¡TOP SECRET! Rafael Dávila Álvarez

 

Andan con la Ley de Secretos oficiales a cuestas. Tratos y trucos. Saben que a nosotros no nos va a cambiar la vida, porque nada se sabrá. Los secretos desvelados o que pretenden airear no son sino conversaciones que afectan solo de cintura para abajo. En España somos los mejores en ese tema y los dosieres abundan desde la Transición. Hubo y hay empresas dedicadas a elaborarlos y fueron el inicio de unos servicios de información que todos temían. Se han pagado millones y también unos cuantos se han arruinado ahogados entre ellos.

Aquí lo que nadie va a desvelar es el secreto inconfesable, ese del que todos hablan y nadie confirma con un sencillo documento. Hay varios.

Durante años varios restaurantes de la capital (siempre cinco tenedores) reunían a lo más selecto del secretismo. Para ser espía de alto nivel la gastronomía debía acompañar con facturas desorbitadas. Fue un gran error porque, aunque no se comía marisco para evitar ensuciarse las manos, los besugos y el rape luego largaban. Aquellos ojos de merluza o los de la lubina salvaje a la sal, eran peores que los de Marilyn. Una gamba roja tuvo la culpa.

Hasta que en uno de esos restaurantes se descubrieron micrófonos debajo de la mesa. El pulpo también había hablado. ¿Por qué extrañarnos?

Al Rey Don Juan Carlos se los colaron en su despacho y a su secretario también (micrófonos y tentáculos). Fue expuesto a todo tipo de escuchas y no precisamente con materiales de la tienda del espía sino que aquellos tenían la huella y firma oficial. En cierta ocasión una paloma se estrelló contra el gran ventanal de su despacho y le hicimos la autopsia por si acaso era un dispositivo volante, algo así como un dron. Cualquiera se fiaba. No sabemos ahora hasta donde pueden llegar los elevados aparatos y si los electrones son amigos o enemigos. Sobre los palacios no puede volar nada ni nadie, aunque sea un vuelo comercial, pero quien le dice a la golondrina, pronto emigrará al sur, que no desvele nada de lo visto y oído.

Es una auténtica afición, muy rentable, la de los secretos y si son oficiales más, aunque llevan un gran riesgo. Ahora las conversaciones no se tienen en restaurantes. Hasta el wasap ha pasado a la historia. Ahora se llevan más los acertijos, los enigmáticos mensajes, pero claro hay que interpretarlos y eso es todo un arte que solo está al alcance de los iluminados.

Iluminado fue Edipo. El enigma de la esfinge era adivinar «qué ser, provisto de una sola voz, camina primero de cuatro patas por la mañana, después sobre dos patas al mediodía y finalmente con tres patas al atardecer«. Adivinen.

Pegasus irrumpió como el rape salvaje. ¡Hala! Nos han dejado sin secretos.

Recuerdo que siempre que alguien importante, del grupo de los secretos oficiales, va a un hotel o residencia oficial, suya o de otro, como las de verano, hay una previa inspección donde los especialistas buscan micrófonos ocultos, incluso se controla a los animales, insectos como moscas incluidas, por si se trata de drones. Hay que tener cuidado con los especialistas que nunca se saben de donde cobran.

Hay todo tipo de técnicas y es muy difícil mantener el silencio radio. El gesto delata secretos.

La Mareta ha sido un lugar seguro este verano. Ni siquiera la morralla tenía acceso a las rocosas orillas y el perenquén majorero ha hecho las maletas a pesar de ser especie protegida. Allí se ha hablado muy en secreto, nada oficial que sepamos, aunque a todos nos afecte. Lo de las vacaciones no cuenta como oficial, aunque nos pasen la cuenta. Estos son los secretos de los que les hablaba que nunca conoceremos porque en definitiva ni nos va ni nos viene. ¿A quién le importa una sencilla conversación de verano frente al Atlántico entre Sánchez, Zapatero e Illa? ¿Qué puede tener de malo para una nación soñadora, que se reúnan los ingenieros del nuevo orden en España y piensen la manera de acabar con aquellos que hablan de independencia y libertad?

