HISTORIA DE LA PROFESIÓN MILITAR: UN LIBRO IMPRESCINDIBLE Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El autor me remite esta obra fruto de un riguroso e impecable trabajo: Historia de la profesión militar.

Fernando Mogaburo no ha reparado en esfuerzos para ofrecernos el fruto de una ardua labor que inició, según él mismo me cuenta, por accidente, cuando se encontraba matriculado en el primer curso de la Escuela Internacional de Doctorado e investigaba sobre el verdadero origen y destino de los tercios de la infantería española.

En ese apasionado y apasionante mundo de la investigación científica empezó a tirar de un hilo que compone una madeja interminable, infinita, que pocos se atreven a deshilar. Con esa audacia, propia de un jinete de la Caballería española, se enfrentó a la historia de la profesión militar, un imposible, un sueño inalcanzable que él ha tocado y tenido entre sus manos hasta poder ofrecer el fruto de sus investigaciones como nunca antes se había hecho. Todo un reto que somete al juicio de todos nosotros y que por mi parte alcanza el doctorado cum laude. Será un imprescindible libro en mi biblioteca por ser necesaria su consulta cuando se pretende ser riguroso al escribir de este oficio de soldado, el más antiguo y bello del mundo.

Historia de la profesión militar comienza con los primeros vestigios de violencia interpersonal en la prehistoria y acaba con la última transformación del Ejército: la Fuerza 2035. No solo analiza la evolución de las legiones romanas en Hispania, de las huestes feudales, de los ejércitos de los Austrias y los Borbones y del Ejército de Tierra actual nacido durante la guerra Civil, sino también la de aquellos cuerpos que formaron parte de este último en algún momento de su historia, como la Aviación, la Guardia Civil o la Cruz Roja. Y, por supuesto, la de aquellas instituciones que han colaborado estrechamente con él y compartido sus valores, como las Hijas de la Caridad, que fueron las primeras mujeres que trabajaron en los hospitales militares desde la guerra contra la Convención Francesa de 1793 hasta su despedida definitiva en 2018. Como puede verse, mucho antes de que la mujer se “incorporase” oficialmente en 1988, aunque hoy parece políticamente incorrecto recordarlas y jamás se les ha concedido el premio Idoia Rodríguez. Como tampoco se hizo con las damas auxiliares de sanidad militar, organizadas en 1941 y condenadas al ostracismo en 1988.

Su magnífica obra fue galardonada con el premio In memoriam María Manuela “Mané” González Quirós que convoca anualmente el general D. Emilio Fernández Maldonado y reservado a aquellos trabajos de investigación referido a la historia de los suboficiales a pesar de que el autor no hace distingos entre generales, oficiales, suboficiales y tropa, pues ha descubierto que todas estas categorías son de creación muy reciente ya que desde la Antigüedad hasta que se promulgó el servicio militar obligatorio en 1800 todos los cuadros de mando recibían, sin distinción, el título de oficiales por desempeñar un officium. Los militares hemos sido siempre una familia unida a la que solo intereses espurios se empeñan en compartimentar en taifas.

Estamos además ante una historia de las personas que lo han integrado durante toda su existencia, donde nos encontramos con el nombre del primer titular de cada empleo como homenaje a todos cuantos les siguieron.

También es un libro de debate que deja abiertas las puertas a la rigurosidad de la investigación y que descubre muchas falsas antigüedades y tradiciones que hacen necesaria su revisión, entre otras cosas las efemérides tradicionales que deben ser revisadas con rigor académico.

Ustedes, como ya me conocen, no se sorprenderán si al autor le anticipo que se va a encontrar con «el silencio administrativo» institucional, hasta académico, algo que sufro en mis carnes (me duele por ello la mente como dice mi nieto cuando le duele la cabeza) con normalidad y desvergüenza, y que nadie desde las altas cumbres de la Cultura Militar le va a mandar ningún recadito que no sea el olvido. Suele ocurrir en esas altas cimas del pensamiento único y tan disciplinado. Desprenderse de ellas y caminar, aún en solitario, es una de las grandes libertades que ofrece la Cultura (con mayúscula) sea del signo que sea, que las inculturas son varias y los cultos muy pocos.

Fernando Mogaburo no tiene intención de explotar el libro comercialmente lo que nos va a impedir un fácil acceso al mismo y les aseguro que será una pena porque estamos ante una obra militar, de historia de España, necesaria, imprescindible, por lo que ruego a quién corresponda que se lo piense y medite si no es de obligado cumplimiento promocionar y difundir este trabajo. La Cultura, también la militar, lo exige.

Enhorabuena amigo Fernando. Poco más que decir. Acabas de llenar ese hueco que estaba vacío en los anaqueles del alma militar, tu libro cubre la estantería de la historia de los soldados de España. Has hecho mucho y bueno. No te preocupes, el tiempo lo dirá y tu obra permanecerá.

Si alguien quiere ponerse en contacto con el autor y está interesado en la obra puede dirigirse a :  fmogaburo@msn.com

Hay que agradecer y felicitar a quien colabora en hacer cada día más grande y admirada nuestra profesión de soldado.

¡Gracias Fernando Mogaburo!

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

17 septiembre 2021