que a él no le servía un oficial que no supiera comportarse en un salón aunque supiera hacerlo en el campo, ni otro que supiera hacerlo en un salon y no en el campo…creo que eso lo dice todo
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Un saludo don Julio. Gracias por estar aquí y leernos.
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Don Pedro ni quito ni pongo coma en su comentario, coincido con él plenamente.
Un saludo.
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Estoy totalmente de acuerdo con la falta de educación y categoría del vocabulario empleado por una gran parte de nuestros representantes, al mismo tiempo sugiero hacerles una indicación sobre la urbanidad en el vestir, es indigno cómo se presentan algunos, si no la mayoría, de nuestros diputados, en el Congreso de los Diputados.
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Las palabras, así como su uso, tienen connotaciones en el receptor. La palabra bien usada es síntoma de pulcritud, orden, delicadeza y también en ciertos aspectos puede llegar a ser beligerante, pero siempre guardando las formas correctas.
Hoy día, el lenguaje es un arma que muestra un grado alarmante de intoxicación verbal, de suciedad en el léxico, éste, al igual que el cuerpo, la mente y el espíritu también se cuida día a día, se embellece dese el amor y el sentido de evolución. La sociedad actual, es pusilánime, al igual que aquellos que emplean desde sus hocicos verborreas intentando engatusar a otros, pero esconden también suciedad en sus corazones.
Antonio Rosado Castillo
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Don Juan no le quepa la menor duda que es una seña de identidad. Quiénes lo emplean en uno o en otro modo quedan definidos claro que sí.
Un saludo.
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Doña Josefa afortunadamente no puedo decir que la echo de menos porque siempre está por aquí leyéndonos. Muchas gracias. También usted, como muchos españoles, nos hemos dado cuenta de la realidad actual en cuanto a las formas de expresarnos. Lamentable.
Un saludo.
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Doña Esperanza si el saber hablar no es algo que se practique bien en la actualidad, ya no le digo nada lo que usted apunta, el saber escuchar.
Un saludo y muchas gracias por estar aquí.
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Don Antonio, el expresarse correctamente y el vestir de forma medianamente aseada y acorde al momento, es algo que estamos , no se practica. Lo vemos todos cada día.
Un saludo y gracias por su lectura.
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¿Recuerdan aquel refrán..»en el comer y en el juego se conoce al caballero»? Pues ya me gustaría a mi que sólo fuera en eso.
¿Se han dado cuenta de que si vas por una acera ya nadie que venga de frente va a cederte la derecha? Continúan de frente, y si tienes que desviarte para no chocarte, pues es tu problema..
Eso del feminismo está muy bien, pero sinceramente, que un «señor» me dé un empujón para entrar el primero donde quiera que sea no tiene nada que ver con el feminismo, el que marcha primero, sea hombre o mujer, es el que primero debe entrar, pero si se te ocurre hacer un gesto de protesta te dicen inmediatamente que si queremos feminismo, que nos aguantemos con pasar detrás, como si el hecho de ceder el paso supusiera una muestra de que si queremos igualdad, que sea para todo. Y hago el comentario porque me ocurre casi constantemente, y hablando de educación, les aseguro que nunca he pretendido aprovecharme de mi condición de mujer para pasar delante de nadie, me resulta instintivo ceder el paso si la otra persona va un poco adelantada, sea cual sea su sexo o su edad.
No hace mucho mi yerno tenía que llevarme en su coche al hospital donde mi hija estaba internada para dar a luz, y como es lógico, me abrió la puerta del lado derecho antes de colocarse en su sitio para conducir. Un tipo que iba por la calle le gritó textualmente; «Gilipollas, si quieren igualdad, que se abran la puerta ellas solitas»
A esos extremos hemos llegado, y lo que nos queda por ver…
Cordiales saludos a todos especialmente a nuestro Juan soldado de hoy
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