UNA REFLEXIÓN REPUBLICANA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Los hetairoi eran la caballería de élite de Alejandro Magno. La palabra podemos entenderla como los que están cerca del rey que además de luchar a su lado en combate formaban su guardia personal.

Estar cerca del rey siempre fue un gran honor y hasta hace poco las ordenanzas militares decían que la principal misión de todo militar es el servicio al Rey, incluso por delante del servicio frente al enemigo.

«Estar cerca del Rey» sobrecoge porque es el símbolo y representación de la nación. Una proximidad medida y siempre bien entendida, cerca, pero manteniendo la distancia que exige el servicio a quien simboliza la encarnación de todo un pueblo.

14 Abril 1931. El Rey se marcha, abandona el ejercicio de sus funciones para evitar un supuesto y posiblemente no seguro derramamiento de sangre.

No había razón alguna; nadie había puesto en las urnas la forma política del Estado. Solo eran unas elecciones municipales que el Rey ni perdía ni ganaba; él no jugaba. No había triunfado ni perdido en las urnas. No se le había preguntado nada a la República ni a la Monarquía; a nadie le habían preguntado por ellas. Nunca se sometió a referéndum la forma política del Estado. Conviene tenerlo muy en cuenta. Eran solo unas elecciones municipales. Un 12 de abril de 1931.

Dos días después, el 14 de abril, Alfonso XIII, el Rey soldado, se quedó solo. Alguien le dijo que los españoles habían dicho, aunque nunca dijeron nada porque nadie les había preguntado.

¿Dónde están mis leales?

El general de Brigada Francisco Franco Bahamonde Director de la Academia General Militar había propuesto que esta se ubicase en El Escorial: «Si hubiésemos estado en El Escorial acaso habrían podido cambiar algunas cosas. A mí me hubiese sido fácil presentarme el 12 o el 14 de abril de 1931 en Madrid, al frente de los cadetes, e influir, quizá, sobre las circunstancias que determinaron la expatriación de Alfonso XIII» (Franco. Manuel Aznar).

El 14 de abril el rey tiene que abandonar España. Se va solo, muy solo. ¿Políticos?, ninguno para dar la cara por él. ¿Monárquicos?, ¿los hubo alguna vez? ¿El pueblo?, ¡¿qué sabe el pueblo?!; lo que le digan y a donde le digan.

De repente: nada; no queda nada de la España monárquica, nadie que dé la cara por su rey. No hay monárquicos, no hay alfonsinos, no hay cadetes, no hay generales, no hay soldados. ¿Dónde está el pueblo?

Guerras, unas ganadas, alguna perdida, en España, en Europa, dictadura o dictablanda, tensiones civiles y militares; todo lo ha aguantado el rey o ha creído aguantarlo. Malos consejeros. Oídos sordos. Lo que ocurre es inesperado para la calle, pero admisible. Es inadmisible políticamente, pero todos lo admiten; esperan sacar partido de la nueva situación. Nadie discute. Los hechos se dan por buenos, aunque sean malos. La política de barrio, callejera, de tumulto,  acaba con la forma política del Estado. Todos a una Fuenteovejuna. ¡Viva la República!

Nada de monarquía, ¿o de Alfonso? Palabras. El Rey se va de España. Dice que no le quieren. La calle manda, esa calle que bien conoce el rey callejero.

Habían muerto muchos soldados. Demasiados y demasiado lejos. La lealtad perdida entre guerras de cañones o de moquetas, de presupuestos y favores, de medallas y concesiones. Demasiados sacrificios exigidos a los que a cambio no recibían más que el olvido de su patria, de los suyos, en guerras donde se hablaba de España, pero no se la sentía, donde se hablaba de patriotismo, pero no había patria, donde se sufría la lentitud de ver con qué rapidez llegaba la muerte; lejos, demasiado lejos y demasiado rápida. ¿Quiénes son los que ahora gritan en la calle? ¿Serán ellos?

Mientras se le acaba el tiempo el rey tiene aún lucidez para una breve meditación. Aquella dictadura. ¿Para qué? No era eso, no era eso. Esto no acabará aquí. ¿Quién sabe lo que se avecina? El Rey se va. ¿Dónde vas Alfonso XIII? Ya no hay vuelta atrás. Que se las arreglen ellos.

