¡BASTA YA! ESTADOS DE ALARMA, EXCEPCIÓN Y SITIO. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Barcelona hoy. ¡Basta ya!

¡BASTA YA!

Este artículo fue publicado en julio del pasado año. La situación no era tan grave como la que  hoy se vive en Cataluña.

No tomar medidas a tiempo hace que la situación empeore cada momento y estemos cerca de la defunción del Estado.

Un Gobierno socialista -parece mentira- aplicó en 2010 el Estado de Alarma por un tema menor comparado con el actual. Fue ante la huelga de controladores aéreos, a los que militarizó.

Ahora se trata de la unidad de España amenazada por las instituciones catalanas que han lanzado a la calle una extrema violencia que impide el normal desenvolvimiento de la vida cotidiana; desde ir a trabajar hasta acudir a un hospital. ¿A qué espera este Gobierno -y la oposición- para tomar medidas y permitir la cotidiana vida y sobre todo salvar a España de esta ignominia? De una vez por todas… ¡BASTA YA!

Les dejo el artículo publicado entonces perfectamente aplicable a la actual situación en Cataluña. Dejémonos de paños calientes y no olviden el 10N. Es el momento de ajustar cuentas con los que contemplan el panorama como si con ellos no fuese la cosa.

Es el grito que España lanza: ¡BASTA YA!


<<Real Decreto 1673/2010, de 4 de diciembre, por el que se declara el estado de alarma para la normalización del servicio público esencial del transporte aéreo>>.

Que no nos falle la memoria. Los estados de alarma, excepción y sitio están contemplados en la Constitución española y, aunque parezca mentira, se aplicó el de alarma en el año 2010 con el Gobierno socialista de Zapatero, el maestro de Pedro Sánchez. Fue la primera, y única, vez que en democracia se decretaba una militarización y se entraba en situación de alarma. El motivo fue la huelga de controladores aéreos que llevó al cierre del espacio aéreo de Galicia y desembocó en el cierre del espacio aéreo de todo el territorio nacional los día 3 y 4 de diciembre.

Está contemplado en el artículo 116 de la Constitución que se regula por la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de junio de los estados de alarma, excepción y sitio.

La actual situación en Cataluña se está enrareciendo de tal manera que la frase del presidente del actual Gobierno de España después del enfrentamiento de Torra con el embajador de España en Estados Unidos: <<No vamos a buscar para nada la confrontación con el Gobierno de Cataluña>>, puede que se la tenga que tragar en breve.

La confrontación existe, el ataque es a por todas, y no hay tiempo para ninguna negociación ni diálogo que no sea la rendición total y sin condiciones de los rebeldes. Porque la situación es de rebelión, un delito contra los poderes del Estado, con el fin de derrocarlos.

El actual presidente del Gobierno se empeña en dialogar lo no dialogable, en negociar lo innegociable y, en definitiva, entregarse a los que le han cedido la presidencia del Gobierno a cambio de que no haya Gobierno ni Estado. Lo estamos viendo. Ni Gobierno, ni Estado.

Se trata de Cataluña y el País Vasco, la independencia y los terroristas vencedores. ¿Tienen para más tarde en su punto de mira a la monarquía; unos y otros, los que han entregado el gobierno y los que lo han recibido?

Está cada día más clara la necesidad ineludible de volver a aplicar el artículo 155 de la Constitución y recuperar la perdida soberanía nacional; con resolución y firmeza, devolver los derechos a los españoles que viven en Cataluña, y hacer cumplir la Ley.

La situación es de tal gravedad que quizá haya que llegar más lejos, aunque el 155 bien aplicado da para mucho.

Empezaba este artículo con el Real Decreto que en 2010 declaraba el estado de alarma. ¿No es infinitamente más grave la situación actual de rebeldía en Cataluña? ¿No es hora de acabar con las ambigüedades y la destrucción de España?

¿Existe en Cataluña el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos y el normal funcionamiento de las instituciones democráticas? Si ustedes opinan que no, lean lo que dice la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de junio de los estados de alarma, excepción y sitio:

El estado de excepción

Artículo 13

  1. Cuando el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, el normal funcionamiento de las instituciones democráticas, el de los servicios públicos esenciales para la comunidad, o cualquier otro aspecto del orden público, resulten tan gravemente alterados que el ejercicio de las potestades ordinarias fuera insuficiente para restablecerlo y mantenerlo, el Gobierno, de acuerdo con el apartado 3 del  116 de la Constitución, podrá solicitar del Congreso de los Diputados autorización para declarar el estado de excepción>>.

