Los sicofantas acusaron a Sócrates hasta lograr su muerte con cicuta, procedimiento al uso. Así era, entonces, la muerte y la vida doméstica, hasta la decadencia de Atenas.
Los sicofantas no son una especie extinguida sino que resurgen cuando la sociedad se degrada. Como en Atenas.
Pluto es la última comedia de Aristófanes donde el sicofanta queda definido y al descubierto: impostor y calumniador.
EL SICOFANTA.-¿No ha de importarme, imbécil, el servir a mi patria en la medida de todos mis medios?
CREMILO.-Pues qué, ¿el ser intrigante es servir a la patria?
Acusadores profesionales que sustituyen al fiscal, juez y parte, predicador y maestrillo, se hacen necesarios en todas las salsas, que como vulgarmente —o sabiamente— se dice: te los encuentras hasta en la sopa.
Los servicios a la patria son la escusa perfecta para recurrir a cualquier procedimiento antes de admitir que debe uno contentarse con la alabanza de la aldea ante el olvido de la corte. Muchos, pasado el tiempo y la edad, no encuentran en el retiro sosiego para el ánimo y pretenden seguir en la vida palatina y gustan de los rigores del favor.
Caro es el retiro cuando lo haces pobre, lo que te corresponde, aún con alabanzas, muchas con el tiempo perdidas, y cuando el brillo del sol sirve para traerte sino sombras de antaño.
El sicofanta repite con Diego Saavedra Fajardo:
<< cuncta, quae fecerat, et erant valde bona>>.
Su servicio no tiene fin, se hace necesario y cree que con él acierta el oráculo de Delfos ante la pregunta de Querofonte. No hay hombre más sabio.
<<Entre los funcionarios hay hombres de mérito que han sido destituidos, hay otros que han sido castigados por haber cometido errores. Hay sicofantas y validos que ambicionan la riqueza […]. Los hay de doble faz, inconstantes y pérfidos, que siempre esperan ver de dónde sopla el viento. Por lo que concierne a todos estos podéis investigar discretamente su situación material y cubrirlos de oro y seda para ganároslos […]. También pueden provocar disensiones entre el soberano y sus ministros, de forma que no reine entre ellos un acuerdo perfecto>> (Tu Mu. El Arte de la Guerra de Sunzi. Capítulo XIII. La utilización de los agentes secretos).
<<Suelto el halcón, procura librarse del cascabel, reconociendo en su ruido el peligro de su libertad, y que lleva consigo a quien le acusa, llamando con cualquier movimiento al cazador que lo recobre, aunque se retire en lo más oculto y secreto de las selvas. ¡Oh, a cuántos lo sonoro de sus virtudes y heroicos hechos les despertó la envidia y los redujo a dura servidumbre! >> (Diego Saavedra Fajardo. Empresas Políticas 10).
EL SICOFANTA.-¿No ha de importarme, imbécil, el servir a mi patria en la medida de todos mis medios?
CREMILO.-Pues qué, ¿el ser intrigante es servir a la patria?
Encima exigen un retiro dorado, sin recordar que:
Aquí la necesidad
no es infamia; y si es honrado,
pobre y desnudo un soldado
tiene mejor cualidad
que el más galán y lucido.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
26 julio 2020
No es lo malo chupar de lo Público «ad infinitum» sino esa no siempre velada amenaza de cuidado conmigo que sé tanto de tantos, especialmente dirigida contra las más Altas Magistraturas de la Nación.
Ese privilegio del conocimiento que debería servir para retirarse feliz con la tranquilidad de la obra bien hecha y el deber cumplido.
Pero no, era por dinero.
Qué vergüenza!
Viva La Legión!
Viva España!!
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A las órdenes de V. E., mi General.
Muy buena y oportuna idea la de dedicar una entrada a esa especie, por desgracia tan corriente y numerosa en España, sobre todo en los últimos cuarenta o cuarenta y cinco años.
Un servidor los ha conocido y sufrido en la vida civil por todas partes. En mi profesión los llamábamos con el nombre vulgar de «trepas». Unos, porque lo eran por vocación, y otros porque su terror al «toro» (a los aviones, naturalmente) era tan insuperable, que necesitaban desesperadamente huir de ellos y hallar refugio en cualquier rincón con una actividad «mecánica» y no de armas. Estos eran molestos pero inofensivos una vez que se sentían a cubierto.
Los peores eran los que, no siendo necesariamente unos inútiles profesionales, si bien tampoco unas lumbreras, aspiraban a caminar por senderos de gloria por derecho propio, y ya desde la escuela de formación apuntaban maneras y comenzaban a mostrar su poco o nulo interés profesional y su afición por el «mando» y la gestión administrativa. Y lego ya la escoria, afortunadamente pocos, que no podían encontrar su autoestima perdida si no estaban a todas horas maquinando cómo hacer daño, por el mero placer de hacerlo, a cualquiera sin distinción de amigo o enemigo. En el fondo, era la envidia y la necesidad de protagonismo, lo que guiaba a unos y otros. El resultado, pues que esos fueron los «asesores y colaboradores» imprescindibles para la destrucción de una profesión para hombres y mujeres de primera fila, que habiendo comenzado poco menos que con un tam tam y señales de humo con una manta, en menos de cincuenta años conseguimos sobrepasar en medios técnicos, preparación y calidad de servicio, a los países avanzados que tradicionalmente estaban a la cabeza en el desarrollo de medios y procedimientos.Y todo se vino abajo como un castillo de naipes, cuando un gobierno en sus últimos estertores, quiso morir matando, y eligió la carnaza más vendible.