Aquella primavera del año 1931 hablaron los generales. Muchos de ellos venían de presidir con sus entorchados alguna procesión de la reciente semana de pasión, la Semana Santa, Angustias y Esperanzas, bendiciones y aleluyas. Marcha Real, ¡Viva España! ¡Viva el Rey!, golpes de pecho mientras se agitan las medallas. De repente, de la noche a la mañana, se acuestan monárquicos y amanecen republicanos. ¡Viva la República!

Primo de Rivera ya es historia, se había ido a morir, solo, a París, sin bandera que lo envolviese. ¡Estaba todo tan reciente!

La Guardia Civil se inhibe por orden de su Director, el general Sanjurjo. Recuerda sus cuentas pendientes con el que ya es solo don Alfonso. El Toisón de Oro que no le han dado, que si su mujer no es del gusto real, gentilhombres  de S.M. con acceso directo al despacho real, prebenda que él recuerda no poseer. Al final lo personal cuenta y cuenta mucho.

Sanjurjo es protagonista esos días abrileños de repúblicas. Le gusta ser importante. Lo es. África y alguna cosa más le han dado fama y honores que a veces no se corresponden. El ministro de Estado, Alejandro Lerroux,  le pide que asegure el orden. El general exige para él plenos poderes sobre el Ejército, las Fuerzas de Seguridad y la policía. Lo quiere todo y lo obtiene. Sobre un general, Sanjurjo, marqués del Rif, recae el peso de dar la bienvenida a la República, con orden y concierto. Es su protector inicial, el general que la República necesitaba; a pesar de Azaña y muy a su pesar: «…accedió sin resistencia a prestar a la República, que reconoció, el primero e inestimable concurso de la guardia civil de la que era director general. Siguió al frente de ese instituto, pero muy pronto se inició una antipatía que le hizo incompatible con Azaña, el cual no se cansaba de manifestar la molestia sentida ante la pretensión de que la República tuviese un patrono o protector y con entorchados».

El rey de España, la Casa de Borbón, con Alfonso el XIII -¡vaya por Dios!-, se va.

Desde el 12 de abril de 1931 la calle no deja de gritar. Por ahora solo eso: gritos.

Berenguer ministro de la Guerra rubrica el final de la escena. Escribe a los capitanes generales la noche del mismo día 12. Les da la orden definitiva: «…los destinos de la Patria siguieran el curso que les impone la voluntad nacional». Está claro: no hay que contar con el Ejército, que nadie mueva un pelotón. Lo que diga Sanjurjo. Nada que hacer. Dejar correr la calle.

El Rey no tiene donde apoyarse. Dice que no quiere derramamiento de sangre. ¿Y si resiste? «Dios sabe lo que hubiese ocurrido si Su Majestad resiste; tal vez se hubiese salvado el trono».

Pero es el final de la Monarquía: «Quiero apartarme de cuanto sea lanzar unos compatriotas contra otros en fratricida guerra civil… Suspendo deliberadamente el ejercicio del poder real y me aparto de España».

Se acabó el Reino de España, que ahora es la República española. Rumbo a Cartagena.

Dice el Rey: «Cumplid siempre con vuestro deber, que yo no he de olvidar jamás el mío…». ¿Y si el Rey resiste? La pregunta hoy es más evidente. Ya sabemos la respuesta.

La guerra no vino como consecuencia de la marcha del Rey sino por los que en un ruin pacto traicionaron el curso de la historia y se amañaron a su gusto unas elecciones trayendo una República que no supieron encauzar ni dirigir. Ni la monarquía, ni la República eran culpables. Todos culpables: la incompetencia de unos dirigentes demasiado complacientes que con su escasa sabiduría gobernante se llevaron por delante la monarquía y detrás de ella la república.

Habrá que admitir la consabida frase: «La República la trajeron los monárquicos y, después, la perdieron los republicanos».

