— ¿Sabe qué son, señor presidente?, pronunció Rufián, con tono desafiante, dirigiéndose a Pedro Sánchez.
—Son balas que ha recogido mi compañera en la frontera de Ceuta y Melilla, con las que mataron a 37 personas.
Nunca han leído, pero fueron a la mejor escuela de la mentira en la que obtuvieron cátedra.
Paradoja de Epiménides: «Todos los cretenses son unos mentirosos».
Los falsos maestros, avisa San Pablo: «Los cretenses, siempre mentirosos, salvajes, glotones y perezosos».
En la Carrera de san Jerónimo hay un Palacio que vigilan dos leones (a uno le falta el saco escrotal dicen que por mentiroso). En el frontispicio hay un cartel que dice:
« ¡Mirad en manos de quiénes estáis! ¡¿De qué os quejáis?!».
Allí se dispara con pólvora del rey, que sería distinto y más eficaz el disparo si se lo pagase cada uno.
En ese lugar se practica el «todo gratis» y la pólvora te la sirven en bandeja. Como la cabeza del Bautista.
«Pídeme lo que quieras y te lo daré», contestaba Pedro ante el fuego cruzado.
«La cabeza…».
Con balas en los bolsillos se accede al Palacio que vigilan dos leones (uno sin bolsa escrotal, que dicen se la han robado) y se sale con ese olor a chamusquina inquisidora de quema de libros herejes y sus autores.
Ahora que vamos despacio, en todo, tan perdidos, vamos a contar mentiras, tralalá…
Nadie le ha preguntado al diputado rufián.
— ¿De dónde han salido esas balas?
— ¿Tenencia ilícita de pólvoras y explosivos en el Palacio de los leones?
—¿Nadie registra a los señores diputados, rufián o no?
— ¿Cómo y con qué autorización se ha introducido pólvora en el Palacio de la soberanía popular?
— ¡Ah! ¡Que son de fogueo! Con pólvora que hace pum y lleva la misma intención que una bala.
— ¿Entonces no: «Son balas que ha recogido mi compañera en la frontera de Ceuta y Melilla, con las que mataron a 37 personas».?
— ¿Pero no acusaba usted a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado…?
—Pídeme lo que quieras rufián. La cabeza si es necesario.
Cretenses. Paradoja.
Mentira. Falso. ¿Es así todo entre los representantes de la soberanía? ¿Engaños?
La gravedad de lo vivido entre pólvoras y polvos sería suficiente para abrir una seria investigación por diversas razones entre las que no es baladí la acusación hecha (matar a 37 personas) y la introducción de ese material en el Congreso.
Mentira acusadora, que utilizan a su capricho y nadie se da por aludido. Todos iguales.
Las balas dialécticas matan.
Se abrazan y desean feliz verano mientras dejan un tufillo a pólvora a punto de estallar. Ya lo hace España que arde. Hasta que explote. Por tanto rufián.
Todo le hemos dado a los que nada se merecen.
Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
19 julio 2022