GUERRA EN UCRANIA 9. LAS ARMAS DE AQUILES Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

No es posible entender la guerra sin leer la Ilíada. No es posible entender nada, sea ello paz o guerra. Porque lo escrito es el retrato del hombre, por el hombre y es guerra que no distingue tiempo y espacio mientras aquí estemos los humanos. La guerra se aprende leyendo la guerra que está escrita en los remansos de paz, donde se forja; como Urano que aburrido del idílico paisaje la engendró.

«Las armas son herramientas de mal agüero». Lo que Sun-Tzu dejó escrito no era un rechazo a las armas, sino al modo de resolver lo definitivo entre los hombres: eliminar y someter. Sustituir la relación por las armas, un presagio o señal de cosa futura.

El futuro está entre nosotros en forma de armas que hieren de lejos. Todo es como era y será. Si Heráclito no se bañó dos veces en el mismo río no serás tu el que lo hagas. No será nunca la misma guerra ni las armas serán las mismas. Sí los que las usen, como los bañistas, esos no cambian.

Las armas nos dicen que el que a hierro mata a hierro muere algo que no ha dejado de ser y es cadena que nos une a través de eslabones cada vez más firmes. Resplandecen las armas, luz del hombre, en error histórico que consumimos como pasto vigorizante.

Patroclo pide las armas a Aquiles. El héroe no quiere combatir, sino solo que se sepa que está allí, su presencia es notoria aun sin blandir su espada Disuade. ¡Es todo tan antiguo!

«Y dame tu armadura

para ajustarla yo a mis dos hombros

al armarme con ella,

por ver si confundiéndome contigo,

de la guerra desisten los troyanos

y los marciales hijos

de los aqueos toman un respiro

de las angustias que están padeciendo;

que breve es el respiro de la guerra.

Fácilmente, por no estar cansados,

podemos llegar a repeler

hasta la villa a unos guerreros

cansados de combate, y alejados

de nuestras naves y de nuestras tiendas».

No son las armas, sino quien las maneja, el hombre y su nombre, el que ostenta la fuerza y el poder. Carros de combate, de fuego y movimiento que es maniobra: el arte de la guerra.

El carro es un arma troyana que modificó Ciro según nos cuenta Jenofonte.  «En su lugar equipó los carros de guerra con fuertes ruedas, para que no se rompiesen con facilidad, y con largos ejes, pues todo lo que es ancho, es más difícil de volcar […] a los aurigas los acorazó completamente, excepto los ojos».

Todos quieren las mejores armas, carros y espadas, flechas, javelin, jabalinas, stinger, aguijones, leopardos…

Sin darse cuenta que no son las armas, sino quien las maneja, quien las dirige y marca el objetivo. La guerra tiene su personalidad y arte en el mando. Solo hay que tener presente una máxima: «seguir al de delante». Lo que encierra todo el arte: ¿Quién se hace seguir? No eran las armas de Aquiles, sino Aquiles.

Es el valor el que salva vidas, más que huir o protegerse con la coraza.

Ajax no quería las armas de Aquiles; quería ser Aquiles y eso te lleva a la muerte.

La guerra es mando, no ciencia ni técnica: arte. Olvidarlo para confiar en la coraza sin que esta tenga la impenetrabilidad de las tradiciones y culturas ancestrales, es el soterrado desarme artístico que deja a un pueblo indefenso y derrotado sin dar batalla, sin voluntad de vencer.

La guerra necesita un buen capitán que la encabece, porque como decía Marcos de Isaba «El que a la guerra viniere, ha de traer puesto el ojo al servir y vivir virtuoso, y no a la merced, que sin merecerla procura que se le dé, y ha de entender que no puede ser maestro quien no hubiere sido discípulo».

Hacer la guerra y olvidar la necesidad de un buen capitán nos lleva a requerir del cobijo en la coraza a la que traspasará la flecha lanzada por aquel que mejores arqueros haya formado desde el valor, el honor y la tradición.

«Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos» (Eclesiastés 9,11).

La ocasión está ahí. ¿Dónde el capitán?

Aquiles ha muerto. No hay capitán, solo quienes se disputan sus armas.

General Dávila (R.)

Blog: generaldavila.com

30 enero 2023

 

 

 

6 pensamientos en “GUERRA EN UCRANIA 9. LAS ARMAS DE AQUILES Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