Nos recuerda Carlos Seco Serrano la escena dolorosa de la partida de Carlos X que le hace decir a Balzac: «Aun detestando a los reyes, debemos morir defendiéndolos, en el umbral de sus palacios, porque un rey somos todos nosotros, un rey es la patria encarnada…».

Y entonces Alejandro Magno al frente de sus hetairois galopó hacia la brecha abierta a los persas y se dirigió contra Darío, que abandonó el campo de batalla ante el ataque de Alejandro. Sabiendo el rey que su viejo general Parmenión se encontraba en difícil situación abandonó la persecución de Darío y se lanzó con su caballería a socorrerle derrotando a los persas.

Estar cerca del Rey. No abandonarle nunca.

14 de abril 2021

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

 

14 pensamientos en “UNA REFLEXIÓN REPUBLICANA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

  1. «¿El pueblo?, ¡¿qué sabe el pueblo?!; lo que le digan y a donde le digan.»
    Gran verdad. Y hoy día algunos están tratando de llevar al pueblo al mismo sitio que en 1931.

    Una paradoja. El uniformado que sostiene la bandera republicana en una de las fotos que acompañan al artículo es el entonces teniente de Ingenieros Mohino. En julio del 36 Mohino era capitán y estaba destinado en el Regimiento de Zapadores Minadores 7 en Alcalá de Henares. Cuando recibieron orden de salir a hacer frente a la columna sublevada que bajaba hacia Somosierra, algunos oficiales del Regimiento se negaron (también los del batallón ciclista acuartelado en la misma ciudad), lo cual los colocó a su vez en situación de rebeldía. Una vez tomada Alcalá de Henares por las fuerzas del coronel Puigdengolas, Mohino y otros oficiales (entre ellos uno que participó en la sublevación republicana de Jaca) fueron condenados a muerte por un tribunal republicano y fusilados. De nada le sirvió a Mohino alegar que se había sublevado contra el gobierno y no contra la República y que fue el portador de la bandera republicana cuando fue proclamada esta.

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  2. Mi respetado y muy querido GENERAL,
    Formidable artículo. Tan bien relatada su REFLEXIÓN, llegamos al tan conocido dicho : «Entre todos la mataron y ella sola se murió».
    Señala magistralmente la importancia de las circunstancias personales. Vuelve ORTEGA. Aquí y casi siempre :»Los que le querían no le entendieron y los que le conocían jamás le quisieron». En efecto a D. MIGUEL también ¿le envenenaron?.
    FILOTAS Y NICANOR hijos del GRAN GENERAL DE ALEJANDRO, se puede entender que conspirase el primero FILOTAS, cuando el su padre HERATOI SUPREMO ¿permitiría?.
    El binomio SILVESTRE-BERENGUER tenía algo de eso. S.M apostaba por el más moderno sin causa alguna cuando BERENGUER asépticamente lo merecía.
    «LA TRAJERON los MONARQUICOS y después ,la perdieron los republicanos».
    Ni Granico, Isso y mucho menos Gaugamela podrían compararse con las tres del Áfriica. Sin embargo algún parecido externo puede que tenga.
    FRANCO echa de menos no estar la AGM en EL ESCORIAL. Cuando a la calle se la enardece, no respeta ni su sombra. Por fortuna LA GR de nuestros días se configura como LEALES PARMENIONES y S.M LO SABE Y CONFIA ENORMEMENTE.
    Todos los que han pasado desde AMG con el PADRE , A.d.l. C, etc. ¿DIGNOS DE LA MAS ALTA LEALTAD!.
    Reitero la gratitud por sus permanentes REFLEJOS PATRIOS.
    A la orden de V.E
    VIVA EL REY
    VIVA LA GUARDIA REAL
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  3. A las órdenes de V- E-, mi General.

    Un servidor, ante el empeño de los herederos y descendientes políticos de aquellos personajes siniestros del llamado «pacto de San Sebastián», de estar reeditando aquel negro capítulo de la historia, empeño en el que ya han conseguido un primer y gran objetivo, expatriar a un Rey, aunque éste no nos haya dejado desamparados, pues nos deja a otro Rey en su lugar, su hijo, no puede evitar sentir ansiedad por el porvenir para nuestros descendientes.