¡¡¡Viva España!!!
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Buenos días mi General y amigos:
Mi colega Sr. Hervías (yo también he tenido mis vicisitudes con WordPress) se me ha adelantado al referirse a la clase de sicofantas que hemos padecido en nuestra profesión.
«Primero en llegar, primero en servir».
Por lo tanto solo añadiré mi experiencia personal.
Ocurrió que, después de haber sufrido ataques personales de los sicofantas de turno, accedí a un puesto de libre designación y me convertí en su jefe.
No tardaron en venir otros compañeros, que me apreciaban, a decirme:
«¿Ahora te tomarás la revancha?»
Sin embargo, no lo hice.
Creo que para ser sicofanta, revanchista o vengativo hay que nacer . Y yo no anido esos sentimientos en mi corazón.
¡¡¡Cuidado!!! A mi familia que no la toquen ¿Eh?
Total que, por no ser vengativo, pasé a ser «tonto» a ojos de los sicofantas.
Gracias a Dios, los que me conocen tienen otra opinión de mi.
Saludos cordiales.
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Con la autorización de V. E., mi General.
José Manuel del Pozo, resulta que fuimos colegas en el trabajo y no logro encontrar cual fue tu promoción. La mía fue la 7ª. Sí me suena que tu destino fue Palma ACC, quizás por el tiempo en que estaba allí nuestro común amigo y antiguo compañero mío de especialidad y empleo, Antonio de Enrique Picado, en el Ejercito del Aire, a quien yo relevé en la Unidad O. V. de la Segunda Región Aérea, y al cual seguí dos años después, ingresando en Control.
Ay, los trepas…. Podríamos escribir una enciclopedia de veinte tomos, y se nos quedarían algunos en el tintero.
Fuerte abrazo, y un placer coincidir aquí.
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¡Ay, querido amigo! Se te entiende todo; suena tu denuncia como un estampido. También a mi me ha sorprendido, pues «cuncta, quae fecerat, et erant valde bona», pienso que es mejor encontrar «en el retiro sosiego para el ánimo». No es bueno ser, o sentirse, imprescindible: nadie lo es. Al final todos lo comprenden; y lo dejan todo aquí.
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Perdón; quise escribir.
…pues aunque “cuncta, quae fecerat, et erant valde bona”…
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Mi General. Veo que Sicofantas hay por todos lados, y la verdad es que triunfan, para mal de los que si que valen. Este «desgobierno» está lleno de sicofantas, y así vamos, pero nunca pierdo la esperanza que cambien las cosas para bien. Si la pierdo, ya no se que hacer, repito lo de siempre, mientras los que pensamos de esta manera como Vd. estemos unidos, es un paso hacia delante. Muchas gracias y saludos para todos.
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Con su permiso mi General:
Rafael Hervías, mi promoción es la 13ª (abril 1974).
Fue la época del Comandante Requena y el Teniente Coronel Rubio.
Y a Antonio de Enrique Picado, recientemente fallecido, le debo mis mejores momentos como controlador. Fue mi maestro y mi amigo.
En aquellos tiempos en los que todavía no funcionaba Eurocontrol y por lo tanto no había nadie que midiera la capacidad de aceptación de tráfico (número de controladores versus número de aviones), Picado, Lorenzo Villalonga -D.E.P.- y yo formábamos el equipo de «expertos» que nos comíamos todas las varas de los fines de semana. Lo que nos valió que los sicofantas nos apodaran «los novios de la muerte».
Qué tiempos que ya no volverán.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias mi General.
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Dios mío, José Manuel, qué rápido ha pasado el tiempo, Y son cuarenta y siete años en mi caso; toda una vida. En cuanto a «varas», «cuando mayor era el fuego, y la pelea más fiera», siempre estuve en el cuerpo a cuerpo hasta pocos días antes de mi jubilación en Sevilla ACC/APP, con motivo de un campeonato de fútbol disputado entre dos equipos internacionales muy famosos. Nunca me perdí, ni en Madrid, ni donde estuviera, ninguno de los grandes eventos en los que hubo que darlo todo. De Palma conocí a Planells y Gester cuando lo de Luxemburgo, y después a alguno más que estuvo de comisión en Madrid o pasó por la Escuela. Pero nada más .
Perdón, mi General. Y muchas gracias.
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Mi General, siempre dando en la diana, y sorprendiéndonos con temas, de “actualidad”.
Está claro que la vida se repite, todo lo actual ya ocurrió, y no precisamente ayer .
Los Sicofantas actuales son conocidos, sabemos lo que hacen y lo que buscan. Son cobardes, rastreros y no buscan, como dicen , el bien de la Patria . Cuidado con ellos.
Los comentarios que he leído magníficos. Gracias.🇪🇸🇪🇸🇪🇸
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Las tres ch (cehaches) de los que medran, CH de Chismoso; CH de Chivato, CH de Chaquetero; sin estas tres Cehaches, poco intrigan y prosperan los mediocres. Buenas y talentosas tardes, mi General, y todos.
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