  1. Mi respetado y muy querido GENERAL,
    “In bello magnae res ex levibus causis proveniunt
    (En la guerra los eventos de importancia, son el resultado de causas triviales”/JULIO CÉSAR)
    CANTO XVIII
    FABRICACIÓN DE LAS ARMAS
    Respondióle Tetis, derramando lágrimas: «Breve será tu existencia, á juzgar por lo que dices; pues la muerte te aguarda así que Héctor perezca.»
    Respondióle el divino Aquiles, el de los pies ligeros: «¡Diosa Iris! ¿Cuál de las deidades te envía como mensajera?»
    Juno obligó al Sol á hundirse, mal de su grado, en la corriente del Océano
    (Canto XVIII, versos 239 y 240.
    «Lograste al fin, Juno veneranda, la de los grandes ojos, que Aquiles, ligero de pies, volviera á la batalla. Sin duda nacieron de ti los aqueos de larga cabellera.
    EXCELENTE MENSAJE MI GENERAL.
    SUN-TZU LA DISUASIÓN «VENCER SIN COMBATE» . En el CAPITULO VII «LA MANIOBRA»se ve como son LOS PELIGROS DEL CONFLICTO DIRECTOS Y COMO GANAR EN LA DISTANCIA USANDO NUEVAS ARMAS. LA SENSACIÓN DE TECNOLOGIAS PROMETEDORAS PROBADAS EN SIDERALES ESPACIOS. ENERGIAS DE FUSI-FISIO con potencilidad Lasérica DECISIVA..etcc LA ECONOMIA DE GUERRA RENACE ENTRE ARMAMENTO ESCONDIDO PARA LA OCASIÓN DECISIVA. EL MANDO CALLA Y DISIMULA DONDE TIENE EL POTENCIAL SECRETO.
    La FUENTE de la FUERZA ES LA UNIDAD y no el TAMAÑO.
    Se ha visto como se EVALUAN LAS INTENCIONES DE LOS DEMÁS. EL MEDIOAMBIENTE JUEGA EL PAPEL DE UN ARMA DECISIVA. Hasta los de GRENPEACE aparecieron .
    Creo que LA CORAZA Y USO DEL ESPIONAJE sigue ejerciendo UN PESO DECISIVO . LAS BUENAS FUENTES DE INTELIGENCIA del NKD planean como AJAX en todas las batallas.
    Claramente EL OJO DEL GUERRERO ESTÁ PUESTO EN UN SERVICIO VIRTUOSO . Ya les comentaba ayer que » NO PUEDE SER TIMONEL QUIEN NO HAYA USADO LOS REMOS.
    ENHORA BUENA MI GENERAL Y EL MANTENIMIENTO DE LAS ARMAS SEA POR SISTEMAS DE LAS MISMAS Y NO COMO SE SIGUE HACIENDO.
    Abrazos para todos y a la orden.
    A la orden de V.E
    ¡FELICIDADES A S.M!¡CUMPLE LV AÑOS Y DIOS LE CONCEDA LARGA VIDA PARA EL BIEN DE ESPAÑA!
    VIVA EL REY
    VIVA LA GUARDIA REAL
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  2. Buenas tardes.
    UE: liantes, provocadores, intentando demostrar quien se arrastra más ante el amo.
    Pobre Ucrania, estado más falso que una escopeta de feria, usado como carne de cañón.

    Le gusta a 1 persona

  3. Mi General : La lección de hoy es magnífica, la he leído varías veces y cada vez me gusta más. Gracias “ mi General “.
    El Ejercito, el Batallón, la Compañía, la Sección y el Pelotón, necesitan “ un Jefe“ que las dirija. Por ese “Pequeño detalle “ se gana o se pierde una batalla y una guerra. 🇪🇸🇪🇸🇪🇸
    ¡¡¡ TODO POR LA PATRIA !!!

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  4. Buenas tardes a todos

    Estaría bien, mi General, que encontráramos un buen capitán para dirigir las tropas, en nuestra particular guerra, pero cada vez está más complicado que podamos encontrarlo.

    A todos nos gustaría poder seguir al que va delante, pero ¿que hacemos cuando no confiamos en el primero de la fila? es decir el que dirige la columna.

    Hay demasiada información, siempre sesgada, siempre interesada ¿a quién creer?

    No sólo caen flechas del campo enemigo, muchas veces nos parece que también de nuestro propio ejército y eso es desconcertante y desesperanzador.

    En ese camino hacia las urnas, ¿ a quién seguir? Tenemos claro a quién no seguir, pero a partir de ahí todo son dudas, dudas que nos pueden costar la derrota y eso sería terrible. Posiblemente el final de España como Nación.

    Saludos

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  5. A las órdenes de V. E., mi General.

    Es que mandar es lo más difícil, y por eso hay tan pocos con esa aptitud, y además la mayoría ya retirados por imperativo de la edad, Una pena. El mismo Cicerón era un apasionado admirador y defensor de los mayores, por su sabiduría y experiencia.

    Y es obvio que para los jóvenes es más fácil y cómodo obedecer sin cuestionar las órdenes aunque algunas les lleven al abismo, por no decir al matadero. Eso de «no complicarse la vida» está absolutamente reñido con demostrar la lealtad y el valor personal, no discutiendo una orden, sino respetuosa y noblemente solicitando autorización para exponer una opinión al superior cuando uno ve claramente que ese superior va a quedar mal con una orden de más que discutible acierto o beneficio para el servicio.

    El mando también necesita y agradece un asesoramiento respetuoso y de buena fe, en determinadas ocasiones. Porque al final, él va a ser el único responsable de que las cosas salgan bien o mal,

    ¡¡¡Viva España!!!
    .

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