Nada por lo que preocuparnos. Todo limpio y puro como la brisa que se cuela por los miradores de madera.

Sánchez, Zapatero e Illa. Un trío de inocentes políticos a los que no une casi nada y que casi de nada tienen que hablar. No sé por qué me da la sensación de que más que hablar han pensado; cada uno en lo suyo, en su especialidad. Es decir en España. Porque ellos manejan tres ejes de actuación a los que llaman vectores de fuerza impulsiva, de influencia en el mundo del futuro.

A saber: Cataluña, China y la república. Cada cual debe ponerse a trabajar en lo suyo. Círculo y bastón.

Después de la reunión una piedra en el camino: los incendios.

Consigna: aguantar hasta septiembre. En la última semana de agosto el tema liquidado.

Hay que centrarse en Cataluña que es la llave del edificio. La derecha catalana quiere más rentabilidad para su dinero. No les alcanza. Puigdemont está dispuesto a presentar el reto de su regreso. Hay que arreglarlo y no quieren líos en los juzgados. Bastante tienen. O arreglamos su vuelta o cumplen su amenaza. En Europa se están cansando de Puigdemont y de Sánchez. Hay que buscar una alternativa que dé fuerza y peso internacional.

El Caribe venezolano es algo más serio. Trump está insoportable y sabe por donde atacar. Ahora se ha plantado frente a Maduro. Lo que faltaba. Su posible éxito con Putin nos va a dejar en la estacada.

Lo de China son palabras mayores porque es difícil entender el idioma interno de sus empresarios. Están dispuestos a atacar por el sur. Les interesa mucho el Estrecho. Cataluña lo ven como un verdadero centro de operaciones y andan buscando un lugar parecido, algo enredado, pero seguro para sus intereses, por el sur. Se han analizado varias ciudades como posibles y contemplan dominar así el Mediterráneo y el Atlántico. No tienen prisa, pero quieren garantías.

Las palabras se las lleva el viento, pero los deberes están marcados.

Todo muy delicado y necesaria mucha inteligencia artificial. No vaya a ser que las elecciones las vuelvan a ganar.

Por último: si algo falla hay que tener alternativa y salida. Es un secreto a voces del que se ha tratado muy a fondo en La Mareta. En Waterloo no hay sitio para todos.

Las conversaciones siguen abiertas.

PD. Cerrado el artículo caigo en la cuenta, y desde gran altura, que no he mencionado la presencia en semejante Palacio veraniego del ministro de la cosa Interior y mucho más: Fernando Grande-Marlaska.

¿A qué se deberá tan grave olvido?

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

25 agosto 2025

 

EL SECRETUM SECRETORUM DE LA POLÍTICA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

La Esfinge. Palacio de Liria (Madrid)

La presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid nos dice que sus conversaciones de wasap con Sánchez (el de La Moncloa) han desaparecido. Miedo produce, aunque no es descabellado pensar que el control de las comunicaciones no lo tenemos asegurado.

Hay un runrún por ciertos sectores que te lleva a desconfiar. Nada nuevo. Sí peligroso. La mentira, como siempre, busca y si no encuentra inventa. Los primeros en dominar el resorte del espionaje son la hacienda y el ministerio de lo inmoral: las cuentas y de cintura para abajo.

Nada ha cambiado y todo está bajo la Ley de Secretos Oficiales que data de 1968. Por eso me callo y se callan.

La política es el arte del engaño. Como la guerra, pero con mayor número de muertos vivos. Te desentierran si necesario fuera.

Nada de lo que les cuentan es la verdad. Esta se queda en las redacciones a las que se les indica qué y qué no. No se salva ninguna. Prueben. Analicen quienes pagan las nóminas y acertarán. Pura ideología (interés).

