Algunos me tachan de pesimista; está claro que por lo que escribo y no porque me conozcan que eso es otra cosa, parecida, pero no es lo mismo. Puede que ni aún así sea posible catalogar a nadie.
Los que a diario se enfrentan con el folio en blanco, un mensaje que compartir, aunque nadie lo lea, una meditación en la que profundizar y hacerlo en alta voz, no pueden ser adjuntos al calificativo, sino leídos o rechazados. Meditar en ti o sobre lo que otros dicen es un acto individual que forma parte del mayor sentido que tiene la libertad: pensar. Y lo es por hacerlo como quieras y sobre lo que quieras sin tener que dar explicaciones a nadie.
Por lo que pensamos, y no escribimos, muchos estaríamos condenados para siempre bajo el juicio de los hombres constituidos en tribunal.
Desde Platón y mientras no se demuestre lo contrario, deberíamos dejar las hipótesis calificativas para aceptar lo que es inaceptable, pero tan real que a unos conduce al pesimismo, a otros a bregar con la inteligencia y poner la razón a trabajar. Sin calificar.
Nada define la situación como la metáfora escénica en la que Platón nos retrata prisioneros en una caverna donde las cadenas nos tienen cara a la pared, detrás una hoguera y a nuestras espaldas alguien mueve personajes que como siluetas, como sombras, se proyectan sobre el muro que conforman lo que tú crees vida y realidad. Encadenados creemos vivir entre las narraciones que allí se escenifican. No se te pasará por la cabeza pensar que aquello es fruto de la prisión y no la realidad.
¿Servirá de algo que uno de ellos logre liberarse, gire la cabeza, salga a la luz y compruebe que todo era un fraude?
Lo hacemos a diario, lo constatamos, ofrecemos los datos y las imágines: ¿Es ser pesimista? ¿De qué sirve haberse liberado de las cadenas cuando ya no puedes encabezar un ejército por ser demasiado viejo?
Quedará claro que a ser esclavos llamamos libertad u optimismo.
El humilde sabio, desde su retiro, miraba por la pulida lente que él mismo trabajó a base de pensar: «Quedan como guardianes de la libertad aquellos que no tienen miedo ni esperanza y no dependen, por tanto, más que de sí mismos» (Baruch Spinoza).
Vivimos delante de un «Golpe de Estado sin derramamiento de sangre» que es como la sombra que percibimos, nos lo gritan desde fuera los que se han librado de las cadenas, los que han escapado de la vigilancia de las cámaras y micrófonos, de las reuniones y confabulaciones, los no vigilados. Los apestados, los que no consumen datos; solo deambulan dando gritos que nadie escucha: ¡Os están robando la nación y la libertad! ¡Rebelaros!
Aturdidos por los derechos ¿humanos? Las bondades ¿de los programas políticos?, por los recursos ¿corruptos? y las dictaduras de lo colectivo, te manipulan entre datos para que consumas su producto.
El dominio no es a base de derramar sangre, no son necesarias las armas clásicas, solo es necesario el control sobre cada uno de nosotros, las cadenas firmes, que impiden volverte a la realidad.
Sólo una colección de pesimistas somos los que después de haber salido de la caverna, después de dejar a otros en la taberna, deambulamos sin caer en sus redes, esclavos de la vejez, aún indomables, libres siempre y pesimistas.
Es solo la primera fase. Luego vienen otras peores, cuando te dice el Estado policial y vigilante, uniformado en formas y expresiones:
—«No se ponga usted nervioso Caballero y haga lo que yo le digo».
Dejamos la cueva y como no queremos volver a ella somos tratados como locos, encerrados en las prisiones de la ciencia y la tecnología o tomados por agresivos. Los pesimistas podemos llegar a ser peligrosos y tomar las armas.
«He cuidado atentamente de no burlarme de las acciones humanas, no deplorarlas, ni detestarlas, sino entenderlas» (Spinoza).
En mi caso me burlo cuando me llaman pesimista, lo deploro, detesto y no lo entiendo.
Es el misterioso Discurso de la servidumbre voluntaria de Etienne de la Boétie.
Optimista no. Siervo de nadie. Salgan fuera y comprueben.
Que cada cual vea.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
14 septiembre 2023
El conocimiento y la reflexión sobre la verdadera realidad es lo que nos hace libres.
No hay libertad colectiva sin que previamente haya libertad individual.
La sociedad actual vive inmersa en una caverna digital.
Me gustaLe gusta a 4 personas
Pido disculpas por el error
Me gustaLe gusta a 2 personas
Totalmente de acuerdo con todo su escrito, dándole las gracias y saludos para todos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No se admiten insultos ni en verso. Gracias
Me gustaLe gusta a 1 persona
Se define el pesimismo como un estado de ánimo y una doctrina filosófica que sostiene que vivimos en el peor de los mundos posibles, lo cual implica una determinada interpretación del mundo en que vivimos, pero cuando, como es el caso, somos meros cronistas de la realidad. Ya no es un estado de ánimo, es la cruda realidad que sufrimos y todos pueden distinguir.
