El AJEMA sube a bordo del «buque insignia».Un Jefe de la Armada cuando hace una visita o se deja ver en algún lugar concreto, y más si es fuera de su ámbito de mando, es por algo; una intención le lleva a realizarlo consciente de su repercusión. Incluso política, lo que en un soldado en activo y con mando es una dudoso deber.
El Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), que es decir lo mismo que el Jefe máximo de la Armada española, se dejó ver en una embarcación de los Mozos de Escuadra durante el pasado Salón Náutico de Barcelona. No es difícil adivinar la intención ya que no es un acto que le exija llevar a cabo su condición de Jefe de la Armada. Si se lo han ordenado: mal. Si ha salido de él: peor.
No todo lo que navega flota ni lo que flota navega. Aguas turbulentas en las que se ha metido al visitar lo que le llaman la «Unidad Marítima de los Mozos de Escuadra», que lo que pretende es quedarse con el control marítimo, en todos los aspectos, de la costa catalana, y echar —sí: echar—, a la Guardia Civil del Mar. Detrás irá la Armada.
El Almirante, repito: Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), puede que no recuerde que en el año 2012 se llevaron a cabo los preparativos para entregar la Bandera de Combate al Buque Insignia de la Armada española “Juan Carlos I”. Fue elegida Barcelona como ciudad para organizar la ceremonia. Le correspondía por tradición. El “Dédalo”, la fragata “Cataluña”, el “Príncipe de Asturias”, la fragata “Don Juan de Borbón” son algunos de los barcos que han recibido su Bandera de combate en el puerto de Barcelona.
La madrina de la bandera sería la Reina Doña Sofía. La Casa del Rey junto a la Armada y el ministerio de Defensa se pusieron manos a la obra. Pero la empresa duró poco tiempo. Nada más llegar la petición y ofrecimiento al alcalde de la ciudad, señor Trias i Vidal de LLobatera (PDeCAT), se negó en rotundo a aceptar que su ciudad acogiese tal acto. Sé muy bien el empeño de la Casa Real y las gestiones de todo tipo que se hicieron, pero todo fue inútil.
No es no, y España, la Corona y las Fuerzas Armadas no fueron recibidas en Barcelona. Poco después la ceremonia se trasladaría a Cádiz donde la Reina de España pudo entregar la bandera de Combate al buque insignia de la Armada española: el “Juan Carlos I”.
Esos son los hechos y nunca se ha oído una explicación por quien debería darla.
El Almirante no lo recuerda.
¿Qué razones ocultas, o que no quieren contarnos, hacen que el Almirante dé su aldabonazo a los Mozos de Escuadra y su «Unidad Marítima»? ¿Qué intención tiene su presencia en ese lugar? ¿Qué es eso de «Unidad Marítima de los Mozos de Escaudra»? ¿Son los comienzos de la Armada Catalana?
Todos sabemos lo que ocurrió en octubre de 2017 y lo que desde entonces avanza cada día un paso más. Tener unas Fuerzas Armadas catalanas también está en sus planes.
El Almirante nos debe a todos una explicación. No se entiende esta visita, su actitud es tibia y oscura. La cortesía con España es a su integridad. Al independentismo ni agua (ni siquiera salada).
Puede que él no tenga que llevar a sus hijos a estudiar en Cataluña, ni haya ido a visitar a la familia insultada y denostada que exige la enseñanza en español de los suyos.
Allá por los años ochenta, el alcalde de La Coruña ofreció una recepción a las autoridades civiles y militares en el bello edificio del Ayuntamiento en la plaza de María Pita. El Almirante jefe de la Zona Marítima se trasladó desde Ferrol para tal evento. Como es lógico iba con el uniforme adecuado a la celebración y acompañado de su ayudante de campo y su jefe de Estado Mayor. Ya desde la entrada a la plaza se veía en la puerta del ayuntamiento a los numerosos invitados a la recepción. Al llegar, el Almirante se acercó a un grupo que parecía estar recibiendo a las autoridades.
- ¿El alcalde, por favor?, preguntó.
- ¡Son eu!, respondió un caballero vestido con ropa informal, en vaqueros y probablemente chanclas.
Ante la cara de extrañeza del Almirante, el alcalde muy sonriente y dicharachero, amplió la información.
- É que estou de vacacións.
No hubo el más mínimo reproche ni reparo.
- Siga usted de vacaciones, alcalde.
El Almirante se dio media vuelta y con su ayudante y jefe de Estado Mayor regresó de inmediato a Ferrol.
Boga, boga, marinero. O bogamos todos o nos quitan el barco y hasta la mar.
«Allí habló el infante Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
Por tu vida el marinero,
dígasme ora ese cantar.
Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va».
Le diría al Almirante (AJEMA) que mande a alguien, o vaya él mismo, a visitar al niño al que no dejan estudiar en español, le lleve una bandera de España y le dé un paseo en una fragata de la Armada española por el puerto de Barcelona. ¿Necesitará escolta de los Mozos de Escuadra? No todo lo que navega flota ni lo que flota navega.
Siga(n) usted(es) de vacaciones.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
09 diciembre 2021




