EL HONOR DE UN GUARDIA CIVIL Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Pedro Alfonso Casado, el teniente coronel de la Guardia Civil jefe de la Unidad Especial de Intervención, fue asesinado mientras el deber y el honor le llevaban hasta el primer puesto de máximo riesgo, donde solo es la muerte quien contigo dialoga.

No es un lugar donde pueda estar cualquiera, sino que además de unas cualidades precisas fruto de la formación y muchas horas de estudio se requiere un sólido carácter forjado en la virtud, asignaturas difíciles de aprobar y de las que la Guardia Civil hace gala, historia de servicio al que nadie puede sino saludar y agradecer. Que todavía en España está el honor de servir y dar la vida sin el más mínimo alboroto ni exhibiciones.

Por eso es que hoy escriba despacio, con la humildad que exigía mi teniente coronel Pedro Alfonso Casado, Jefe de la U.E.I., a sus hombres y de lo que él era ejemplo.

Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir y no hay más. Todo lo grande, lo sublime y fuera del alcance de casi todos es así de sencillo: se hace y se sigue de frente sin engordar en la vanidad que empequeñece al hombre.

Pedro Alfonso Casado. Sé de quién hablo y solo pido una oración y que él nos anime y ayude desde arriba a seguir su ejemplo.

Porque él era un Guardia Civil entero, sin recorte alguno, un hombre de Patria que entendía el servicio como un lugar donde o se ayuda al prójimo o no es servicio, donde se arriesga o no es servicio, donde se ama a la dureza y al sacrificio, o no hay servicio, donde haces lo que haces por tu querida España, los españoles, por la Guardia Civil, por tus guardias, o no hay ni servicio ni nada.

Era un joven y brillante jefe de la Guardia Civil. Tenía que haber sido de otra manera, pero en este caso la Virgen del Pilar le ha abierto hueco en el Cielo. No lloréis ni sufráis porque él está con Ella, con sus guardias y su sentido del servicio.

Su familia lo entiende, sus guardias también, a pesar de la dureza del momento, de la insoportable ausencia.

Pero mi teniente coronel no se ha ido. El ejemplo impresiona cuando las cosas ocurren de esta forma tan dura de asimilar y uno piensa que mientras haya hombres de esta talla moral, de esta entrega y amor a su trabajo, con ese sentido del deber, podemos caminar tranquilos y soñar en paz y armonía.

Hay hombres que nos dan ejemplo con su bondad y sacrificio.

No tenemos más remedio que hacer lo que esté en nuestras manos para seguirles y alcanzar un mínimo de su altura moral.

Gracias mi teniente coronel por tu servicio y ejemplo.

Instituto gloria a ti por tu honor quiero vivir: hoy en uno de tus buenos hombres.

¡Viva honrada la Guardia Civil!

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

7 julio 2022