Nada de percepciones personales, somos millones los que percibimos que poco bueno hay que contar porque así lo vivimos. Nada de íntimas sensaciones ni filosofías, es periodismo en el campo de batalla ciudadano, ese terreno que pisamos y cuyo acontecer contamos.
Calificar de pesimismo lo que aquí leemos es querer quitarle importancia a cuanto aquí se pone en duda y no me cabe duda de que si el General comentase cuanto está en su conocimiento, en lugar de pesimista le calificarían de conspiranoico o cualquiera de esas palabras que se han inventado para que el adversario político se autocensure por miedo a recibirlas. Con el actual PP funciona muy bien.
Considero al General un cronista de la realidad que no se deja engañar por las apariencias y puede ver a través de las cortinas de humo.
Le acompaño en su «pesimismo». Mejores noticias no puedo dar.
Me gustaLe gusta a 3 personas
Con el debido respeto mi General. NO me molesta que rechace el comentario sobre los traidores a ESPAÑA. Entiendo que en su blog hay que cuidar el lenguaje, y eso es para respetarlo. Y yo no he sabido controlarme. Mas, para un medio analfabeto como yo es muy difícil contenerse lo que te araña el corazón nublándote la razón y tienes que rumiar el arrojo que se revuelve en los adentros. Y NO CREO QUE SEA YO EL ÚNICO, PORQUE SI ASÍ FUERA, ME CALLO LO QUE SIENTO, ME CORTO LAS OREJAS Y CON LA MOCHILA DE COMBATE ME TIRO AL MONTE.
PERO SÉ QUE HAY MILLONES DE PERSONAS ESPERANDO UN NUEVO AMANECER. Y ES ESO LO QUE ME MANTIENE EN LA LUCHA POR LA ESPAÑA QUE ANHELAN LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD.
Atentamente y con el respeto que merece el blob de Vuecencia
España día 14 de septiembre de 2023 Ramón Lencero Nieto
Me gustaLe gusta a 3 personas
Mi General con su permiso.
Yo a usted le leo y ademas personalmente le conozco.
Usted no es pesimista, usted es un lúcido optimista.
Es decir, una persona realista.
Le mando un fuerte abrazo.
Siempre a la orden de V.E.
Me gustaLe gusta a 4 personas
Buenas, tardes a todos.
No se quien dijo que un pesimista es un optimista bien informado.
Me gustaLe gusta a 4 personas
Mi general, realista como mi padre que las daba machadas , tocayo suyo y encima Valen—–… La pluma como la espada – envainada por disciplina – obediencia y amor a la concordia de la patria…
Angustia de padre, ,madre e hijos frente a la jauría de lobos -ya dentro del hogar relamiéndose frente a la pacífica rutina de los inocentes-…
No es cobardía, indiferencia ni tanta ignorancia como parece. Quien sabe , si como en muchos de nosotros, lo que existe es miedo a nuestras propias reacciones colectivas en caso de fuerza mayor y disciplina anímica , quizás con enfados esporádicos que no llegan a mayores para descargar la válvula de los escrúpulos , esperando que se nos pase y ésto se arregle…
Pero ojo con la ferocidad Española que no está extinguida aún , porque seguimos siendo un león dormido mi general , mejor que nadie sabe VE., el cabreo general que siempre sorprende a Europa y el mundo en los casos más injustos, difíciles y atroces en injusticia si fuera necesario y surge en semanas imparable…Muchos más lo sabemos, no está sólo.
Pero quizás sea – y yo lo creo- que aún quedan soluciones menos drásticas que el puñetazo en la mesa porque la democracia, aunque ya mal oliente tiene capacidad de regenerarse por acción y reacción. También que el engaño y la mentira está casi agotada de tanto explotarla y se les ven las orejas al lobo.
Sabiendo que el ajetreo de la vida nos compromete en prioridades más mundanas (puede que sea la droga social que nos aturde) puede ser que cuando proyecten la marranada mayor, no tendrán tiempo de imponerla porque habrá zafarrancho de limpieza.
Disculpen , paciencia que no las tienen todas con ellos los traidores y estafadores legislativos , caerán, posiblemente por sí solos.
Un abrazo grandísimo a todos los amantes de lo nuestro, que es el prójimo, por ende España y el mundo entero, como no, si somos los mismos!
Me gustaLe gusta a 3 personas
NUESTRA REPUESTA ES NUESTRO L. P.
1.-A. A. L. P.
2.-T. P. L. P.
¡ES NUESTRO SANTO, SEÑA Y CONTRASEÑA!
Me gustaLe gusta a 3 personas
A las ordenes de V. E, mi General.
Parafraseando a otro ilustre contertulio. «Me cabe el honor de acompañarse en su pesimismo».
Y no deseo poner en compromiso ni tela de juicio al blog ni crear complicación alguna a V. E, por su calidad de director del mismo, si se me escapa algún calificativo fuera de contexto contra algo o alguien.
¡¡¡Viva España!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
gracias mi general por sus palabras a ver si despierta España y los españoles yo caigo en pesimismo pero se que no estoy solo en mi forma de pensar sobre este gobierno marioneta
Me gustaLe gusta a 1 persona