Es un aviso o escenificación de lo que puede ser. Toda una provocación. Autobuses fletados desde toda Cataluña para la exhibición de fuerza que acompaña en su paseo al líder vencedor. De eso se trata. Tiene todas las características de un aviso de rebelión, jurídica, pero rebelión. Por ahora. Estos son mis poderes y las banderas asoman en formación frente a la justicia.
¡Queremos justicia! Gritan y asustan. Se preparan y desde luego no es para el diálogo ni para la negociación. El miedo en su fase más aguda se convierte en pánico; el peligro a partir de ese momento es que se convierte en colectivo y contagioso. No hagamos nada. La justicia se entiende como principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece. Cataluña es España y no hay más ni Mas que lo impida. Ante eso la respuesta del independentismo es un organizado y provocador desfile, con pitidos y abucheos a la Bandera de España incluidos. Derecho a decidir, a ofender, a incumplir la ley. Una injusticia que de permitirse sería un cachondeo. Por ahora.
La justicia es igual para todos o no es justicia. Esto debe entenderse en los dos sentidos, del que juzga hacia el juzgado y de este hacia el que le juzga. Ambos se deben respeto y exacto cumplimiento de la ley. Sin amenazas ni exhibiciones del poder de cada uno.
Hay responsables de hacer cumplir la ley. No solo son los jueces. Si ves cometer un delito, el responsable de evitarlo no llama al juez sino que debe evitar que se cometa deteniendo al autor y llevándolo ante el juez. Los mecanismos estamos aburridos de explicarlos y todos ustedes los conocen.
Puede que lleguemos tarde. Todo esto no es nuevo y grandes sectores de la sociedad llevan denunciándolo hace tiempo. Claro que podría ocurrir que no estén los partidos tan de acuerdo en esto de la unidad de España. Hay motivos para pensar que alguno en lugar de estar con España simplemente está en España. Si todos, y cuento hasta tres y me sobra el resto, tuviesen la idea clara de la unidad de España, esto tendría solución.
Un verso de una vieja zarzuela dice:
El pensamiento libre
proclamo en alta voz
y muera quien no piense
igual que pienso yo.
En este caso no se trata del pensamiento libre, sino de hechos evidentes. La injusticia sería un cachondeo si no fuese porque se trata de la unidad de España. Algo más serio. ¡Ojo!, ellos sí que van en serio. Lo que se ha visto en Barcelona es simplemente una demostración de fuerza.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
7 febrero 2017