    Y me hago la misma pregunta todos los días. ¿Dónde están los leales?. ¿ q alguno?.

    En 1.931 un Rey se expatrió con la sana intención de no ser factor causante o contribuyente de un enfrentamiento fratricida que de todas formas lo iba a haber porque así estaba implícitamente programado por los enemigos de la Patria, y nadie movió ni una ceja para intentar disuadirlo con un consejo o asesoramiento.

    Muy recientemente, hemos asistido atónitos al macabro espectáculo de una auténtica profanación de la tumba de un prócer histórico de la Patria, que fue quien nos libró de haber nacido bajo el yugo de la esclavitud, y nadie ha movido un dedo para protestar o impedirlo.

    Esperemos no tener que contemplar la realización práctica del resto del programa diseñado para el futuro inmediato. Porque para nuestra vergüenza y dolor, será igual de bochornoso.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  4. Aquí está lo que tenemos
    ——————————————–
    Los pueblos aborregados
    suelen ser impredecible,
    está más que demostrado
    con monarquía, o reinado
    España es insostenible.

    Con las clases de cabestros
    que socavan los pilares
    de los nobles pensamientos
    que sostienen los cimientos
    de los grandes ideales

    Ni el reinado, ni la república
    aguantarán los embistes
    de las políticas impúdicas
    que a la dignidad insultan
    jugando con el despiste.

    Que el populacho digiere
    como algo caído del cielo,
    y aplaudiendo a los que hieren
    se olvidan a los que mueren
    empapados de desconsuelo.

    Esta es la expaña de ahora,
    aquí está lo que tenemos
    y los criminales se aforan
    bailando en las mecedoras
    que se hamaca el desenfreno.

    España día 14 de abril de 2021

    Ramón Lencero Nieto

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  5. Mi General, magnífica explicación de principio a fin. Leyendo su lección, se ve como se hundió España.
    Han pasado, más de ochenta años, y ya hemos comenzado el mismo camino. Desde la muerte de Franco, hemos cometido muchos errores. Poco me equivocaré, si comento que ningún partido político ha sido leal a los Españoles.
    Hemos visto el deterioro y el retroceso de la Unidad de España y no hicimos nada. Meto en el saco a todos, PP. PSOE…… Y ahora aparece VOX,, parece distinto, tengamos Fe .
    Ni con mayorías absolutas, ni con coaliciones, nunca hicieron NADA.
    Y entre todos. . . la mataron . POBRE ESPAÑA. 🇪🇸🇪🇸🇪🇸

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  6. Mi respetado General DÁVILA:
    – Con toda humildad, me atrevo a compartir desde el principio hasta el final, su artículo de hoy sobre S.M. el REY ALFONSO XIII y la INSTITUCIÓN.
    – Anoche, el cielo de la terraza de mi casa se llenó de fuegos artificiales… ¡¡qué les gusta, a algunos de nuestros compatriotas, (por más que renieguen de ser españoles) «dar la nota» ante el mundo con la barbarie y reaccionaría república…!!

    – ¡¡ POR DIOS Y POR ESPAÑA A MI REY FELIPE VI, A S.A.R. LA PRINCESA DE ASTURIAS DOÑA LEONOR, Y A S.A.R. LA INFANTA DOÑA SOFÍA (SEGUNDA EN EL ORDEN DE SUCESIÓN A LA CORONA) SERVIR HASTA MORIR !!
    ¡¡ DESPERTA FERRO, SEMPER FIDELIS, VIVA ESPAÑA, VIVA EL REY, VIVA LA LEGIÓN, SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA!!
    Esperanza González de Fonseca Marco
    (Dama Paracaidista de Sanidad Militar)

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  7. Pido disculpas por el error por el cuarto renglón donde pone con MONARQUÍA EN LUGAR DE (CON REPÚBLICA, O REINADO)

    Atentamente y con el debido respeto;:Ramón Lencero Nieto

    Los pueblos aborregados
    suelen ser impredecible,
    está más que demostrado,
    con república, o reinado
    España es insostenible.