En Cataluña en estos momentos no funciona nada. El Rey reprobado, el Estado desaparecido, las libertades coaccionadas, la violencia organizada y preparados los piquetes, el odio a flor de piel.

El Gobierno de Zapatero, tan dialogante, tan plural, que discutía hasta el concepto de nación, mira por donde tuvo que militarizar a los controladores y aplicar el estado de alarma. ¡¿Quién lo diría!?

Tengo para mí, que este presidente del Gobierno del Reino de España, y lo digo quizá con una vana esperanza, no vaya a ser que esté en el lío, se vea obligado a declarar no el estado de alarma sino el de excepción, y esperemos que no sea demasiado tarde y nos veamos sitiados.

Claro que:

<<Dudoso es el curso de la culebra torciéndose a una parte y otra con tal incertidumbre, que aun su mismo cuerpo no sabe por dónde le ha de llevar la cabeza; señala el movimiento a una parte, y le hace a la contraria, sin que dejen huellas sus pasos ni se conozca la intención de su viaje>> (Saavedra Fajardo).

¿Sabe alguien cual es el curso de la culebra?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

2 julio2018-16 octubre 2019

ESTADOS DE ALARMA, EXCEPCIÓN Y SITIO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

<<Real Decreto 1673/2010, de 4 de diciembre, por el que se declara el estado de alarma para la normalización del servicio público esencial del transporte aéreo>>.

Que no nos falle la memoria. Los estados de alarma, excepción y sitio están contemplados en la Constitución española y, aunque parezca mentira, se aplicó el de alarma en el año 2010 con el Gobierno socialista de Zapatero, el maestro de Pedro Sánchez. Fue la primera, y única, vez que en democracia se decretaba una militarización y se entraba en situación de alarma. El motivo fue la huelga de controladores aéreos que llevó al cierre del espacio aéreo de Galicia y desembocó en el cierre del espacio aéreo de todo el territorio nacional los día 3 y 4 de diciembre.

Está contemplado en el artículo 116 de la Constitución que se regula por la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de junio de los estados de alarma, excepción y sitio.

La actual situación en Cataluña se está enrareciendo de tal manera que la frase del presidente del actual Gobierno de España después del enfrentamiento de Torra con el embajador de España en Estados Unidos: <<No vamos a buscar para nada la confrontación con el Gobierno de Cataluña>>, puede que se la tenga que tragar en breve.

La confrontación existe, el ataque es a por todas, y no hay tiempo para ninguna negociación ni diálogo que no sea la rendición total y sin condiciones de los rebeldes. Porque la situación es de rebelión, un delito contra los poderes del Estado, con el fin de derrocarlos.

El actual presidente del Gobierno se empeña en dialogar lo no dialogable, en negociar lo innegociable y, en definitiva, entregarse a los que le han cedido la presidencia del Gobierno a cambio de que no haya Gobierno ni Estado. Lo estamos viendo. Ni Gobierno, ni Estado.

Se trata de Cataluña y el País Vasco, la independencia y los terroristas vencedores. ¿Tienen para más tarde en su punto de mira a la monarquía; unos y otros, los que han entregado el gobierno y los que lo han recibido?

Está cada día más clara la necesidad ineludible de volver a aplicar el artículo 155 de la Constitución y recuperar la perdida soberanía nacional; con resolución y firmeza, devolver los derechos a los españoles que viven en Cataluña, y hacer cumplir la Ley.

La situación es de tal gravedad que quizá haya que llegar más lejos, aunque el 155 bien aplicado da para mucho.

Empezaba este artículo con el Real Decreto que en 2010 declaraba el estado de alarma. ¿No es infinitamente más grave la situación actual de rebeldía en Cataluña? ¿No es hora de acabar con las ambigüedades y la destrucción de España?

