DESPRECIO A LOS SERVIDORES DEL ESTADO: LA GUARDIA CIVIL-POLICÍA NACIONAL Y EL JUEZ LLARENA. TOQUE DE RETRETA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Que el Estado está conmocionado después del Golpe es algo indudable. Los síntomas son de enorme gravedad, de difícil recuperación. A la normalidad hoy se la conoce como escándalo. Estamos en trance de desaparecer como Nación-Estado y todos tan contentos. Por sus obras los conoceréis. Los signos de los tiempos claman y proclaman lo que viene, lo que ya está aquí.

El enemigo en su lucha han conseguido el cetro y el que lo porta es un estafermo.

A pesar de la batalla perdida por desarme artístico de esta sociedad (Clausewitz) hay servidores públicos que, aún maltratados por el estafermo y sus socios, dan ejemplo de virtud ante toda la basura que nos rodea.

Guardia Civil y Policía Nacional, son un constante ejemplo de eficacia y hoy por hoy, junto a la justicia, los máximos ejemplos de servicio a la unidad de España y al cumplimiento de la Ley.

Pero solos. Solos ante el peligro. Lo ocurrido en la valla de Ceuta, que marca la frontera con Marruecos, debería avergonzar a cualquier gobernante, sea un estafermo o no. Nuestro presidente del Gobierno después de haber visto las violentas agresiones a nuestros guardias civiles y policías nacionales en la frontera de Ceuta ha guardado un escandaloso silencio que le delata. Ni un gesto. ¿Está contra su actuación? Son servidores del Estado a sus órdenes y cumpliendo su deber, el que el presidente no cumple.

Conviene tomar nota; una vez más. No queremos agradecimientos ni melifluas palabras sino que cada uno cumpla con su deber.

Los combates se dirigen contra lo que más les ataca y duele: La Guardia Civil, la Policía Nacional y la Justicia.

Este sábado el juez Llarena cenaba en un restaurante de Gerona con su mujer. Un “grupo de radicales” llegaron al lugar y obligaron al juez a abandonarlo protegido por los policías autonómicos. ¿Detenciones? ¿Radicales aislados? No hay detenidos. Los radicales lo  mismo están en la calle que se sientan en el Parlamento Catalán. Son los mismos y piden lo mismo.

Esto solo ocurre en España. El que gobierna habla y se mueve según la voz y manos de su ventrílocuo.

He puesto dos ejemplos del ataque a España. Seguirán otros; cada vez con más dureza.

“En tanto yo no haya derribado al enemigo debo temer que él me derribe; no soy, pues, dueño de mí mismo sino que él me impone la ley como yo se la impongo” (Clausewitz).

Pues vayámonos todos de vacaciones señor presidente, aunque usted no se las merece.

Esto es solo el principio de lo que nos espera. En septiembre nos vemos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

30 julio 2018