Corrían los años sesenta del pasado siglo XX, cuando quien suscribe era Caballero Alférez Cadete en la Academia toledana de Infantería y a diario salía a instrucción táctica encuadrado en su Compañía junto a las otras dos que constituían el total de la Promoción.
Era costumbre, para mi muy sana y recomendable, que desde el patio de Armas al campo de prácticas estas unidades se desplazaran desfilando al compás de una canción que alegraba el ánimo y ensanchaba los pulmones ante el esfuerzo que se nos iba a exigir.
Cada Compañía tenía su propia canción durante todo el Curso. Creo recordar que las otras dos cantaban: la 1ª “Margarita se llama mi amor” y la 3ª “Con el Pacto americano”. Mi Compañía era la 2ª Táctica al Mando del Comandante Huelbes. A su voz de ¡de frente con la canción! Iniciábamos el desfile entonando la popular copla “NI SE COMPRA NI SE VENDE” cuyo ritmo de pasodoble y por ende de marcha facilitaba el desplazamiento a la actividad de la Instrucción táctica del Infante al son del entrañable:
“Ni se compra ni se vende
el cariño verdadero
No hay en el Mundo dinero
Para comprar los quereres…”
Estos días he rememorado aquél romántico recuerdo, pero con sensaciones muy distintas, pues en nada se parece el sentido de aquella copla al mercadeo que están constituyendo las negociaciones para aprobar, cueste lo que cueste, los ya retrasados Presupuestos Generales del Estado. Al parecer no importa cómo ni con quien se negocie, ni a cambio de qué y con el obligado taparse la nariz y mirar a otro lado delante del mandato constitucional que preconizaba igualdad de todos los españoles. Todo ello anteponiendo por encima de todo el concepto de ESTABILIDAD
¿Para quién? Y ¿De quién?
Esto sí que tiene un precio que hay que pagar y que al no ser para todos, aunque todos lo paguemos, no deja de ser PAN PARA HOY Y HAMBRE PARA MAÑANA.
Hoy, ante este espectáculo de intereses y conveniencias, me gustaría formar de nuevo en mi segunda Compañía Táctica y desfilar desde el Palacio de la Moncloa a la Carrera de San Jerónimo, pasando por Génova al paso de nuestra canción y gritar fuerte para vergüenza de muchos aquello de:
“ Que, el Cariño verdadero,
Que el Cariño verdadero (1)
Ni se compra ni se vende»
Emilio Pérez Alamán Teniente General ®
(1) A España
Blog: generaldavila.com
9 mayo 2017