Nada en sí es bueno: ni la derecha ni la izquierda. Ambas mienten por y para su interés, lo que se resume en tres tipologías: los de derechas interesados, los de izquierdas interesados y los que ya no saben ni están interesados. Los interesados son los del partido, en nómina, los viscerales, los indignados por no nómina o ruptura (nada peor que los ex), los liberados y los subvencionados. Así se nutren los partidos. Los que no saben ni contestan tenemos un problema. Histórico sobre todo, porque ya no hay que saber Historia sino atender a la ley histórica.

La moral es libre y de amplio espectro, dios es el partido, que no perdona, y solo hay un pecado: no someterse al líder.

Los libres no existen. Solo cuando eres viejo y estás muerto para los partidos, para los medios y hasta para ti mismo: muerto, despreciado y olvidado. A veces preguntan ¿pero vive?

¡Cabrones!

Secretum Secretorum es una relación íntima del conocimiento entre Aristóteles y Alejandro. Le preocupaba al Rey de Macedonia lo oculto, como a cualquiera, pero la tecnología de entonces se reducía a la sabiduría de Aristóteles que no necesitaba de ningún artilugio para conocer a los hombres.

El franciscano Roger Bacon estaba en el Secretum y conocía, como Homero, la inteligencia, incluso la artificial, inventando una cabeza de bronce que respondía a cualquier pregunta, por lo que le consideraron mago que era decir brujo. Antes, como digo, era sabiduría que ahora ante su ausencia, se sustituye con la IA.

Ya no hay sabios, sino espías, corruptos, golfos y todo este tipo de cosas tan habituales; siempre que haya dinero o sexo. Por eso surge una nueva inteligencia. Artificial.

El ser humano es muy curioso, sobre todo de los demás, hoy se sabe todo, pero de nada vale. El secreto no está en saber, sino en saber utilizar el conocimiento.

Pinocho es una obra de arte de la inteligencia que se transforma en artificial. Un tronco de madera que aprende enseguida, ¿qué es lo primero que aprende?: a mentir. Solo hay que trabajarlo y dejarle suelto.

No les hablo de nada nuevo. Cuando la edad llega a su atardecer a uno se le abren los ojos. Alejandro busca en Aristóteles la ley del sabio que es cumplir con su deber y no luchar contra nadie.

Si no te espían, vigilan, o simplemente te cotillean, no eres nadie.

Es por lo que hay ocasiones en las que llegas a sentirte honrado y vas contando por todos las esquinas: ¡me espían! ¡me espían!…

Pues el franciscano Roger Bacon (es un amigo, por si alguno no lo sabe) me dio la solución al Enigma de la Esfinge: ¿Qué ser, provisto de una sola voz, camina primero de cuatro patas por la mañana, después sobre dos patas al mediodía y finalmente con tres patas al atardecer?

Nos espían, lo que no deja de ser un honor cuando cumples con la ley del sabio y nada tienes que ocultar.

Se lo digo a la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid para que no le quede la más mínima duda: nos espían.

Sí. Mi amigo el franciscano me dijo: «Nada se puede conocer salvo por experiencia».

Nadie puede  adivinar hasta donde puede llegar tu experiencia. ¡Las cosas que sabes! No todos nos limitamos a ser una esfinge.

«Cuando estalla el trueno es demasiado tarde para taparse los oídos». Hay que pasar a la acción.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

4 febrero 2025

 

ARCHIVOS MILITARES, INVESTIGACIÓN Y SECRETOS Rafael Dávila Álvarez

Pocas o ninguna facilidad. Y se lo dice quien es del gremio y ahora se dedica a las tareas de investigación. El verano pasado pedí unos documentos a cierto Archivo Intermedio Militar y alguien (militar por supuesto) me contestó ¡Uy! Tendrá que esperar más de un mes, porque me voy de vacaciones. Así fue. Nadie; todos de ¡¡¡de vacaciones!!! A la vuelta (dos meses de espera) conseguí la documentación, evidentemente previo pago de su importe, (fotocopias, según lo oficialmente estipulado, muy caras para ser un servicio público).

