“Pedro Sánchez quiere sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos en el mes de julio”. Fue su brillante puesta en escena. Va para nueve meses. Nada. Adiós. No ha funcionado el cutre agitprop.
Lo más sonoro del Gobierno de Pedro Sánchez, el más pobre talento que el PSOE ha dado, a la altura de Zapatero, ha sido ofrecer un cadáver: abrir la tumba de Franco. Así ha creído cambiar la historia o hacer historia. Desde una ucronía no se puede construir nada más que una novela.
Enterró a su partido, se verá, y no pudo desenterrar a Franco. Es el pobre resumen de su paso por la política: nada. Podía haber sido peor. A punto hemos estado de lo irreversible.
Intentar sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos fue su tumba política. Como una maldición. Hay cosas con las que no se juega. Ya sabíamos, algunos, por donde iba a caminar el personaje.
Después de la venganza vino la traición. Vieja conocida por estas tierras del Rey don Sancho.
“Rey don Sancho, rey don Sancho, no me digas que no te aviso…”.
Hasta para eso es necesario inteligencia y capacidad.
Dijo el personaje, que hoy se va con el rabo entre las piernas, que lo de Franco era un “paso histórico” y “que hoy nuestra democracia es mejor”. No sé si todo esto se gestó en aquel almuerzo en las cloacas que dirigía la ministra de justicia al lado de insignes guardianes de nuestra ley. “En un Estado sano, donde la justicia está salvaguardada, cada uno debe, si quiere ser justo, llevar las injusticias ante el juez”. Claro que leer no es lo suyo. Copiar y mal.
28 de abril. Se va definitivamente el personaje. Por última vez hemos tenido que escuchar su parvularia última hora que solo crea más de lo mismo, su constante de Gobierno: crispación. Ha hecho todo lo contrario a lo que dice.
Mentira, venganza y traición
Dante pone a la entrada del infierno palabras para no olvidar: “Dejad toda esperanza los que entréis”.
En el infierno de Dante hay círculos graduales. El noveno círculo es para los traidores a la Patria. La Antenora.
Puede que el calor de las llamas le haya hecho reaccionar; al que quiso ser sin tener lo que hay que tener.
Ni presupuestos ni Franco. Se va sin vuelta.
Nos queda la duda, enorme duda. Este señor no se va así porque sí; ni presupuestos ni Franco. Algo o alguien le han señalado la puerta de salida. Tiempo al tiempo.
Me gustaría saber quien ha sido para darle las gracias.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com