¿Existe en Cataluña el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos y el normal funcionamiento de las instituciones democráticas? Si ustedes opinan que no, lean lo que dice la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de junio de los estados de alarma, excepción y sitio:

<<El estado de excepción

Artículo 13

  1. Cuando el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, el normal funcionamiento de las instituciones democráticas, el de los servicios públicos esenciales para la comunidad, o cualquier otro aspecto del orden público, resulten tan gravemente alterados que el ejercicio de las potestades ordinarias fuera insuficiente para restablecerlo y mantenerlo, el Gobierno, de acuerdo con el apartado 3 del  116 de la Constitución, podrá solicitar del Congreso de los Diputados autorización para declarar el estado de excepción>>.

En Cataluña en estos momentos no funciona nada. El Rey reprobado, el Estado desaparecido, las libertades coaccionadas, la violencia organizada y preparados los piquetes, el odio a flor de piel.

El Gobierno de Zapatero, tan dialogante, tan plural, que discutía hasta el concepto de nación, mira por donde tuvo que militarizar a los controladores y aplicar el estado de alarma. ¡¿Quién lo diría!?

Tengo para mí, que este presidente del Gobierno del Reino de España, y lo digo quizá con una vana esperanza, no vaya a ser que esté en el lío, se vea obligado a declarar no el estado de alarma sino el de excepción, y esperemos que no sea demasiado tarde y nos veamos sitiados.

Claro que:

<<Dudoso es el curso de la culebra torciéndose a una parte y otra con tal incertidumbre, que aun su mismo cuerpo no sabe por dónde le ha de llevar la cabeza; señala el movimiento a una parte, y le hace a la contraria, sin que dejen huellas sus pasos ni se conozca la intención de su viaje>> (Saavedra Fajardo).

¿Sabe alguien cual es el curso de la culebra?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

2 juluio2018

 

 

 

EL COMENTARIO DEL DÍA: LA INJUSTICIA ES UN CACHONDEO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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Artur Mas camino del Tribunal de Justicia de Cataluña

Es un aviso o escenificación de lo que puede ser. Toda una provocación. Autobuses fletados desde toda Cataluña para la exhibición de fuerza que acompaña en su paseo al líder vencedor. De eso se trata. Tiene todas las características de un aviso de rebelión, jurídica, pero rebelión. Por ahora. Estos son mis poderes y las banderas asoman en formación frente a la justicia.

¡Queremos justicia! Gritan y asustan. Se preparan y desde luego no es para el diálogo ni para la negociación. El miedo en su fase más aguda se convierte en pánico; el peligro a partir de ese momento es que se convierte en colectivo y contagioso. No hagamos nada. La justicia se entiende como principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece. Cataluña es España y no hay más ni Mas que lo impida. Ante eso la respuesta del independentismo es un organizado y provocador desfile, con pitidos y abucheos a la Bandera de España incluidos. Derecho a decidir, a ofender, a incumplir la ley. Una injusticia que de permitirse sería un cachondeo. Por ahora.

La justicia es igual para todos o no es justicia. Esto debe entenderse en los dos sentidos, del que juzga hacia el juzgado y de este hacia el que le juzga. Ambos se deben respeto y exacto cumplimiento de la ley. Sin amenazas ni exhibiciones del poder de cada uno.

Hay responsables de hacer cumplir la ley. No solo son los jueces. Si ves cometer un delito, el responsable de evitarlo no llama al juez sino que debe evitar que se cometa deteniendo al autor y llevándolo ante el juez. Los mecanismos estamos aburridos de explicarlos y todos ustedes los conocen.

Puede que lleguemos tarde. Todo esto no es nuevo y grandes sectores de la sociedad llevan denunciándolo hace tiempo. Claro que podría ocurrir que no estén los partidos tan de acuerdo en esto de la unidad de España. Hay motivos para pensar que alguno en lugar de estar con España simplemente está en España. Si todos, y cuento hasta tres y me sobra el resto, tuviesen la idea clara de la unidad de España, esto tendría solución.

Un verso de una vieja zarzuela dice:

El pensamiento libre

proclamo en alta voz

y muera quien no piense

igual que pienso yo.

En este caso no se trata del pensamiento libre, sino de hechos evidentes. La injusticia sería un cachondeo si no fuese porque se trata de la unidad de España. Algo más serio. ¡Ojo!, ellos sí que van en serio. Lo que se ha visto en Barcelona es simplemente una demostración de fuerza.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

7 febrero 2017