Más tarde, recientemente, he acudido a otro Archivo Militar, más importante, en búsqueda de documentación algo más sensible, pero histórica, quiero decir que nada como para hacer que tiemblen los cimientos del Estado. Cómo ha sido la petición no es necesario explicarlo: siguiendo el rígido protocolo que exigen, con lógica, estos centros custodios de la historia militar, es decir de España.

Después de cierto tiempo, más del esperado, creo que sin aparente razón, la respuesta ha sido: <<Secreto de Estado>>, es decir, en román paladino, que no tengo acceso a ellos y que están bajo la protección de la Ley de Secretos Oficiales, que por cierto debe ser de las pocas <<leyes democráticas (Ley de abril de 1968)>> que no se modifican porque a nadie le interesa. No hay un tiempo para desclasificar sino que se hace a gusto del gobernante de turno. Las campañas de El Gran Capitán puede que estén protegidas por ese <<secreto de Estado>>.

¿A ningún partido le interesa desclasificar los asuntos del pasado? Les aseguro que hay algunos que jamás saldrán a la luz y que la hoguera de la Inquisición ya ha pasado por ellos. Espero tener la oportunidad de demostrárselo en algún momento.

En fin, resulta que no me doy por vencido y comienzo una búsqueda metódica y casi policial por internet rastreando esos papeles. Pues sí:¡los encuentro! Ahí están. ¡Qué razón tenía mi maestro de niño!: <<Solo tenéis que aprender a saber buscar>>.

En todo este proceso me entero del rígido control que ha establecido el ministerio de Defensa sobre los Archivos Militares –especialmente en algunos-, quién y quiénes piden información y sobre qué temas, como si quisieran saber el nombre de cada ratón que se alimenta de sus papeles o temiesen que alguna verdad, poco agradable para alguno, saliese al aire. He pensado, pero esto de manera infundada, que la Ley de Memoria Histórica está detrás.

Como sigo la norma ora et labora he insistido y recalcitrante acudo a otro Archivo Intermedio para un tema menor. Afectado por el Covid. Cierra las puertas hasta para informar.

Siento contar todas estas cosas, pero algo me llega de la existencia de un cierto temor a los Archivos, y cuando eso ocurre no indica nada bueno.

Estoy aún pendiente de más peticiones a otros archivos militares. Con esto de la pandemia nadie parece haber caído en el parón investigador.

Desconozco en qué situación se encuentra el proceso de digitalización de los Archivos Militares, como se desconoce casi todo lo militar que cae en manos de la Subsecretaría de Defensa o cosa así. Es un tema de urgencia al que no debe ponérsele trabas administrativas. Cada vez estoy más convencido de las trabas ideológicas.

Quien teme a la historia no es digno de formar parte de ella. Quien teme a la verdad es que no es digno de ella.

Rígido control sobre los papeles. La historia la escribe y reescribe quien gobierna.

Mal futuro tiene una democracia que esconde su pasado, lo oculta y, lo que es más grave, lo cambia a gusto del consumidor con vistas a su relato y los resultados de las urnas. Llego a la conclusión de que en la reciente historia hay mucho que  esconder por una y otra parte.

Nos quieren colar la ampliación de una ley inquisitorial continuación de la ya aprobada, con indecencia y alevosía, con lo que este servidor de ustedes pasará a ser quemado en la hoguera.

Mientras eso llega, que será temprano, al amanecer, lo que busco aparecerá. Se trata de saber buscar, insistía mi buen maestro de escuela. Tenía razón. Les iré dando cuenta de lo que busco y encuentro.

Pronto empezarán las ejecuciones en la Plaza Mayor. Autos de fe. Seguiré impertérrito, buscando papeles y cuando llegue la hora dirán: «Tiene más orgullo que don Rodrigo en la horca»

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

7 julio 2020 ¡Viva San Fermín!