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  8. Con permiso de Vuecencia, mi General. Una gran lección para que recordemos lo que ocurrió en esta efemérides tan nefasta y los resultados posteriores. Ojalá no tengamos que repetirla, aunque parece que llevamos el mismo camino. Si así fuese todavía me quedan fuerzas para defender la unidad y grandeza de la Patria (España). ! Arriba España y viva La Legión con todas las Fuerzas Armadas !. Julio de Felipe Jiméno.

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  9. La lealtad es el valor más multidireccional que todos sin excepción debemos tener con todos. Si falla en algún sentido la deslealtad hundirá l Patria y todos seremos responsables.

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  10. En efecto, una efemérides no precisamente para celebrar, pero, con su permiso, mi General, en el caso del Rey Felipe VI, no es lo mismo. En aquel entonces el pueblo no conocía a su rey, sólo era una figura que para ellos representaba a los poderosos o al menos eso les hicieron creer los «republicanos».

    Ahora toda España conoce a su Rey, y le quiere, y le admira. No les va a ser tan fácil ahora como entonces, estoy segura, por más que lo intenten, por eso pretenden desprestigiarlo sin conseguirlo. Es su objetivo, porque ahora todos sabemos, lo mismo que Balzac en su día, que el Rey somos todos, que solo él representa nuestra unidad, y si hay unos pocos que le odian es precisamente por eso.

    Y también por eso quieren más inmigrantes, para que no haya ningún sentimiento patriota que defienda lo que somos y si Dios quieres seguiremos siendo, porque si esos que vienen de fuera consiguen el derecho al voto, no les importará España, ni lo que hemos representado en la historia, no se sienten unidos a la tierra que les acogió, sólo quieren sobrevivir, y si éstos les aseguran, aunque después no lo cumplan como suele suceder, unos ingresos mínimos que en su tierra no tienen (y me temo que muchos vengan precisamente de antiguos reinos de verdaderos tiranos) no les importará si nos convertimos en una república, o en una dictadura, el caso es que ellos puedan seguir disfrutando de sus prebendas, muchas veces injustificadas. Si a través de ellos lo consiguen, después, cuando ya estén instalados en el poder, les abandonarán a su suerte. Pero ¿quién es capaz de explicarle a esos pobres ilusos cuál va a ser su realidad si colaboran para hacer de España pequeñas repúblicas en manos de comunistas que irán a lo suyo, a enriquecerse a título personal sin importarles si el pueblo, en el que estarán incluidos, pasa hambre?

    Por eso no se hace nada por impedir esa especie de invasión que estamos padeciendo, porque aunque sólo sean un mínimo de los que llegan los que consigan papeles, saben que podrán contar con ellos si llegan a poder votar. Eso, si no son falsos emigrantes que puedan convertirse en otro caballo de Troya que ya estén dentro de la fortaleza para poder abrirles las puertas.

    Qué absurdo todo, que macabro, que falta de amor a su patria y a sus tradiciones padecemos en éstos momentos. Sabemos lo que persiguen, y quién los dirige, y aún así, hay quién les cree y les apoyan. ¿Son ciegos, incultos, malintencionados? Pienso que de todo un poco.

    No creo que las circunstancias actuales sean iguales a las de hace casi 100 años. Son más complicadas y, sobre todo, hay demasiada implicación de elementos externos que no van a mirar precisamente por el bien de una Nación a la que han envidiado durante siglos, si no la han odiado porque fueron expulsados en su momento, que me temo que también esté dentro de la ecuación como posible.

    Esperemos que no lo consigan, pero para eso tenemos que implicarnos todos, saber lo que queremos y lo que no, y luchar por nuestros derechos, y por nuestro Rey, que nos representa a todos sin preferencias políticas ni intereses ocultos. Eso es lo que creo firmemente, y además quiero que vuelva el que fue nuestro rey durante más de 40 años. Con sus defectos, y con sus virtudes, pero no quiero otro rey exiliado. Uno a quién, a pesar de conocer sus fallos humanos le debemos tanto. No es justo, porque ya es un anciano y quiere a su país y estoy segura de que cuando llegue su final querrá estar entre los suyos.

    Gracias y saludos

    Margarita Alvarez-Ossorio

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